Ángeles Espinosa

Sotanas, kipas y turbantes

Por: | 26 de octubre de 2011

El zoco Waqif es el corazón restaurado de Doha. Los destartalados colmados y tiendas de aparejos de pesca han recobrado vida tras la reforma que les ha devuelto los techos de palma y las paredes recebadas de barro. Pero los tiempos cambian y la gente ya no va a comprar a los mercados sino a los centros comerciales. Así que para mantenerlo en activo, los responsables lo han convertido en un zoco turístico donde los comercios de toda la vida se alternan con puestos de souvenirs, restaurantes y cafetines en los que se fuman las tradicionales pipas de agua. El resultado ha sido un éxito tanto con los locales como con los extranjeros.

Doha-dialogue


En medio de la animación, el lunes por la noche, destacaban unos visitantes muy particulares. Un capuchino, un obispo anglicano, curas coptos, el reverendo Jesse Jackson, el gran muftí de Bosnia y varios rabinos paseaban por sus callejuelas, acompañados por los anfitriones qataríes. Eran algunos de los 700 participantes en la 9ª Conferencia de Diálogo Interreligioso de Doha, que se había inaugurado esa misma mañana y que se clausurará hoy.

¿Y qué? se preguntarán algunos. Pues que esa convivencia amigable en esta parte del mundo es casi un milagro. Anoche, en la cena que el embajador de España, Juan José Santos, ofreció a algunos de los participantes, lo puso en evidencia el padre Madbi Abdul Malek, miembro de la iglesia copta en Qatar: “Cuando yo llegué a este país en 1975, no había ni una sola iglesia y para rezar nos reuníamos de forma clandestina en las casas. Incluso evitábamos aparcar cerca para no llamar la atención de la policía. El primer sacerdote no pudo venir hasta diez años después y con un visado de tres días. Ahora no sólo tenemos una iglesia, sino que me siento más libre para ejercer mi religión aquí que en mi país, Egipto, donde este año muchos coptos han sido víctimas de la violencia sectaria”.

La primera iglesia cristiana desde el advenimiento del islam en el siglo VII, se abrió en el conservador emirato petrolero en marzo de 2008 en un terreno donado por el emir. Fue la de la Nuestra Señora del Rosario (de rito católico). Después siguieron la anglicana, la copta, la greco-ortodoxa y un centro ecuménico para once ritos indios. Algo así sigue siendo impensable en la vecina Arabia Saudí, donde está prohibido el ejercicio de cualquier religión que no sea el islam.

La medida qatarí estaba claramente orientada a la creciente población extranjera del país cuyos apenas 250.000 habitantes siguen la rama suní del islam. “Es un hecho que la mayoría de los habitantes de Qatar son cristianos”, señala el pastor anglicano Bill Schwartz en referencia a los 1,5 millones de trabajadores inmigrantes, un puñado de europeos, pero sobre todo filipinos y del sureste asiático. Algunos vieron en el gesto un guiño del monarca hacia la comunidad internacional en un momento en el que Qatar aspiraba a conseguir los juegos olímpicos de 2016. Sin embargo, la visión del emir parece ir más allá.

Su apoyo a las iniciativas de diálogo intercultural, como la citada Conferencia Interreligiosa o la Alianza de Civilizaciones que Qatar acogerá en diciembre, indican una ambición mucho mayor. El pequeño emirato aspira a convertirse en un centro cultural como lo fueron en su día Bagdad o Córdoba. Reflexionando en torno a la mesa del embajador Santos, todos los participantes subrayaban el valor del diálogo para resolver las diferencias y la igualdad de los seres humanos. “Mis problemas no son distintos que los de un cristiano o un judío”, señalaba Mustafa Ceric, el gran muftí de Bosnia. “No se puede amar sin escuchar”, añadía Henry Sobel, rabino de Brasil. El teólogo Juan José Tamayo, por su parte, echaba de menos que todos los credos tomaran partido por los oprimidos en una especie de teología interreligiosa de la liberación

El gran reto es cómo trasladar esos buenos deseos de los hombres de fe a la realidad de unas comunidades cada vez más preocupadas por lo que las diferencia que por lo que las une. Por eso esta novena edición de la Conferencia Interreligiosa buscaba la ayuda de las redes sociales para difundir el mensaje de la convivencia en paz. Faltaba, sin embargo, la voz de los laicos, de aquellos que desde una religión o desde ninguna ven la fe como un asunto privado que no debe interferir en lo público. En mi opinión, esa es la gran brecha que afrontamos, cómo encajar el fenómeno religioso en la sociedad plural.

Hay 10 Comentarios

no creen que por algo ya la religión no tiene nada que ver con el estado, se debe tener en claro en estas deben separarse una de la otra...

Como es posible que la gente inteligente,siga perdiendo el tiempo en comentar los mitos y las incongruencias de la religión,por favor manden a estos infelices a estudiar y déjense de seguir estimulando los fanatismos,les parece que no han ocasionado suficientes muertes.

Saludos a Ángeles Espinosa por su comentario mesurado. No obstante, el problema de ver todas las letras como partes de un todo de signos (un abecedario), no es nada fácil. Hasta el presente, cada letra (o creencia) se considera la representación única del lenguaje (supuestamente) divino. La vaca muge, el perro ladra, el león ruge, la gallina croa, el topo no vocaliza, etc., etc. y todos son animales, incluido el ser humano. Todos son necesarios y ninguno es exclusivo, ni mejor ni peor. Tal es la belleza de la diversidad.

@Tahtee y Julia. Sí había mujeres en la reunión, incluso entre quienes presentaron ponencias, aunque muchas menos que hombres. La foto es malilla, pero si se mira con detenimiento se ve a varias y no todas llevan hiyab. Es cierto que las religiones, al menos las abrahámicas que son las que yo conozco, se parecen mucho y comparten una visión patriarcal del mundo que no favorece a las mujeres. De ahí que haga alusión a la ausencia de los laicos. En mi subconsciente, asumí que lo úno estaba implícito en lo otro, pero les agradezco que hayan llamado la atención sobre ese aspecto. También yo lo hice en la cena, en la que todos los participantes eran hombres y varios compartieron esa inquietud.

Si lo escrito es tal cual es en realidad, y no hay porque dudar, se demuestra que si hay dirigentes respetuosos de los demas y les muestran a sus dirigidos el camino de la tolerancia, se puede convivir con tranquilidad y confianza, lamentablemente la mayoria de los dirigentes de los estados musulmanes, no los unicos, no predican esa tolerancia y respeto a los demas, pero de acuerdo con lo narrado en el articulo, se demuestra que se puede.

que extraordinaria ocasión de lograr que el mundo
sea un poquito mejor se va a malograr.
ahora que están todos tan juntitos.
que lastima desaprovechar esta ocasión.

cualquier paso que de el islam hacia la moderacion y convivencia es de por si un acto gradioso , esa es la parte del vaso medio llena , podia durante horas hablar de la parte llena del vaso y de maravillarme de que algo asi ocurra justamente en esa parte del planeta donde a pocas horas de doha el comun denominador es la represion la muerte la intolerancia .
yo como judio aun con pasaporte sudamericano no se si me dejarian entrar a arabia saudita si proclamo mi identidad .
hay que darle credito al emir por su obra . y tambien hay que ser francos y sinceros lo que existe en doha es tan solo una gota de agua en un desierto , en realidad el mundo musulman involuciona hacia la represion y persecusion del diferente
tambien hay que contarle al mundo que en katar las organizaciones islamistas como hamas islamico se mueven a sus anchas y movilizan dineros y hombres
la prueba de esto es o fue un jefe de hamas "eliminado" en qatar el año pasado

Como laico, no creo que la religión no deba interferir en lo público. Al contrario, veo como bueno que uno pueda expresar sus convicciones religiosas aunque sean diferentes de las de otro.

Tahtee, completamente de acuerdo e iba a comentar lo mismo. De qué sirve una conferencia que solo representa al 50% (de hecho menos) de la población mundial? Y el artículo ya podría procurar ser un poco más igualitario. Si es que había alguna mujer en la reunión (lo dudo), no se ha recogido su testimonio. Y frases del artículo como “Mis problemas no son distintos que los de un cristiano o un judío” o "cómo trasladar esos buenos deseos de los hombres de fe a la realidad" tampoco ayudan mucho a que nos podamos sentir incluídas en dicho "diálogo de religiones".

¿Alguién ve alguna MUJER en esa foto????? O las unicas serán las limpiadoras con hiyab, como las monjitas de B16.... Siguen en la Edad Media por lo que se ve, y ahí si que encuentran puntos de coincidencia todos esos machotes.

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Sobre la autora

lleva dos décadas informando sobre Oriente Próximo. Al principio desde Beirut y El Cairo, más tarde desde Bagdad y ahora, tras seis años en la orilla persa del Golfo, desde Dubái, el emirato que ha osado desafiar todos los clichés habituales del mundo árabe diversificando su economía y abriendo sus puertas a ciudadanos de todo el mundo con sueños de mejorar (aunque también hay casos de pesadilla). Ha escrito El Reino del Desierto (Aguilar, 2006) sobre Arabia Saudí, y Días de Guerra (Siglo XXI, 2003) sobre la invasión estadounidense de Irak.

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