Dependerá del gusto de cada cual… Pero así la perciben en Qatar. Al padre de un alumno, la versión de Blancanieves y los siete enanitos que se encontraba en la biblioteca del colegio de su hijo le resulta excesivamente sugerente, tanto que la ha considerado “indecente” e “inadecuada” para los pequeños. Su queja en las redes sociales ha llevado a la intervención de las autoridades educativas cataríes, poniendo en evidencia los límites a la libertad de expresión en el rico emirato. El centro educativo, el español SEK Internacional, ha retirado el libro y pedido disculpas.
El príncipe besa a Blancanieves en una escena de la película de Walt Disney.
Ni la escuela ni los medios cataríes han identificado al progenitor que, según Al Sharq, se declaró “estupefacto” ante el libro de los hermanos Grimm. En su opinión, “contiene ilustraciones y frases con connotaciones sexuales” que resultan “indecentes” e “inapropiadas culturalmente”. Tampoco está claro qué imágenes en concreto han ofendido su sensibilidad.
Según una foto del cuento difundida por Doha News, la biblioteca escolar tenía a la disposición de los pequeños la versión de Disney editada por Penguin. En la portada, una sonriente Blancanieves mira embelesada al príncipe que la sujeta entre sus brazos. En las páginas interiores se cuenta cómo un beso de éste la ha devuelto a la vida después de que hubiera comido una manzana envenenada.
Nada más tener noticia de la queja, el Consejo Supremo de Educación de Qatar ordenó una investigación a resultas de la cual ordenó la retirada del libro. De acuerdo con su regulación, ningún material escolar puede cuestionar los valores islámicos o las normas cataríes. El colegio, un centro privado con 150 alumnos de 27 países distintos, se disculpó de inmediato por lo que su directora, Vivian Arif, calificó de “situación no intencionada”.
“Respectamos profundamente la cultura de Qatar, estamos comprometidos con la promoción de sus valores y principios, y vamos a seguir trabajando para que nuestro colegio sea siempre una referencia por su compromiso y servicio a la gente de Qatar”, declara Arif en un comunicado difundido por Doha News.
A pesar de los aires de modernidad que Qatar, como otros países vecinos, proyecta gracias a sus rascacielos, sus líneas áreas y sus campañas publicitarias, su sociedad es aun extremadamente conservadora. Está mal visto que personas de distinto sexo se besen o abracen en público, y una pareja que se muestre excesivamente cariñosa se arriesga a ser detenida.
Revistas, libros y películas tienen que pasar la censura. Las fotos de mujeres en biquini o con escotes pronunciados se emborronan con tinta negra antes de que la publicación salga a la venta. En los filmes se cortan las escenas de pasión e incluso los besos. Hace un par de semanas, el mismo Qatar que dice querer promocionar el cine prohibió La chica danesa, sobre una artista que se somete a uno de los primeros cambios de sexo, a raíz de las quejas que suscitó su pase.