A vueltas con España

Sobre el blog

Este blog tiene por objeto el análisis económico y político, combinado con la aportación de claves informativas de la realidad española. Su autor es un convencido de esa máxima que dice que periodismo es todo aquello que los poderosos no quieren que se sepa y que lo demás es propaganda. En este oficio de contar las cosas, el modo de hacer periodismo puede cambiar pero su esencia siempre es la misma.

Sobre el autor

José Luis Gómez

, gallego de Brión (A Coruña), es columnista de El País y OTR/Europa Press, así como colaborador de TVG, Radio Galega y La Región. Es editor de Mundiario. Fue director de La Voz de Galicia, Capital y Xornal de Galicia, cuya versión digital fundó en 1999. También fue director editorial del Grupo Zeta. Es autor y coordinador de varios libros de economía, entre ellos 'Cómo salir de esta'.

Eskup

Madrid y Cataluña controlan la banca

Por: | 28 de octubre de 2013

Sede del Banco de España en la plaza Cibeles de Madrid
Fachada del Banco de España en la plaza Cibeles de Madrid. / Carlos Rosillo en El País.

La mano invisible acuñada por Adam Smith, popularizada gracias a su obra magna, La riqueza de las naciones (1776), no siempre lo es tanto, aunque lo parezca. Al menos la mano invisible del dinero que mueve los hilos de las altas finanzas en España, un país donde una buena parte de su territorio -¿incluida Galicia?- está en riesgo de exclusión financiera por la vía de los hechos, que no de las metáforas. Veamos.

Desde 2008 en España se lleva a cabo un acelerado proceso de concentración financiera con el pretexto de que las cajas de ahorros perdieron el rumbo. No se aplicó el mismo criterio a muchas instituciones del Estado, porque de haberlo hecho también habrían desaparecido. En casos así, ¿deben desaparecer solo los gestores de los fracasos o incluso las propias entidades? Es un dilema para el que no hubo lugar en las cajas de ahorros, cuyas bondades durante décadas fueron pulverizadas en medio del torbellino de la crisis financiera, para mayor gloria de la banca y de determinados territorios del país. Las cajas desaparecieron casi de un plumazo y los banqueros se frotaron las manos.

Una de las primeras consecuencias de este proceso es que el negocio financiero se ha centralizado en Madrid y Barcelona. Quedan algunas otras ciudades con entidades financieras de segundo nivel, pero solo dos cortan el bacalao. Tanto, que las comunidades de Madrid y Cataluña concentran a día de hoy el 45% de todo el crédito que se concede en España, cuando su peso en el PIB es muy inferior a ese porcentaje.

El que parte y reparte, se queda con la mejor parte

Madrid y Barcelona no sólo deciden que parte de la tarta financiera se quedan para sus empresas, instituciones y particulares –casi la mitad-, sino que tienen en su mano el control del 80% del sistema financiero del conjunto del país, al tiempo que concentran el 85% de las sedes de bancos en España. Para eso ha servido –también- la reforma financiera que dejó en 23 el número de bancos y cajas, partiendo de 102.

El cambio es de tal magnitud que sus consecuencias para el desarrollo armónico de España podrían ser impactantes incluso a corto plazo. La concentración de la mitad de todo el crédito en dos territorios, entre los que no está el más poblado (Andalucía), es de por sí un factor de riesgo para el equilibrio del país. Pero la realidad es que Madrid y Barcelona pasaron en cinco años del 40 al 80% del control del crédito y del 20 al 85% de la concentración de sedes de entidades financieras, al tiempo que el volumen de negocio financiero que se gestiona desde Madrid y Barcelona aumentó un 60%. Eso sí, para pagar el coste de la reforma contaron con todos los contribuyentes españoles.

Entre tanto, nueve comunidades autónomas ya no gestionan negocio financiero y en Galicia se gestiona un 30% menos de volumen, debido a las absorciones de Banco Gallego, bajo control del Banco Sabadell, y Banco Pastor, ahora convertido en una mera marca del Banco Popular.

¿Pueden empeorar todos estos ratios para la mayoría de España en beneficio de Madrid y Barcelona? Sí. Si Mariano Rajoy deja caer Novagalicia en manos de Caixabank, Santander o BBVA, aumentará todavía más la desigualdad financiera, hasta el punto de que en el caso de Galicia habría que hablar de marginación. Dicho con palabras llanas: si la sociedad gallega, que también paga el ‘festín’ financiero, no reacciona ante este atropello tal vez debería preguntarse si realmente existe como tal. @J_L_Gomez



¿Se acaban los ajustes y la devaluación salarial? No

Por: | 23 de octubre de 2013

Rubalcaba
Alfredo Pérez Rubalcaba dice que "para muchos españoles lo peor está por llegar".

Los mercados financieros suelen olfatear las crisis a tiempo y también las recuperaciones de la economía. La política y la banca también hablan el nuevo idioma de los mercados en España. “Les aseguro que España está ya saliendo de la crisis”, dijo el presidente Mariano Rajoy ante los líderes iberoamericanos. “España está en un momento magnífico”, destacó unos días antes el banquero Emilio Botín, presidente del Santander. Tanto, que España dirá “definitivamente adiós” a la crisis en 2014, según el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Hablar de recuperación en un país con una tasa de paro superior al 25% suena cuando menos a sarcasmo, también a insulto a la inteligencia, pero de alguna manera hay que llamarle a las cosas. Tal vez lo más apropiado sería decir que España ha tocado fondo y empieza su nueva casa por el techo: el de la Bolsa. Lo más importante para los ciudadanos no es que suba la Bolsa sino que bajen los intereses de la deuda pública, ya que de ese modo el Estado liberará recursos para poder invertir y las empresas podrán financiarse algo mejor. Algunos termómetros de los intereses ya marcan la misma temperatura que antes de la crisis.

¿Se acaba ahí la incipiente recuperación española? No. La devaluación salarial traducida en competitividad permite que aumenten las exportaciones y que la balanza por cuenta corriente recupere la sonrisa. Dentro hay más problemas, porque el mercado interno no responde -hay poco dinero y bajo consumo-, lo que lastra de momento el crecimiento y, por tanto, la creación de empleo neto. Puede que empiecen a verse nichos de mejoría en el empleo en algún sector, si bien para que haya empleo neto habrá que aguardar la llegada de crecimientos del PIB superiores al 2%, como admite el propio ministro de Economía, Luis de Guindos, en el fondo consciente de que falta modelo económico e inversión. Por decirlo al estilo del socialista Rubalcaba, “para muchos españoles lo peor está por llegar”.

Si Angela Merkel echa una mano y pone a andar su locomotora todo irá a mejor para los alemanes y para sus socios, entre ellos los españoles, cuyos dos grandes mercados son Francia y Alemania; es decir, el núcleo duro de la zona euro. A alta de eurobonos, al menos toca que avance la unión bancaria, de manera que vuelva el crédito, con balances más saneados en las entidades financieras. Y mejor que sea así, porque sin crédito no hay inversión, y sin inversión no hay empleo.

¿Acabarán entonces los ajustes y los recortes? ¿Dejarán de caer los salarios? No. Quedan ajustes pendientes porque los ingresos del Estado siguen siendo escasos, debido, sobre todo, a que las empresas apenas hacen ingresos al impuesto de Sociedades. Y, en cuanto a la devaluación salarial, ésta sigue su curso, porque ante la imposibilidad de devaluar la moneda para ganar en competitividad, la economía española tira de los salarios a la baja. Como en la canción de Fausto, aplicada en su día a Portugal, también en España "Uns vão bem e outros mal". @J_L_Gomez


¿Por qué renuncia el Gobierno a tener plusvalías en Novagalicia?

Por: | 11 de octubre de 2013

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Pena Beiroa, José Luis Gómez, Fran Espiñeira, Pérez Lema y Fernández Mallo, en el Club Financiero de A Coruña, ciudad donde tiene su sede Novagalicia Banco / Xurxo Lobato.

El Gobierno de España ha tramado una gran operación financiera con la privatización de Novagalicia Banco sin dar explicaciones. Miles de millones de euros de los contribuyentes están en el aire sin que el Ejecutivo de Mariano Rajoy aclare por qué quiere privatizar ahora Novagalicia Banco, renunciando a futuras plusvalías. Fue uno de los temas analizados en la mesa redonda sobre El futuro de NovaGalicia Banco, debate que pude compartir junto a los economistas José Antonio Pena Beiroa y Marcelino Fernández Mallo y el abogado Xoán Antón Pérez Lema, todos ellos colaboradores de Mundiario, moderados por el periodista Fran Espiñeira, delegado en A Coruña del diario La Voz de Galicia.

El asunto está en manos del ministro de Economía, Luis de Guindos, quien antes de serlo actuó de lobbista al servicio de la actual Bankia, hasta el punto de llegar a presionar al presidente del Gobierno de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, para que favoreciese la fusión de la antigua Caixa Galicia, diluida en Novagalicia, con la desaparecida Cajamadrid, ahora llamada Bankia, tras absorber a otras entidades de ahorro.

Sin embargo, Luis de Guindos no tuvo ética suficiente para apartarse de este caso, ni su presidente, Mariano Rajoy, se lo ha exigido por decoro. Curiosamente, tampoco los partidos de la Oposición, ni en Madrid ni en Galicia, han entrado a fondo en este misterioso asunto, con miles de millones de euros en juego.

En favor del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, está el hecho probado de que no se dejó presionar ni actuó como pretendía Luis de Guindos que lo hiciese. Feijóo se mantuvo en su posición faborable a la fusión de Caixanova y Caixa Galicia. 

No es la primera vez que Luis de Guindos actúa en la frontera de la ley. Según ha sabido Mundiario en medios financieros españoles y portugueses, cuando dejó de ser secretario de Estado en el Gobierno de Aznar, el ahora ministro prestó servicios a una compañía financiera antes de cumplir el plazo de incompatibilidad.

Advertencias al Gobierno de algún aspirante

¿Quiénes están detrás del pastel? Aspiran a hacerse con Novagalicia Banco los españoles Caixabank, BBVA y Santander y el fondo estadounidense Guggenheim, el único que garantiza la continuidad de la entidad con sede social en A Coruña.

Otros aspirantes cuentan con menos opciones y tal vez optan a la subasta para tener acceso a los datos de Novagalicia. Es el caso de Kutxabank o del Popular, cuya viabilidad está en entredicho tras absorber al ya desaparecido Banco Pastor.

Alguno de los aspirantes lanzó mensajes de advertencia al Gobierno de Rajoy sobre la conveniencia de privatizar cuanto antes Novagalicia Banco, una entidad en la que el Estado lleva metidos más de 9.000 millones de euros, cifra que equivale al presupuesto del Gobierno de Galicia en un año.

Para los intereses económicos y financieros de Galicia, del mismo modo que para los trabajadores de la entidad, la entrada de un fondo garantizaría al menos la existencia de Novagalicia Banco, que en otros supuestos de privatización podría desaparecer como tal, quedando como una mera marca comercial, como le pasa al Banco Pastor.

 


El Gobierno maneja medias verdades económicas

Por: | 02 de octubre de 2013

Mariano Rajoy, de visita en Japón.
Mariano Rajoy, de visita en Japón / Mundiario.

Dice el presidente Rajoy desde Japón: “Hoy se habla de cuán grande va a ser la recuperación”. Y tiene razón, pero todo está por concretar. Y no digamos en relación con el desempleo: el paro subió en 25.572 personas en el mejor septiembre en la crisis.

Hay una serie de mensajes que está lanzando el Gobierno que o bien son poco creíbles, como aventurar un crecimiento del 0,7% en 2014, o bien encierran medias verdades. Se supone que el equipo de Mariano Rajoy lo hace con buena intención, con el propósito de animar un poco a la gente, y también con interés partidario, para recuperar la imagen del único partido que apoya al Ejecutivo.

Vayamos por partes. Si el Gobierno aventura un crecimiento tan 'alto' esta vez es para poder hacer los presupuestos, ya que si rebaja la previsión tendría menos ingresos y se le dispararía el déficit público, que incluso así sigue estando en el 5,8% del PIB, es decir, que a Rajoy le faltan 60.000 millones de euros, cifra que supera la recaudación anual del IVA.

Ya hemos visto qué significa en este difícil contexto hablar de crecimiento, presupuestos y déficit. También son importantes otras dos palabras 'económicas' que el Gobierno reitera de manera insistente: productividad y competitividad. “La estabilidad de la inflación es imprescindible para recuperar competitividad”, dijo la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, también vicepresidenta de la Comisión de Asuntos Económicos. "Sí, pero conseguida a través de la mejora de la productividad 'buena' (con inversión, no con despidos)", replicó en Twitter el popular economista Santiago Niño Becerra, que remató su argumento de manera demoledora: no productividad obtenida a partir del empobrecimiento de la población. "¿O en el fondo tanto da?", se preguntó.

En un país en el que la reforma laboral aplicada a la crisis sólo ha servido para rebajar los sueldos, como algunos aventuramos, siendo conocedores de la agenda alemana para España, la productividad ha crecido por la destrucción de empleo, pero no por haber elevado el valor añadido. Es decir, la productividad por asalariado tiene sentido en la medida en que el valor añadido sea positivo, teniendo en cuenta que la forma más simple de calcularla es establecer la productividad del empleo, tomando el PIB, en términos reales, dividido por el total de horas trabajadas.

Lógicamente, el incremento de la productividad impulsa el crecimiento de la economía, en la medida en que también se hace más competitiva, pero sólo podemos hablar de productividad 'buena' cuando aumentamos la producción; no cuando disminuimos el número de efectivos. Algo parecido sucede con ciertos mensajes que llegan sobre la reducción de la tasa de paro, que poco valor tiene si viene por el lado de la caída de la población activa. @J_L_Gomez


La devaluación interna culminará con las pensiones

Por: | 16 de septiembre de 2013

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María Fátima Báñez García, ministra de Empleo y Seguridad Social. 

La detallada agenda europea para España, inspirada por Alemania, se está cumpliendo en casi todo lo que duele —reforma laboral, control del déficit, ajuste financiero, subida de impuestos, rebaja de las pensiones…— y en casi nada de lo que podría ser un alivio. El ajuste recae en los más débiles, que están en el paro y no siempre con cobertura, y en la clase media, asomada a una caída generalizada de ingresos netos, tanto por la subida del IVA y del impuesto de la renta como por las rebajas salariales que siguen llegando, como la lluvia fina, fruto de la reforma laboral y de la propia crisis. Las rentas de capital y la clase política tienen menos motivos de queja.

Todo eso es lo que explica que las grandes líneas de actuación del Gobierno contra la crisis comprendan la llamada consolidación fiscal —léase ajuste—, una costosa recapitalización bancaria que pagan los contribuyentes y una cierta ganancia en competitividad ligada a una mano de obra más barata. De la segunda parte de su programa —lucha contra el desempleo con más crecimiento y modernización de la Administración— ya se sabe menos, porque está lejos de dar resultados.

¿Conclusión? España está maniatada por impuestos más altos y salarios más bajos con elevado desempleo. Y así será todavía durante un tiempo, tal vez varios años, ya que el país da de sí lo que da de sí, que es poco, y Europa no parece predispuesta a ser generosa. De hecho, la crisis que sacude a países como España es un asunto secundario en la campaña electoral de Alemania, lo cual no hace concebir muchas esperanzas de cambio en la política europea que define Berlín.

A pesar de ciertos retoques, las pensiones han estado prácticamente a salvo de la crisis, pero también ha llegado su hora. A medida que la economía vuelva a crecer, aunque sea poco, Rajoy tendrá más margen de actuación para ‘tocar’ las pensiones, que en esta primera fase de la crisis han actuado como amortiguador social: los abuelos se convirtieron en el principal instrumento de ayuda de hijos y nietos a quienes la crisis llevó al borde de la exclusión social.

Todo tiene su calendario y los estrategas de la agenda alemana para España ven ya con ‘satisfacción’ los resultados de la política encomendada a Rajoy. Faltan cosas por hacer, otras no han salido tan redondas como se esperaba pero en general han ‘avanzado’. Si ahora culminan el ajuste de las pensiones, la devaluación interna no solo será un episodio pasajero, sino que quedará enraizado.

La aplicación de la doble fórmula de ajuste que propone el Gobierno supondrá una devaluación de las pensiones de entre el 15% y el 28% en 15 años, según el sindicato CC OO, el primero que le ha puesto cifras al plan de reforma. Rajoy trata de combinar el ajuste con un discurso de paños calientes pero sabe que al tirar de la manta se le verán los pies. ¿Más, menos? Eso ya se verá. Tal vez CC OO exagera en su táctica de oposición a la reforma, pero ya nada volverá a ser igual. Las pensiones serán devaluadas y perderán poder adquisitivo con el pretexto de asegurar su existencia. En la decisión no sólo influyen factores demográficos, ligados a una mayor esperanza de vida de los jubilados, sino también presupuestarios. La Seguridad Social se financia principalmente con las cuotas de quienes tienen trabajo, por lo que mientras España no recupere el empleo la tormenta sobre los pensionistas puede causar estragos. @J_L_Gomez

Ni todo va mal ni nada va del todo bien

Por: | 03 de septiembre de 2013

Mariano Rajoy, en el Congreso.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Congreso.

El Gobierno de España está dándole mucha relevancia a que es la primera vez que el paro cae en agosto desde el año 2000. En cambio, ya no destaca tanto que la afiliación a la Seguridad Social retrocede en 99.069 personas. En las grandes cuentas de la economía española, muy mermadas por la crisis desde 2008, empiezan a verse algunos datos positivos cinco años después, pero tampoco los suficientes como para extraer grandes conclusiones. Los esfuerzos de los planes puestos en marcha no son proporcionales a los resultados, claramente insuficientes a día de hoy.

¿Qué sigue yendo mal y qué no va tan mal? Va mal el crecimiento, de ahí que no se cree empleo –el principal problema de España-; van mal las cuentas del Estado, debido a sus bajos ingresos, a pesar de las subidas de impuestos, y no va tan mal la balanza de pagos, lo cual es importante, ya que comprende los saldos por mercancías, servicios y transferencias; es decir, nos resume cómo está el país, que ya no va a peor. Si descontásemos los saldos financieros, consecuencia del todavía elevado endeudamiento público y privado, España no estaría tan hundida.

¿Por qué va mal la contabilidad del Estado? Por muchas razones, pero sobre todo por una: ingresa poco. Tan poco, que cerró los siete primeros meses del año con un déficit de 45.133 millones de euros, el 4,38% del PIB; es decir, más de lo que tenía autorizado por Bruselas para todo el año. En contra de lo que pudiera parecer viendo los ajustes, el Estado, lejos de gastar menos, gasta más, lo cual no sería un problema grave si ingresara también mucho más, pero eso no es exactamente así. El aumento de los ingresos, debido en buena medida a la subida de los tipos impositivos, no compensa las desviaciones de los gastos.

La clave, el impuesto de sociedades

A riesgo de simplificar el análisis, porque todo es mucho más complejo, no es tampoco una boutade asegurar que el verdadero problema de España sigue estando donde siempre estuvo desde el comienzo de la crisis: en el impuesto de sociedades. La falta de actividad condena a las empresas a perder dinero o a ganar muy poco, con lo cual pagan pocos impuestos y el Estado se queda solo con tres grandes impuestos (IRPF, IVA y especiales), en vez de cuatro (sumando sociedades), como debe ser. Dicho todo eso, es verdad también que faltan por hacerse ajustes contables de los que se derivará una foto mejor. Vemos, pues, que los dos problemas –el paro y el déficit- están en el mismo sitio: en la insuficiente actividad empresarial, señal evidente de que hay que incentivar la economía. ¿Entonces va todo mal? Tampoco. Hay cosas que no. Si no fuera por los gastos financieros, España tendría una balanza de pagos aseada.

Debido al aumento de las exportaciones y al aumento del turismo internacional, el país ya puede hacer frente a sus pagos al exterior, y eso tiene mucho valor. Prueba que España recupera competitividad. La pena es que lo hace rebajando los salarios y no elevando la calidad de sus producciones. En Alemania consiguen resultados así y a menudo mejores pero gracias a vender productos con mucho valor añadido, no porque les bajen el sueldo a sus trabajadores. Claro que Alemania exporta Mercedes y BMWs, y España, no. Este mensaje tiene su importancia, ya que si España quiere ser realmente un país rico debe cambiar y mejorar su modelo productivo. Todo lo demás puede maquillar las cifras pero, a la larga, no se traducirá en bienestar. Y como los Mercedes ya los hacen los alemanes, habrá que pensar en algo similar, pero no en el modelo chino, que consiste en vender manufacturas baratas hechas con bajos salarios.  @J_L_Gomez


¿Afectará la muerte de Rosalía Mera al futuro accionarial de Inditex?

Por: | 16 de agosto de 2013

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Rosalía Mera, retratada por Xurxo Lobato para EL PAÍS.

El grupo Inditex, líder de la moda en el mundo, está controlado a día de hoy por el empresario Amancio Ortega, que fue su fundador junto a Rosalía Mera. Lo que suceda en el futuro se da por hecho en algunos círculos económicos y en algunos medios informativos -léase que su hija Marta, la más joven, será la heredera-, pero no parece fácil simplificar tanto una sucesión tan compleja, por muchas mejoras testamentarias que estén previstas, que lo están.

En A Coruña hay una notaría que, de hecho, lleva años dándole vueltas al controvertido asunto y parece que no ha terminado. Pero que los papeles no estén listos no quiere decir que Marta Ortega no sea la favorita para ser la heredera de la inmensa fortuna de su padre, hoy por hoy el tercer hombre más rico del planeta. Es evidente que su segunda mujer, Flora Pérez Marcote, y su hija más joven tienen mucho a su favor para ser herederos fundamentales.

Sandra, ¿la nueva mujer más rica de España?

¿Por qué caben los matices? De entrada, Sandra y Marcos Ortega, los dos hijos de Rosalía Mera, pueden no ser ambiciosos pero sí tener derechos, por lo que en buena lógica están llamados a jugar un papel decisivo en el futuro accionarial de Inditex, salvo que medien decisiones muy arbitrarias por parte de Amancio Ortega, que tiene una tercera hija -Marta- con su mujer actual.

Sandra y Marcos son hijos de Amancio Ortega, al igual que Marta, y a eso añaden que ellos herederán la fortuna de su madre ahora fallecida, compuesta, entre otras muchas cosas, por casi un 7% de las acciones de Inditex. En otras palabras, la discreta Sandra Ortega -estrechamente ligada a su hermano Marcos, que sufre desde niño una discapacidad derivada de una parálisis cerebral profunda- podría ser pronto la mujer más rica de España y una accionista de referencia en Inditex, incluso sin saberse qué parte de la herencia de su padre llegará a administrar el día de mañana.

Entre tanto, el hombre más rico de España sigue decantándose dentro de Inditex por la rama familiar de su segunda mujer, Flora Pérez Marcote, a cuyos hermanos también tiene bien situados, en parte por méritos propios. Mientras, toman distancia otros que han ido acompañando en el camino a Ortega, si es que ya no están fuera de la compañía, como José María Castellano o Juan Carlos Rodríguez Cebrián, dos auténticos pesos pesados de los años de lanzamiento y consolidación del grupo textil que ahora preside Pablo Isla.

La fortuna de Rosalía Mera

"Es tremendo que el dinero haga a la gente importante". Me lo dijo Rosalía Merauna tarde de primavera, hace ahora siete años, en medio de una larga conversación que dio pie a la que probablemente es la entrevista más a fondo que ha concedido esta gran mujer a quien (casi) todos los medios llaman 'la exmujer de Amancio Ortega' o 'la mujer más rica de España'. Y lo es, pero esta nueva Rosalía de Galicia, hasta ayer llena de vida, hiperactiva, soñadora y apasionada, no es que fuese la mujer más rica de España por haber sido la esposa de Amancio Ortega, sino porque ella era una de las artífices del imperio Inditex, una empresa que como ella misma decía "trasciende a nuestra generación", porque "se trata de un proyecto potente y dinámico que ya solo es posible con muchas personas que pasaron, pasan y pasarán".

Dicho en palabras llanas, Rosalía Mera atesoraba una gran fortuna -valorada ahora en 4.700 millones de euros- porque se lo había ganado a pulso, trabajando al lado de Amancio Ortega, con quien estuvo casada durante veinte años. Pero también era consciente de que la percepción social e incluso mediática le restaba méritos propios, sin que eso alterase su peculiar sentido del humor, a menudo cargado de ironía mezclada con aparente ingenuidad y una mirada inolvidable. Otra frase suya de aquella entrevista para la revista Capital resume bien lo que quería decir y cualquiera puede entender a la primera: "Si no se hubiera roto nuestro matrimonio, yo sería la mujer de..."

¿Pudo haberse ido con más dinero de Inditex?

Rosalía Mera fue pobre porque nació pobre en un modesto barrio de A Coruña, se liberó de la pobreza trabajando, se hizo rica como empresaria al lado de Amancio Ortega y, una vez por su cuenta, multiplicó su hacienda como inversora, hasta consolidarse como la mujer más rica de España y una de las más adineradas e influyentes del mundo. También tuvo tiempo para ser madre de dos hijos cuyo papel podría ser clave en el futuro accionarial de Inditex y, una vez separada, se dedicó a estudiar la carrera de maestra. Si se fue o no de Inditex con todo lo que le correspondía es agua que ya no mueve molino, pero que no por ello queda fuera del debate periodístico que suscita Mundiario, del mismo modo que otros puntos esbozados en esta crónica.

Fue sin duda la empresaria de lo políticamente incorrecto, ya fuese para plantarle literalmente cara al expresidente Aznar envuelta ante sus ojos en la bandera de Nunca Máis, en los tiempos del Prestige, o para advertirle al ministro Gallardón de que no tiene sentido limitar el derecho de la mujer al aborto. Pero no solo los políticos de la derecha han estado en su punto de mira crítico, como bien supo el socialista gallego Emilio Pérez Touriño cuando fue presidente de la Xunta. "Los partidos políticos -solía decir Rosalía- no tienen tanta fuerza como ellos creen. Los países los hacen los ciudadanos, la sociedad civil".

Nietos en el colegio público

No es casual que sus nietos -los hijos de Sandra- vayan al colegio público de Oleiros, un municipio residencial que se confunde al paso con A Coruña, ni tampoco que haya apostado por diversos proyectos sociales o por ser accionista de referencia de una empresa como Zeltia: "Si perdemos con nuestra inversión en Zeltia, bien perdido está. Y si ganamos, lo hacemos doblemente".

Tal vez se sentía especialmente segura de sí misma porque Rosalía siempre había sido una mujer ganadora -"el secreto del éxito de Zara fue la tenacidad, la constancia, el esfuerzo y la inteligencia. Y quizá un poquito de suerte", resumía- , de modo que cuando alguna vez le vinieron mal dadas decidió sonreir y reenamorarse de la vida a su manera. "La Fundación Paideia es una manera de volver a empezar, que es como enamorarse de nuevo, esta vez de una idea". Palabra de Rosalía@J_L_Gomez


La muerte de Rosalía Mera causa pesar y abre incógnitas para Inditex

Por: | 15 de agosto de 2013

Capital Junio2006
Portada de la revista Capital de junio de 2006.

Un ictus se ha llevado por delante a Rosalía Mera (A Coruña, 1944), cofundadora de Zara e Inditex. La noticia resulta escalofriante. Desde que trascendió su accidente cerebrovascular, los partes médicos dejaron poco margen para recuperar el optimismo. Muy luchadora, esta mujer que ahora era la más rica de España, de pequeña tuvo que dejar la escuela para trabajar de costurera en La Maja, una tienda donde conocería precisamente a su ex marido, Amancio Ortega, con el que estuvo 20 años de su vida.

Ya casada, abrieron juntos, en 1975, la primera tienda de Zara en A Coruña. Tras separarse -“si no se hubiera roto nuestro matrimonio, yo sería la mujer de…”, reconoció- , en 1986 se puso a estudiar Magisterio y se enamoró de su fundación, la Paideia, que nació aquel mismo año. Su 7% de Inditex y el 5% de Zeltia constituyen sus principales inversiones, cuyo total alcanza ahora los 4.600 millones de euros, según la revista Forbes.

En las antípodas de ser una millonaria ociosa -“es tremendo que el dinero haga a la gente importante”, me dijo en una entrevista para la revista Capital-, la mujer que lleva el mismo nombre que la gran poetisa de Galicia es conocida –y reconocida- por su ideología progresista –sus nietos van a la escuela pública- y sus proyectos sociales, a los que no fue ajena, hace ahora casi diez años, la lucha contra los efectos del Prestige, el petrolero que en 2002 protagonizó la mayor tragedia medioambiental de Galicia.

En Inditex, Rosalía es la segunda mayor accionista pero ya no estaba en el consejo. Su papel societario no solo era relevante por ella misma: es la madre de los dos primeros hijos de Amancio Ortega -Sandra y Marcos-, a quienes estaba muy unida. Juntos tendrán un papel decisivo en el futuro accionarial del primer grupo de moda del mundo. @J_L_Gomez


Rosalía Mera
Rosalía Mera, con el autor de este blog, el periodista José Luis Gómez / Xurxo Lobato.

Rosalía Mera tuvo que ser ingresada en un hospital de Menorca en estado grave. Es la mujer más rica de España, según la revista Forbes, que le atribuye sobre 4.600 millones de euros. También es la exesposa de Amancio Ortega, que a su vez es el hombre más rico del país, gracias a quedarse con la mayoría de Inditex. Son sus perfiles más conocidos -"si no se hubiera roto nuestro matrimonio, yo sería la mujer de...", reconoce-, pero no son por ello los contornos que mejor definen a esta mujer hecha a sí misma, con una tremenda capacidad de sacrificio como trabajadora, como empresaria, como estudiante tardía y como madre de dos hijos, uno de ellos con una discapacidad congénita.

Rosalía Mera Goyenechea no es una millonaria ociosa -"es tremendo que el dinero haga a la gente importante", me dijo un día en una larga entrevista para la revista Capital-, sino una mujer comprometida con proyectos sociales, que ha sabido mantener y reforzar su ideología progresista con el paso del tiempo y la llegada del dinero a raudales. Tiene sus contradicciones, como todo el mundo, pero sus nietos van a la escuela pública y es un ejemplo de persona millonaria comprometida socialmente, lejos del perfil de su exmarido, con quien le unen dos hijos -Sandra y Marcos- que, junto a su madre, están llamados a jugar un papel decisivo en el futuro accionarial de Inditex, salvo que medien decisiones arbitrarias.

La primera tienda de Zara abrió en 1975 en A Coruña, ciudad en la que iniciaron su actividad Mera y su expareja, y en la que ahora se ubican los servicios centrales de una gran compañía multinacional de la que ella es accionista minoritaria. Sus tiendas, instaladas siempre en emplazamientos privilegiados, están presentes en más de 400 ciudades de Europa, América, Asia y África en las que trabajan unas 100.000 personas, pero fue ella quien dio las primeras puntadas a ese gran proyecto que hoy es Inditex. Curiosamente, durante años, ambos se dejaron ver en sociedad a muy pocos metros el uno del otro, pero en mundos muy distintos: Ortega, en sus interminables desayunos con sus amigos en el Club Financiero, que se mantienen, y Rosalía, en Os Belés, una popular taberna con memoria histórica del barrio de Monelos, que últimamente frecuenta menos.

En A Coruña también está la sede de la Fundación Paideia, desde donde activó una organización sin ánimo de lucro dedicada a favorecer la integración social de las personas discapacitadas que, con el paso del tiempo, fue ensanchando su campo de actuación. "La Fundación Paideia es una manera de volver a empezar, que es como enamorarse de nuevo, esta vez de una idea", explica la propia Rosalía, en un mensaje cargado de intencionalidad. Su compromiso social llegó a la reivindicación política y su papel ya quedará para la historia en la lucha contra la catástrofe del petrolero Prestige o en su apoyo a las movilizaciones del 15-M. Se ve que supo dar las primeras puntadas a Zara, hacerse millonaria y que, al igual que las grandes fortunas estadounidenses, también aprendió a hilvanar ambiciosos proyectos sociales. Ella es de las que tienen presente que, como decía Freud, lo que se desea, se cumple. En su caso nació pobre y se hizo Cenicienta. Es también una mujer decidida y una millonaria con estilo social. Toda una mujer, sin duda. @J_L_Gomez

 

La importancia del superávit por cuenta corriente

Por: | 06 de agosto de 2013

El presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy.

El presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy.

La parte económica del discurso de Rajoy en el debate sobre el ‘caso Bárcenas’ pasó inadvertida, como era de suponer, pero no por ello deja de tener su valor. El presidente no convenció a casi nadie y tal vez malgastó la ocasión desde el punto de vista económico. Si bien es difícil dejar a un lado la crisis política, si ahora llegase un nuevo presidente –o presidenta- y se normalizase el debate, la verdad es que hay cosas importantes de las que hablar en clave económica.

La principal es el saldo por cuenta corriente, resultado de la balanza de pagos, que es la que registra todas las transacciones monetarias producidas entre España y el resto del mundo. De hecho, algo dijo Rajoy, pero ni lo explicó ni nadie reparó en ello con la que estaba cayendo. ¿Por qué es tan importante? Entre otras cosas, porque la economía española está empezando a ser capaz de financiarse, lo cual marcará un antes y un después en esta crisis en cuanto todo se confirme. Es más, probablemente ya es el momento de comenzar a invertir en España, como están haciendo algunos fondos internacionales de manera selectiva.

Superávit por cuenta corriente

¿Qué les atrae? Sin duda, este dato: la economía española registró un superávit por cuenta corriente de 2.400 millones de euros en mayo, frente al déficit de 625 millones del mismo mes de 2012, y después de haber registrado déficit en abril.

Digamos que ya no sale tanto dinero de España como meses atrás –hay más confianza en el país- y que a esa menor fuga de capitales se añade una economía más competitiva, en parte debido a la devaluación salarial y a la contención de los precios. En resumidas cuentas, España fue capaz de financiarse en los cinco primeros meses de este año, algo que no sucedía desde 1997. España exporta más e importa menos, vienen más turistas  y todo esto, si se consolida, puede hacer que las cosas vayan mejorando, poco a poco.

Seis millones de parados

Lo dijo Rajoy. La situación de la economía española no es buena porque, a pesar de las mejoras de los últimos meses, hay casi seis millones de parados, pero el presidente tiene razón en que  aunque la economía española no esté bien, va mejor. ¿Es una desgracia que su precaria situación política contamine ahora esta tendencia? Sí y no. Sí, porque todo iría mejor si el Gobierno gobernase en vez de andar apagando fuegos en su partido. Y no, porque a pesar de Rajoy, el país puede salir adelante. Son las paradojas de la política y de la economía, que siempre están unidas pero no siempre se condicionan. Por esa misma razón también podría asegurarse que si Rajoy tuviese que irse a Santa Pola tampoco sucedería nada. España, por fortuna, es algo más que todo eso. Como él mismo constató, “no podemos considerar esto como un triunfo, pero sí como un indicador de que el viento en la economía española está cambiando”.

Hay otra frase del presidente del Gobierno, dirigida a la Oposición, para que no le cuestione, que tal vez sin pretenderlo bien podría aplicársela a sí mismo: “Lograr este punto de confianza exterior nos ha costado mucho. Es el fruto del esfuerzo del conjunto de la sociedad española, de mucho sacrificio, y no podemos dilapidarlo por la gestión irresponsable de determinadas actuaciones políticas”.

Puede ser cierto que España haya tocado fondo pero no que se recupere. ¿Por qué? Son muchos los problemas todavía, pero dicho en pocas palabras: el ajuste presupuestario no funciona, la banca tampoco y así es difícil crecer y crear empleo. @J_L_Gomez


El País

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