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3500 Millones

Mamá, ¿estamos explotando a la tata?

Por: | 28 de febrero de 2011

Los números bailan, pero la última estimación de la Encuesta de Población Activa sugiere que más de 800.000 hogares españoles cuentan con una persona trabajando como empleada en casa. En su inmensa mayoría se trata de mujeres extranjeras, buena parte de ellas en situación irregular. 

No son trabajadoras como las demás. Sus jornadas pueden llegar a ser de 14 y 16 horas;Empleadas doms no tienen derecho al paro; solo cobran sus bajas laborales a partir del segundo mes; y a menudo están sujetas a un mero contrato verbal. Cuando se trata de extranjeras, el miedo a perder el permiso de trabajo o a ser expulsadas las hace vulnerables a todo tipo de excesos, desde las jornadas abusivas hasta la retención de pasaportes por parte del empleador o el acoso sexual más o menos explícito. Las internas pueden recibir hasta un 30% de su salario en especie (comer y dormir en la casa en la que trabajan), lo que supone enviar a sus hogares menos de 300 euros limpios al mes. 

Estos y otros mucho datos son parte de un informe que se hará público en las próximas semanas, realizado por los investigadores del programa Abriendo Mundos: mujeres migrantes, mujeres con derechos. Se trata de una iniciativa que trabaja con mujeres emigrantes de cuatro países andinos (Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador) facilitándoles información y orientación, recopilando buenas prácticas, apoyando sus esfuerzos de organización e influyendo en la reforma del Régimen Especial de Empleados del Hogar que se negocia desde hace algún tiempo. En su espacio web y en las reuniones presenciales las mujeres hablan y escuchan, comparten sus ilusiones y sus temores, desahogan la frustración de educar a unos hijos que están a miles de kilómetros de distancia.

Este es el testimonio de Mariela, una mujer colombiana que lleva tres años en España y que ha participado activamente en CEDOAC, organización que comparte causa con Abriendo Mundos:

 

Como este blog hablará a menudo de inmigración y políticas migratorias, es justo que ponga cuanto antes mis cartas sobre la mesa: historias como la de Mariela demuestran que el régimen migratorio que se aplica en España (y en casi cualquier otro país desarrollado, ya que estamos) no solo es inmoral, sino que también es idiota. La obsesión enfermiza por restringir el movimiento internacional de trabajadores es una invitación directa a la precariedad y la irregularidad (que en el conjunto de la UE podría superar los 10 millones de personas). Con ello se vulneran de forma sistemática los derechos civiles y laborales de centenares de miles de trabajadores y de paso se minimizan los beneficios del proceso para los países de origen y los países de destino. En el caso del Reino Unido, por ejemplo, un importante think-tank ha calculado que la irregularidad de los inmigrantes supone al fisco más de 1.100 de euros anuales no ingresados.

La alternativa no es un modelo de puertas abiertas, pero sí un sistema mucho más flexible y menos atado a las miserias políticas de corto plazo. Un sistema que permita a los trabajadores llegar legalmente con más facilidad cuando existen oportunidades de empleo y retornar con incentivos cuando esas oportunidades desaparecen. Pero ningún incentivo es más eficaz que la posibilidad de volver a intentarlo en el futuro, precisamente un aspecto que se obstaculiza en la reciente reforma de la Ley de Extranjería, cuyo reglamento está a punto de entrar en vigor.

Los fines de semana, aprovechando que sus hijos les despiertan pronto para leer este blog, les ofreceremos de forma breve algunos enlaces interesantes sobre las noticias y los asuntos que nos han llamado la atención a lo largo de los últimos días. En el capítulo de hoy...

- Tod Moss, del Center for Global Development, se pregunta quién será el próximo en caer en el Club de Autócratas Africanos con Más de Veinte Años en el Poder. Echándole un vistazo a la lista de abajo, está claro que hay dónde elegir.

Leaders11

 

- La respuesta se la da, en cierto modo, el blog En clave de África, que explica en sendas entradas lo poco impresionados que están en Uganda y la República Centroafricana con las revueltas del norte. Sus países han celebrado elecciones en los últimos días y las sospechas de fraude abochornarían al mismísimo Mubarak. También hacen una reflexión contundente sobre el papel del semi-depuesto Coronel Gadafi en la región. 

- The Economist dedica un especial a la crisis del precio de los alimentos y a sus consecuencias. Algunas de sus conclusiones (como el desprecio por el peso de la especulación financiera en esta crisis) son discutibles, pero la calidad de la información no. Hablaremos más de este asunto en los próximos días.

- ¿Qué porción de los Estados Unidos debería caer en la categoría de países en desarrollo? La contestación está disponible en la segunda edición del informe La medida de América, que analiza la pobreza y la desigualdad dentro de los EEUU. Un proyecto ambicioso que explica, por ejemplo, porqué los blancos de Washington DC viven de media 12 años más que los afroamericanos. Activismo bien informado con un despliegue de datos y mapas realmente impresionante, como este que describe el estado 'tercermundista' de los sistemas de salud en buena parte del sur del país (colores claros = malo).

USA tw

- Finalmente, nuestro vídeo de la semana. Hans Rosling (creador de la fascinante herramienta Gapminder para mostrar el progreso de los países a lo largo de los dos últimos siglos) describe de forma didáctica y con cubos de Ikea los retos demográficos del planeta. Los argumentos son simples y admiten matices (la referencia final a los países occidentales como los "cimientos del mundo por venir" hará levantar la ceja a más de uno), pero el mensaje es incontestable: si quiere un planeta sostenible, garantice oportunidades para todos. Espero que lo disfruten tanto como él.

 

(El vídeo es de TED.com. En la página original encontrarán una aplicación para verlo con subtítulos)

Pepe quiere a Teodoro

Por: | 25 de febrero de 2011

Ahora que recordamos el aniversario del 23F, un grupo de diputados españoles decidió remitirse a los clásicos y realizar una visita a Teodoro Obiang, consejero delegado de Guinea Ecuatorial desde hace más de tres décadas gracias a un golpe de estado. La comitiva estaba comandada nada menos que por el Presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, que nos dejó la perla del viaje: "Es muchísimo más lo que nos une que lo que nos separa".

Jose_Bono_Teodoro_Obiang_Nguema

Cierto, nos unen muchas cosas (muchos millones, más bien; en concreto los que han invertido empresas como Repsol o Unión Fenosa). Pero también nos separan algunos detalles. Por ejemplo, la preocupante manía de Teodoro de encarcelar, torturar y asesinar a sus oponentes políticos. Los crímenes del régimen han sido denunciados de forma repetida por ONG como Human Rights Watch y Amnistía Internacional. Esta última destaca en su informe más reciente la celeridad con la que cuatro reos (previamente secuestrados en Benin) fueron ejecutados el pasado mes de agosto. Se ve que el carácter expeditivo de su sistema judicial también es un asunto que nos separa.

Con todo, estos crímenes son parejos a los que ocurren en muchos otros países de la zona, que no es precisamente la Riviera. Donde Teodoro Obiang brilla con luz propia es en el latrocinio de los recursos públicos. Guinea Ecuatorial se ha convertido, tras Angola y Nigeria, en el tercer productor de crudo de la región. Las exportaciones de este producto suponen un 95% de los ingresos del país, cuya renta media per capita se ha disparado hasta los 35.000 dólares anuales: un poco por encima de la española y justo por debajo de la danesa. Aunque, a diferencia de los daneses, los guineanos viven atrapados en condiciones medievales, con una esperanza de vida de 51 años y una mortalidad infantil del 15%. ¿El misterio?: la expatriación sistemática de recursos públicos a cargo de Teodoro y su gang, que dejan a Mobutu y a Ben Ali en la categoría 'amateur' (la Comisión del Senado de los EEUU sobre este asunto se reunió bajo el edificante título "Manteniendo la corrupción extranjera fuera de los EEUU: cuatro estudios de caso").

Para hacer frente a problemas como este, la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI) convoca desde 2003 a gobiernos, compañías y ONG que operan en países ricos en petróleo, gas o minerales. Su propósito es simple: garantizar la transparencia tanto de los pagos que realizan las compañías extractivas como de los ingresos que obtienen de estas industrias los gobiernos. La transparencia constituye el primer paso de cualquier esfuerzo para poner esos recursos al servicio del interés público. A pesar de las dificultades (y el desembarco de compañías chinas en este sector no es una de las más pequeñas), 31 países productores y 50 grandes compañías han avanzado ya en la introducción de los estándares de la Iniciativa. 300 ONG (agrupadas en su mayoría en la campaña Publiquen lo que Paganofrecen testimonio a pie de obra de la aplicación de estos criterios, cuyos informes son publicados de forma periódica. Guinea (¿lo adivinan?) fue expulsada de la iniciativa el año pasado.

 

En el intrincado mundo del desarrollo internacional, donde complejas variables económicas y geopolíticas se cruzan de forma impredecible, algunos puntos de partida están bastante claros. No ir por ahí abrazándose con cleptócratas de gatillo fácil es uno de los principales. No es que José Bono, Gustavo de Arístegui y Josep Antoni Durán Lleida hayan sido los primeros en bailarle el agua a un personaje como Teodoro (véase el bochornoso asunto del Premio UNESCO-Obiang por las Ciencias de la Vida, o el discurso del Ministro Moratinos que colgó Ramón Lobo en una espléndida entrada sobre la visita), pero su viaje sienta un nefasto precedente para la actividad parlamentaria en este campo. Más allá de los intereses energéticos y del esfuerzo por retener a los emigrantes en sus playas, España carece de una política exterior definida hacia África, y ese es un intolerable ángulo ciego de nuestra posición en la lucha contra la pobreza. Si lo mejor que puede hacer el Parlamento para cambiar esta situación es un viaje de cortesía, vale más que se queden en sus casas.

No le des un pescado, dale una Red

Por: | 23 de febrero de 2011

CalestousEnterrada entre revueltas y corrupciones, este periódico deslizó la semana pasada una de las noticias más esperanzadoras que los países pobres han recibido en muchos años: la posibilidad de obtener acceso casi universal a Internet de bajo coste, gracias a un proyecto liderado por la Sociedad Europea de Satélites y la omnipresente Google. Ahí es nada.

De los beneficios de Internet para la democracia da buena cuenta el reguero de lingotes y lagrimones que han dejado en su huida algunos autócratas norteafricanos, pero el acceso a las redes globales de información tiene para el mundo en desarrollo una importancia social y económica infinitamente mayor. En una era en la que la información se mide en dólares, tres millones de universitarios africanos están condenados a la ceguera virtual. Su educación, sus iniciativas, su progreso quedan lastrados por la incapacidad de acceder a un mundo que mi hijo de 11 años tiene disponible a la distancia de un click. Si la proliferación masiva de la telefonía móvil en las regiones más pobres ha demostrado posibilidades sin precedentes, el acceso generalizado a Internet es equiparable a la introducción de la máquina de vapor.

 Eso es al menos lo que sugiere Calestous Juma, profesor de la Harvard Kennedy School. Su propia historia es un ejemplo de todo lo que la educación y la tecnología pueden hacer por un chaval criado en una aldea en la orilla keniata del Lago Victoria. Cuando yo le conocí, Juma era popular entre los estudiantes por dos razones: sus camisas de fantasía y su visionaria concepción de una tecnología al servicio del interés común. Este activista por el progreso tecnológico, que comenzó su carrera como periodista y militante medioambiental junto a la premio Nobel de la Paz Wangari Maathai, martillea hoy el corazón de la élite académica y política del Norte con un único mensaje: hagan por África lo que han sabido hacer por ustedes. 

El punto de partida es simple: el ancho de banda por persona en África subsahariana es cien veces más bajo que el de la media mundial y quinientas veces más bajo que el de los EEUU (vean esta ilustrativa imagen de Worldmapper describiendo el tamaño de los países de acuerdo a la distribución global de usuarios de Internet). 

Worldmapper internet

El problema afecta a las clases pudientes de Nairobi, Manila o Ciudad de Guatemala, claro está, pero se equivoca quien crea que el asunto termina ahí. Como investigador principal en el proyecto para la Innovación Agraria en África (financiado rumbosamente por la Fundación Bill y Melinda Gates), el Prof. Juma ha demostrado la importancia del acceso a la información para 950 millones de personas zaheridas por la crisis del precio de los alimentos. Cuando regiones como África subsahariana o Asia central necesitan con urgencia mejorar la productividad y la rentabilidad de sus cosechas, el acceso a información de calidad permite adelantarse en parte a los mercados y al clima para saber qué plantar, cuándo y a qué precio venderlo.

El bueno de Calestous, con sus camisas y su entusiasmo, ejemplifica todo lo que es importante en el esfuerzo por acabar con la pobreza: una combinación de voluntad e imaginación, una fe ciega en la capacidad de los propios afectados y el empeño en no rehuir los debates difíciles (tendrían que ver la polvareda que levanta la matizada posición de este hombre sobre los transgénicos, por ejemplo). 

Estas mismas son las aspiraciones del blog que hoy comenzamos. Por él desfilarán historias y personajes que demuestran que cambiar esta situación no solo es lo más correcto, sino también lo más inteligente. Y para evitar que se nos duerman (o se trasladen al blog de Lluis Bassets, que tiene mucha más solera), lo haremos con un punto de sarcasmo e irreverencia. De ustedes solo esperamos una cosa: que compartan con nosotros la certeza de que no hay nada inevitable en la miseria en la que se levantan cada día 3.500 millones de personas. Pasen y vean.

Sobre los autores

3.500 Millones es un blog coral dirigido por Gonzalo Fanjul. Este espacio es el resultado de un esfuerzo colectivo en el que los protagonistas de la lucha contra la pobreza comparten su experiencia y sus propuestas.

Autor

  • Gonzalo FanjulGonzalo Fanjul lleva más de veinte años dedicado al activismo contra la pobreza, impulsa la iniciativa porCausa y colabora como investigador con diferentes think tanks, universidades y ONG

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