Cada verano, al echar cuentas sobre el gasto que han supuesto las vacaciones (fundamentalmente el capítulo de alojamiento) vuelve a mí, como un boomerang, la duda de la conveniencia para el bolsillo de tener o no una segunda residencia. El último estudio de la OCU al respecto establece que el coste medio de mantener (y hablamos solo de mantener) una segunda casa en zona de costa ronda los 1.800 euros anuales.