Países de acogida de los refugiados: los ricos son los puntos negros.
Hace unos días me descargué la base de datos de afectados por el desplazamiento forzoso que el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) pone a disposición del público. Se trata de un archivo de más de 160.000 entradas que recorre la evolución de este concepto desde 1951, dividiendo la información por tipo de población afectada (refugiados, desplazados internos, retornados, etc.), país de origen y país o territorio de asilo/residencia. A pesar de sus limitaciones (por ejemplo: la cifra total para 2014, el último año disponible, recoge un número total de afectados de unos 55 millones, por debajo de los 59,5 millones estimados por esta misma organización para ese año en su Informe de Tendencias Globales), esta información es un verdadero tesoro que ayuda a poner en contexto la crisis de refugiados a la que hace frente el mundo en este momento. En concreto, permite poner sordina a la histeria que lastra la respuesta europea y que, al parecer, justifica cualquier canallada que se les pase por la cabeza a nuestros civilizados gobiernos.
No he empezado más que a limpiar y a jugar con los datos, pero, siempre atento a su misión ejemplarizante, este blog les adelanta un par de gráficos que ofrecen perspectivas contra-intuitivas sobre este reto global.