Con esta entrada de Raquel García, portavoz de Survival International, damos la bienvenida a nuestro blog a una de las organizaciones más sólidas y representativas en la defensa de los derechos indígenas. Un verdadero placer y una esperanzadora entrada.
Las sonrisas de estos niños bosquimanos reflejan el alivio y la alegría de un pueblo que lleva nueve años esperando el agua en uno de los lugares más áridos del mundo, la Reserva de Caza del Kalahari Central en Botsuana.
La historia de los bosquimanos del Kalahari es de tenacidad, resistencia y dignidad. Eso, por la parte que les toca a ellos. Pero es también un claro ejemplo de la mezquindad a la que puede llegar un Gobierno movido por oscuros intereses económicos.
Todo comenzó con el descubrimiento de ricos yacimientos de diamantes en territorio bosquimano: la multinacional De Beers no tardó en hacerse con valiosas concesiones dentro de la Reserva. Luego vinieron las expulsiones. La primera en 1997. Otra oleada en 2002. Y en 2005, todos los bosquimanos que quedaban en las tierras codiciadas por el Gobierno, excepto un grupo de resistentes de la comunidad de Metsiamanong, fueron obligados a abandonar sus hogares y trasladados a campos de reasentamiento fuera de la Reserva; campos cuyos habitantes bautizaron como “lugares de muerte”.