Eliminado en la Copa de Maestros y con la final de la Copa Davis a la vista, Rafael Nadal no tendrá vacaciones antes de que arranque 2012. Tampoco las quiere. “Mejor no pensar en ellas, porque no va a haber. No las necesito. Lo que necesito es trabajar”, dice, con gesto serio, en la rueda de prensa que sigue a su derrota ante Jo-Wilfried Tsonga. Este es el repaso a lo que le ha faltado a su tenis en este final de temporada, de boca del protagonista, y con la vista puesta en la próximo curso, “apasionante”, porque incluye unos Juegos Olímpicos, y, en consecuencia, es solo apto para maratonianos. Estas son las cosas que Nadal, campeón de diez grandes, buscará recuperar desde el 5 de diciembre, cuando ya se conozca el campeón de la Ensaladera, tras un 2011 marcado por el dominio del serbio Novak Djokovic, que le derrotó en seis finales. Estas son sus observaciones, Nadal en el diván con Nadal como psicólogo.
EN LA CABEZA. “Necesito tiempo para pensar y trabajar en aspectos mentales. Me ha faltado concentración en la bola, aguantar mentalmente más según qué puntos, que una bola más volviera dentro. Me ha costado esa bola de más que llega a dañar al rival, que le agota física y mentalmente. Eso hay que buscarlo y solo se puede hacer entrenando y compitiendo”.
EN LAS PIERNAS. “Tengo que volver a ser más agresivo, con esa intensidad extra superior a los demás, que me está faltando un pelín. Me refiero a ese extra de exigencia física y mental para el rival, al agobio que le pueda provocar un ritmo alto, constante, sólido, que siempre he tenido y que me está faltando. Lo tengo que recuperar y mejorar”.
EN LOS OJOS. “Mi experiencia, lo que he visto, dice que lo que hay que cambiar son pequeñas cosas, y que esas pequeñas cosas, al final del día, pueden cambiar muchas cosas”.
EN EL CORAZÓN. “Al final de temporada, me ha faltado un poco de pasión por el tenis, porque estaba un poco más cansado de lo habitual. Si no estudias como toca, el examen suele ir mal. Llevaba tres semanas haciéndolo, pero los problemas no se solucionan en tres semanas. Lo que es seguro es que tengo la ilusión de volver a dar ese salto de calidad. Voy a luchar. Haré todo lo que esté en mis manos, y si no es suficiente, estaré satisfecho de lo que he hecho”.
CLARIDAD DE OBJETIVOS. “El final de año no está siendo fácil de aceptar para mí. Eso es difícil de aceptar. Sé que la única forma de cambiar esto es trabajar más, pensar más en el tenis, hacer todo correctamente, fuera y dentro de la pista. Si alguien es mejor que yo, le felicitaré, pero debo intentar llegar a mi mejor nivel, estar en calma conmigo mismo. Al mismo tiempo, sin embargo, me da un poco más de ilusión, una meta más clara, para el inicio de 2012".