"Salvo por el nombre geográfico, África no existe", decía Ryszard Kapucinski. Y sí, desde Europa, acostumbramos a simplificar su realidad hasta hacerla una y pobre, catastrófica y dependiente. Pero África es un continente: 55 países, mil millones de personas, multiplicidad de mundos, etnias, voces, culturas... África heterogénea y rica contada desde allí y desde aquí. Un blog coral creado y coordinado por Lola Huete Machado.
Ahora que celebramos la Pascua, que es tiempo de resurrección, me llega desde Sierra Leona una noticia muy inquietante. Linda Ngaujah, una joven estudiante del LICCSAL business college de Freetown, ha anunciado, tras encontrarse en el infierno con varios líderes africanos, que solo cinco ciudadanos de su país irán al cielo y que Dios únicamente aprueba 3 iglesias de todas las que existen.
Linda Ngaujah hizo estas revelaciones al Pastor Ezekiel Bamba Sesay, de la International Church of Salvation (Iglesia internacional de la salvación), a la que pertenece la joven, tras haber regresado de un viaje de 5 horas a través del infierno y el cielo. Me comentan algunos amigos desde Freetown que la grabación de la entrevista ha circulado por diversas radios del país y se ha convertido en un tema de discusión en todos los bares y mercados sierraleoneses.
Pastor Sesay ha explicado que Linda no es la primera de su familia que ha tenido este tipo de revelaciones. El pasado mes de diciembre, su hermana pequeña tuvo otra visión donde Dios le dijo que tenía pensado acabar con el mundo y ahora, casi tres meses más tarde, ha elegido a la hermana mayor para completar el mensaje.
Nelson Mandela explicó un día que era imposible sentirse solo con un libro de Chinua Achebe (Ogidi, Nigeria, 1930) entre las manos. "Es el escritor en cuya compañía cayeron las paredes de la cárcel", afirmó el líder sudafricano, que devoró las páginas del autor nigeriano entre los muros helados de Robben Island. Madiba también reconoció a Achebe el mérito y la audacia de llevar África hacia el resto del mundo a través de su escritura.
Lectura obligatoria en todo el continente africano, con "sólo" cinco novelas escritas a lo largo de 82 años de vida, Achebe es la referencia de nuevos valores de la literatura, como Teju Cole o Chimamanda Adichie, y se le considera el padre fundador de la novela africana y de las literaturas contemporáneas del continente.
"Señores pasajeros, no nos han derribado. Simplemente, hemos
aterrizado".
Junio de 2012.
Las palabras del piloto al llegar a Nairobi nos devuelven la sonrisa, que se
nos había congelado con las turbulencias del viaje y la lectura de alguno de
los reportajes sobre Kibera que imprimimos para leer durante el vuelo. Relatos
pesimistas de la miseria; cifras y estadísticas de la violencia y el dolor
diario en uno de los asentamientos de chabolas más grandes del mundo.
Sabíamos a lo que íbamos. Hace unos años, Isabel Santaolalla, catedrática de cine en la Universidad de Roehampton (Londres), en la que doy clase, visitó un colegio de niñas en Kibera. Mis compañeros (Martina Trepczyk y Panos Papantonopoulos) y yo hablamos con su director y le propusimos dar a las chicas un taller de Cine Accesible: enseñarles a hacer pequeños vídeos y a subtitularlos para que sean accesibles a otros idiomas. Pero al pisar Kibera, las cifras y las estadísticas ya no son solo números, sino paisajes y caras (como ya se contó en este mismo blog hace unas semanas).
El 60% de la población de Nairobi, hacinada en un terreno que no llega al 5% de la ciudad; cientos de niños pequeños, muchos de ellos huérfanos por la violencia post-electoral de 2008, caminando por la vía de un tren que nadie espera; algunos volviendo del colegio, otros simplemente vagando sin rumbo; cientos de miles de personas de diferentes tribus que llevan una vida rural en una ciudad de chabolas, plásticos, metales y tierra. Ninguno de ellos emigró a la ciudad, pero la ciudad emigró a ellos, creando contrastes como cibercafés en los que la gente consulta su Facebook sin tener nada que llevarse a la boca.
Julie Owono (Yaundé, Camerún, 1986) afirma que los africanos están escribiendo su propia historia, apropiándose de las herramientas que permiten su conservación. "Internet ha acelerado la democratización de la escritura de la Historia. En Wikipedia, por ejemplo, los africanos editan ahora libremente contenido enciclopédico sobre su historia, entorno, etc. Muchos se expresan en los medios sociales o discuten en lugares no físicos que son más informales pero también son accesibles. Hay formas de ayudar a llenar esa brecha en la representación de África y los africanos que existe en los medios occidentales", apunta por correo electrónico desde París. "África perdió sus vías de comunicación y comercio desde el siglo XVI, con la tormenta política y la desestabilización de los estados y reinos existentes", continúa. "Los africanos acceden por primera vez en cinco siglos a las redes intangibles para comunicarse entre ellos. Con las nuevas tecnologías, África 'reconecta' con el resto del mundo, pero especialmente consigo misma".
Según ella, si las nuevas tecnologías inducen una revolución en África, "será ésta".
Nick y Rich son dos profesores ingleses. Tommy Tembo,el nombre de su tuk-tuk, un triciclo indio (rickshaws,) es su compañero de viaje. Los tres tienen un objetivo: mostrar y concienciar sobre el estado internacional de la educación.
El desafio de TukTukTravelses recaudar fondos para fomentar distintos proyectos educativos en países en desarrollo. DejaronInglaterra el día después de los Juegos Olímpicos y en Egipto es donde empezó el verdadero reto, tras cuatro semanas haciéndose a la carretera. “En Europa y Norteamérica no apoyamos proyectos, simplemente nos sirve de escala para llegar a nuestros destinos”.
Con esta expedición estos profesores quieren concienciar de cómo la clase política mira hacia otro lado en cuestiones relacionadas con la materia docente. Los datos indican que existen más de 60 millones de niñossin escolarizar en todo el mundo. La mitad de ellos viven en el África sub-sahariana.A pesar de ser una acción complicada, Nick y Rich están dispuestos a aportar su granito de arena para intentar rebajar la cifra de 72 millones de no escolarizados que la UNESCO prevé para 2015. En el siguiente enlace, en inglés, se puede consultar el informe realizado en 2008 en materia educativa con miras puestas en los próximos dos años: UNESDOC
“Nuestra generación está fracasando. Nada cambia. Los gobiernos prometen objetivos que nunca cumplen. Nadie sabe, nadie se queja” son las palabras de estos aventureros que quieren que esas promesas de la comunidad internacional para el nuevo milenio no se queden en promesas incumplidas.
Habla Saloum
Traoré, director de Amnistía Internacional en Malí. Un día después de denunciar
los abusos cometidos por el ejército en el conflicto armado que asola su país,
recibió la visita en su casa de dos hombres armados para pedirle cuentas por
sus palabras. Huyó por la parte de atrás saltando una tapia. Unos amigos le
acogieron durante unos días y consiguió salir de Bamako aprovechando un visado
que tenía para una reunión de trabajo en Amsterdam. Ha visitado varios lugares
en Europa, entre ellos España, para contar su caso y reclamar respeto a los
derechos humanos en Malí. Ahora ha vuelto a casa, sano y salvo.
Saloum Traoré
pasea en estos momentos por las calles de Bamako, la capital de Malí. Se encuentra bien junto a su familia. Ya no necesita mirar hacia
atrás cada pocos metros ni pedirle a sus amigos que le escondan. Esta noche
dormirá en su propia casa. Me lo confirma por email.
Mapa de Malí. CIA (Estados Unidos).
Hace poco más de
un mes esto era imposible. El pasado 1 de febrero Amnistía Internacional dio
una rueda de prensa en Bamako para valorar la situación de derechos humanos tras el conflicto iniciado en enero.
Saloum Traoré
participó en ella porque fue miembro de la delegación de la organización que
viajó previamente a las ciudades de Ségou,
Sévaré, Niono, Konna y Diabaly para investigar sobre el terreno.
Traoré es un
veterano profesor de inglés -ejerció de 1982 a 2007- y director desde 1997 de
la oficina de Malí de Amnistía Internacional. Nació en 1954 en Mankalagoungou,
cerca de Tombuctú, al norte del país.
Su intervención
en la rueda de prensa no pasó desapercibida entre sus compatriotas “y desde ese mismo día, a través de Facebook empezaron a llegarme
amenazas”. La información sobre lo que ocurre en Malí es difícil de obtener.
Las tropas francesas y el ejército no ponen muchas facilidades. Digamos que los
testigos son siempre incómodos.
Saloum Traoré
Traoré explicó
ese día que el ejército ha cometido graves violaciones de derechos humanos y ha
vulnerado el derecho internacional humanitario durante el conflicto en curso contra grupos armados en el país,
incluidas ejecuciones extrajudiciales de civiles. Expuso también la
preocupación de la organización por los graves abusos cometidos por los grupos
armados islamistas, entre ellos, homicidios ilegítimos y reclutamiento de niños
soldados.
Retrato del famoso explorador y misionero David Livingstone.
Hoy 19 de marzo se celebra el
bicentenario del nacimiento de David Livingstone, uno de los grandes
exploradores de África que se hizo famoso en la Inglaterra del siglo XIX por sus
expediciones primero en el sur y luego en el este del continente. Fue el primer
europeo en ver el maravilloso espectáculo de las Cataratas Victoria, navegó por
el Zambeze y trató de encontrar las míticas fuentes del Nilo. Además, en su
calidad de misionero de profundas creencias religiosas, se convirtió en un firme
defensor de la abolición de la esclavitud. La ciudad de Livingstone, en Zambia,
situada a solo 10 kilómetros de las cataratas, celebra este año por todo lo
alto este bicentenario con un completo programa de actividades.
José Manuel Devesa es cirujano, enamorado de África y, con el propósito de sensibilizar, novelista. Acaba de presentar su primera obra, Llévame a Farafangana, con el respaldo y la financiación de la Fundación Mujeres por África. El texto sirve de punta de lanza para presentar la campaña STOP Fístula, cuyo programa piloto se inaugura en primavera en el Hospital Saint Joseph de Monrovia. Ellen Johnson-Sirleaf no es sólo presidenta del país y Nobel, también es consejera de la Fundación y una de sus bazas a la hora de luchar contra la fístula obstétrica, la herida innombrable según Devesa, un problema médico que también conlleva estigmatización y ostracismo.
Devesa da charlas de sensibilización sobre la fístula obstétrica cuando presenta su novela y siempre recuerda que se trata de un problema de salud ligado a prácticas lesivas para la mujer y a la pobreza. Según el doctor, que acumula experiencia en la materia con intervenciones en Madagascar (donde Farafangana se encuentra), la fístula tiene su origen en los matrimonios precoces y los consiguientes embarazos primerizos en niñas, que a su vez degeneran en partos mal atendidos. Las mujeres que la sufren han perdido a sus bebés y también su valor como mujeres, su dignidad ante la sociedad en la que viven. "Sin capacidad de decisión, con un amor conyugal inexistente, sufren un parto doloroso e interminable que no da frutos", señala el autor, antes de explicar que la fístula comunica vegija urinaria y vagina y provoca incontinencia, vergüenza y la pérdida de valor de quien la sufre como madre y como amante.
Doce personalidades políticas han sido acusadas de traición en Malaui. Se trata de miembros del actual y anterior gobierno que han sido puestos ya en libertad tras ser acusados de traición al gobierno. Los detenidos, en su mayoría ex ministros, han salido bajo fianza tras pagar 250.000 kwachas(500€ aproximadamente) por persona y alrededor de 14.000€ de garantía.
Los acusados, a los que se les ha retirado la documentación para evitar su salida del país, intentaron boicotear el acceso al poder de la actual presidenta Joyce Banda (en la imagen), tras la repentina muerte de su predecesor el pasado mes de abril.
Teju Cole (Estados Unidos, 1975) acaba de regresar a Nueva York desde Brazza, donde participó a mediados de febrero en el festival literario Étonnants Voyageurs. La experiencia cultural que Moussa Konaté mimara en el Mali anterior al estropicio islamista se estrenaba en una nueva sede de la mano del congoleño Alain Mabanckou y con padrinos del prestigio de Henri Lopes y Emmanuel Dongala. Cole llega deslumbrado a la ciudad donde nació, de padres nigerianos, y que siente como su hogar a medias con la caótica Lagos. Escribe un correo electrónico amable en el que su voz es nítida y poética, como la que vaga por las calles de la Gran Manzana en Ciudad abierta, su aclamada primera novela.
"Fue maravilloso estar en el Congo. Disfruté este vislumbre a otro país africano y me inspiró especialmente la gente joven que conocí, veinteañeros tan inteligentes y conmovedores, una parte tan integral del mundo moderno. En cada ocasión que tuve, les dije que contaran sus propias historias a un mundo que les espera. Siempre he creído que, si no cuentas tu propia historia, alguien lo hará por ti. Así que, además de las narrativas de Londres, París y Nueva York, necesitamos las de Lagos y Brazzaville", explica el autor.
Teju Cole / CCCB
Teju Cole no se define como un autor africano. Ciudad abierta, aunque pura oralidad y lírica, no entra en los cánones de lo que se suele entender por literatura africana. Las referencias a la pintura de Brewster, Vermeer o Goya o la música clásica menudean en las páginas de un libro que obtuvo el PEN/Hemingway y que se ha traducido a nueve idiomas. Junto a Mahler, los museos de Manhattan o historias fantásticas de ballenas blancas que embarrancan en el río Hudson, Teju Cole enhebra mitos de los dioses yorubas e imágenes desgastadas de su Nigeria natal, en uno de esos ejercicios de sincretismo que sí podría considerarse africano.
"Primero que nada, debería decir que es un privilegio poder compartir mi trabajo en diferentes sitios y ante audiencias variadas" -precisa- "No hay nada como llegar a un sitio en el que jamás estuve antes y encontrarme a gente que ha leído mi libro y se ha emocionado con él. En la cuestión de mi origen, me muevo entre dos mundos: nací nigeriano y nací americano. Creo que esto invalida todas las alegaciones de pureza y lealtad absoluta. Siempre he comprendido que somos, primero y sobre todo, humanos y que el país de uno es una cuestión de accidente histórico. Eso también me permite tener una opinión compasivamente crítica de todos los lugares. Intento no criticar un sitio sin una causa, pero al mismo tiempo no tengo miedo de ofender. La reciente acumulación de viajes, desde que mi libro fue publicado en el año 2011, ha profundizado mi compromiso con esa noción que mantengo desde hace tiempo de ser un ciudadano del mundo. Un efecto inmediato que ha tenido es que estoy haciendo más escritos políticos. Estoy viendo más y más cómo las cosas que se hacen en una parte del mundo tienen una gran influencia en gente en otras partes y es un tema interesante para explorar con la escritura".
Teju Cole sabe que su primera novela ha gustado mucho. No sólo por los premios y las críticas encendidas. Sus lectores le muestran fervor no sólo en Estados Unidos y Nigeria. También en España, Brasil, Paquistán o Sudáfrica. Y se considera afortunado porque su deseo más profundo como escritor es ejercer sobre sus lectores el efecto que algunos de sus escritores favoritos ejercieron sobre él.
Cole se declara adorador de James Baldwin (The fire next time) y Toni Morrison (Jazz). Wole Soyinka es su gran inspiración en Nigeria, como prueba viva de que "uno de los nuestros" puede crear obras maestras literarias. "Su mejor trabajo, creo, es Death and the King's horseman, pero Ake, sus memorias de infancia, es muy hermoso también". Chimamanda Ngozi Adichie es, en su opinión, la más aventajada de las nuevas firmas de ficción nigerianas. "Es sutil y sabia", apunta. De origen ghanés y nigeriano, se inclina también por Taiye Selasi, cuya primera novela, Ghana must go, va a asombrar, según él, a la gente. "Ella es la próxima estrella del horizonte literario, estoy seguro", concluye.
En estos momentos trabaja en un proyecto en twitter, Small Fates. Algo que podría traducirse como "destinos insignificantes" y que demuestra la abundancia de recursos de la que disponen los escritores que no son tímidos con la tecnología. Como hizo en su día Ben Okri, también nigeriano, con haikus que lanzaba al mundo en twitter, Teju Cole diseña pequeñas historias encapsuladas en 140 caracteres, más o menos crípticas o siniestras o luminosas y que hermanan las secciones de sucesos de los periódicos nigerianos y estadounidenses. Él las considera una prueba de que la humanidad es igual en todas partes y de la cercanía de los deseos y las esperanzas de todos los seres humanos.
"Espero que cuando la gente se ría con el humor negro y se horrorice con las brutales ironías, también registre mentalmente el hecho de que esos nigerianos desconocidos eran tan humanos e interesantes y confusos como cualquier otra persona en la Tierra. Empecé este proyecto porque la gente que me rodeaba parecía no saber nada -de hecho, menos que nada- sobre el país en el que crecí. Y al utilizar historias chocantes y a veces divertidas, esperaba ayudar a cerrar esa brecha un poquito", explica.
Lola Huete Machado. Redactora de El País y El País Semanal desde 1993, ha publicado reportajes sobre los cinco continentes. Psicóloga y viajera empedernida, aterrizó en Alemania al caer el muro de Berlín y aún así, fue capaz de regresar a España y contarlo. Compartiendo aquello se hizo periodista. Veinte años lleva. Un buen día miró hacia África, y descubrió que lo ignoraba todo. Por la necesidad de saber fundó este blog. Ahora coordina la sección Planeta Futuro.
Chema Caballero. Llegó a África en 1992 y desde entonces su vida giró en torno a sus gentes, su color y olor, sus alegrías y angustias, sus esperanzas y ganas de vivir. Fue misionero javeriano y llevó a cabo programas de educación y recuperación de niñ@s soldado en Sierra Leona durante dos décadas, que fueron modelo.
José Naranjo. Freelance residente en Dakar desde 2011. Viajó al continente para profundizar en el fenómeno de las migraciones, del que ha escrito dos libros, 'Cayucos' (2006) y 'Los Invisibles de Kolda' (2009), que le llevaron a Marruecos, Malí, Mauritania, Argelia, Gambia, Cabo Verde y Senegal, donde aterrizó finalmente. Le apasiona la energía que desprende África.
Ángeles Jurado. Periodista y escritora. Trabaja en el equipo de comunicación de Casa África desde 2007. Le interesa la cultura, la cooperación, la geopolítica o la mirada femenina del mundo. De África prefiere su literatura, los medios, Internet y los movimientos sociales, pero ante todo ama a Ben Okri, Véronique Tadjo y Boubacar Boris Diop, por citar solo tres plumas imprescindibles.
Chido Onumah. Reputado escritor y periodista nigeriano. Trabaja como tal en su país y en Ghana, Canadá e India. Está involucrado desde hace una década en formar a periodistas en África. Es coordinador del centro panafricano AFRICMIl (en Abuja), enfocado en la educación mediática de los jóvenes. Prepara su doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona. Su último libro se titula 'Time to Reclaim Nigeria'.
Akua Djanie. Así se hace llamar como escritora. Pero en televisión o en radio es Blakofe. Con más de tres lustros de carrera profesional, Akua es uno de los nombres sonados en los medios de su país. Residente en Reino Unido, fue en 1995, en uno de sus viajes a Ghana, cuando llegó su triunfo televisivo. Hoy vive y trabaja entre ambos países. La puedes encontrar en su página, Blakofe; en la revista New African, en Youtube aquí o aquí...
Beatriz Leal Riesco. Investigadora, docente, crítica y comisaria independiente. Nómada convencida de sus virtudes terapéuticas, desde 2011 es programadora del African Film Festival de NYC. Sissako, Mbembe, Baldwin y Simone la cautivaron, lanzándose a descubrir el arte africano y afroamericano. Su pasión aumenta con los años.