Ángeles Espinosa

Ayuno y abstinencia

Por: | 12 de julio de 2013

Ya está aquí Ramadán, el mes de ayuno y abstinencia musulmán, que tantas expectativas despierta entre los practicantes del islam y tanto estupor nos produce a los demás. ¿Cómo es posible dejar no ya de comer sino de beber durante casi 15 horas con temperaturas que en estas latitudes rondan los 50º C? (Además, hay que abstenerse de mantener relaciones sexuales, fumar o albergar malos pensamientos desde la salida hasta la puesta del sol). Pues hay millones que lo hacen, e incluso con alegría. Ya dijo alguien que la fe mueve montañas.

Falta de fe para sufrir tal privación, aspiro al menos a moverme con tiento en unas sociedades en las que el fenómeno religioso traspasa el ámbito de lo cultural y alcanza la normativa. Y eso cambia en cada país. No es lo mismo pasar el mes de ramadán en Egipto que en Arabia Saudí, en Irán que en Emiratos Árabes Unidos (EAU), pero en cualquier lugar hay que mostrarse respetuoso con las costumbres locales. Así que para entender mejor el asunto, la semana pasada me apunte a un seminario titulado Etiqueta durante el Ramadán.

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'Iftar' cultural en el Cenro Jeque Mohamed para el Entendimiento Cultural. / SMCCU

Nasif, un simpático voluntario emiratí del Centro Jeque Mohamed para el Entendimiento Cultural (SMCCU, en sus siglas inglesas), nos explicó que el siyam, o ayuno, es uno de los cinco pilares del islam (junto a la profesión de fe, la oración, la limosna y el peregrinaje). Subrayó que no se trata de una tortura, sino de un ejercicio de autocontrol del que están exentos niños, embarazadas, ancianos y enfermos; también quienes están de viaje, aunque tienen que recuperar luego los días que se han saltado.

Hasta ahí lo sabido, pero ¿por qué tiene que respetarlo todo el mundo, creyente o no, practicante o no?, pregunta alguien.

“No está prohibido que quien lo desee coma o beba, sino hacerlo en público, a la vista de quienes seguramente están ayunando”, aclara Nasif.

De hecho, en EAU, a diferencia de Arabia Saudí o Irán, es posible encontrar un restaurante abierto, aunque con las cortinas echadas, prácticamente en todos los centros comerciales y hoteles internacionales. Sin duda tiene que ver con el hecho de que gran parte de los extranjeros que viven aquí no son musulmanes y con que el país ha hecho una apuesta por atraer turistas, muchos de los cuales sólo se enteran de la festividad por las banderolas que decoran las tiendas.

Como sucede en los países occidentales con las fiestas cristianas, el comercio no puede resistir la tentación de sacar tajada de la celebración. Desde los anuncios de dátiles, el producto por excelencia para romper el ayuno, hasta los dulces típicos de la festividad, todo llama al consumo. Incluso los restaurantes que han estado cerrados durante el día, ofrecen suntuosos iftar (literalmente desayuno, pero tras la puesta del sol).

¿Y los festines? ¿Por qué si ayunan muchos musulmanes dicen que engordan durante este mes?

Nasif admite que una cosa es la teoría y otra la realidad, y que la cultura y las tradiciones locales han impregnado la práctica religiosa en cada sociedad. Las visitas a familiares y amigos cercanos se han convertido en un imperativo, y qué mejor muestra de hospitalidad que un abundante ágape.

Recuerdo cuando vivía en El Cairo, que las noches de Ramadán me recordaban a las de Navidad. De hecho, en alguna ocasión coincidieron ambas celebraciones (ya que las festividades islámicas se rigen por el calendario lunar y por lo tanto varían de fecha, como ocurre con la Semana Santa) y terminé con un empacho monumental tras el intercambio de invitaciones. Los más puristas aseguran que ese no es el espíritu, pero a ver quién cambia las costumbres de los egipcios.

Sin embargo, en Irán, la ruptura del ayuno era más moderada y el ambiente menos festivo. También, ha sido el país en el que he encontrado un mayor número de exentos de ayunar por razones médicas o de otro tipo.

¿Y de qué sirve tanto autocontrol si al día siguiente algunos se duermen en sus puestos de trabajo?

Tal como Nasif responde con paciencia, eso es responsabilidad de cada cual y tiene mucho que ver con su disciplina en horarios y comidas. Aunque lo aconsejable sea no variar demasiado las costumbres y no hacer ingestas opíparas cada noche, la realidad es que la privación de alimento y bebida durante el día marca un ritmo distinto, y la actividad social se concentra tras la puesta del sol prolongándose en ocasiones hasta el amanecer. Las autoridades reconocen ese hecho ya que, al menos en EAU, reducen en dos horas la jornada laboral de todos los trabajadores, musulmanes o no.

¿Puedo tomarme mi café de media mañana o mi botellín de agua delante de un colega que está ayunando?

“Pregúntele. No asuma nada. Cada uno somos un mundo y sólo nos representamos a nosotros”, aconseja Nasif. “Tal vez su colega tenga una fuerza de voluntad de hierro y no le importe; tal vez no pueda soportar el aroma del café y eso le ponga de mal humor, o tal vez no esté ayunando. Sólo si le pregunta podrá saberlo”. Eso sí, si en su empresa o entre sus clientes hay musulmanes, resulta conveniente no organizar almuerzos de trabajo durante este mes, y evitar las reuniones a partir de las cinco de la tarde porque quienes ayunan querrán llegar a su casa a tiempo para hacer la comida con su familia.

¡Ah! Y si le invitan a un iftar, no lo dude, acepte. Es una excelente ocasión para el intercambio social y cultural. Pero lo más importante es no estar en la carretera en la media hora previa al fin del ayuno. Si usted vive en un país de mayoría musulmana, sabrá por qué lo digo.

¡Feliz Ramadán!

Hay 12 Comentarios

Ale, ya he refutado tus 7 puntos de la manera más científica posible: las mentiras se rechazan y no se discuten.
Cuando menciones las fuentes académicas comprobables, la respuesta será diferente.
¿Qué significa el saludo que me mandas al final? A mi no me parece compatible con la frase que le precede. Diría que las dos cosas son contradictorias. ¿Así de fácil caben las contradicciones en tu mente?
Si tanta emoción gastas al opinar, no pretenderás que se te halague por tu ausente objetividad?

Ahmed, no tengo interés alguno en debatir contigo nada. Nada de nada ¿lees bien?, nada. Esfuérzate en tus consabidas monsergas musulmanas y dirígete sólo a quien esté indeciso religiosamente. Pero no te esfuerces conmigo porque dilapidas tu santo tiempo.
Yo soy el que se queda tranquilo, sabiendo que un fanático religioso como tú intenta tapar el sol con la mano.
¡Qué disparate! ¿Qué cornos tendrá que ver lo que diga o no la constitución iraní si la realidad tangible, social y vivencial es la que no está escrita, y es, precisamente, la que dicta un santón con turbante negro desde las tinieblas, y que no está escrita ( o en todos casos sí, en el único libro que conoces).
Refuta, si puedes con argumentos racionales y verosímiles cualquiera de los siete puntos.
Pero mejor no, mira, déjalo ahi, ya que la gente como tú se aferra a conceptos que la misma realidad se encarga de desmentir, cualquier aclaración de tu parte es redundante y retórica.
Por lo tanto, no pienso molestarme ni replicarte nada más allá de este post.
Pon el trasero en pompa y continúa con lo tuyo. Saludos.

Ale, los puntos 1,2,3,4,5,6,7, tienen pinta de haber salido de tu manga. Mentir 7 veces y en cada mentira deslizar otro atajo de mentiras.
Irán tiene una constitución, ¿puedes decirnos en que articulos sale lo que dices? (date cuenta que es una pregunta retorica, ya que lo que dices ha sido literalmente sacado de la manga).
Debería quedarme tranquilo ya que solo un necio tomaría en serio lo que dices.

¡Qué prodigio social es Irán! ¡Qué maravilloso es ser musulmán!


1) No reconocen el derecho a una sanidad y educación universal y gratuita para todos. La diferencias de clases existe, con la venia del Señor.


2) Menosprecian la dignidad y la integridad física de las personas en el sistema jurídico llamado “hodud”, basado en el ojo por ojo de hace cuatro mil años. La vigencia de la tortura y la pena de muerte es un ejemplo.


3) El miedo al pluralismo en el pensamiento y en los saberes les lleva a prohibir o reducir el peso de carreras de humanidades (derecho, historia, ciencias políticas, periodismo, sociología, etc.) y expulsar a Darwin, Shakespeare, Kant, Rousseau o Voltaire de las aulas, creando un grave vacío en dichas disciplinas y una manera de gobernar pobre. En Irán, los mandatarios, que suelen ser médicos o ingenieros, no pueden detectar el origen de los problemas y carecen de recursos mentales para ofrecer soluciones.


4) Su sistema político es totalitario: no sólo eliminan las libertades políticas, sino también las más personales, obsesionados por el control sobre cada individuo. Reglamentan hasta el color de la vestimenta, y llegan a prohibir las manifestaciones de la felicidad: besar, reír, bailar, cantar, y todo bajo durísimos castigos. Odian la individualidad singular. Por eso uniforman a las mujeres.


5) Crean grupos paisanos de represión para atemorizar a la población. Sus tribunales a veces recuerdan los de la Inquisición cristiana, acusando de blasfemia y ateísmo a los críticos. Mientras mandan patrullas para vigilar la moralidad de la gente, cometen las aberraciones más inmorales, a pesar de exhibir sus frentes marcadas por el sello de Mohr, tabletas de arcilla en la que pegan su frente al postrarse para rezar.


6) Afirman rendir cuentas ante Dios, para no hacerla ante el pueblo. Se convierten en la nueva oligarquía, sin sonrojarse.


7) Reivindican su independencia con respecto a las potencias, para no tener que responder por sus actos ante nadie, y de paso impedir que la influencia de la modernidad dañe las estructuras del poder tradicional. Su país es su “feudo”. Algo parecido al nacionalcatolicismo. No suelen reconocer ningún tratado internacional sobre los derechos de la mujer, la infancia y los trabajadores.

Hola, Ahmed:
Si soy consciente de que el pueblo musulmán estaba sometido por las grandes potencias europeas; pero también del nivel de corrupción, traición y violencia de sus dirigentes políticos, tanto en Pakistán como en Egipto. En este aspecto, creo que el siglo XX es en general muy aleccionador en y para todo el mundo.
No estoy a favor de la guerra en ningún caso (pese a que parece ser evidente que la Humanidad no puede superarla), ni de que se justifiquen así las anexiones u ocupaciones de teritorios y de viviendas.Me extraña el comportamiento de ambos pueblos, en el aspecto religioso. Parece ser que la guerra está por encima de todo y que la religión no ayuda a superarla.
Respecto al sentido religioso de la existencia, en general, creo que tiene mucha importancia lo experimentado en la infancia. Pero no deja de ser una opinión y un punto de vista personal.

Buen articulo,muy bien explicado,fundamental para la comprensión de temas tan interesantes como este.
Apertasagarimosas
http://intentadolo.blogspot.com.es/2013/07/desverguenza-al-infinito.html

Belen, evocas temas ajenos al tema de hoy con la clara intención de inculpar al musulman.
¿Por qué? ¿es relajante echar la culpa al otro? ¿no te atreves a mirar a los monstruos de tu propia historia reciente y menos reciente?
Si el ego te sigue engañando haciendote creer inocente por el mero hecho de estar hablando de los errores del otro, ya sean reales o inventados, digo si el ego te sigue engañando de manera tan primitiva, tan rudimentaria, tan poco inteligente, me pregunto si vale la pena dialogar contigo.
A mediados del siglo pasado todo el Norte de África estaba colonizado y los pueblos musulmanes de esos países eran tratados como escoria por los franceses, los españoles, los italianos y los ingleses. Pero esto no lo ves, ni lo recuerdas, ni te interesa ni te conviene recordar, y lo único que se te ocurre es relajar tu conciencia inculpando de manera dudosa y fantasmagorica a pueblos sometidos de haberse portado mal.
Luego dices de manera totalmente falsa que hubo enfrentamiento con el judaismo. No, no hubo tal cosa. Lo que hay es un enfrentamiento entre palestinos y sionistas judíos venidos de fuera para ocupar casas y tierras ajenas.
¿Vas a seguir así toda la vida viendo la paja en el ojo ajeno y sin ver la viga en tu propio ojo?

No me imagino la vida de un no creyente en los países de mayoría musulmana. Me gustaría que se hablase sobre ello. Por otra parte, el norte de Africa tuvo a mediados del siglo pasado mucha relación con los regímenes nazistas (Italia y Alemania tuvieron sus bases militares en todo el norte del continente de mayoría musulmana) y no consta que tuvieran problemas de rechazo por ante su marcado ateísmo. Sin embargo, la guerra contra el judaísmo fue explícita. Me resulta profundamente chocante. Puesto que un pueblo religioso en teoría es más próximo y similar culturalmente a otro que también lo es.

Ramón, creemos que Dios existe y creemos que nos mandó mensajeros para
recordarnos su existencia: Mahoma, Jesús, Moisés, Abraham, etc.. Lo más
importante en la fe es la intención: una sincera y honesta voluntad de
entregarse a Dios.
Creemos que Dios mueve el UNIVERSO porque Él lo creó, y creemos que Él
controla hasta el más mínimo movimiento de cualquier partícula en
cualquier átomo de esta existencia, y por ello creemos que entregarse a Su
Voluntad es ganar por todos los costados y en todos los sentidos.
Creemos que el ser humano es un fanfarrón autoidolatra que nace de la
tierra y a ella vuelve, arrastrado por fuerzas ajenas a él.
Creemos que el cerebro humano es imperfecto y su saber es muy limitado y
muy relativo.
Creemos que para llevar bien nuestra relación con nuestro Creador, es
bueno seguir las enseñanzas de los enviados de Dios: los profetas.
Y como el ayuno nos ha sido enseñado por el profeta Muhmmad (Mahoma), pues
lo seguimos para agradar a Allah (Dios) y porque creemos que Mahoma no
miente y no inventó el ayuno por si mismo sino que se limitó a
trasaldanoslo tras haberlo recibido por inspiración divina.
Creemos que cuando ayunamos por la única razón de obedecer a Allah y para
agradarle (y no por otras razones egoicas), pues Allah está contento con
nosotros y nos recompensará en est vida y en la otra.
Hace miles y miles de años ya había gente que no creía en la existencia de
Dios, no tengas la ilusión por favor que es cosa de modernos.

Convertir el ayuno en un asunto de fe, de creencia, es lo mismo que confundir la velocidad con el tocino. O sea, "crees" en dios para lo que te conviene, ya que por esa misma regla de tres, ese dios te da la potestad de matar, de asesinar. En verdad que toda esa parafernalia es ajena al Amor al Prójimo (la verdadera esencia de Dios). Han pasado miles y miles de años y gran parte de la Humanidad sigue anclada en el desajuste psico-mental de una fe hecha a la medida de la sed de poder.

A mi este tipo de cosas siempre me han parecido una soberana tontería. Les dejo una dedicatoria para los que sigan esas costumbres chorras: http://xurl.es/bqq4r

Mira que tienes oportunidades y la cagas siempre hija. No respetas ni esto...
Qué enfermedad

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Sobre la autora

lleva dos décadas informando sobre Oriente Próximo. Al principio desde Beirut y El Cairo, más tarde desde Bagdad y ahora, tras seis años en la orilla persa del Golfo, desde Dubái, el emirato que ha osado desafiar todos los clichés habituales del mundo árabe diversificando su economía y abriendo sus puertas a ciudadanos de todo el mundo con sueños de mejorar (aunque también hay casos de pesadilla). Ha escrito El Reino del Desierto (Aguilar, 2006) sobre Arabia Saudí, y Días de Guerra (Siglo XXI, 2003) sobre la invasión estadounidense de Irak.

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