En su crónica de hoy, José Luis García Barahona explica la frustración de observadores y negociadores ante el obstruccionismo de los EEUU. En estos asuntos, por lo que parece, Obama no se distingue mucho de Bush.
Foto: Rueda de prensa de las organizaciones de la sociedad civil acerca del papel de China, Brasil y EEUU en las negociaciones.
Ayer lunes, Greenpeace, WWF, Oxfam y la Confederación Internacional de Sindicatos exigieron a Estados Unidos que tome una decisión: o se une positivamente a las negociaciones o se aparta y permite al resto de países seguir avanzando.
Estados Unidos es el mayor emisor global per cápita de CO2, pero desde el principio del COP-17 ha estado entorpeciendo cualquier avance, posponiendo hasta 2020 cualquier acuerdo de reducción de emisiones, lo que haría imposible limitar el calentamiento atmosférico a 2ºC. Para ello ha utilizado todo tipo de tácticas: vetar acuerdos, proponer la apertura de nuevo textos ya acordados anteriormente, poner condiciones imposibles para dar aprobación a otros... Así, tras 7 días de negociaciones, EEUU ha conseguido paralizar avances en casi todas las mesas. Es hora de que deje de molestar, de que se echen a un lado, se sienten en las sillas de los observadores, las que se ponen al fondo. Es hora de que colaboren o se callen. Si hacen eso, estaríamos a tiempo de sacar algo positivo de este COP en un tema clave como la reducción de emisiones.