Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda.
Al Gobierno se le ha dado ahora por los expertos. Expertos para reformar las pensiones, expertos para reformar los impuestos, antes expertos para reformar la educación o las finanzas. No se consulta a la oposición, se ningunea a los propios expertos de la Administración, que los tiene y son funcionarios, y se tira de expertos externos, como si así se gobernase mejor. Sindicatos y empresarios son llamados para hacer la foto y poco más. Es una curiosa manera de gestionar la crisis, pero el Gobierno se siente en su derecho de hacer las cosas así. A su manera. Tal vez a la manera de Rajoy.
Ahora, el ministro de Hacienda anuncia la creación de un comité de expertos para reformar el sistema tributario, pensando en que esté listo a comienzos de 2014, lo cual encaja con el mandato de Bruselas, que ordenó un nuevo sistema fiscal antes de marzo de 2014. ¿No estará empezando Cristóbal Montoro la casa por la ventana?
La clave no está solo en cómo se reforman los impuestos, tarea para la que, por cierto, sobran funcionarios en Hacienda. Lo prioritario es saber cuánta ‘gasolina’ debe consumir el motor del Estado que los españoles quieren tener, para a continuación ver quiénes la pagan. Y a estas alturas, ni con expertos ni sin expertos sabemos qué Estado queremos.
Si lo supiéramos, o diésemos por válido el modelo actual, la reforma fiscal se haría imprescindible para determinar quiénes deben financiar el gasto, sin tanto déficit. Y ese debate debe ser político, no técnico. Un técnico puede calcular los coeficientes pero jamás va a determinar qué impuestos deben pagar los más ricos, los empresarios o los consumidores. Para eso está la política. Y, obviamente, no es lo mismo un gobierno que apueste por los impuestos directos que por los indirectos, y no es lo mismo un gobierno que luche contra el fraude fiscal que un gobierno que mire para otro lado, como pasa en España, que es un país con un 25% de economía sumergida: 250.000 millones de euros, mucho más de lo que recauda el Estado en impuestos, dicho sea de paso.
Montoro ha dicho que su comité de expertos será el encargado de definir qué impuestos debe subir o bajar el Gobierno en el futuro, para no tener que hacerlo como lo hizo en 2012 cuando subieron tributos como el IVA. Cuando menos, resulta sorprendente que un gobierno le encargue a unos expertos sin ninguna legitimidad que definan qué impuestos deben subir o bajar.
La política actual y los partidos de hoy en día están mal vistos; es evidente. Pero la democracia se construye con partidos políticos, no con expertos. Y la política se hace en el Parlamento, no en un reservado. Y si no se hace política, si no hay pacto social, pasa lo que pasa. Como observa el profesor Xaquín Álvarez Corbacho, catedrático de la Universidade da Coruña, el trasvase de dinero desde los asalariados hacia las oligarquías financieras, vía presupuesto público, es incesante, creciente y obsceno. Los costes de la deuda estatal suman unos 40.000 millones, a los que deben añadirse otros miles de millones que también registran las Administraciones autonómicas y locales. Corbacho lo explica de manera que se entiende bien: para concentrar tanto dinero en un solo concepto presupuestario (intereses y comisiones de la deuda) hay que subir impuestos, reducir gastos y utilizar múltiples eufemismos para confundir esa dolorosa sobreimposición que soportan los salarios. @J_L_Gomez
Hay 3 Comentarios
¿Qué casa? ¿No será un palacio lo que quiere construir? Eso sí, uno privado, sólo para dirigentes del PP. Y para eso necesitan dinero, mucho dinero, todo el que puedan estafar, ya sea con sobresueldo o con expertos. El único consuelo es que tanta estafa deja rastros pringosos en sus manos corruptas. http://relatosmudos.blogspot.com.es/2013/04/tomato-soup.html
Publicado por: RitaRelata | 14/06/2013 13:41:13
El asunto es sencillo... que los asalariados paguen la mitad de sus salarios al fisco, y que los ricos queden libres de impuestos y, además, que reciban de la hacienda publica ayuda financiera para llenar sus bolsillos. Es la forma mas sencilla de legalizar el bandidaje con disfraz democrático, ya que es legal (al ser leyes creadas por los políticos al servicio de los ricos).
Publicado por: RAMÓN | 12/06/2013 16:16:54
Estoy de acuerdo, las decisiones de subir o bajar impuestos, cuales tocar y cuales no, son decisiones políticas, no académicas, los llamados expertos podrán informar las cuestiones técnicas pero nada más.
Pero esto no hay quien lo entienda, el PP sube impuestos contra su discurso habitual cuando estaba en la oposición y los economistas que entonces defendían la subida de impuestos ahora se quejan de los efectos de la subida de impuestos.
Publicado por: alreves | 11/06/2013 22:33:18