La batalla Valenciana

Blog de Adolf Beltrán desde la Comunidad Valenciana

Sobre el blog

El atractivo de la batalla valenciana del 27m reside en que la izquierda disputa al PP una pieza clave del tablero autonómico. Además, ofrece el morbo del duelo entre Rita Barberá y Carmen Alborch por la alcaldía de Valencia.

Autores

Adolf Beltran (Valencia, 1958), debido a su trabajo en la redacción de El País, lleva años observando con atención la realidad valenciana. Aunque ha escrito novelas (Les llunes de Russafa), ensayos (Els temps moderns. Societat valenciana i cultura de masses al segle XX) y libros de reportaje, la suya es fundamentalmente la mirada de un periodista, oficio que ejerce desde mediados de los años ochenta.

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19 mayo, 2007 - 01:51

Entropía en la política

Tomo prestado el título de un libro de Vaclav Havel, aquel primer presidente de Chescoslovaquia tras la caída del muro que supo serlo después de la República Checa independizada de Eslovaquia, uno de esos personajes históricos por cuya biografía sólo se puede sentir admiración. La "entropía de la política" es un concepto muy sugestivo para tratar de entender lo que ocurre en nuestras sociedades. Por eso lo utilizó Jean Baudrillard, aunque resulte más agradable la lectura de su filosofía que fácil de compartir el pesismismo latente en sus visiones del mundo de la vida.

Digo "entropía" y, si me refiero sólo a la dinámica de los partidos, tal vez podría ser más llano y seguir a Justo Serna cuando habla de la "trituración interna" del PP valenciano. En efecto, las máquinas partidistas acumulan, no sólo en un largo ejercicio del poder, sino también cuando lo pierden, un grado de desorden interno que se acrecienta y exige una enorme cantidad de energía para que el sistema siga funcionando.

Los rastros de la catástrofe que la dinámica del caos interior genera en ocasiones tienen una vigencia larga y desagradable. Los socialistas valencianos, por ejemplo, todavía no han acabado de digerir completamente el estallido en facciones miopes y egoístas que les sumió durante buena parte de los 12 años que llevan fuera de la Generalitat en una crisis esterilizante.

En el PP, aludo ahora al conjunto de la organización de la derecha en España, la histriónica puesta en escena de sus planteamientos de oposición, tras su abrupta derrota en 2004, trata de contener esos efectos (y de rebote lo pagamos todos los ciudadanos en forma de crispación social). También ocurre a escala autonómica. Es difícil de explicar, si no, que un señor amable y educado como Francisco Camps se  muestre, de un lado, cada vez más conspicuo y enfurruñado, y de otro, cada vez más eufórico, hasta el extremo de emplear ante los electores el argumento de que, si salen fuera de su comunidad autónoma, verán que son la envidia de todos. Tal argumento, amén de pobre (paupérrimo), evoca la simplicidad de referentes políticos como Gil y Gil, aquel señor que también predicaba que Marbella era la envidia de España y de parte del extranjero mientras saqueaba con todo tipo de desaprensivos su dignidad y sus recursos.

¿Necesitaba Camps emprender esa senda para mantener unida con el cemento del poder la grave división interna entre sus seguidores, los de Zaplana, los de Fabra y tutti quanti? La entropía del PP valenciano, en todo caso, se proyecta sobre el imaginario de la sociedad con una virulencia avasalladora. ¿Necesitamos generar una cantidad tan grande de energía para que la convivencia colectiva resulte soportable?

Me refiero a la entropía política que nos sacude, pero también a su reflejo informativo, a sus efectos en el debate público y, por supuesto, en el comportamiento económico, que es, inevitablemente, también una manera de eludir la responsabilidad hacia los requerimientos acuciantes del medio ambiente. La eficiencia general de los gestos, de los esfuerzos, de los discursos y de las acciones, en nuestro país, es manifiestamente baja. Los gestos colectivos, los esfuerzos dialécticos, los discursos políticos y las acciones institucionales están exageradamente desordenados en nuestra sociedad.

Decía H.G. Wells, (y no sé por qué me viene esa cita a la memoria, ¿o tal vez sí?): "Cada vez que veo a un adulto en bicicleta no pierdo la esperanza en el género humano". Hace tres meses estuve en Friburgo, una ciudad alemana en la que, nada más salir de la estación del ferrocarril, te das de bruces con un enorme aparcamiento lleno a rebosar de miles de... bicicletas. Al verlas, pensé en Valencia y, no sólo en su enervante tráfico de automóviles, sino en las largas filas de motos aparcadas los días laborables sobre las aceras del centro de la ciudad. ¿Por qué, aquí, en una urbe tan plana y de clima benigno, todos esos vehículos para ir al trabajo no son bicicletas? ¿Por qué no podemos hacer de eso un asunto importante en el debate electoral y, en cambio, tenemos que apretar los dientes y arremeter unos contra otros a cuenta de los alardes que preparamos para asombrar a un coro inexistente de envidiosos que supuestamente nos observa? El nuestro es un espacio público demasiado cargado de entropía. 

Comentarios

Y que lo diga, pero mientras sigan siendo los partidos y sus medios anexos quienes marquen la agenda poco se puede hacer al respecto.

Muy bonito el ensayo, para publicarlo hace un mes o dentro de diez dias, no el fragor de la campaña electoral.
Los partidos políticos en la era del conocimiento son organizaciones obsoletas, pero de momento son la única herramienta que pueden utilizar los ciudadanos para ejercer la democracia.
¿Por qué elimináis mis comentarios?

Coincido plenamente con el diagnóstico de Josep M.
Mientras los partidos políticos y sus fontanerías estén en el centro de la decisión política poco hay que hacer. Debería ser el ciudadano y sus entidades asociativas de primer orden los que estuvieran en la base del debate político y del planteamiento de propuestas y no el 'poder' en su expresión moderna.

Información sobre el Grupo Sifu y Cagsa Empresa que se supone integra a trabajadores minusválidos
¿Cuando las Administraciones Públicas van a investigar el desvío de beneficios de los CET de Grupo Sifu (sea sociedad anónima o limitada, cooperativa, asociación, fundación, confederación, etc?) a empresas del Grupo Sifu? Es facil, solo hay que ver las facturas de empresas ordinarias del Grupo Sifu a los CET, de esta manera desvían los enormes beneficios a empresas ordinarias y los CET declaran un pequeño beneficio y así poder seguir optando a las ayudas: subvención del 50% salario mínimo interprofesional, exención 100% de las cuotas de la seguridad social empresarial (de los trabajadores minusválidos, faltaría más), subvenciones de capital, etc? Estas famosas facturas estan muy infladas, demasiado?.
Sigue leyendo en:
http://www.lacoctelera.com/grupo-sifu-la-no-integracion/post/2007/05/19/la-corrupcion-esta-moda-2-

Dejame que te cuente una historia de ciuadanos fantasmas o afantasmados.
El presidente de la generalitat valenciana Sr. Camps acudio esta semana pasada al “Principe Felipe Centro de Investigacion” para hablar de politica cientifica. No me interesa lo que pudo decir alguien que ha preferido dar a conocer a su comunidad internacionalmente por circos en Tierras miticas del fracaso y ciudades fantasmas de las ciencias y las artes endeudadas sin ciencia ni arte. Y no me interesa porque sus universidades no aparecen en los rankings mas benevobolos hasta el puesto 266. lo que me interesa son los ciudadanos afantasmados y fantasmones que acudieros a su charla. Veras, desde direccion se dio la orden de que todo el mundo que asistiera al acto, deberia llevar la bata de laboratorio puesta. A alguien se le ocurrio decir que aquello iba contra las propias normas internas del centro que no permiten llevar batas a los salones de actos. Se contesto que alguna tendrian limpia. LLegado el dia, el cuerpo de administracion, recepcionistas y hasta algunos jefes de laboratorio que no visten bata desde que acabaron la tesis, se vistieron de blanco y acudieron todos como espectros de la imagen irreal. Por que? Canal 9 estaba presente, y lo que importaba de todo aquel acto era una imagen para la television, en la que se viera de forma homogenea a todo un colectivo profesional escuchando atenta y sumisamente, como extras de una produccion de zombies de serie B, al nuevo hechicero de la ciencia salido del endeudamiento de la sociedad simplicia del espectaculo.
Saludos abstencionarios.

David, la abstención es legítima pero no soluciona las cosas. Seguiran habiendo extras de anuncio, y universidades fantasmas, y fantasmones que nos dirijan. Solo nuestro voto, el de cada uno puede decantar el fiel de la balanza hacia el lado que sea. Abstenerse es como prestar aquiescencia a lo que está sucediendo, sólo que sin tu voto.

Siempre que llego a Valencia me asombra que no haya NADIE andando en bicicleta, y los carriles de bici que existen no conducen a ninguna parte. La ciudad es para los ciudadanos, no para los coches. Y no hace falta ir a Friburgo para ver bicicletas poblando las calles. Si alguien se pasa por San Sebastian podrá comprobar cómo es posible comprender la modernización de la ciudad de otro modo que haciendo grandes fastos y obras faraónicas.

Persona, mujer, joven, demócrata, lesbiana y valenciana.
¿Solicitaré asilo político?.

Las personas de mi ciudad somos cálidas, alegres y divertidas, aunque quieran hacernos comulgar con su oscurantismo vital. No somos ignorantes ni incultas, sólo que la clase dirigente pretende masacrarnos cultural e intelectualmente, nos encierran en “barracones educativos” y pretenden enmudecer nuestra voz y nuestra lengua. Nos gusta la creatividad mediática, no la manipulación, censura y extorsión de los entes públicos. Nos encanta viajar, pero no morir en líneas de metro obsoletas por dejadez municipal. Somos trabajadoras de la tierra, aunque nos la expropian para sus negocios inmobiliarios y sus campos de Golf. Somos amantes de los pulmones verdes, pero nos asfixian con su cemento. Somos deportistas, pero no quizá marineros artificiales ni pilotos económicos de Fórmula 1. Somos personas creyentes, por supuesto de la libertad, no de sus sicarios mentales con sede en El Vaticano. Fomentamos la diversidad y educación sexual, aunque pretendan “curarnos” y contenernos con sus métodos de represión y modelos de “familia”. Somos personas multiculturales, somos todas, no somos “El Nodo” ni la nada. Y ante todo somos personas pacíficas.

El gobierno de mi ciudad sabe mucho de “supuestos delitos”, divinidades, vírgenes y papas. Irracionales, carentes de respeto; con “leyes eclesiásticas” que intentan impedir mi evolución como persona, con estamentos de índole dogmática -política- y religiosa que sólo perpetúan el mito utilizado como arma de poder. El miedo, el temor, la coacción, la "desinformación", la tergiversación de la realidad, son las mejores entre otras, maneras de manipulación social, y de esto, es muy conocedor el gobierno de mi ciudad y su aliada la Iglesia “Catódica”.

Echo de menos la ciudad en la que podía respirar, no sólo medioambiental sino social y culturalmente. No la he olvidado, sólo que no me dejan recordarla y vivirla. Y hoy vivir en ella, sin estar sometida, es imposible. ¿Será porque es su cielo y no podemos poner el grito los que no creemos y no les creemos? Cuidado, estamos en la Tierra y... Sociedad: tenemos un problema.

Georg Christoph Lichtenberg decía: “Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen, pierden el respeto”. No concibo la sumisión. No estoy dispuesta, con mi voto, a que todo valga puesto que aquí, en mi ciudad y en el gobierno valenciano, sí se aplica.

¿Por qué ese miedo a que las personas no tengamos miedo? ¿Por qué se teme ser libre?

Lo mejor, sin duda, sin miedo y sin atadura: ¡Vota Libertad!, el día 27. La izquierda no somos pocos, somos muchos, seguramente somos más. No dejemos que nada que podamos cambiar nos impida ser libres. Cambiar para mejorar, no es sólo útil, sino responsable.

¿Irias tu en bici al trabajo? ¿y los politicos?,pero si el currito,¿verdad?.

Estimado Adolf, coincido con lo que aquí señalas, agradeciéndote además la mención literal. En mi blog, yo he tratado de desarrollar ese concepto (el de trituración política) que tú reseñabas. Aludo a Francisco Camps y a Eduardo Zaplana, pero también a los socialistas... Y aludo, en fin, a don José Campo, aquel gran político y financiero valenciano que habiendo sido alcalde medró en Madrid asentando sus reales en un Palacio del Paseo del Prado para mejor gobernar sus negocios. Fue entonces cuando la política municipal se le fue de las manos, cuando su partido se trituró... Sin hacer analogías forzadas, ¡hay tantas semejanzas entre la vieja y nueva política, entre la micropolítica y el gran negocio!

http://blogs.epi.es/jserna/2007/05/20/trituracion-politica/

Los políticos en la Comunidad valenciana se han quedado en planteamientos antiguos como es el agua. Creo que se sigue haciendo guerra política con un tema que debería estar aparte en la campaña...

Encima, la sociedad de la informacion en la comunidad valenciana deja mucho que desear...

http://www.webcamsdelmessenger.es

La abstencion es la unica solucion cuando no hay democracia. La naturaleza del poder esta determinada por las rglas de juego que rigen las instituciones y si no hay separacion de poderes, representacion de la sociedad civil y checks and balance no voy a caer tan bajo de refrendar lo que unas cupulas partidistas incrustadas en el estado han elegido por mi. No sabeis lo que es la democracia y esperais que organizaciones seudomafiosas (partidos politicos estatales) os arreglen los problemas. nada va a cambiar en la sociedad del como si fuera democracia.
Saludos abstencionarios.
http://republicaconstitucional.wordpress.com/2007/05/04/abstencionario/

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