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Lola Huete Machado

El rey sagrado de Oussouye

Por: | 11 de septiembre de 2012

Se llama Sibiloumbay Dhiedhou. Luce traje y gorro rojos. En la mano, un cetro confeccionado con hojas de palma. Aparece con paso ceremonioso y se sienta en su taburete de madera. Sólo él puede usarlo. Estamos en un bosque a pocos metros de la estación de transportes de Oussouye, en Casamance (sur de Senegal). Cuando Sibiloumbay Dhiedhou comienza a hablar todo el mundo se calla y escucha con atención. Para algo es el rey, el rey de Oussouye.

ElpaisSibiloumbay Dhiedhou, rey de Oussouye. / José Naranjo

Casamance es una región diferente. La tierra, la naturaleza y los árboles tienen una fuerza especial. En plena estación de lluvias luce en todo su esplendor. Pese a encontrarnos en una república, allí existe un puñado reyes tradicionales que siguen jugando un papel clave en sus respectivas comunidades. Y uno de los más importantes en la actualidad es Sibiloumbay Dhiedhou, quien “gobierna” 16 pueblos en serena convivencia con la administración estatal, jugando además un papel clave en el mantenimiento de la paz en un territorio en ocasiones sacudido por la violencia del largo conflicto de la Casamance.

Según el investigador Jordi Tomás, uno de los antropólogos que mejor conoce esta región, el reino de Oussouye se remonta, como mínimo, a finales del siglo XVII. El rey tiene que cumplir una serie de obligaciones, no puede abandonar el reino, ni comer y beber en público y debe vivir siempre en el bosque. Asimismo, está obligado a lucir sus atributos sagrados, que incluyen la corona roja o ejunjum y el cetro, llamado bulas, con el que resuelve los conflictos. “Si veo a dos chicos peleando, intercedo con mi cetro y deben parar en su rencilla”, asegura. Escogido entre tres familias de la nobleza de la etnia joola, su puesto no es hereditario y tiene carácter sagrado entre los animistas. Cuando muera, las familias volverán a reunirse para elegir a un nuevo rey tras intensas deliberaciones.

Elpais2Arrozales en Seleki (Casamance). / José Naranjo

Antes, Sibiloumbay era un hombre normal. Padre de familia, trabajó como guardia de seguridad y chófer, llevando turistas a la cercana playa de Cap Skirring. Sin embargo, su elección como rey le imposibilita seguir trabajando. Entre sus principales obligaciones está la de rezar a Dios para que proteja a su pueblo, velar para que se mantenga la paz y redistribuir la riqueza. Sus ingresos proceden de las tierras reales, que los campesinos trabajan para él, y cuyo producto, fundamentalmente arroz, reparte luego el rey en función de las necesidades de sus “súbditos”. Asimismo, obtiene fondos de los turistas que acuden a visitarle y que también sirven para paliar las necesidades más perentorias de los habitantes del reino.

El rey, que también se ha hecho cargo de la familia del anterior monarca ya fallecido, gobierna junto al consejo real, integrado por personas de la nobleza joola, y no toma decisiones sin consultarles. Intercede en los conflictos que se producen entre miembros de la comunidad y sus resoluciones se aceptan sin rechistar. “Intervengo siempre que los demandantes no hayan acudido a la Gendarmería o al juez”, explica. El rey es muy popular y muy respetado en Oussouye, donde incluso se han estampado camisetas con su figura.

Llegamos hasta él a través de un contacto que nos ha pasado una amiga que vivió algún tiempo en Oussouye. Sin embargo, este consejero real se encuentra de viaje en Ziguinchor, por lo que nos recomienda que hablemos con Bakeul Dhiedhou. Él nos facilitaría la visita. “Pregunten por él en la estación de transportes de Oussouye”, nos dice. Efectivamente, no fue difícil localizar a Bakeul, pues trabaja allí vendiendo gasolina. La primera vez no pudo ser, el tiempo amenazaba lluvia y en esas condiciones no se podía ver al rey. A la segunda fue la vencida.

 

Tras caminar pocos metros y apenas adentrarnos en el bosque cercano, nos encontramos con unos troncos sobre el suelo forrados con plástico azul. Allí, al amparo de la vegetación, nos sentamos siguiendo las instrucciones de Bakeul, que se adentra en una construcción rústica que está un poco más allá: es el palacio real. Pasados unos minutos aparece el rey. Este mes de septiembre, como cada año, Oussouye celebrará una gran fiesta en honor a su rey, durante la cual se celebrarán combates de lucha tradicional que, en este pueblo, presentan la particularidad de que también son entre mujeres. El vino de palma, muy consumido en esta zona, contribuirá a que las fiestas sean, una vez más, inolvidables.

Además, Sibilloumbay Dhiedhou se va a convertir, en los próximos meses, en el objeto de un documental que pretende poner el acento sobre el papel que ha jugado esta autoridad tradicional africana en el mantenimiento de la paz. Los impulsores del proyecto son los miembros del Grupo de Estudios de las Sociedades Africanas (GESA) de la Universidad de Barcelona. Según aseguran, en el contexto del conflicto de Casamance, “hay un territorio en el que desde hace casi diez años no se ha producido ningún episodio de violencia relacionado con el enfrentamiento entre el independentista Movimiento de Fuerzas Democráticas de Casamance (MFDC) y el Ejército senegalés. Se trata del reino de Oussouye. La violencia cesó en este territorio inmediatamente después de que fuese entronizado el rey”.

El equipo del GESA que grabará este documental y que ya estuvo durante el mes de julio en Oussouye llevando a cabo las localizaciones está dirigido por el investigador africanista Ferrán Iniesta, director del GESA, y en él participará también el ya citado Jordi Tomás, además de jóvenes investigadores de diversas disciplinas. El rodaje tendrá lugar en noviembre de 2012 y los fondos se han conseguido del Instituto Catalán Internacional por la Paz (ICIP), que aporta 9.600 euros, y a través de una campaña de recaudación o crowfounding por la que ya se han conseguido 5.500 euros.

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Agboli-Agbo Dedjlani, rey de Abomey (Benín) / Daniel Laine.

Pero el rey de Oussouye no es el único rey africano. La existencia de jefaturas tradicionales que ostentan aún una gran influencia en los pueblos de África incluso después de los procesos de descolonización e independencias ha despertado siempre una gran fascinación entre periodistas, investigadores y público en general. Incluso existe un pueblo en Nigeria llamado Kumbwada gobernado por una reina, Hajia Ahmed.

El periodista francés Daniel Lainé llevó a cabo hace unos años un trabajo de investigación que le llevó a fotografiar a decenas de monarcas del continente, fundamentalmente en países como Benín y Nigeria. Para llevar a cabo su obra, que se acabó convirtiendo en el premiado libro “Reyes de África”, Lainé tardó más de tres años y tuvo que someterse, en ocasiones, a complicados protocolos. Sus fotografías reflejan, en cierta medida, que el tiempo de las monarquías africanas no ha pasado y que en muchos rincones del continente estas formas de organización social siguen estando vigentes.

Hay 7 Comentarios

Ok. Muchas gracias.

@ soidea. Sobre monarquías africanas hay cantidad de bibliografía. Aunque con frecuencia se omite en la historia a la que estamos acostumbrados, aquí habían sociedades totalmente organizadas desde el punto de vista político y social antes y durante la colonización occidental, que en algunos casos perduraron hasta el siglo XX. Es el caso de los reinos e imperios del Sahel (http://es.wikipedia.org/wiki/Reinos_sahelianos), las dinastías del norte de África o reinos en África oriental como el nubio Makuria, organizaciones políticas tan interesantes como el Reino de Nri en Nigeria, ¡y tantos otros!

De lo que habla este artículo es algo relacionado con estos reinos pero quizá no totalmente. Se trata de lo que en francés se conoce como "cheferies" (de "chef", jefe), un tipo de estructura social de tipo nobiliario existente antes de la colonización que ha continuado hasta nuestros días, que coexiste con el sistema político contemporáneo y post colonización, y que en nuestro Derecho quizá esté más cerca del ámbito consuetudinario, aunque no dejar de ser una estructura política. Un caso típico es el del Sultanato de Zinder, en Níger.

En cuanto a bibliografía, si trasteas en la Wikipedia sobre estos reinos encontrarás buenas referencias académicas. Además, en los manuales de historia de África encontrarás toda la información que necesites. Por ejemplo, en los diferentes volúmenes de la Historia General de África redactado por UNESCO.

Hola. Una pregunta: en el libro de Daniel Lainé, “Reyes de África”, ¿las fotografías van acompañadas de texto explicativo? Sea así o no, podrían recomendarme bibliografía sobre el tema de las monarquías africanas. Muchas gracias y un saludo.

Así les va, regidos por reyezuelos y dictadores...¿Cuándo despertarás, África?

¡La nueva forma de PERDER PESO! ¡Clínicamente probado! http://sn.im/24o439v

El artículo de José Naranjo es muy interesante para obtener una visión cultural de África. Lo escrito acerca de esa clase de monarquías no-hereditarias llevado a nivel occidental es como ver en cada alcalde de una localidad o ayuntamiento una especie de soberano, limitado claro está por los verdaderos poderes que rigen el status político a nivel estatal. No sería nada raro oir hablar de los reyes de Vallecas, Valencia, Getafe, etc., etc.. rezando a sus dioses para calmar la sed insaciable de riqueza y de poder. En este nuevo deporte político ¿quién recibirá la Medalla de Oro?

José, gracias por acordarte de nuestro proyecto y por coincidir en nuestro objetivo de difundir la realidad del papel de las autoridades tradicionales.
Nuestro blog es http://documentalenoussouye.wordpress.com/
Y ya sabes que siempre estamos dispuestos para colaborar en que algunas realidades sean más visibles.

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Sobre los autores

Lola Huete Machado. Redactora de El País y El País Semanal desde 1993, ha publicado reportajes sobre los cinco continentes. Psicóloga y viajera empedernida, aterrizó en Alemania al caer el muro de Berlín y aún así, fue capaz de regresar a España y contarlo. Compartiendo aquello se hizo periodista. Veinte años lleva. Un buen día miró hacia África, y descubrió que lo ignoraba todo. Por la necesidad de saber fundó este blog. Ahora coordina la sección Planeta Futuro.

Chema Caballero Chema Caballero. Llegó a África en 1992 y desde entonces su vida giró en torno a sus gentes, su color y olor, sus alegrías y angustias, sus esperanzas y ganas de vivir. Fue misionero javeriano y llevó a cabo programas de educación y recuperación de niñ@s soldado en Sierra Leona durante dos décadas, que fueron modelo.

José NaranjoJosé Naranjo. Freelance residente en Dakar desde 2011. Viajó al continente para profundizar en el fenómeno de las migraciones, del que ha escrito dos libros, 'Cayucos' (2006) y 'Los Invisibles de Kolda' (2009), que le llevaron a Marruecos, Malí, Mauritania, Argelia, Gambia, Cabo Verde y Senegal, donde aterrizó finalmente. Le apasiona la energía que desprende África.

Ángeles JuradoÁngeles Jurado. Periodista y escritora. Trabaja en el equipo de comunicación de Casa África desde 2007. Le interesa la cultura, la cooperación, la geopolítica o la mirada femenina del mundo. De África prefiere su literatura, los medios, Internet y los movimientos sociales, pero ante todo ama a Ben Okri, Véronique Tadjo y Boubacar Boris Diop, por citar solo tres plumas imprescindibles.

Chido OnumahChido Onumah. Reputado escritor y periodista nigeriano. Trabaja como tal en su país y en Ghana, Canadá e India. Está involucrado desde hace una década en formar a periodistas en África. Es coordinador del centro panafricano AFRICMIl (en Abuja), enfocado en la educación mediática de los jóvenes. Prepara su doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona. Su último libro se titula 'Time to Reclaim Nigeria'.

Akua DjanieAkua Djanie. Así se hace llamar como escritora. Pero en televisión o en radio es Blakofe. Con más de tres lustros de carrera profesional, Akua es uno de los nombres sonados en los medios de su país. Residente en Reino Unido, fue en 1995, en uno de sus viajes a Ghana, cuando llegó su triunfo televisivo. Hoy vive y trabaja entre ambos países. La puedes encontrar en su página, Blakofe; en la revista New African, en Youtube aquí o aquí...

Beatriz Leal Riesco Beatriz Leal Riesco. Investigadora, docente, crítica y comisaria independiente. Nómada convencida de sus virtudes terapéuticas, desde 2011 es programadora del African Film Festival de NYC. Sissako, Mbembe, Baldwin y Simone la cautivaron, lanzándose a descubrir el arte africano y afroamericano. Su pasión aumenta con los años.

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