El pasado jueves los habitantes de la calle Al Sufouh de Dubái descubrieron que la vía había cambiado de nombre la noche anterior. La mayoría vio los nuevos carteles en el camino al trabajo, desde el coche o el autobús. Ahora los paneles identifican la avenida que conecta la carretera de la Playa con la urbanización JBR como calle Rey Salmán Bin Abdulaziz al Saud, el monarca de Arabia Saudí.
Nueva denominación para la antigua calle Al Sufouh de Dubái. / JMS
Tanto Dubái como el vecino Abu Dhabi, los dos principales miembros de la federación de Emiratos Árabes Unidos (EAU), llevan varios años tratando de poner orden en su sistema de direcciones. No se trata solo de encontrar nombres para las nuevas calles y barrios que surgen a medida que aumenta su población. En muchas ocasiones, topónimos largamente asentados han sido remplazados por otros en lo que parece un intento de reducir la influencia del inglés, lingua franca de una población extranjera en su 90%.
Tal fue el caso de Tourist Club, uno de los barrios más antiguos de Abu Dhabi, construido por el Gobierno en los años setenta del siglo pasado, y que a principios de 2014 pasó a denominarse Al Zahiyah (El Colorido, en árabe). Del mismo modo, a principios de este verano, los responsables de la zona franca de Tecom (abreviatura de telecomunicaciones) en Dubái decidieron rebautizarla como Barsha Heights (Altos de Barsha), tal vez por sus rascacielos, ya que el barrio de Barsha en cuyo extremo se localiza carece del menor relieve topográfico.
Pero si los residentes en Tecom, perdón Barsha Heights, celebraron en general la nueva denominación, no puede decirse lo mismo de los cambios de señalización que llevan a las urbanizaciones como Emirates Hills, The Meadows o Jumeirah Lakes Towers (JLT). Muchos visitantes aún se sienten confundidos cuando los carteles indican las calles First Al Khail, Al Sohool o Al Sarayat. Eso por no hablar de la variedad en las trascripciones del árabe que permiten que convivan indicadores a Jabal Ali, Jebal Ali y Jebel Ali a lo largo de la carretera que se dirige al puerto de ese nombre (y el barrio correspondiente).
Ahora bien, el caso de la calle rey Salmán no pertenece ni a la categoría de nuevas vías ni a la voluntad de arabizar los nombres de los lugares públicos. La medida, adoptada con motivo del 86º Día Nacional de Arabia Saudí, busca “reconocer el papel del Custodio de las Dos Mezquitas Sagradas en el apoyo a las causas del mundo árabe y musulmán”, según explicó la agencia estatal de noticias, WAM.
El gesto refleja el creciente acercamiento de EAU a su vecino saudí, en un momento especialmente delicado para la región. Emiratos, que siempre ha mantenido una política independiente del hermano mayor de las petromonarquías, se ha aproximado a éste a raíz de las primaveras árabes y, en especial, desde que decidió apoyarle en su intervención militar en Yemen. Al menos 99 militares emiratíes han muerto en esa guerra liderada por Arabia Saudí, el último apenas dos días antes de que se dedicara la calle al monarca saudí.
Y sin duda, la calle es digna de un rey. La amplia avenida, una de las más bonitas de Dubái, no sólo transcurre paralela al mar y flaqueada por bien cuidadas palmeras, sino que da acceso a varios hitos de la ciudad como las islas de la Palmera o el hotel Burj al Arab. Su prestigio se incrementa con varios palacios. En uno de sus extremos, se encuentran además Dubai Media City, sede de numerosos medios de comunicación internacionales y regionales, y el parque tecnológico de Dubai Internet City.