El Gobierno debe abordar la complicada tarea de complementar las políticas de austeridad con otras de apoyo a la reactivación económica y la creación de empleo que lleven esperanza a millones de hogares que sufren la crisis de forma dramática. El reto también pasa por un equilibrio entre contracción fiscal, reformas estructurales y que los Estados de la eurozona que crecen no sean tan austeros, para que tiren de España. La emisión de eurobonos sería el camino más sencillo y rápido para conseguir una mayor integración fiscal en Europa, pero de todo eso la Alemania de Angela Merkel, de momento, poco o nada quiere saber. Prefiere, eso sí, reiterar su llamada hoja de ruta para España, que comprende infinidad de sacrificios.
¿Y qué dice el presidente? Mariano Rajoy certificó que 2013 será mejor y que dentro de “poco” –sin concretar cuándo- España va a superar la crisis. Lanzó así un mensaje de confianza hacia las posibilidades de la economía española de superar la crisis, y como prueba de su argumento mencionó el incremento de las exportaciones. Más lejos fue la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, al asegurar que España “está saliendo de la crisis”. Lo hacía –en tiempo presente- días después de conocerse el récord de paro de la historia de España, pero convencida de que el Gobierno está tomando decisiones "responsables", como la reforma laboral, que a su juicio "está ayudando a muchas empresas a superar la crisis".
Pero Rajoy y Báñez admiten matizaciones académicas y estadísticas. “Necesitamos cifras de crecimiento cercanas al 2% del PIB para que se cree empleo neto, y esto parece inalcanzable al menos hasta 2014”, declaró en El País la economista Sara de la Rica, catedrática de Economía de la Universidad del País Vasco e investigadora de Fedea. Y las estadísticas publicadas en esos días tan expansivos de Fátima Báñez indicaban que la economía española encadenaba el quinto trimestre consecutivo con descensos del PIB, si bien frenaba su caída al 0,3% en el tercer trimestre de 2012; una décima menos que en el segundo trimestre. El propio líder del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, puso las cosas en su sitio: “Con estos datos no se puede decir que estemos saliendo de la crisis”, dijo el presidente de la Xunta.
Antes de cantar victoria, el Gobierno deberá dejar atrás una economía en crisis, con una sociedad empobrecida y con los indicadores micro y macroeconómicos en negativo, asumiendo –por si fuese poco- que su margen de maniobra para hacer política económica propia es limitado. @J_L_Gomez