A vueltas con España

Sobre el blog

Este blog tiene por objeto el análisis económico y político, combinado con la aportación de claves informativas de la realidad española. Su autor es un convencido de esa máxima que dice que periodismo es todo aquello que los poderosos no quieren que se sepa y que lo demás es propaganda. En este oficio de contar las cosas, el modo de hacer periodismo puede cambiar pero su esencia siempre es la misma.

Sobre el autor

José Luis Gómez

, gallego de Brión (A Coruña), es columnista de El País y OTR/Europa Press, así como colaborador de TVG, Radio Galega y La Región. Es editor de Mundiario. Fue director de La Voz de Galicia, Capital y Xornal de Galicia, cuya versión digital fundó en 1999. También fue director editorial del Grupo Zeta. Es autor y coordinador de varios libros de economía, entre ellos 'Cómo salir de esta'.

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Crisis en España: ¿cabe la salida individual?

Por: | 28 de diciembre de 2012

Juan Pedro Gálvez, autor de 100 días para encontrar empleo
El presidente de IBM en España, Juan Antonio Zufiría, suscitó un debate interesante sobre la salida de la recesión. “La responsabilidad de resolver la crisis está en cada individuo”, dijo en una entrevista en El País, diario que destacó su frase como la más importante de sus declaraciones. ¿Es verdad eso que dice Zufiría? Ojalá que lo fuese, pero va a ser que no.

Una crisis del calado de la española, con una deuda privada y pública fuera de lo común, un pago de intereses disparatado y una ausencia de alternativa al inmenso vacío que dejó la construcción no se puede superar individualmente, sino desde una verdadera política de Estado con el apoyo de los ciudadanos. Es más, tanto no es cierto lo que dice el audaz Zufiría que, para salir de esta, incluso puede ser necesario que el Estado precise ayuda exterior por la vía del rescate o de otras medidas que abaraten el pago de intereses de la deuda.

En un país con seis millones de parados, el 26% de la población activa, no es realista hacer ese tipo de planteamientos, por muy estimulantes que puedan parecer, dado que también es verdad que en muchos casos puede ser posible la salida de la crisis mediante el emprendimiento, siempre saludable. Ahí está el ejemplo destacado por El País de Juan Pedro Gálvez, el parado que montó una web para encontrar trabajo en la que da consejos e información y que en tres meses ha recibido 15.000 visitas. Pero incluso para casos así es precisa la creación de condiciones y estímulos, tarea que en buena lógica debe corresponder al Estado.

Parece más realista la alternativa que ofrece Antón Costas, catedrático de Política Económica de la Universidad de Barcelona, partidario de un programa de largo recorrido, capaz de crear un clima social y económico favorable a los cambios; por tanto, un programa de reformas equitativas, “con coherencia y eficacia”. Sería una manera de lograr la sostenibilidad de las cuentas públicas y de crear empleo progresivamente.

Lamentablemente, en España ni estamos cerca de lo que abandera Juan Antonio Zufiría ni de lo que propone Antón Costas. Ni vemos emprendedores en cada esquina ni recibimos ofertas de consenso, al estilo de los pactos de la Moncloa. Ojalá que las ideas de ambos llegasen a la mesa de las decisiones de Mariano Rajoy, porque si así fuese tendríamos en marcha dos líneas de trabajo que no tenemos: incentivar –de verdad- a los emprendedores- y activar un amplio consenso político, económico y social sobre lo que España debe hacer en los próximos años, dado que debemos hablar de varios años para dejar atrás esta crisis descomunal. @J_L_Gomez

Europa sigue esperando y no se sabe muy bien por quién

Por: | 20 de diciembre de 2012

Carsten Moser es ex presidente de la Cámara de Comercio Alemana para España y autor del prólogo del libro 'Cómo salir de esta'.
En el prólogo del libro ‘Cómo salir de esta’ (Actualia Editorial), que se publicará en enero, el alemán Carsten Moser, ex presidente de la Cámara Hispano-Alemana, advierte de que mejor le irá a Europa si se toma en serio su apuesta por la Credibilidad, el Conocimiento, la Competitividad y el Consenso, porque generará la Confianza necesaria a nivel individual, nacional y continental para sentar las bases de un desarrollo político en democracia, un crecimiento económico en sostenibilidad y una cohesión social en solidaridad. Valdría también aquí lo que avisó el escritor mexicano Juan Rufo en otro contexto: o nos salvamos juntos o nos hundimos separados.

¿Está haciendo Europa lo que sugiere este economista alemán afincado en España? De momento, no mucho. Europa se lo toma con tanta calma que aburre a los suyos y desorienta a los de fuera, que tal vez no acaban de creerse la pérdida de oportunidades del Viejo Continente en un mundo que no espera por nadie, sino que corre a toda velocidad. Peor aún. Hasta que pasen las elecciones alemanas de septiembre de 2013, Europa seguirá esperando, no se sabe muy bien por quién.

Hay países que se pueden permitir tanta parsimonia, pero otros, como España, no. Todo (o casi todo) se hace al gusto de Alemania, cada día menos dispuesta a correr riesgos financieros para ayudar a los más débiles, de modo que no se vislumbran políticas reales de crecimiento, más allá de ayudas a los países que hagan (todavía) más reformas. Traducido al lenguaje de la canciller Angela Merkel, quedan tiempos muy duros y dolorosos. Menos mal que para Mariano Rajoy 2012 fue un buen año. O eso dice.

Frente a la inacción de la UE, cuya flamante unión bancaria, además de dudosa, está llena de indecisiones y aplazamientos, al otro lado del Atlántico van al fondo del problema. El año 2012 se cierra con la firme determinación de la Reserva Federal de EE UU de mantener los tipos próximos a cero y de comprar deuda hasta 85.000 millones de dólares mientras el desempleo no baje hasta el 6,5%, veinte puntos menos de la tasa de paro de España. Sobran los comentarios y no digamos las comparaciones.

Puestas así las cosas, para España, que sigue bajo la sombra del rescate, el año 2013 será aun de recesión y, por tanto, de más paro, por lo que no cabe hablar de salida de la crisis con inmediatez. Pero si cuajan los contados estímulos de la demanda en Europa, podría ser que en 2014 ya cediese el aumento del paro, camino de una transición hacia el crecimiento más allá de 2015. No será fácil, porque Merkel, que es quien perfila las grandes líneas estratégicas de Europa y de España, insiste con la austeridad, mientras que el Banco Central Europeo prevé que la economía se empiece a recuperar durante 2013, la verdad sin mucha confianza.

Si lo queremos ver con datos, tenemos que Bruselas proyecta para 2013 una caída del PIB del -1,4%, bastante mayor que la del Gobierno (-0,5%), pero similar a la del consenso de analistas de Funcas (-1,5%) y a la que difundió el FMI (-1,3%). Para la OCDE, la recesión se agravará en 2013 (-1,4%), con una caída del PIB que casi triplicará la que prevé Rajoy. Y para 2014, el FMI ya espera que España salga de la recesión con un crecimiento del 1% y una progresiva aceleración hasta el 1,6 % en 2015. Aunque con cautela, avala las previsiones del Gobierno, que prevé un crecimiento del 1,2% en 2014 y un 1,9% en 2015. @J_L_Gomez

 

El misterio del rescate de España

Por: | 16 de diciembre de 2012

Abrumado por el insoportable aumento del paro, preocupado por la recesión y agobiado por el estallido social, el presidente pide comprensión y paciencia tras 12 meses fracasados
El diario El País ha revelado que el presidente Rajoy le confesó a los líderes sindicales que es la canciller Merkel quien desaconseja el rescate de España. No era difícil suponerlo, pero está bien saberlo y confirmarlo. Conviene darle al rescate la trascendencia que tiene y las penurias que acarrea, ya que es evidente que el rescate le interesa a los acreedores de España, pero también que no es seguro que sea bueno para sus ciudadanos. No hace falta ser muy listo para llegar a esa conclusión: basta ver lo que pasó –y pasa- en los países rescatados, donde a cambio de asegurarles financiación básica se les aprieta las tuercas bien a fondo. ¿Un ejemplo? Si hay rescate, van a tocar las pensiones. Líneas rojas, palabras mayores. Es más, si algo sabemos es que en todos los rescates la recesión suele impedir reducir el déficit, lo que precipita sacrificios no previstos. Por tanto, aun reconociendo que tal vez sea necesario y que también puede tener ventajas para muchas empresas ahora ahogadas financieramente, el rescate es un mal asunto. Ningún país próspero se levanta por la mañana pensando en pedir un rescate.

Sobre el papel, ¿de qué estamos hablando? En teoría, un rescate sería una ayuda financiera que permite al BCE desplegar el programa de compra de deuda para rebajar de forma significativa la prima de riesgo y mejorar la liquidez del sistema financiero. ¿Gratis? No. Y ahí está el problema para España, cuyo Tesoro tendrá que afrontar en 2013 renovaciones de crédito por 230.000 millones de euros. Como se exigirán garantías y no hay mucho que ofrecer, lo más probable es que los acreedores le echen el ojo a las pensiones de los españoles.

A día de hoy sabemos que la Moncloa está "mirando” la posibilidad de solicitar el rescate a Europa, según admitió el ministro Guindos. Pero su explicación fue ambigua: “El Gobierno no se resiste a nada, ve cuáles son los pros y los contras. Los tiempos son importantes. Hay que elegir la mejor decisión en el mejor momento posible”. Con Mariano Rajoy sucede más de lo mismo. Durante la última cumbre europea, el presidente del Gobierno descartó  que España vaya a solicitar el rescate de forma inminente. "Hoy no lo necesitamos", aseguró, al tiempo que aclaraba que si es necesario sí pedirá la ayuda europea. Pase lo que pase, Rajoy acertará en el pronóstico, pero no está tan claro que acierte en la decisión. @J_L_Gomez

La clave económica del futuro es la educación

Por: | 09 de diciembre de 2012

El ministro Wert ha planteado una reforma educativa que algunos tachan de contrarreforma
En España se asocian poco educación y economía, a diferencia de los países más avanzados, donde se entiende el concepto capital humano como la capacidad productiva de una persona como generadora de renta y riqueza. Por eso propuse la educación como centro de atención de la página de economía Cuenta de resultados que publico cada domingo en el diario La Región.

En una economía desarrollada, la inversión más productiva y con rendimiento más creciente es la inversión en capital humano en sentido amplio, que va desde inversiones en infraestructuras que mejoren la salud y la comunicación hasta en educación primaria, secundaria, universitaria y en investigación y desarrollo. La acumulación de capital humano es aun más importante para el desarrollo que la acumulación de capital físico. De estas palabras del economista Guillermo de la Dehesa se desprende que lo que hagamos con la educación marcará el rumbo de la economía y el bienestar, de ahí que sea tan importante –para todos- lo que se habla ahora de la reforma educativa en España, un país que sobrevive a duras penas, bajo la sombra del rescate.

En un acto que sirvió para presentar en A Coruña un libro del periodista Xosé Manuel Pereiro en el décimo aniversario del PrestigeTal como foi, tal como fomos-, el escritor Manuel Rivas trajo a colación el perro de Alcibíades, un animal mitológico que ha vuelto a recrear en El País, a propósito del toro de Wert o, más bien, Wert hecho toro. El que no era solo un mito era Alcibíades Clinias Escambónidas, un ambicioso gobernante griego, protagonista de importantes gestas militares y habilidoso en la gestión del marketing político de entonces, que por lo que se ve tampoco ha cambiado tanto. De hecho, la expresión "El perro de Alcibíades" hace referencia a una estrategia de distracción para desviar la atención de la gente. Cuentan las leyendas de la época –unos 400 años antes de Cristo- que Alcibíades decidió cortar el rabo a su perro en público y que cuando fue preguntado por tan desagradable comportamiento contestó que, mientras los griegos hablaban de su perro, no hablaban de las perversiones y corrupciones de su gobierno.

Wert ha planteado una reforma educativa –algunos hablan más bien de contrarreforma- ampliamente percibida como un ataque al catalán, en la medida en que supone una amenaza a la inmersión lingüística y contribuye a tensar los lazos entre España y Cataluña, su motor económico. Y mediante su torera fantasía zoológica intenta disfrazar lo que está haciendo con la educación: primero al centrar en el catalán su reforma y después al apelar a un animal que una parte de España asocia con valores positivos de los que parece querer apropiarse. Pero no es eso, no es eso, como diría el filósofo Ortega y Gasset.

La reforma –o contrarreforma, según se vea- tiene un gran calado. Y no solo porque gire el modelo educativo hacia la enseñanza concertada o pretenda acotar las tres lenguas oficiales que complementan el castellano en España. Los cambios introducidos por Wert conforman un nuevo panorama formativo, que en buena lógica debería ser consensuado. Entre otras muchas cosas, se habla de acortar un año la ESO hasta los tres y de alargar otro el Bachillerato, manteniendo la educación obligatoria hasta los 16 años; se plantea eliminar la asignatura Educación para la Ciudadanía, para dar paso a una nueva Educación Cívica y Constitucional, y se propone sustituir el sistema de Formación Profesional por un modelo dual. Casi nada. @J_L_Gomez 

Un empleo para los jóvenes, cueste lo que cueste

Por: | 05 de diciembre de 2012

El paro juvenil en España supera el 54%, porcentaje que se califica por si solo

Bruselas quiere que los Estados den por ley un empleo a los jóvenes. Suena bien pero del dicho al hecho suele haber un trecho. En este caso, puede que largo. Sobre el papel, se trata de que los miembros de la UE ofrezcan al menos un trabajo o unas prácticas a cada joven en un plazo de cuatro meses de inactividad. ¿Y el dinero? Lógicamente, un plan así requiere mucha colaboración entre el sector público y el privado, pero de entrada parece que la Comisión Europea –el órgano ejecutivo de la UE- está reasignando partidas ya comprometidas a proyectos ligados al desempleo juvenil, especialmente en países como España, con cifras muy elevadas de paro juvenil. Cuenta también El País que los expertos de Empleo de Buselas admiten que garantizar un empleo a todos los jóvenes tiene un coste, pero creen que es inferior al que supone la permanencia de ese colectivo en el paro. Lógico.

Algo así ya se le había planteado desde Berlín al Gobierno y a la patronal CEOE, empezando por una enseñanza profesional teórica en un 30% y práctica en un 70%, como en Alemania, cuyos porcentajes son inversamente proporcionales a los españoles. ¿Y cuál es el principal problema? Pues que la CEOE se niega a asumir lo que hacen los empresarios alemanes: pagar a los estudiantes, que en el caso alemán reciben unos 500 euros al mes. Dicen los empresarios españoles que no tienen dinero y que mejor que se lo piden a Bruselas. De todo esto se sabe poco porque al poder no le interesa que se conozcan estas cosas, si bien ya hay planes concretos para desarrollar proyectos piloto en Madrid y Barcelona –ahí está el caso de Seat-, en los que podrían implicarse hasta 250.000 jóvenes.

¿Sería una revolución solo por eso? No. Como se concluyó en un seminario internacional de economía que dirigió a comienzos de 2012 el profesor Santiago Lago en la isla de A Toxa (Galicia), también lo sería porque se invertirían las proporciones de alumnos universitarios. En Alemania son mayoría los jóvenes que estudian formación profesional, al revés que en España. Claro que en Alemania sus empresas asumen como inversión rentable la financiación de las prácticas de los estudiantes, mientras que el empresariado español, menos productivo, se pone de perfil. ¿Resultado? Mientras que en la UE un 23% de los menores de 25 años activos están en paro, en España ese porcentaje sube al 54%. Es un tema que analizaré más a fondo en mi nuevo libro, titulado 'Cómo salir de esta', que sale el 21 de enero, pero que hoy se ha convertido en una noticia de primera línea, de la mano de la crónica de Lucía Abellán en El País@J_L_Gomez

A Felipe se le ve en forma... y centrado

Por: | 03 de diciembre de 2012

Vista del acto que el PSOE celebró en el Palacio de Congresos de Madrid, con motivo del 30 aniversario de la llegada de Felipe González al Gobierno.

Se han cumplido 30 años del primer Gobierno socialista y el PSOE le ha hecho un homenaje a Felipe González. Cada época tiene su afán, dijo el hombre encargado de gestionar un país en crisis, con una inflación del 14% y dos millones de parados. Él quiso y pudo cambiar todo aquello, hasta modernizar España, no sin errores y no sin problemas. “No me fui del Gobierno, me echaron”, bromeó González durante su diálogo del domingo 2 de diciembre con Rubalcaba, donde fue evidente quien está realmente en forma... y centrado: Felipe.

En una España aislada como la del dictador Francisco Franco, la generación de la Transición buscó en Europa los símbolos de la libertad y la democracia, y se terminó encontrando no sólo eso, sino también el bienestar. El liderazgo de González fue, en ese sentido, decisivo en los ochenta y comienzos de los noventa, hasta el punto de que a medida que pasa el tiempo puede valorarse mejor la dimensión de su obra política, por mucho que al final se viese empañada por una más que lamentable corrupción y prácticas ilegales en la lucha antiterrorista.

La modernización de España se hizo en los años ochenta. El PSOE había recuperado el poder en España en octubre de 1982, lo cual fue todo un acontecimiento dentro y fuera del país, ya que no sucedía nada similar desde antes de la guerra civil del 36, en un mundo muy distinto. Sin obviar sus dificultades ni sus méritos, la verdad es que tuvo suerte el PSOE: la UCD se desmoronó, González se había convertido ya en un encantador de serpientes y los españoles de izquierdas se olvidaron pronto del meritorio trabajo del Partido Comunista durante el franquismo para echarse en manos de un partido más moderado como el PSOE, sin apenas activistas pero con unas siglas de mucho peso y un liderazgo casi imbatible en aquellos tiempos en los que la alternativa de la derecha terminó siendo Manuel Fraga Iribarne, un ex ministro de Franco.

El largo período de gobierno socialista con González al frente se saldó con tres grandes éxitos -la supremacía del poder civil frente a unos militares que venían de dar un golpe de Estado en 1981, el ingreso en Europa en 1986 y una política económica socialdemócrata basada en un moderno sistema fiscal- y dos sonoros fracasos: la corrupción y los denominados Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL). Fueron las luces y sombras del cambio que fue afianzando la democracia y las comunidades autónomas, sin resolver del todo el encaje de Cataluña en España, que todavía colea a la altura de 2012. @J_L_Gomez


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