Esta entrada ha sido escrita por Duncan Green, autor del popular blog From Poverty to Power (De la pobreza al poder). Con ella comienza una colaboración habitual con @3500M.
Fotografía de los asentamientos realizada por Esteban Meléndez.
La pasada semana dediqué unos días a conocer los asentamientos de los movimientos campesinos del Bajo Aguán, en Honduras. Un fenómeno realmente extraordinario. Alguno de estos asentamientos está construido sobre los restos de sus antiguos hogares, destruidos por los bulldozer de los terratenientes hace pocos meses. Otro conforman una amalgama de plásticos azules bajo los cuáles viven cientos de familias, en medio de una gigantesca plantación de palma africana (el boom de los biocombustibles también ha llegado al Bajo Aguán, y de qué modo). Otro se había constituido en una especie de utopía de los movimientos sociales, en la que 600 familias se organizaban alrededor de pedazos de tierra cuidadosamente parcelados, junto a los que habían establecido escuelas, centros de salud e iglesias (evangélicas y católicas), y proyectos avícolas y pesqueros, entre otros planes. Me recordó al Movimiento Sin Tierra brasileño, incluso en el cartelón rojo que da la bienvenida a los visitantes.
Sentados bajo las ramas de un árbol o en los toscos bancos de madera de un refugio con techos de latón, mis conversaciones me devolvieron una imagen demasiado familiar de las luchas latinoamericanas por la tierra. Un ciclo de invasión, expulsión, represión de los líderes, interminables procesos legales y negociaciones con funcionarios gubernamentales poco fiables. Pero en el Bajo Aguán las cosas se han puesto particularmente desagradables en los últimos años. Docenas de asesinatos o de muertes durante las operaciones de expulsión, suficiente sangre derramada para que esta región se haya convertido en noticia dentro y fuera de Honduras. Al contrario que una parte de América Latina, Honduras sigue teniendo una población mayoritariamente rural, con algo más de dos millones de campesinos, así que lo que ocurre en el Bajo Aguán tiene verdadera importancia.
El principal interés de mis preguntas era conocer la estrategia de cambio del movimiento campesino, y debo decir que lo que encontré me dejó bastante deprimido. Los campesinos parecen haberse resignado al aislamiento y a la traición, abandonados por el Estado, incapaces de obtener crédito o asistencia técnica y sujetos a los ataques de sus oponentes. "No hay ley, estamos abandonados", me decía uno de ellos. Pero se agarran a los procedimientos judiciales como una de sus estrategias, a pesar de las continuas pruebas de corrupción e incompetencia del sistema judicial. La fuerte presencia del narco en la region no hace más que complicar los problemas al debilitar el Estado de Derecho: de acuerdo con los líderes campesinos, la tarifa por un asesinato es hoy de unos 1.000 dólares [unos 700 euros].
Preguntados por las alianzas que habían establecido o las que pensaban formar, el tono volvió a ser pesimista. "Estamos solos. Los terratenientes, los militares y la policía están compinchados mientras el Estado se queda parado". Los líderes campesinos veían pocas posibilidades de crear alianzas a nivel local con funcionarios municipales o instituciones religiosas, por ejemplo. Preferían la compañía de ONG y organismos internacionales. Y el propio movimiento está terriblemente fracturado, con una larga historia de escisiones o de 'compras' por parte del Gobierno y los terratenientes.
Su estrategia está basada en el sacrificio: "No estamos aquí [en la tierra] porque ellos quieran, sino por la sangre que ha sido derramada". Algunos esperan que el expresidente Manuel Zelaya obtenga buenos resultados con su Partido Libre en las elecciones de 2013 y que la correlación de fuerzas se incline del lado de los campesinos.
Para mí es fácil decirlo, pero todo esto suena demasiado derrotista. Tiene que haber fracciones de las elites políticas y sociales que estén más abiertas a las alianzas, incluso a acuerdos tácticos de corto plazo. Iglesias (tanto la católica como la evangélica; he conocido a algunos pastores muy peleones entre los activistas del Bajo Aguán), empresarios atentos a beneficiarse de un mercado local menos empobrecido o aquellos preocupados por los extraordinarios niveles de violencia social de Honduras (una de las capitales mundiales del asesinato).
Pero conectar a estos grupos va a requerir profundos cambios tanto en la táctica como en el lenguaje. Para llegar a otros sectores hay que ofrecer una imagen de la 'Honduras mejor', una que vaya más allá de la sombría letanía de denuncias de las violaciones de los derechos humanos (pese a que son indudablemente horrorosas) y la demanda de una lista interminable de intervenciones del Estado. Una de mis conversaciones fue con una empresaria de clase media que había establecido en Tegucigalpa un movimiento de "Restaurantes contra el Hambre" y quiere poner en marcha "Honduras deliciosa", una campaña por el consumo de productos hondureños con un fuerte componente de sensibilización sobre la desnutrición y la pobreza. No es una izquierdista y el movimiento campesino se lo pensaría dos veces antes de trabajar con ella, pero seguro que es posible encontrar algunos objetivos comunes. ¿Soy un ingénuo?
Hay 7 Comentarios
A mí el artículo me gustó mucho. Pero siendo yo un colombiano, me llamó mucho la atención que hay dos factores estructurales que no fueron mencionados. Primero, el hecho de que hubo un golde de estado hace apenas dos anos. Y segundo, que la tenencia de toda la riqueza sigue en las mismas manos de unas pocas familias. Por ello creo que los cambios que vive Honduras no son los de aislarse y resignarse. Me ha llamado la atencion de como los varios movimientos (incluidos el MUCA) siguen actuando y trabajando en el nivel nacional y regional, y han logrado posiciones críticas dentro del parlamento europeo. Si yo miro las dos últimas décadas, veo avances importantes de los movimientos sociales, colocando a las mujeres en primera linea y a los campesinos e indígenas adelante tambien!
Publicado por: Constantino Casasbuenas | 03/04/2012 12:36:06
Estimado Gonzalo gracias por visitar nuestra tierra y acercarte a una realidad compleja como la viven los hermanos campesinos en el Aguan. En un país con mas de 8 millones de habitantes el Aguan es un reflejo de toda una nación inmersa en la violencia y la corrupción endémica. Honduras en el siglo pasado vivió guerras internas, golpes de estado, militarización de la sociedad, en los 80s fuimos campos de batalla de las potencias mundiales, ellos ponían las armas y los centroamericanos los muertos, en los 90s la corruptocracia nos robo La esperanza en la democracia y en el 2000 el capitalismo salvaje hipoteco lo sueños de un desarrollo económico sustentable. En el 2009 el golpe de estado desnudo la realidad de un país con grandes desigualdades, hoy por hoy nos enfrentamos a una nueva guerra por el narcotráfico, en el pasado la guerra estaba en la frontera, ahora la guerra esta en nuestras calles, en la ciudad, en los pueblos y no sabemos quien es el enemigo. Como promotor de desarrollo social intento siempre ser un generador de esperanzas en los que no la tienen por los derechos que les han sido negados, pero nunca he sido un vendedor de sueños, a veces es difícil mantener el animo en alto al ver tanta injusticia y en una tierra tan rica y abundante, ver que lo que mas abunde es la miseria. Pero lo mas importante es que somos un pueblo que anhela vivir en paz, justica y solidaridad, pero solo lograremos esto entendiendo que el hambre de mi vecino es mi hambre, que la injustica que sufren en el aguan es también una injustica contra el pueblo hondureño, que el bienestar de mas de 8 millones de hondureños depende de la unidad, estamos en el mismo barco y tendremos el mismo destino. Nuestros antepasados mayas pronosticaron el fin de una ciclo en el 2012, yo quisiera que conscientemente comprendiéramos como sociedad que la situación actual no es sostenible y se puede agravar mas hasta el punto de generar un estallido social y no hay que ser astrologo para verlo venir, basta con leer los diarios nacionales el numero de crímenes violentos, como país también somos el reflejo crisis de valores mundial que pone un precio a la vida humana. Solo tenemos un planta lo que afecte a una parte puede afectar al todo.
Publicado por: A Facebook User | 28/03/2012 3:24:31
Algunas esperanzas nos quedan en América Latina, incluida Honduras: https://vimeo.com/36918888
Publicado por: Ivan Zuñiga | 27/03/2012 18:18:03
Gracias Duncan. Lastimosamente la sociedad hondureña se encuetra tan polarizada desde el golpe de estado que las heridas permanecen abiertas como para poder dar el brazo a torcer o tragarse el orgullo. En los próximos meses se veran procesos políticos muy interesantes entre los cuales se podrían rescatar alianzas en todos los sentidos si queremos sacar a Honduras de su significado. Aún así, la derecha y la izquierda extrema jugarán su papel para mantener cuotas de poder y tratar de mantener a la sociedad hondureña dividida, como dice el dicho popular, en río revuelto....
Publicado por: Paco | 27/03/2012 17:40:01
1. Interesante artículo sobre el problema de la tierra en Honduras; el pais ha tenido interesantes puntos de inflexión en su historia reciente que hubieran podido generar algunos cambios importantes en el escenario de pobreza. Los mas importante creo es que el tema de la desigualdad y la corrupción política - empresarial ahora es un tema abierto, ya dejo de estar escondido, la gente se moviliza ante un estado, una clase política y un empresariado cínico. En las platicas diarias en el país, en la calle, el mercado, las noticias, la gente se desborda comentando historias terribles de violación de derechos humanos, de la ineficacia de las instituciones, del desamparo de la ley, del saqueo de los bienes del estado, de voracidad empresarial que ni paga impuestos ni salarios dignos. Hace ratos que se dejo de creer en los políticos y muy de acuerdo con José, con los empresarios es complicado... muchos de estos medianos y grandes están acogidos a regímenes especiales para no pagar impuestos ni prestaciones laborales... así que es difícil creer en sus campañas...
Publicado por: Carlos | 27/03/2012 17:25:05
Creo que Honduras se encamina a un proceso de mas confrontación en la que solo se puede" ganar lo que nunca se a tenido o peder todo lo que se nos a negado" con esto quiero decir que nadie para lo que en Honduras como en toda Latinoamerica esta pasando. Espero que en las proximas eleciones las cuotas de poder se distribuyan hacia quienes nunca lo han tenido la Izquierda y asi crear un balance en el cual no sea necesario destruir nada de lo que sea creado pero si tranformarlo o cambiarlo para bien.
Publicado por: Aril | 27/03/2012 11:54:08
Muy buen artículo. Soy hondureño, residente en España por motivos de estudio. Comparto con el autor que hay que buscar estrategias. Precisamente la baza electoral, por ahora es de las pocas con que se cuenta, de ahí la fe en el ex-presidente Manuel Zelaya y su movimiento. Lo de los empresarios es más complicado. No es que no haya alguno que tenga alguna sensibilidad social. El hecho es que cuando intentan hacer algo son rápidamente acallados por un sector ultraderechista bastante potente y sobre todo violento por su vinculación al narcotráfico. Fue eso lo que pasó con el Golpe de Estado del 2009. Había un grupo de empresarios con cierto conocimiento de causa de la necesidad de cambios, pero pronto se vieron avasallados. Manuel Zelaya, no era un izquierdista recalcitrante, quizás ahora lo sea un poco como efecto de estos hechos.
Publicado por: José | 27/03/2012 9:48:21