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3500 Millones

Guatemala: el hambre de muchos enriquece a unos pocos

Por: | 14 de junio de 2011

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Si tuviésemos que describir las paradojas de un sistema alimentario global roto, difícilmente encontraríamos un ejemplo mejor que Guatemala. Este país centroamericano, que puntúa alto en la lista de potencias agrarias (quinto exportador mundial de café y azúcar), destaca más todavía como campeona regional de la inseguridad alimentaria: uno de cada dos niños menores de cinco años padece desnutrición crónica, una cifra que se eleva al 70% cuando se trata de menores indígenas.

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¿Cómo alimentar a 9.000 millones de personas?

Por: | 13 de junio de 2011

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La historia de los últimos 15 años es la historia de un fracaso en la lucha contra el hambre. Tras un descenso lento pero continuado del número de hambrientos hasta 1995, el mundo ha ido dando pasos atrás hasta batir récords durante las escaladas de precios de 2008 y 2010, cuando se rondó por primera vez en la historia la cifra de los 1.000 millones de personas.

De acuerdo con CRECE, la campaña lanzada por Oxfam la pasada semana, este fracaso es el síntoma de un sistema alimentario roto. Se estima que entre el 30 y el 50% de la comida que se produce se pierde como consecuencia del desperdicio de alimentos de los hogares más ricos o de la falta de infraestructura de las economías agrarias más pobres. La incertidumbre ha disparado la presión sobre unos recursos productivos cada vez más escasos. Con el objetivo de conseguir tierra fértil y nuevas fuentes de agua y alimentos, inversores privados e institucionales han realizado desde 2000 más de 1.200 contratos que cubren más de 80 millones de hectáreas de tierra. El 60% de esta tierra se encuentra en África.  

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¿Cuánto valen las vidas de 2 millones de niños?

Por: | 10 de junio de 2011

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Cada año, casi 2 millones de niños mueren por enfermedades absurdas y totalmente evitables con una simple vacuna; más de 5.000 muertes cada día. Algo aparentemente tan simple de evitar como una diarrea es la segunda causa de muerte infantil en el mundo en desarrollo. Su principal causa, el rotavirus (muy conocido por los papás españoles), puede ser anulado por un tratamiento de inmunización de 5 dólares por niño (menos de 3,5 Euros).

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Tecnología al servicio de la transparencia: Open Data

Por: | 09 de junio de 2011

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¿Qué sabemos del mercado internacional de armas y del rol de nuestro país en él? Poco, muy poco. Y es que el secretismo en lo que atañe a la gestión pública llevada a cabo, prácticamente sin excepción, por nuestras distintas administraciones, alcanza cotas máximas en ámbitos políticamente tan sensibles como éste. Se trata de un tema del que nadie parece querer hablar abiertamente.

Sin embargo, cogiendo datos que ya son públicos –como la base de datos de Comercio Exterior–, y mezclándolos con un poco de imaginación con otras fuentes existentes, podemos llegar a conocer algo más. Por ejemplo, que en 2009 nuestras comunidades autónomas exportaban importantes volúmenes de armamento a países con regímenes golpistas, como era el caso de Mauritania.

Este mensaje se puede extraer de El Disparate, la aplicación ganadora del Desafío AbreDatos 2011, un concurso Open Data de  desarrollo exprés en 48 horas de servicios tecnológicos basados en el uso de datos públicos puestos al servicio de los ciudadanos. El Disparate ofrece información sobre la compra-venta internacional de armas y permite saber cuánto gasta una comunidad en comprar material bélico o a qué países se venden las armas fabricadas en España.

En esta primera versión, El Disparate, sin embargo, no es más que otra pequeña muestra del gran potencial informativo, de utilidad social y democrático que tienen las iniciativas que están siendo y serán desarrolladas valiéndose, en la medida de lo posible, de los datos puestos a disposición del ciudadano por las distintas administraciones públicas.

El valor añadido de estas iniciativas llevadas a cabo por equipos multidisciplinares de programadores, periodistas, diseñadores o activistas cívicos es distinto en cada caso. En unas ocasiones podemos hablar de scrapear, o lo que es lo mismo, de pelearse con formatos de difícil reutilización para posibilitar el uso y la computación automatizada de los datos. En otros casos, probablemente los más interesantes, las aplicaciones añaden valor mediante el cruce de series de datos distintas, la aportación de contexto y capacidad de análisis, o a través de la calidad de las visualizaciones y las funcionalidades incorporadas.

El denominado movimiento Open Data ha experimentado un importante auge internacional en estos últimos años. En nuestro país, sin embargo, este auge se ve lastrado por la ausencia de una Ley de Libre Acceso a la Información Pública. Legislación vigente, por otra parte, en la práctica totalidad de países de nuestro entorno. Este déficit implica una falta de cobertura legal para exigir la apertura de datos, y muy en especial de aquellos que puedan ser considerados políticamente comprometedores.

Una ley como ésta –prometida por el PSOE en sus programas electorales de 2004 y 2008– daría el derecho a los ciudadanos a solicitar y recibir información sobre lo que ocurre en la administración, como por ejemplo las agendas de reuniones de nuestros representantes políticos. A diferencia de España, en otros países como Francia ya es posible controlar en mucho mayor grado las actividades de lobby sobre el gobierno o el parlamento.

Operando en este marco aún poco desarrollado, en España ya han surgido iniciativas ciudadanas que realizan un importante esfuerzo por intentar incrementar la transparencia de la información pública y maximizar su impacto. Entre ellas se puede citar a Pro Bono Publico, la asociación que ha organizado los Desafíos AbreDatos. Pro Bono Publico es una asociación sin ánimo de lucro surgida en 2009 que busca la apertura de datos públicos y el uso de la tecnología para aumentar la transparencia y eficiencia de las administraciones, y mejorar así nuestra vida en sociedad.

Estas iniciativas, impulsadas desde foros ajenos a los partidos políticos, entroncan directamente con algunas de las reclamaciones formuladas por el denominado colectivo 15-M en el ámbito de las libertades ciudadanas y del desarrollo de una democracia más participativa. A este respecto el movimiento Open Data propugna una interacción explícita entre gobierno y la sociedad para la búsqueda y la resolución de los problemas comunes que afectan a nuestra convivencia y toma de decisiones de una manera racional, cuantificable y evaluable. En definitiva, propiciar el aumento de la participación ciudadana y una consiguiente mayor vinculación del gobernado en el proceso político.

Si el equipo de El Disparate, compuesto únicamente por cuatro personas, consiguió desarrollar la aplicación en 48 horas valiéndose tan sólo de su talento y un poco de imaginación, ¡qué no se podría conseguir de hacerse pública toda la información en posesión de las distintas administraciones de nuestro país!

 

Sobre el autor: Jacobo Elosua es vicepresidente y tesorero de Pro Bono Publico, una asociación que promueve y difunde estándares, datos y plataformas tecnológicas abiertas entre las instituciones públicas.

 

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Foto de Nathalie Paco

Nunca me he alegrado tanto de ser el peor profeta del mundo como el 15 de mayo pasado y los días que le siguieron. En mi primera entrada en este blog me preguntaba por los motivos de que los jóvenes españoles no se indignaran. Ojo de lince, me llaman.

Algunos vaticinan que el movimiento morirá por falta de concreción, de liderazgo, de estrategia… Pero no se fíen. El Movimiento 15-M ha nacido casado con la reivindicación, y su exigencia se resume en que se escuche la voz de la ciudadanía. Se me ocurre que, como el movimiento se demuestra andando, quizá sea el momento de empezar a actuar, como si nuestros políticos ya nos escucharan, aunque no lo hagan. No hay que esperar a que nos den permiso; se trata justo de lo contrario.

Y, en concreto, ¿qué se puede hacer? Mucho, me parece. Se puede generar transparencia, no solo exigirla, estudiando, publicando y debatiendo los gastos de las administraciones públicas. Se puede promover la consulta popular, no solo reivindicarla, como hace años hizo, con éxito notable, la Red Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa.

También se pueden proponer, debatir, votar y aprobar ideas concretas para mejorar el entorno más cercano, como en el caso de los presupuestos participativosEste modelo de democracia directa nació en Porto Alegre, Brasil, en 1989. En esencia consiste en abrir la decisión sobre las prioridades y la distribución del gasto municipal a la ciudadanía. Según el manual del Foro Ciudades para la Vida de Perú  los principios clave de un Presupuesto Participativo son:

-unas reglas de juego claras,

-representación del conjunto de intereses de los ciudadanos, que han de poder acceder a la información relevante, incluyendo las cuentas reales),

-neutralidad de las autoridades y compromiso de cumplimiento,

-control social y rendición de cuentas…

En resumen, democracia real.

La idea original de Porto Alegre era ceder la palabra a la ciudadanía, esencialmente a la más desfavorecida, para establecer las prioridades reales de la población, dada la escasez de recursos y el número casi infinito de necesidades. Este modelo, nacido en el Sur, no solo ha sido replicado en Latinoamérica: ¡el Estado de Minnesota y la ciudad de Yokohama –entre otros– también se han apuntado! En España la idea ha triunfado principalmente en Cataluña, en Valencia y en Andalucía, aunque también en otros lugares. Sin embargo, no siempre se ha abierto espacio suficiente a la participación real y en muchos casos la experiencia es perfectible todavía.

El Movimiento 15-M ha empezado a descentralizar su trabajo en asambleas locales. ¿Por qué no echar a andar, actuar como si ya se hubiera logrado y conformar espacios de decisión sobre las auténticas prioridades de los ciudadanos? ¿Por qué no debatir si es prioritario arreglar un bache antes que remodelar por quinta vez una plaza? ¿No sería todo un ejercicio de ciudadanía establecer entre todos si preferimos darle prioridad a un centro social o a la iluminación de las fiestas patronales? ¿No es, finalmente, nuestro dinero?

Sí que lo es. Como han evidenciado los jóvenes y no tan jóvenes indignados, los políticos son los administradores a los que hemos contratado con nuestro voto; son nuestros empleados y nosotros somos el Consejo de Administración. La democracia es nuestra. Es verdad que algo ha pasado en el camino y las cosas parecen estar patas arriba. Mientras las volteamos a su posición original, empecemos a trabajar.

Contra la naturaleza, contra toda lógica

Por: | 07 de junio de 2011

Desde que se creara en 2005, la revista trimestral AgendaViva, editada por la Fundación Félix Rodriguez de la Fuente, representa una de la fuentes divulgativas ambientales más abiertas, vanguardistas y ricas que conocemos. Ofrece informaciones de una gran calidad con el objetivo firme de ayudar en el cambio hacia un modelo más justo y sostenible. Hoy tenemos el honor de presentaros en exclusiva la  editorial de su próximo número que saldrá el próximo día 18 de junio. Lo firma la presidenta de la Fundación e hija de Félix, Odile Rodríguez de la Fuente, que además participará en el Festival de Documentales y Debates Emisión Cero Madrid el próximo viernes 10 de junio.

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Foto: verde de Nathalie Paco

Contra toda lógica

Detrás de la belleza de la naturaleza, de un paisaje, de los árboles, los insectos, los cetáceos, por nombrar algunos de sus componentes, yace una funcionalidad óptima cincelada por millones de años de evolución. Cada individuo, cada especie, cada ecosistema, cada elemento, se entrelaza con lo que le rodea y sostiene, de forma indisociable, para formar un todo que se autorregula generando las condiciones óptimas para la vida. Cuánto tenemos que aprender de la naturaleza... Escapa a toda lógica que en algún momento de nuestra efímera historia hayamos decidido emprender una lucha contra ella, una lucha, perdida de antemano, cuyo paradójico fin era el de dominar nuestro entorno y someterlo a nuestras reglas en contra de nuestra propia supervivencia. Es absolutamente contra intuitivo desperdiciar una biblioteca de sabiduría millones de veces más vasta que la de Alejandría, para no sólo darle la espalda sino ir poco a poco destruyéndola para desgracia de futuras generaciones.

En un planeta con condiciones primordialmente adversas a la vida, ésta no sólo ha aparecido sino que ha ido lentamente infiltrándose en sus epitelios, generando las condiciones idóneas para que prosperase una diversidad fulgente. ¿Cómo consigue la vida reconvertir la escasez en abundancia?, ¿cómo utiliza la energía para alimentar toda su diversidad sin generar residuos?, ¿cómo añade más y más capas de aprovechamiento de los recursos redundando en el enriquecimiento y la robustez del conjunto? Esas son las preguntas que deberíamos dirigir a la biblioteca viva del planeta Tierra, dedicando a nuestros mejores y más talentosos eruditos a traducir fórmulas que han demostrado funcionar tras millones de años de ensayo y error.

Y sin embargo aquí estamos, torpe y burdamente creando energía que alimenta una sed patológica de consumo a costa de nuestro futuro que ya se torna presente. En una economía ruinosa y contraproducente, hemos tomado prestado de la naturaleza y de la humanidad, sin intención de saldar una cuenta que vamos posponiendo. Y mientras, damos la espalda a las señales que nos recuerdan que el sistema de la vida no funciona así. ¿Y por qué nos empeñamos en no ver la fuente de abundancia y sabiduría que yace en la naturaleza? ¿Es que acaso nadie percibe la diferencia entre la belleza de un sistema que funciona, como podría ser un bosque, y otro que va en contra del sentido común, como es una mina a cielo abierto, una incineradora o una planta de energía nuclear? Y no es banalizar afirmar que a veces las lecciones más profundas y elocuentes yacen bajo un velo de belleza y sencillez que otorgan todavía mayor sentido a sus lecciones. No podemos seguir tolerando los argumentos que se esgrimen para defender un modelo autodestructivo. No es verdad que ese modelo sea el único que puede garantizar alimentos, energía y dinero para todos. Tenemos el argumento contrario al alcance de nuestros adormecidos sentidos. En la naturaleza no sólo hay abundancia para todos sino que entre todos se crea más y más abundancia en beneficio de todos. Ése es el único sistema que, incorporando un sentido de contención y límites consustanciales a la realidad, construye ad eternum, llevado por la pulsión creativa que es la vida, hacia un enriquecimiento y robustez crecientes. En una danza embriagadora entre la oportunidad de estar vivos y la humildad de sabernos una brizna sin apenas significación en el todo, está el equilibrio. Hay tanto que aprender sobre cómo vivir, cómo sobrevivir, cómo crecer y cómo ser... Necesitamos mucha más humildad para entendernos en el tiempo y el espacio y mucha más soberbia para reivindicar nuestro futuro robado.

Brigadas vecinales, más allá del 15m

Por: | 06 de junio de 2011

Brigadas-vecinales

En el año 2009 se filtraron unas circulares de la policía en las que se daban indicaciones explícitas para llevar a cabo redadas con el fin de detener a inmigrantes sin papeles. Se creó un cierto revuelo que, como suele suceder con estas cosas, finalmente no llegó a nada. Pero, dos años más tarde, las redadas siguen teniendo lugar, con el apoyo explícito de todos los niveles de mando, a nivel nacional, regional y local. Muchos policías ya han expresado su malestar por tener que hacer este trabajo en vez de emplearse contra los verdaderos delincuentes.

No hace mucho, Caritas denunciaba las redadas que tienen lugar en sus comedores, sin que la organización pueda hacer nada para evitarlo. Pese a sus denuncias, nada cambia. El establishment sigue saltándose impunemente varios de los principios básicos que rigen nuestro Estado de Derecho, tanto los establecidos en nuestra Constitución (artículo 14), como en la Declaración Universal de los Derechos humanos (artículos 2.1 y 7) o en el Pacto Internacional De Derechos Civiles Políticos (artículo 26). Dicho de forma simple, las redadas raciales violan los derechos humanos, son discriminatorias por raza o fenotipo, y además son ilegales y encubiertas.

Cansados de ver cómo en sus barrios miembros de otras razas eran acosados y detenidos, grupos de vecinos se han unido para constituir lo que denominan “Brigadas vecinales de Observación de Derechos Humanos”. Su objetivo es doble: por un lado, evitar las redadas, tomando nota de las mismas e interpelando a los que las llevan a cabo. Por otro, crear concienciación entre el resto de los vecinos, informándoles de lo que está pasando y recabando su opinión al respecto.

Estas labores no son fáciles de llevar a cabo, como explica la brigadista Teresa Martín a este blog:

Cuando me pongo el chaleco naranja “Vigilando a los Vigilantes” y comenzamos en cualquier barrio de Madrid una Brigada Vecinal de Observación de los Derechos Humanos, siempre tengo en mente tres cosas: La primera es que, "una vez más, no será sencillo cuestionar los controles de identidad racial, ni hablar con la policía; pero recuerda que es una labor digna, legítima y legal”. La segunda, “cuando converse con los vecinos y vecinas para saber su opinión sobre los controles, informar de su existencia y conocer cómo estos afectan a la convivencia, estaré participando en construir barrios por la solidaridad, la tolerancia y la justicia”. Y la tercera “mis compañeros de brigada me arropan, no estoy sola”.

La policía se defiende abriendo expedientes disciplinarios a los brigadistas o poniendo multas injustificadas que pueden ascender a 4.000 euros. Una aberración donde aquellos que denuncian pacíficamente un atropello se convierten en el objetivo de los “brazos de la ley”. ¿Les suena de algo?

Pero estamos llegando a un punto en que los ciudadanos nos hemos cansado de esperar de nuestros dirigentes que aporten las soluciones a problemas que ellos mismos crean. Lo están gritando desde las plazas, desde los barrios y a través de una indignación social creciente. Las propias Brigadas son el reflejo de una idea indispensable para asegurar nuestro futuro como ciudadanos: “si no eres parte de la solución eres parte del problema”.

Como dice Teresa:

Mientras la policía se lleva a un vecino por no tener un papel y me crece la indignación recuerdo la cuarta y más importante de las cuestiones por la cuáles me había puesto el chaleco: “tantas veces lo hagáis, tantas veces nos tendréis enfrente”.

Más información sobre las brigadas vecinales de observación de los derechos humanos en: www.brigadasvecinales-ddhh.blogspot.com 

¿Son las renovables la solución a la pobreza mundial?

Por: | 03 de junio de 2011

Con motivo del inicio del festival gratuito de documentales y debates sobre la sostenibilidad Emisión Cero Madrid, hemos invitado a uno de los participantes a nuestro blog. Pau Solanilla es director de comunicación de Electria y participará el miércoles 8 en la mesa redonda sobre Energía e innovación

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Fotografía: Jorge Mata

Sabemos desde hace siglos que la energía constituye un factor crítico para el desarrollo. Nuestro modelo -basado en el petróleo, los combustibles fósiles y la generación eléctrica centralizada- es ineficiente y caro, pero además deja fuera a la mayoría de habitantes del planeta, condenándolos a la pobreza. Para que algunos disfrutemos de un alto grado de desarrollo, condenamos a la pobreza energética a millones de personas.

Sabemos que ese modelo energético no es sostenible ni económica ni medioambientalmente. La Agencia Internacional de la Energía lo ha advertido: “las consecuencias de un crecimiento desbocado de la demanda energética global son alarmantes para todo el mundo.” Pero las economías emergentes reclaman su derecho al desarrollo, lo que supone incrementar el consumo energético, sobretodo con fuentes basadas en los combustibles fósiles. Todo hace prever que la era de energía barata está llegando a su fin. Además, los combustibles fósiles son limitados y tienen un impacto directo en el calentamiento del planeta.

Tenemos que apostar entonces por sistemas más descentralizados y basados en energías renovables que pueden revolucionar la forma de generar y consumir la energía. No se trata tanto de vender un horizonte verde, sino optar por un desarrollo diferente que nos puede ofrecer enormes recompensas colectivas. Los indicadores disponibles del año 2010 muestran la tendencia de incremento de la demanda energética y el incremento del precio de las materias primas, especialmente del petróleo y gas, por lo que todo el mundo piensa en las energías renovables como alternativa.

Sin embargo, hace falta hacerlo de forma inteligente. El actual sistema de generación con energías renovables peca en parte de los mismos errores que la convencional: grandes plantas de generación muy costosas y grandes líneas de distribución ineficientes con pérdidas del 12% al 14%.

La alternativa es la generación distribuida, un sistema basado en plantas de generación a pequeña escala (a través de paneles solares o generadores eólicos, por ejemplo) situados en los mismos puntos de consumo o en lugares cercanos:

- Al generarse en los mismos puntos de consumo es más eficiente, ya que su proximidad reduce las pérdidas en la distribución y transporte.

- Es limpia y barata, ya que se compensa por los menores costes en el transporte, montaje y mantenimiento.

- Ofrece estabilidad al aprovechar las redes existentes de mediana y baja potencia.

- Crea puestos de trabajo de calidad en la comunidad local y vincula la población al territorio, sobretodo en zonas periféricas o rurales, desarrollando una incipiente industria local.

Todo un catálogo de beneficios colectivos especialmente propicios para ofrecer un horizonte de desarrollo a las comunidades más pobres. Si una buena parte de las políticas de desarrollo se orientaran a ese fin, ofreceríamos la posibilidad de generar un círculo virtuoso de crecimiento sostenible para sacar de la pobreza a millones de personas. 

Tenemos la tecnología y el know-how, así como unos costes razonables para llevar a cabo esta idea. Lo que necesitamos ahora es la voluntad política para fortalecer las instituciones nacionales y regionales y para desarrollar los servicios energéticos locales basados en el crecimiento y la equidad; así como el acceso a fuentes de financiación para las energías sostenibles en países en desarrollo.

Así pues las energías renovables basadas en la generación distribuida pueden ser un aliado en la lucha contra la pobreza si combinamos voluntad, calidad y oportunidad.

Regularizar las drogas para acabar con ellas

Por: | 02 de junio de 2011

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Suelen ser los adictos los últimos en admitir que tienen un problema de adicción. Y sus hábitos, con independencia de lo dañinos que sean, acaban por convertirse en parte de sus rituales diarios. Si de lo que hablamos es de cierto tipo de drogas, la desesperada necesidad de obtener una dosis ‘salvadora’ acarrea consecuencias devastadoras sobre familias y comunidades enteras.

Igualmente trágico es que durante los últimos 50 años los esfuerzos de la comunidad internacional se han dirigido a desplegar una fallida guerra mundial contra las drogas que, dicho sea de paso, nos cuesta a los ciudadanos unos 100 mil millones de dólares anuales. El enfoque que no esta funcionando. Es como si tratásemos de aplastar un globo: cuando el Gobierno americano decidió gastarse 7.000 millones de dólares en la erradicación del cultivo de la hoja de coca en Colombia, todo lo que lograron fue desviar la mayoría de la producción hacia Bolivia y Perú.

Las políticas impulsadas por la mayoría de las agencias antidroga han tenido nefastas consecuencias. En México continúan corriendo ríos de sangre y son miles y miles de muertes innecesarias las que siguen azotando todos los continentes, por no mencionar los millonarios botines que se están embolsando las redes del crimen organizado. 

El Presidente Obama y el Primer Ministro Cameron han condenado esta guerra calificándola de “lamentable” y de “fracaso absoluto”. Pero ninguno ha movido ficha todavía para convertir sus palabras en acciones concretas.

Esta semana, sin embargo, un destacado grupo de personalidades políticas internacionales se han reunido en Nueva York con el objetivo de poner fin a esta estrategia de la “guerra” contra las drogas. En un gesto que podría revolucionar los términos del debate, una nueva Comisión Global,compuesta por personas de la talla de Kofi Annan, César Gaviria o Ernesto Zedillo, antiguos jefes de Estado y ministros de relaciones exteriores de la Unión Europea, los EEUU, Brasil y Mexico y altos diplomáticos de Naciones Unidas, se prepara para romper el tabú y hacer una llamamiento público a favor de enfoques alternativos que incluyan politicas de despenalización y de regulación de las drogas.

Avaaz se ha unido a este esfuerzo, y ya son más de medio millón las personas de todo el mundo que se han unido a nuestra campaña exigiendo un cambio en la estrategia global antidroga. La ciudadanía se pregunta qué más podemos esperar de la era de la quema masiva de plantaciones de drogas, la caza de narcotraficantes y el encarcelamiento de traficantes menores y adictos. Este cambio en la opinión pública es crucial, porque estamos ante un asunto tan delicado que pocos políticos se atreven a apoyar públicamente estrategias alternativas frente a los problemas derivados del tráfico de drogas.

En los países que han adoptado nuevos enfoques, como Suiza, Portugal, los Países Bajos y Australia, nunca se han cumplido las alarmantes predicciones de los defensores de la guerra contra las drogas, que profetizaron una explosión en el consumo. Al contrario, en dichos países se han visto reducciones en los niveles de criminalidad, adicción y muertes asociadas con las drogas, permitiendo a sus gobiernos centrarse en el desmantelamiento de imperios criminales.

Tenemos una oportunidad histórica de abrir el capítulo final de esta brutal “guerra” que ha destruido millones de vidas y alimentado una industria multimillonaria y sangrienta. Necesitamos que nuestros dirigentes tomen medidas audaces, pero será la opinión pública mundial la que, a fin de cuentas, determine si el mundo abandona las catastróficas políticas del presente o si, por el contrario, seguimos rehuyendo el sendero de la reforma.

Pincha aqui para ver a la campaña de Avaaz

Un sistema alimentario roto

Por: | 01 de junio de 2011

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Mil millones de personas acóstandose con hambre cada noche; 200 millones más que hace solo una década. Una demanda de alimentos que crecerá un 70 por ciento en los próximos 40 años mientras el rendimiento de las tierras es cada vez más bajo y la variabilidad de las lluvias más acentuada. Una carrera entre inversores para quedarse con las tierras más productivas en los países pobres, en una rapiña que ha alcanzado los 80 millones de hectáreas en solo siete años. Entre un 30 y un 50 por ciento de la comida desperdiciada por el descuido de los ricos y la falta de infraestructura de los pobres. Tres compañías que controlan el 90 por ciento del comercio mundial de grano. Gobiernos de Europa y EEUU alimentando motores en vez de bocas con una insensata política de biocombustibles que se lleva buena parte del maíz y el aceite de palma que antes consumían las poblaciones pobres. Un casino especulativo en el mercado de alimentos que se ha multiplicado por 25 entre 2003 y 2008. Un sistema de ayuda alimentaria que deja 6 de cada 10 dólares de ayuda estadounidense en manos de sus grandes productores y empresas navieras. 

Un sistema alimentario roto. Y una bomba de relojería en un planeta que alcanzará los 9.000 millones de habitantes en 2050.

Oxfam presenta hoy CRECE, una nueva campaña global que habla del hambre del presente y del hambre del futuro. Su informe base (Cultivar un futuro mejor: Justicia alimentaria en una era de recursos naturales limitados) sostiene un argumento central: la crisis alimentaria sobre la que estamos sentados no es un fatalismo divino, sino la consecuencia de gobiernos incapaces que responden a poderosos intereses privados. Las páginas de este documento son un relatorio del modo en el que las grandes compañías agroalimentarias, los terratenientes o los lobbies de las industrias energéticas y de los grandes productores deforman el sistema alimentario en su beneficio. Todos los demás -consumidores y productores en cada esquina del planeta- pierden.

El problema es que el status quo ya no es una opción. De acuerdo con los modelos realizados para este informe, los precios de los alimentos básicos podrían dispararse en 2030 entre un 120 y un 180 por ciento, dependiendo de los productos. Buena parte de este incremento vendría derivado del deterioro del clima y de la alta dependencia alimentaria de las familias y los países más pobres. Un verdadero escenario de pesadilla que sugiere inestabilidades globales por encima de cualquier nivel aceptable.

La campaña de Oxfam, que se desarrollará en 45 países del mundo a lo largo de los próximos cuatro años, propone esfuerzos ambiciosos en dos grandes áreas:

- Poner el sistema alimentario bajo control para evitar nuevas crisis alimentarias en el corto plazo: la agenda en este ámbito incluye un abanico de medidas para hacer frente a escaladas de precios y las hambrunas, desde los mecanismos de coordinación para evitar restricciones en cadena de las exportaciones hasta la reforma de los sistemas de ayuda alimentaria. Incluye también medidas para frenar la especulación alimentaria y poner fin a las políticas de biocombustibles.

- Prevenir las crisis futuras y sentar las bases de un modelo alimentario justo y estable, centrándose en dos prioridades: Primero, multiplicar la inversión en la agricultura familiar del mundo en desarrollo, que supone una alternativa eficiente, equitativa y sostenible a la gran agricultura intensiva. Segundo, alcanzar un acuerdo ambicioso en las negociaciones del clima para frenar la amenaza del calentamiento global. En ambos casos, las soluciones que resuelvan el futuro deben ser adoptadas hoy.

Oxfam vuelve con esta campaña a su verdadera razón de ser. La organización fue creada en 1942 para atender a los refugiados hambrientos de la Segunda Guerra Mundial y a lo largo de su historia ha estado presente en las grandes batallas contra el hambre, desde Biafra en 1969, Etiopía en 1984 o Níger en 2005. Hoy la lucha contra el hambre se desarrolla en un campo de batalla más amplio, el que vincula la equidad con la ecología de un modo desconocido hasta ahora. Sepan todo lo que esta plataforma activista les ofrece en http://www.intermonoxfam.org/crece.

Sobre los autores

3.500 Millones es un blog coral dirigido por Gonzalo Fanjul. Este espacio es el resultado de un esfuerzo colectivo en el que los protagonistas de la lucha contra la pobreza comparten su experiencia y sus propuestas.

Autor

  • Gonzalo FanjulGonzalo Fanjul lleva más de veinte años dedicado al activismo contra la pobreza, impulsa la iniciativa porCausa y colabora como investigador con diferentes think tanks, universidades y ONG

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