Por Valeria Méndez de Vigo, de Entreculturas. Esta organización
"Las mujeres siempre tenían que pastear ovejas. Mi mamá no tiene la educación primaria y apenas sabía escribir su nombre. Mis padres decían: ¿Para qué vamos a hacer estudiar a las mujeres? Yo entendí entonces que debía ser así y salí contenta a pastear ovejas al año siguiente"
Elvira Noa Quispe, Quispicanchi, Perú
Como Elvira, todavía hoy, 124 millones de niños, niñas y adolescentes están sin escolarizar en el mundo. De estos, 59 millones de niños y niñas no acuden a la escuela primaria y 65 millones de adolescentes no están matriculados en el primer ciclo de secundaria. Pero lo más grave es que, tal y como denuncia UNESCO, estas cifras van en aumento. Hoy hay dos millones más de niños, niñas y adolescentes sin escolarizar que en 2011, cuando esta cifra era de 122 millones.
2015 es un año histórico: la comunidad internacional se ha reunido o reunirá en diversas ocasiones para dilucidar las nuevas agendas de Educación y de Desarrollo Global que marcarán la nueva hoja de ruta para los próximos quince años. De hecho, los días 25 y 26 de setiembre, se reunirá la comunidad internacional en Nueva York para la suscripción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En Nueva York, como antes en el mes de mayo, en el Foro Mundial por la Educación celebrado en Corea, se va a optar por un único objetivo de educación, integral y común para los próximos años: “Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”.
Pero para que esto se haga realidad hay que hacer esfuerzos, sobre todo en la mejora de las políticas públicas nacionales de todos los países, haciendo hincapié en la equidad y en la calidad. Los Estados deben contar con planes de educación, sólidos y equitativos, en los que se preste también atención a la educación infantil y a la alfabetización de personas adultas, así como a la inclusión de niños, niñas y jóvenes pertenecientes a grupos y colectivos desfavorecidos. La calidad en la educación debe ser también objeto de atención, con docentes en número suficiente, adecuadamente formados, motivados y remunerados. También hay que contar con una financiación adecuada. Los países deberán invertir el 6% de su PIB en educación, pero, además, la ayuda oficial al desarrollo de los países donantes- en declive desde 2010- debe incrementarse sustancialmente. Tal y como señala UNESCO, serán necesarios 39.000 millones de dólares anuales para cubrir el déficit de financiación externa de la educación universal pre-primaria, primaria y secundaria en los países de ingresos bajos y medios. Y, aunque pueda parecer una cantidad exorbitante, no es más que el gasto militar mundial de ocho días.
Una de las novedades fundamentales de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es su universalidad. Esto plantea un doble reto para España, quien deberá cumplir el objetivo educativo dentro de sus fronteras y contribuir al cumplimiento de los de otros países en su faceta de donante. Las propuestas que hacemos para el ámbito nacional se centran en: la consecución de un compromiso por la educación, con unos acuerdos que permitan consensuar un sistema educativo sólido y estable, sobre la base de una concepción humanista de los fines de la educación; aumentar la inversión en educación hasta alcanzar el 6% del PIB (España invierte el 4,31 %, según los últimos datos oficiales, por debajo de la media europea del 5,25%). Asimismo, afrontar acuciantes problemas de nuestro sistema educativo, como la alta tasa de abandono escolar-la más alta de la Unión europea, cercana al 22%- y avanzar hacia políticas equitativas que compensen las desigualdades de partida y permitan corregir las asimetrías sociales y económicas.
Además, urge que España vuelva a ser un donante relevante en el contexto global, por lo que deberá aumentar la Ayuda oficial al desarrollo general- cifrada en un insignificante 0.21% para 2016- y en educación básica; situar la educación en el centro de la cooperación al desarrollo, tal y como exige la ciudadanía, y fomentar la construcción de una ciudadanía implicada en promover un mundo más justo y solidario.
Ha llegado el momento de asegurar que el derecho a la educación sea una realidad para los 124 millones de niñas, niños y adolescentes del mundo que se encuentran sin escolarizar. No podemos desaprovechar la oportunidad que nos brinda 2015. Hay que hacer efectivo el compromiso político y social para hacer realidad el derecho a una educación de calidad para todos y todas.
Hay 2 Comentarios
Es un paso adelante el fijar objetivos dentro y fuera de nuestras fronteras, atender a lo uno y a lo otro, pues hay recursos para ello, sin caer en "discusiones" dicotómicas sobre qué o quiénes deben ser prioritarios en nuestras agendas nacionales. Muy clarita la exposición del artículo, Valeria, gracias.
Publicado por: Ángela | 10/09/2015 10:08:11
Una de las ventajas que tiene la cultura en general, es que nos permite a las personas, hombres o mujeres, utilizar la inteligencia para razonar la evolución, comparando el hoy con el antes y el después.
Tanto en hechos históricos como a nivel personal o local.
Las mujeres discriminadas a la hora de aprender las ciencias básicas que le permiten manejarse en igualdad con los hombres ante la responsabilidad de la vida cotidiana, borrando un poco más entre los dos géneros las dependencias debidas al hecho de nacer mujeres, o nacer hombres.
En una sociedad que se dice igualitaria desde una moral amparada por la misma religión.
Pero que a la hora de aplicar en el día a día, se sigue aferrando a la comodidad de marcar diferencias y distancias, por no tener el valor necesario de asumir lo que la inteligencia nos muestra.
La igualdad entre todas las personas en opciones, en oportunidades y en derechos desde la niñez, para sumar valores humanos en favor del crecimiento en cultura.
Como seres humanos iguales dotados de inteligencia que formamos la sociedad en que vivimos al cincuenta por ciento.
Publicado por: Javierre | 09/09/2015 10:04:38