Se llama Osama. Es cristiano y de Hamdaniya, una de las localidades conquistadas por el autodenominado Estado Islámico (EI) a primeros de agosto. Pero su familia hace ya algunos meses que se marchó de allí. Él la mantiene limpiando habitaciones. No creo que haya cumplido los 18 años. La guerra obliga a crecer deprisa. Y se puede considerar afortunado. Muchos de sus vecinos dependen ahora de la ayuda internacional para sobrevivir en el precario cobijo que han encontrado en Kurdistán.
Según la Organización Internacional de Migraciones, más de 750.000 desplazados internos han llegado a la región autónoma desde primeros de año, la mitad de ellos sólo en agosto. Otros 335.000 iraquíes, sobre todo árabes suníes, se habían instalado con anterioridad en la zona huyendo de la violencia sectaria y la inseguridad que resurgió tras la salida de las tropas estadounidenses a finales de 2011. Los números son una prueba de solidaridad intercomunitaria que sin embargo tiene algunas aristas.
La mayoría de los trabajadores del hotel en el que me alojo en Erbil son iraquíes árabes. Qué ironía. En mi primer viaje a este país, en 1985, los hoteles internacionales de Bagdad empleaban a árabes de otros países y a filipinos como camareros, limpiadores y botones. A los kurdos les consideraban demasiado rústicos para esos menesteres; y los iraquíes (árabes) se reservaban los puestos de dirección. Si acaso, se encontraba a alguna cristiana como recepcionista.
Nur, la joven que recibe a los recién llegados, habla un árabe tan clarito y vocalizado que hasta yo la entiendo. Pero no lo hace por mí, sino por sus compañeros kurdos. Ella no habla el idioma local y ellos, poco el árabe. En ocasiones, llega al ridículo de que se comunican en inglés.
En el comedor, los camareros hablan en árabe, el cocinero en kurdo. Les pregunto de dónde son. “Yo de Bagdad”, me dice Hadel, la cajera. “Yo, también”, se suma Mahmud. Miro al tercero. “De Mosul”, admite. “Daish”, señalan los otros con una carcajada. Daish es el acrónimo árabe de Estado Islámico en Irak y el Levante, el anterior nombre del EI, y como la mayoría se refiere aún a ese grupo. Se ríen por no llorar.
Todos agradecen estar a salvo. “La seguridad es lo mejor aquí”, coinciden. Pero contentos, lo que se dice contentos, no están. A todos les gustaría regresar a sus ciudades “si volviera a ser como antes”, una forma educada de decir como en tiempos de Saddam, pero que también significa antes de la violencia, de la guerra, de la locura. Se sienten discriminados por los kurdos (justo lo que estos sentían respecto a los árabes en tiempos de Saddam) y cuando uno de los empleados kurdos no entiende una advertencia que le hacen, se quejan de que “no habla árabe”. (También los kurdos recelan de los árabes; la desconfianza es recíproca.)
Si este país tiene alguna intención de permanecer unido y salir adelante, no sólo los políticos tienen que encontrar una fórmula para que todas las comunidades se sientan parte de él. Hace falta que sus miembros hagan un esfuerzo de aceptación del resto, que entiendan e interioricen que todos son iraquíes sin distinción ni matices, con igualdad de derechos y deberes.
Se podría empezar por algo tan sencillo como el idioma. Al igual que los niños kurdos estudian árabe como segundo idioma, el resto de los iraquíes tendrían una asignatura de kurdo. O incluir esa lengua en los billetes de banco que ahora están escritos en árabe (anverso) e inglés (reverso). En definitiva, acostumbrarse a la diversidad después de décadas de panarabismo de boquilla. Tan fácil y tan difícil al mismo tiempo.
Hay 2 Comentarios
Me pregunto porque la autora considera ridículo que kurdos y árabes se entiendan en inglés. Si hablan lenguas distintas parece lo más razonable. Cual sería la alternativa? Que la lengua "grande" -el árabe- se impusiera a los no-árabes?
Publicado por: Felix | 05/09/2014 9:10:24
Y no seria mas facil limitarse al ingles como lengua franca? si no lo he entendido mal, en la India el ingles pervive tras la colonizacion gracias al empeño de las minorias en comunicarse en una lengua neutral, que ademas es internacional. En España la minoria arabe es cada vez mas numerosa; ponemos arabe en las escuelas ademas de ingles? sera mas facil que frances? Empeñemonos en "hablar" ingles, o aun tendremos que estudiar aleman. Ya se quejan de que en España los camareros les hablan en ingles...
Publicado por: Israel | 02/09/2014 12:58:50