A vueltas con España

Sobre el blog

Este blog tiene por objeto el análisis económico y político, combinado con la aportación de claves informativas de la realidad española. Su autor es un convencido de esa máxima que dice que periodismo es todo aquello que los poderosos no quieren que se sepa y que lo demás es propaganda. En este oficio de contar las cosas, el modo de hacer periodismo puede cambiar pero su esencia siempre es la misma.

Sobre el autor

José Luis Gómez

, gallego de Brión (A Coruña), es columnista de El País y OTR/Europa Press, así como colaborador de TVG, Radio Galega y La Región. Es editor de Mundiario. Fue director de La Voz de Galicia, Capital y Xornal de Galicia, cuya versión digital fundó en 1999. También fue director editorial del Grupo Zeta. Es autor y coordinador de varios libros de economía, entre ellos 'Cómo salir de esta'.

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Recomendamos

Si la economía es lo que va mejor...

Por: | 31 de diciembre de 2013

 

Consejo_Ministros españa

De la gravedad de la situación de España puede dar idea que su presidente se aferre a la economía, estando como está, para lanzar un mensaje triunfalista. Pero está todo tan mal –la corrupción, las tensiones territoriales, la pérdida de derechos conquistados en la democracia…- que hasta es posible que Mariano Rajoy tenga algo de razón; máxime si se contenta con que las cosas no vayan a peor en materia de empleo y/o de crecimiento.

En números redondos, España produce lo mismo que cinco años antes pero ha destruido tres millones de empleos y tiene que sostener a dos millones más de personas. A diferencia de España, otros países ya recuperaron lo perdido en la recesión. ¿Qué le impide a España seguir el ritmo de recuperación de países como Alemania o EE UU? Entre otras cosas, la caída de los ingresos públicos, la falta de competitividad y su elevada deuda, sobre todo la privada, que se multiplicó por tres en la década del 2000.

Lógicamente, detrás de esos indicadores macroeconómicos hay miles de historias trágicas de personas atrapadas por el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera. Ha aumentado la desigualdad y nada hace prever una recuperación inmediata, si por salir de la crisis se entiende reducir el paro y acotar la pobreza al mínimo posible.

¿Entonces Rajoy se equivoca o vuelve a mentir? Más bien, exagera. El presidente parte de que el año 2012 fue el de los ajustes, el 2013 el de las reformas y el 2014 será el de la recuperación gracias, precisamente, a esos ajustes y esas reformas que hizo su gobierno. No es un cronista objetivo, sino una parte del problema.

¿Quiere eso decir que va todo mal? Tampoco. La recesión, al menos de momento, ha quedado atrás, el rescate bancario se puede dar por terminado -¡ojalá!- y las exportaciones están en aumento, en parte como consecuencia de la devaluación salarial. Pero siendo todo ello positivo, es insuficiente, por lo que Rajoy tira por elevación, en busca de grandes titulares en sus medios afines.

El presidente del Gobierno no solo trata de ponerse en valor y de lanzar un mensaje optimista. Lo que hace es preparar más bien un discurso electoral, consciente de que se le vienen encima las elecciones europeas y municipales. Precisa no perder demasiados votos.

¿Lo conseguirá con una gestión tan pobre? Las encuestas, de momento, colocan al PP por delante, señal de que no es un objetivo imposible. Parece evidente que el PSOE de Rubalcaba no arranca y eso es fundamental para Rajoy, atrapado en la herencia recibida, en sus errores y en los líos en los que se ha metido él mismo. A veces, como en el caso del aborto, sin necesidad.

Rajoy puede defenderse con el escudo de la inversión extranjera que empieza a acompañarle, viendo que España se ha puesto barata, o jugar incluso con la famosa prima de riesgo –cada vez en niveles más razonables para lo que es la economía española-, pero hace falta más. Sin crecimiento no se creará empleo, ni aumentarán los ingresos públicos. Y el ahorro en el pago de intereses se difumina con el aumento desbocado de la deuda. No perdamos de vista que España, que no gana para intereses, emitirá en 2014 más deuda pública que Alemania, lo que nos puede dar idea de las cifras en las que se mueve, impropias de su dimensión. Cómo salir de esta requiere, por tanto, nuevas políticas económicas y sociales, capaces de poner al país a trabajar más y mejor. @J_L_Gomez

 

Hacienda se convierte en un problema grave

Por: | 12 de diciembre de 2013

Cristóbal Montoro

Cristóbal Montoro, en la sesión de control del 11 de diciembre. / F. Alvarado (Efe, en El País)

Menos cumplir su misión, que es recaudar, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, hace de todo, sin que haga nada bien. Hacienda también es un problema para el país. Estos días, Montoro ha vuelto a difamar y coaccionar a los medios críticos con su gestión. En síntesis, les atribuye informaciones falsas porque tienen grandes deudas con Hacienda. Como guinda, indica que directivos de esos medios van a su despacho a hablar de ello. No da nombres, pero el daño está hecho.

"Si alguien le pisa un callo a Cristóbal, este le apunta con el dedo acusador que señala a los evasores fiscales. Las víctimas fueron primero los cineastas. Luego los de Izquierda Unida. Ahora, anónimos medios de comunicación. Seguro que Cristóbal toca de oído, porque si supiera lo que dice por apellidarse Montoro, ser ministro de Hacienda y leer indebidamente expedientes, estaría prevaricando", advierte el columnista del diario El País Xavier Vidal-Folch.

A este paso, en España ni siquiera la Agencia Tributaria se salva de la corrupción. La pieza clave del Estado para combatir el fraude fiscal, que durante años tuvo un comportamiento digno, se mete ahora en el campo embarrado de la corrupción generalizada. Desolador e indignante.

Un país con un grave problema fiscal

Hablemos claro. España es un país que está hasta arriba de dinero negro, lo que merma la recaudación del Estado, sin que éste haga mucho evitarlo. Como ya hemos visto en verano, la economía sumergida alcanzaría el 21% del Producto Interior Bruto, según el miembro del Consello de Contas de Galicia Xesús Palmou, e incluso podría ser superior si le hacemos caso al Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, que lo eleva al 23%. En el mejor de los supuestos, supone un montante que supera los 210.000 millones de euros; es decir miles y miles de millones que se mueven, por tanto, al margen de la fiscalidad y que le cuestan a cada español que paga impuestos unos 1.900 euros al año. Dicho de otro modo, muchos de los recortes que se han hecho en educación o sanidad no habrían sido necesarios si el Estado se ocupase de recaudar todo lo que debe ingresar.

Pues bien, hoy toca hablar más claro todavía: ni siquiera Hacienda está ya al margen de la corrupción en España, si por ello también entendemos la limpieza ‘étnica’ que convierte a las víctimas de la Agencia Tributaria en verdugos. Tremendo.

De entrada, todo parece indicar que hay altos cargos que han presionado al cuerpo profesional de inspección para anular o aparcar una sanción a la multinacional cementera Cemex. Lo que le faltaba al país: la larga mano de los políticos corruptos metiendo mano en la Agencia Tributaria para que una empresa que simulaba pérdidas ficticias no pagase todos los impuestos que debía. La sanción recurrida era de hasta 450 millones de euros. Por lo demás, de Hacienda y de Nóos –léase la princesa Cristina y Urdangarin-, mejor ni hablar.

¿Resultado? El anterior director de Inspección de la Agencia Tributaria, Luis Jones –número tres de la Agencia-, está en la calle, una vez que fueron a por la inspectora del llamado ‘caso Cemex’. A Montoro, que es el máximo responsable político de todo este lío, no se le ocurre mejor cosa que rajar contra la prensa y acusar a los directores de Hacienda dimitidos de ser socialistas. ¡Menuda provocación, ministro!

Situación alarmante por el nivel de corrupción

La situación de la corrupción en la España de Rajoy es alarmante, como subrayan todas las encuestas, hasta el punto de situar el problema como el segundo más grave, tras el desempleo, pero esto de llevarse por delante el prestigio y la independencia de la Agencia Tributaria supone una ampliación de la quiebra del sistema. Quienes actúan así, no sólo están defendiendo intereses espurios, sino que parecen querer fomentar la insumisión fiscal.

Sólo cabe pensar que el Congreso aclare y depure la situación, y ojalá que esta vez no esté mezclado en semejante escándalo el principal partido de la Oposición. Y no tanto por defender su dañada honorabilidad, sino porque si el partido de Rubalcaba se calla no nos enteraremos de nada. Como en tantas otras cosas en las que el PSOE cacarea, pero no utiliza todos los resortes de la Oposición.

En Venezuela, que fue una democracia de cierta calidad en los años setenta, la corrupción se apoderó de los dos grandes partidos –COPEI y Acción Democrática-, cuya demolición dio paso a la llegada del populista Hugo Chávez. Tal vez España, por pertenecer a la Unión Europea, no llegue a semejante extremo, pero ya no anda lejos de que el caldo de cultivo sea el mismo. Algunos que tanto homenaje rinden a Nelson Mandela, después hacen justo lo contrario de quien acabó con el régimen racista del 'apartheid'. @J_L_Gomez

 

 

La banca sigue en el punto de mira

Por: | 04 de diciembre de 2013

Joaquín Almunia

El vicepresidente y comisario de Competencia, Joaquín Almunia. / Efe

La gran banca ha sido objeto de una multa récord de la UE por manipular el euríbor, hasta el punto de que la Comisión Europea, el órgano ejecutivo comunitario, anunció sanciones por 1.700 millones de euros a seis grandes bancos, al tiempo que el comisario Joaquín Almunia se lamentaba de que "en este escándalo es impactante la colaboración entre bancos que deberían competir entre ellos". Podría añadir que también es impactante leer la carta del anterior presidente del BCE al presidente del Gobierno español en 2011, en clara defensa de los mercados financieros, los mismos donde operan grandes bancos que engañan a sus indefensos clientes.

En España y, en general, en Europa, se le da mil vueltas a la recuperación del crecimiento mediante la ingeniería financiera. Por eso mismo, aunque no se llegó al eurobono -Alemania no quiere compartir sus elevados costes-, se sigue enredando con imprimir más dinero, devaluar y crear inflación artificial. A veces incluso se le quiere hacer creer a la gente que en Estados Unidos van mejor porque hacen eso mismo desde la Reserva Federal. Y no es verdad. Por mucho que la Reserva Federal también haga sus juegos de manos, que es cierto que los hace, cada vez que ve subir el paro, la clave de fondo, como siempre, está en la sana competencia y en la economía productiva, y no en la financiera, que es una consecuencia o una necesidad, según se quiera ver. Y menos aún, por supuesto, si encima vemos que la economía financiera sigue estando corrupta, meciéndose en el engaño y la manipulación. Claro que tiene razón Joaquín Almunia cuando subraya que en los escándalos del líbor y del euríbor, no sólo escandaliza la manipulación de los índices de referencia, sino también la colaboración entre bancos que deberían competir entre ellos.

Estados Unidos crece porque tiene empresas líderes globales, menos endeudadas que las europeas –y no digamos que las españolas- y que son punteras en tecnología, no sólo en distribución o logística. Es decir, Estados Unidos tienen muchas Inditex que no venden minifaldas sino móviles y ordenadores que consume todo el planeta. Y, por si fuese poco, sus multinacionales han sabido encontrar mucho petróleo y mucho gas. En esa línea, en Europa se salva Alemania y poco más. Y Alemania es muy grande, está muy poblada, lidera la Unión Europea, fabrica Mercedes y BMWs que también se venden en todo el mundo, pero Alemania no es Estados Unidos. Para que lo fuese tendrá que convertir la Unión Europea en los Estados Unidos de Europa, y para eso parece que falta un poco todavía. 

Una banca incapaz de dar crédito

Entre tanto, la economía financiera española sigue gripada. Nadie lo quiere decir abiertamente pero la banca continúa teniendo problemas: el principal, que no cumple su papel de canalizar el crédito de manera adecuada, en beneficio del conjunto de la sociedad y no sólo de sus intereses. Y eso que fue la sociedad española la que con un gran esfuerzo ha contribuido a recapitalizarla, con miles y miles de euros para que no hiciese crack. No es una casualidad que Citi, por ejemplo, advierta estos días de que la banca española está cara en Bolsa.

¿Actúa así la banca por capricho o por fastidiar a empresas y familias? Tampoco es eso. La banca española sigue teniendo problemas de capitalización y los recursos que capta a bajo precio prefiere dedicarlos a comprar deuda pública bien remunerada, para no correr más riesgos. Por eso es tan urgente invertir la situación, de modo que los bancos aumenten el crédito a empresas y familias y lo reduzcan a la administración pública. En palabras del economista Daniel Lacalle en Mundiario, lo que hace falta es que la banca deje de ser un arma de absorción de deuda soberana y preste a la economía productiva.

De la delicada situación de la banca hay, por desgracia, más síntomas, empezando por sus resultados sin atípicos. Basta ver los números de los nueve primeros meses del año en Caixabank, la primera entidad financiera doméstica de España. Y como hay problemas, el ministro Luis de Guindos le da calmantes, sabedor de que el cáncer no se cura con aspirinas.

Más regalos para la banca

El último regalo del Estado a la banca son los llamados DTA, algo así como unos beneficios fiscales –léase ahorro de impuestos- a recuperar en el futuro, siempre y cuando haya pérdidas o provisiones del pasado. La broma es de 30.000 millones de euros, lo que prueba que cuando hablamos de la banca no nos andamos con chiquitas.

¿Y el próximo regalo? La pelea por el crédito fiscal de Novagalicia prueba las carencias de la gran banca española, que con el respaldo del árbitro -léase en este caso Banco de España- quiere deshacerse, como sea, de las aspiraciones de los fondos de inversión e incluso de Banesco, actual propietario del Banco Etcheverría, en su intento de poder comprar NCG Banco. Con el apoyo de sus 'amigos' de Cibeles, Caixabank, BBVA y Santander están moviendo Roma con Santiago. Y estando Luis de Guindos de por medio, ya sabemos lo que suele pasar... @J_L_Gomez

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