Ángeles Espinosa

Noticias verdaderamente falsas

Por: | 24 de julio de 2013

Sólo ellos podían publicar una foto de Pippa Middleton con Ahmadineyad en… Wimbledon (falsa, por supuesto). O asegurar que el bebé de los duques de Cambridge iba a llamarse Qatar Airways debido a un generoso acuerdo de financiación de la casa real británica por parte del rico emirato (tampoco es cierto, como se podrá comprobar para cuando se publique este post). Es todo demencial. O no. Según como se mire.

Pan-arabia
Imagen de la página web de The Pan-Arabia Enquirer.

Irreverente, divertido y absolutamente falso. Así es The Pan-Arabia Enquirer, que se define como “la única fuente de noticias satírica de siete estrellas del mundo”. El enrevesado lema ya revela quiénes son sus destinatarios: Aquellos capaces de entender su juego de palabras, una referencia a Emiratos Árabes Unidos (que se vanagloria de tener el único hotel de siete estrellas del mundo, el Burj al Arab) y a Qatar (cuya compañía de bandera se anuncia como la línea aérea de cinco estrellas del mundo). O sea, básicamente, residentes en, o interesados en los cotilleos de, estos países del golfo Arábigo/Pérsico tan proclives a los excesos.

Pero también dan caña al resto del vecindario. Irán, Irak, Omán, Kuwait, Bahréin, Arabia Saudí, Yemen e incluso Israel y Siria, no se libran de sus ataques desternillantes. Eso sí, en inglés. Resulta difícil imaginarse una publicación similar en árabe. Por ahora, al menos. Aunque a raíz de la primavera que ha vivido Oriente Próximo la sátira política ha empezado a llegar a las pantallas de televisión, las acusaciones de blasfemia e insulto al presidente a las que tuvo que hacer frente el egipcio Bassem Youssef a principios de este año, dan una idea de los peligros que esperan a los osados.

En la línea de The Onion o The Daily Mash, con los que se compara, The Pan-Arabia Enquirer no deja de captar algunas verdades verdaderas en sus falsas noticias. Por ejemplo, cuando el pasado abril titulaba “Irán celebra una semana entera sin que nadie diga o haga algo demencial”. Teniendo en cuenta los sobresaltos a los que nos ha acostumbrado Ahmadineyad durante sus ocho años como presidente, no andaba desacertado. Claro que el bombástico mandatario iraní se lo ponía fácil. Sus redactores van a echarle de menos.

Además, fustigan con frecuencia las ambiciones de Emiratos, que recientemente aseguraron que iba a pasar a denominarse AAA111 UAE. ¿Por qué semejante extravagancia? Todo tiene que ver con el lugar que ocupa en la lista de países de la ONU, donde de acuerdo con su nombre en inglés, United Arab Emirates, le corresponde la posición 242. “Resulta totalmente inadecuado que un país que tiene la torre más alta del mundo, el centro comercial más grande y el sándwich de queso más caro, se halle tan abajo”, justificaba un imaginario bróker.

Qatar no se queda atrás. “El jeque Tamim acepta el trabajo de sus sueños como emir de Qatar”, titularon el acceso al trono del nuevo monarca a finales del mes pasado. Poco antes habían logrado una exclusiva “Dentro de la superpija oficina talibán” en Doha, cuyas imágenes fueron sin duda la envidia de la profesión. Informativamente hablando, están a la última. No en vano, sus autores son todos plumillas o ex plumillas profesionales. Y con la ventaja de no tener que ajustarse a la realidad.

Tampoco pretenden engañar a nadie. Tal como dejan claro en su presentación: “Es todo inventado”. Así que piden a los lectores que no se ofendan “porque no merece la pena”. El equipo, “mucho más pequeño de lo que la gente piensa”, según confía su director en un email, está basado en Dubái, pero “cuenta con la colaboración de algunos antiguos residentes” que ahora andan repartidos por el mundo.

“De momento es un proyecto a tiempo parcial, pero nos encantaría que se convirtiera en un trabajo a tiempo completo”, asegura el responsable desde el anonimato.

La revista, relanzada el año pasado tras un intento fallido en 2010, traza sus orígenes cinco años antes en The Dubai Enquirer, una primera página de periódico que se distribuía por email primero semanalmente, luego cada mes y finalmente cada dos, hasta que desapareció un año más tarde. Ahora ya ha superado ese lapso temporal y espera consolidarse.

Hay 4 Comentarios

Si, Resulta difícil imaginarse una publicación similar en árabe, en francés, en sueco o en español. Un producto de la globalización cultural, entonces, del que de momento no se obtiene beneficio pero que ha superado el umbral. ¿para los que sin ser entendidos van de ingeniosos?
O el falso humor

Una maravilla.
Gracias por el descubrimiento.

"Humor" y "musulmán" son categorías excluyentes entre sí..

Pues no le veo mucho sentido al tema porque bastante tenemos ya con las noticias verdaderas que están manipuladas. El periodismo actual, en su gran mayoría y por desgracia, es pura basura. Hay hasta casos comprobados de periodismo comprado: http://xurl.es/vebod

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Sobre la autora

lleva dos décadas informando sobre Oriente Próximo. Al principio desde Beirut y El Cairo, más tarde desde Bagdad y ahora, tras seis años en la orilla persa del Golfo, desde Dubái, el emirato que ha osado desafiar todos los clichés habituales del mundo árabe diversificando su economía y abriendo sus puertas a ciudadanos de todo el mundo con sueños de mejorar (aunque también hay casos de pesadilla). Ha escrito El Reino del Desierto (Aguilar, 2006) sobre Arabia Saudí, y Días de Guerra (Siglo XXI, 2003) sobre la invasión estadounidense de Irak.

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