Esta entrada ha sido escrita por Mercedes Ruiz-Giménez, Presidenta de la Coordinadora de ONGD. Puedes encontrar aquí el análisis y la valoración de la Coordinadora de ONGD sobre los presupuestos de la Ayuda Oficial al Desarrollo para 2014, que fueron presentados ayer en el Congreso por el Secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica.
Mariano Rajoy habla ante Naciones Unidas. / ANDREW BURTON (AFP)
El Gobierno se empeña en mostrarnos a una España comprometida con un mundo interdependiente en el que los problemas y las soluciones son globales y no se pueden gestionar en solitario. La apuesta por un creciente liderazgo internacional, que hace unos días se concretaba en la candidatura para ocupar una de las sillas en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, iba acompañada de un folleto titulado “Diálogo, solidaridad y compromiso” en el que se ensalza la apuesta de España con los derechos humanos, la equidad de género, la cooperación, la lucha contra la pobreza y el desarrollo humano y sostenible.
Queremos ser actores internacionales, estar entre los “grandes”. Pero solo unos días después de intentar poner un pie en esa silla, el respaldo, las patas y hasta el asiento se desmoronan. Los Presupuestos Generales del Estado para 2014 muestran una absoluta incoherencia entre el discurso y la realidad. “A medida que crezca la economía española, el gobierno volverá a apoyar una inversión en cooperación al desarrollo generosa, inteligente y eficaz”, dijo Mariano Rajoy en la 68 Asamblea General de la ONU. Algo no cuadra: si, como dicen, estos son los presupuestos de la recuperación y estiman un incremento del PIB para 2014 del 0,7%, entonces, ¿cómo se explica que los PGE 2014 sitúen la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) en el 0,17% de la RNB, un retroceso que sitúa la cooperación española en los niveles de 1990?
Los PGE 2014 suponen un nuevo golpe a las políticas sociales y dentro de ellas a la política de cooperación al desarrollo. Un golpe que hace especial incidencia en los principales actores de la cooperación española –MAEC, AECID y ONGD- que sufren una nueva reducción de fondos, limitando su capacidad de actuación a la mínima expresión. La otra cara de este brutal recorte es que el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas incrementa su peso al pasar a gestionar el 47,72% del presupuesto; un porcentaje que en su práctica totalidad se corresponde con las contribuciones obligatorias como miembro de la UE (fondos FED) y residualmente de organismos internacionales. En resumen, no recortan más, porque no hay de dónde hacerlo.
Para más inri, esta ausencia de recursos se ve agravada por una concepción de la acción exterior de España de miras muy cortas cuya expresión más patética y dramática es la tan traída Marca España que vemos reproducida en la Ley de Acción Exterior que se está tramitando en estos momentos en el Congreso. Una ley que pretende definir la presencia de España en el mundo y cuyo pilar estratégico se asienta en la diplomacia comercial por encima de la cooperación como herramienta privilegiada para el diálogo bilateral y multilateral basado en intereses mutuos. ¡Qué tremendo error confundir el Estado con una Marca! Los pilares, de nuevo, se tambalean.
¿Dónde queda, entonces, el tan alardeado compromiso con la cooperación? ¿Con qué herramientas se piensa luchar para la erradicación de la pobreza, la defensa de los derechos humanos y el desarrollo sostenible?
Cuesta entender que este gobierno no logre apreciar lo que la política de cooperación ha conseguido en la lucha contra la pobreza y en relación con la imagen de nuestro país en el exterior. ¿Realmente creen ahora que España, con estos presupuestos y estos valores, puede ser reconocida como un actor global responsable que asume sus compromisos en relación con la gobernanza internacional y con la calidad y la cantidad de la AOD?
Lamentablemente, no estamos ante los presupuestos de la recuperación; estamos ante unos presupuestos que insisten en el recorte de las políticas públicas sociales, en las políticas de ajuste con consecuencias dramáticas en el incremento de la pobreza y las desigualdades. Tenemos que reaccionar frente a estos presupuestos de la pobreza, denunciar sus consecuencias y demandar otras políticas basadas en la satisfacción de las necesidades sociales y la defensa los derechos humanos.
El 17 de octubre, día internacional para la erradicación de la pobreza, es una buena oportunidad para movilizarnos y exigir un cambio de rumbo.
Hay 4 Comentarios
No voy a comentar directamente lo que ya Mercedes RG ha descrito con toda claridad. Pero sí que me hace pensar en la responsabilidad de los que seguimos –a pesar de todas las dificultades- trabajando en cooperación para el desarrollo. Es evidente que el contexto, las maneras y los recursos ya no son lo que eran. Nosotros, como colectivo implicado, tenemos una doble responsabilidad que deberíamos reforzar y sobre la que insistir: mostrar y demostrar que todo lo que venimos haciendo y apoyando, sí vale la pena y contribuye a erradicar la pobreza y poner en activo los derechos de tanta gente; y en segundo lugar y no menos importante, seguir insistiendo con todo nuestro ánimo para que nuestras administraciones públicas no acaben lavándose las manos por falta de presión social.
Publicado por: Albert Tarradellas Bertrán | 14/10/2013 9:21:21
toda la propaganda a las bondades del gobierno español se empañan en sus hechos, en como es capaz de recortar las ayudas a enfermos, muchos de ellos terminales y de subirse más del 30% la financiación de los partidos, verguenza.
Publicado por: Rayj | 08/10/2013 20:11:44
Es un duro golpe, pero de fondo nos lleva a pensar qué ha ocurrido en la sociedad española para que la AOD hoy cuente tan poco... No soy de los que me lamento de lo poco que hacen los políticos, estoy cansado de ver que prometen cosas que luego no hacen, y lo que es peor, que engañan a ongs y grupos activistas prometiendo lo que en el último minuto descubren que en ningún momento iban a cumplir. Mi pregunta es más de fondo, por qué la sociedad no apoya las políticas relacionadas con la AOD, después de muchos años al servicio de una ong importante en españa y trabajando por que el espíritu del 0,7 no se apague... siento que algo hemos hecho muy mal para encontrarnos con un panorama como el actual en el que se da la espalda al Sur, olvidando todas las teorías, las manifestaciones, las acampadas... que dieron lugar a pensar en un orden solidario internacional. Estoy investigando la brecha entre las ongs y la sociedad, la brecha entre las causas del Sur y la sociedad del norte... porque en los políticos, sean del color que sean no creo, estos porque son de derechas..., pero peor fue cuando los que se llamaban de izquierdas, (sólo de nombre) nos tuvieron engañados dos legislaturas para hacer lo que hicieron. Así que vayamos al fondo, a la gente, que lamentablemente no se movilizará el 17, pero que o conseguimos su apoyo o AECID y AOD pasarán a la historia en españa...
Publicado por: josé miguel capapé | 08/10/2013 16:12:08
Por fin un artículo que me toca directamente. Después de trabajar más 15 años como técnico de Cooperación Internacional, saqué una conclusión clara: sin los recursos suficientes es imposible hacer que un proyecto cumpla con su objetivo, tal como ha sido concebido. Y si los recortes se llevan por delante las ayudas a ese sector, no es que esté disminuyendo el número de proyectos, sino lo está empobreciendo y los pocos que quedan tendrán pocas posibilidades de ejecutarse como estaban planteados.
http://interesproductivo.blogspot.com.es/
Publicado por: Robertti Gamarra | 08/10/2013 7:27:42