Música vis a vis

Por Marta Rodríguez (Johannesburgo)

Uno de los grupos participantes, Zuko. Fotografía de Joan Tusell.

El hemisferio sur se acerca al invierno pero en Johannesburgo se ha empezado a oler ya el verano. En dos salas, Rumours y King Kong, han actuado 12 grupos sudafricanos convocados por Casa África y SAMRO (la SGAE local en traducción rápida) dentro del programa Vis-a-Vis que pretende descubrir la música africana al público español. La iniciativa lleva ya cuatro años consecutivos y tiene como premio dos pasaportes para tocar en festivales españoles a mediados del próximo mes de julio.

En el Vis-a-Vis los grupos tienen poco más de media hora para mostrar su talento. "Con eso nos basta porque enseguida ves si lo que tocan es bueno", dice David Pareja, responsable del Territorios Sevilla, que no ha parado de grabar las actuaciones de la docena de participantes. A su lado asiente Miguel Ramírez, del Canarias Jazz&Más, quien apunta que ha llegado a Johannesburgo en busca de "calidad musical o un talento emergente, fresco que haga vibrar". Admite el jurado que la elección fue reñida, aunque a decir verdad desde el primer día tenían claro que la actuación de Bantu Continua Uhuru Consciousness (conocidos por las siglas BCUC) había puesto el listón muy alto para el resto de cartel.

Y así fue, este grupo con un cantante más que carismático, con cierto aire entre James Brown y el vocalista de Bonny M, se llevó el gato al agua junto a Touchwood, un folk-pop de tres chicas multiinstrumentistas y un batería de Ciudad del Cabo. De hecho, los programadores no han podido escoger a dos estilos y puestas en escena más divergentes. De momento, y a falta de cerrar algún que otro bolo más, tienen asegurados Pirineos Sur de Huesca, Etnosur de Jaén, La Mar de Músicas de Cartagena, Mumes Tenerife y el Internacional Heineken Jazz&Mas Canarias. 

Touchwood. Fotografía de Suzy Bernstein.

Tras la actuación pero antes de saber que eran las elegidas, Ruth De Freitas se daba por más que satisfecha de haber podido "poner un pie" en Johannesburgo y tener contacto con otros jóvenes músicos. El trío de la ciudad más austral del continente se formó hace apenas un año por lo que lo del pasaporte a los festivales españoles le parecía a la sudafricana de ascendencia portuguesa "un sueño". 

 

Pero la sencillez de su puesta en escena con una estética hippie con corona de flores en la cabeza incluída, su folk de remininiscencia de los 70 fusionado con ritmos africanos y potenciados por la marimba, instrumento de percusión afro-americano al estilo del xilofón, les dieron el empujón al podio de honor.  BCUC es la antípoda. Cuatro hombres y una mujer que le da suavidad con sus coros a una propuesta que sacude la tradición local bantú con el funk y el soul, todo adornado con silbatos y mucha percusión que levanta el ánimo y al personal de la sala. "Son carne de festival", se oye mientras el grupo actua en la primera de las sesiones.

 

Durante tres noches, las bandas han tratado de dar lo mejor de sí para que la docena de programadores españoles que han aterrizado en la metrópolis sudafricana se fijen en ellos y acaben por votarles. El premio lo vale porque la mayoría no ha traspasado fronteras ni tan siquiera de su ciudad y puede que el billete a la Península les abra las puertas al mercado europeo, poco permeable a las propuestas que llegan del sur. Nunca se sabe. Sino que se lo digan a Ethiocolor, el grupo que el año pasado en Addis Abeba, cerró el Vis-aVis de la edición etíope, se fue de gira española y ahora gozan de un éxito para las minorías más exquisitas francesas. 

Los programadores aún recuerdan la actuación. Por un lado por el gran espectáculo vocal y musical del grupo y, por otro no menos importante, por el escenario pintoresco en un pequeño local con suelo de paja donde el público se veía salpicado literalmente por el sudor de las bailarinas que animaban el show del cantante ciego. Addis Abbeba es África como lo es la cosmopolita y variada Johannesburgo, Joburg o Jozi para los locales y para los más de medio millón de estranjeros de medio mundo que pueblan sus barrios. 

BCUC. Fotografia de S. B.

Este año no ha habido escenarios de paja pero sí unas vistas nocturnas de infarto sobre la ciudad más moderna del continente. "África es una mina musicalmente, cada tribu tiene su ritmo", explica el canario Ramírez, para quien la grandeza de muchas de las propuestas es que la tradición se mezcla bien con "la electrónica, lo moderno, el jazz, con todo".

Y Sudáfrica, con 11 lenguas oficiales y otras tanto etnias reconocidas no es menos. De zulús a xhosas, el idioma materno de Nelson Mandela con su carcterístico sonido de chasquido que inmortalizó la gran Miriam Makeba en su "The click song", el panorama local se llena de mucho hip hop, de rock, pop y jazz que van mucho más allá del folkorismo o incluso de los ya clásicos Ladysmith Black Mambazo que encandilaron a Paul Simon a mediados de los 80.

Está claro que los programadores no se dejan sorprender por unos ritmos hiphoperos o un vestuario de estampados casi imposibles de llevar en un panorama occidental, ni tan siquiera por el ambiente cuando más de uno entre el público se anima a seguir el ritmo para disfrute personal y colectivo. Con los primeros compases, el jurado se mira entre sí y con un sólo gesto descarta a la banda que, ajena a las notas, lo da todo, como se dice en estos casos. Por el contrario, la sala se enciende y el jurado advierte que lo que está sonando es "diferente", aunque quizá la técnica pueda pulirse. Por usar algún referente, la iniciativa está a medio camino entre los televisivos "Tienes talento" y "Operación Triunfo" pero sin cámaras en los dormitorios ni mala baba de los miembros del jurado, que se refieren a los descartables con un poco hiriente "más de lo mismo".

El nombre de los ganadores no se decidió hasta no sólo ver y escuchar a los grupos en el escenario sino conversar con ellos fuera de foco. A la llamada del Vis-a-Vis sudafricano respondieron 88 músicos que colgaron sus actuaciones en la página web. De ahí, los programadores escogieron la docena de semifinalistas en una votación colegiada aunque teniendo en cuenta las preferencias de sus respectivos festivales. Hay alguna banda que parece haber estado toda la vida ante el público y se mueve por el escenario con tanta soltura que queda claro que hay cosas que no se aprenden en academias, mientras que algún virtuoso músico se adivina como amenaza de una dormida general en cualquier festival. No todo es la técnica, coincide el jurado. Después de las actuaciones, la iniciativa también ha contemplado reuniones con los grupos para ayudarles a elaborar un book para festivales o pulir la puesta en escena. "Queremos dar un paso más", cuenta el responsable del Canarias Jazz&Más, para que "España se convierta para estos grupos africanos en un trampolín al mercado europeo y no dejar sólo que sea una iniciativa de conciertos puntuales".

Mientras se cocina la idea, en julio Sudáfrica huye de su frío y se viene de festival.

Más información: aquí tenéis otros artistas participantes

Bongeziwe Mabandla

 

Shabalala Rhythm, algo más tradicional 

  

Black Light Panda, banda joven con muchos fans adolescentes.

Comments

[Publicado por: Anna]

Excelente. Espero poder disfrutar de algún directo. La fuerza de los BCUC me ha dejado sin aliento. Gracias por abrirnos las puertas a nuevas propuestas musicales.

[Publicado por: David]

Una autentica delicia de reportaje. Joyas que serían desconocidas si no fuera por el trabajo de prospección de estos festivales abiertos de mente. Touchwood son carne de festibçvales indies de aquí a nada.