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3500 Millones

La comida no se tira

Por: | 25 de enero de 2013

Esta entrada ha sido escrita por nuestro colaborador habitual Manuel Brusca (@Manuel_Bruscas)

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“Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado” (Friedrich Nietzsche)

Vivimos en un mundo en el que 1 de cada 8 personas pasa hambre y en el que casi 25.000 personas mueren cada día por falta de comida. La hambruna es extrema en ciertas regiones del planeta. En España la situación es mucho menos dramática pero igualmente preocupante: si bien no existen estudios fiables, se calcula que entre 3 y 4 millones de personas tienen dificultad para acceder a una dieta adecuada. Y mientras tanto, en un relato que adquiere tintes cuasi kafkianos, entre el 30 y el 50% de los alimentos que se producen en el mundo se pierden antes de ser consumidos.

 

Como sociedad, podemos conformarnos ante este sinsentido o bien podemos trabajar para reducir el despilfarro de comida. Como dice un viejo proverbio, “si realmente quieres hacer algo, encontrarás una manera, y si no lo haces, encontrarás una excusa”. ¿Qué podemos hacer?

1)      Los poderes públicos

Nuestros gobernantes tendrían que llevar a cabo una campaña institucional en la que informaran a los ciudadanos sobre la cantidad de alimentos que tiramos. El principal objetivo sería concienciar a la sociedad, con un enfoque parecido al que en su día tuvo la campaña “Pezqueñines, no gracias”. Y, por supuesto, habría que dar consejos y pautas para reducir todo este derroche de recursos. Un buen ejemplo es la campaña “Manger c’est bien, Jeter Ça Craint” (“Comer está bien, tirar está mal”) lanzada por el gobierno francés y que pretende sensibilizar a la población sobre este asunto. En esa misma línea, el Ayuntamiento de Barcelona acaba de lanzar la campaña “La comida no se tira”. Y es que lo que no se comunica, no existe.

Los gobiernos también pueden aprobar leyes para reducir la cifra de comida que se pierde en la cadena alimenticia. Según algunos expertos, la medida más efectiva sería obligar a los supermercados a informar sobre  la cantidad de comida que tiran. En la actualidad estos datos no se publican y dan pie a todo tipo de especulaciones. Otra alternativa es seguir el modelo del municipio de Herstal (Bélgica), que aprobó recientemente un paquete de medidas que obligaba a los supermercados a donar la comida que les sobra.

2)      Los supermercados y la industria alimentaria

Los supermercados juegan un papel fundamental en el despilfarro de alimentos. Por un lado, y de forma directa, los supermercados lanzan cada día a la basura comida caducada o lo que es peor, productos que son aptos para el consumo pero que no cumple determinados criterios estéticos o comerciales. Un supermercado responsable debería asegurar que todos sus excedentes son redistribuidos a entidades sociales como los Bancos de Alimentos. Otra alternativa es ofrecer descuentos significativos en aquellos productos que están próximos a su fecha de caducidad. Por suerte son cada vez más los supermercados que optan por alguna de estas vías.

Los supermercados también pueden contribuir a dilapidar comida de forma indirecta. Cuando ofrecen promociones demasiado agresivas (ej. pague 1 y llévese 2)  están provocando que los consumidores compremos más producto del que finalmente vamos a consumir. Bastaría con que promovieran formas de consumo más responsable y que ofrecieran raciones más pequeñas o incluso mono-dosis para aquellas personas que viven solas.

Por último, los supermercados son también indirectamente responsables del despilfarro que sucede en productos como la fruta o la verdura: muchos agricultores reconocen que en ocasiones casi el 40% de su producción se queda en el suelo sólo porque no responde a los criterios estéticos que fijan los supermercados.

3)      Nosotros, la sociedad civil

El cambio nos pertenece, nosotros hemos de ser el motor. Sí, hay que protestar, hay que quejarse pero también hay que actuar. Por ejemplo, tenemos que comprar fruta fea. ¿Hay algo más embriagador que la belleza imperfecta de una clementina envuelta en aroma de azahar? Hemos de consumir producto de temporada y de proximidad ¿o es que vamos a pasarnos todo el año tomando fresas? Tenemos que hacer caso a nuestros abuelos, y hacer la lista de la compra antes de salir de casa o preparar croquetas con las sobras. En Catalunya, por ejemplo, este estupendo blog propone formas inteligentes de reducir la comida que tiramos.

También podemos pasar a la acción y poner en marcha iniciativas similares a Food Cycle o DC Central Kitchen. Estas dos ONGs recogen excedentes de comida aptos para el consumo, los cocinan y los reparten en comedores sociales. Podemos también seguir el ejemplo de Jenny Dawson y Sophie Gore Browne, fundadoras de Rubies in the Rubble , un maravilloso proyecto social que trata de resolver dos problemas al mismo tiempo: el despilfarro de comida y la falta de empleo. ¿Cómo lo hacen?  Recogen frutas descartadas por motivos estéticos, las transforman en mermeladas, compotas o conservas, y finalmente las venden al público. Con el dinero procedente de las ventas pagan el salario del personal que contratan: su prioridad es contratar a jóvenes y a personas en riesgo de exclusión social.

En definitiva, siempre podemos encontrar excusas para no cambiar las cosas, siempre podemos culpar a otros. Pero si realmente escuchamos a nuestro corazón veremos que siempre hay esperanza. Como cantaba Roberto Iniesta (líder de Extremoduro): “mi ejército no tiene bandera / es sólo un corazón”

Después de leer este post ¿Quiere actuar y hacer algo para cambiar las cosas? Inicie ahora su campaña en Change.org, la mayor plataforma de peticiones online del mundo, donde cualquier persona puede crear una petición sobre los temas que más le preocupan.

 

 

Hay 11 Comentarios

Hola. Muy buen artículo. Pero se agradecería fuentes para algunas estadísticas. Sergio pregunta por el dato de muertes por hambre, y sería muy sencillo decirle que proviene de FAO, y más sencillo aún no despertar dudas sobre la veracidad de algo tan importante. Otros datos, de modo más criticable, simplemente provocan confusión y alarmismo sobre la desnutrición en España. Dice Manuel Brusca: "se calcula que entre 3 y 4 millones de personas tienen dificultad para acceder a una dieta adecuada" en nuestro país. ¿De dónde obtiene el autor este dato?

Es que hay crisis pero luego parece que no sabemos aprovechar la comida de verdad. El pasado año viví en Marruecos y allí no se tira nada. O se usa al día siguiente o se reparte entre los vecinos. Nunca vi tirar ni una miga de pan..... Y nosotros cocinamos de más, y sobra y la gente pasa de repetir al día siguiente y se acaba tirando y yo me muero de la pena viendo eso...... (sobre todo, tras vivir en Marruecos, antes era mucho menos consciente). En fin

edito lo anterior
@ Corbeau --> Creo que los cambios macro necesitan cambios micro y viceversa
@Sergio --> "Según el Proyecto Hambre de las Naciones Unidas, alrededor de 24.000 personas mueren cada día de hambre o de causas relacionadas con el hambre" http://es.wikipedia.org/wiki/Hambruna

@ Corbeau --> Creo que los cambios macro necesitan cambios y viceversa
@Sergio --> "Según el Proyecto Hambre de las Naciones Unidas, alrededor de 24.000 personas mueren cada día de hambre o de causas relacionadas con el hambre" http://es.wikipedia.org/wiki/Hambruna

Hola. ¿Es cierto el dato que 25000 personas mueren al dia por falta de alimentos? de ser así serían casi 10 millones de muertes al año. Me parece una cifra exagerada. ¿podeís confirmar que es correcta?

Un saludo

Gracias por publicar este tipo de contenido. Es sumamente útil y necesario.
@interesados, en el barrio de Gràcia en Barcelona tenemos un proyecto contra el desperdicio de alimentos. Hacemos comidas populares para gente que lo necesita, utilizando lo que el mercado del barrio va a tirar. + info a continuación. ¡Un saludo! http://elplatdegracia.blogspot.com.es/ - [email protected] - https://twitter.com/elplatdegracia

Es una vergúenza lo que estápasando con los alimentos que se desperdician.
http://gastrocinemia.blogspot.com.es/

Me parece bien no tirar comida, simplemente porque es un residuo contaminante más. Y consumir producto local es bueno para nuestra economía y nuestra ecología. Pero eso no va a hacer llegar comida a los lugares donde hay hambre, ni les va a ayudar a su desarrollo y autosuficiencia. El hambre es producto de la macroeconomía, y eso sólo se cambia con una revolución global. Las demás medidas sirven para calmar nuestra conciencia, pero no salvan vidas.

Hay que desterrar la idea de que la comida que ha sobrepasado la fecha de consumo preferente va a provocar enfermedades. Esta fecha solo indica a partir de cuando el producto pierde sabor y otras propiedades estéticas.

Estupendo el artículo. Debemos concienciarnos de que con pequeños actos podemos salvar la vida a personas que pasan hambre.

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Sobre los autores

3.500 Millones es un blog coral dirigido por Gonzalo Fanjul. Este espacio es el resultado de un esfuerzo colectivo en el que los protagonistas de la lucha contra la pobreza comparten su experiencia y sus propuestas.

Autor

  • Gonzalo FanjulGonzalo Fanjul lleva más de veinte años dedicado al activismo contra la pobreza, impulsa la iniciativa porCausa y colabora como investigador con diferentes think tanks, universidades y ONG

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