Limpiezas de tierras para plantar palmeras de aceite en Malen, sur de Sierra Leona. REUTERS/Simon Akam
Un francés y un zimbabuense han sido tiroteados en una plantación de aceite de palma en el sur de Sierra Leona. Las dos personas trabajaban para Socfin, compañía propietaria de la plantación. Este es el último capítulo, por ahora, de la larga lucha que los campesinos de la zona mantienen contra la multinacional y el gobierno del país.
Hace un par de años contábamos en estas mismas páginas que en 2011, Socfin Agricultural Company Sierra Leone Ltd (Socfin SL) firmó con el gobierno sierraleonés un acuerdo por valor de cien millones de dólares a cambio de 6.500 hectáreas de tierra de cultivo, para plantar árboles de caucho y palmeras de aceite, en el Chiefdom de Malen, en el distrito de Pujehun, en el sur de Sierra Leona. Un año más tarde, la compañía adquirió otras 5.000 he. más en la misma zona. El contrato tiene una duración de 50 años y el gobierno de Sierra Leona concedió una exención del 100 % de impuestos hasta el año 2023 a la multinacional.
La inversión realizada por esta compañía ha contado desde el principio con la oposición de la comunidad local. En octubre de 2011, cuarenta personas fueron detenidas en el curso de una protesta pacífica contra la usurpación de sus tierras. En diciembre de 2013, los ancianos de la zona convocaron una reunión con autoridades gubernativas y representantes de la compañía para exponer las quejas de la población ya que ninguna de las promesas de dinero y trabajo hechas al expropiar las tierras se habían cumplido. La policía detuvo y torturó a muchos de los que intentaron acudir a ese encuentro y disolvió a los concentrados con gases lacrimógenos y balas de verdad que hirieron a muchos seriamente. Por su parte, la compañía denuncia, continuamente, a los líderes locales de destruir plantas y dañar los cultivos y pide la intervención de la policía. Estos son solo algunos de los ejemplos que muestra la dura lucha de los campesinos del Chifdom de Malen por recuperar sus tierras.
Las quejas de los agricultores sierraleoneses son las mismas que se escuchan a miles de campesinos en muchas partes del mundo contra la omnipotencia de multinacionales y gobiernos.
Socfin Sl es una compañía subsidiaria de la belga Socfin, cuyo principal accionista es Vicent Bolloré, un empresario francés propietario del grupo Bolloré e intimo amigo del ex presidente francés Nicolas Sarkozy (a disposición del cual ponía su avión privado y su yate; parece ser que a cambio de favores en el mundo de los negocios). El acuerdo firmado en Sierra Leona prometía crear puestos de trabajo en la zona, además de la construcción de infraestructura y una compensación justa por las tierras, promesas que según los campesinos de la zona no se han cumplido. Desde un principio, estos denunciaron que dicho convenio carecía de transparencia, que los ciudadanos no habían sido consultados ni informados de su desplazamiento forzado y ulterior recolocación que conllevaba la operación, la escasa compensación recibida, la corrupción, la presión ejercida sobre los dueños de las tierras y los jefes de las aldeas para que firmaran los contratos que se les presentaban y las duras condiciones de trabajo a las que eran obligados los trabajadores de la plantación. También se quejan de la represión a la que se ven sometidos aquellos que se quejan del proyecto, incluyendo el arresto y la tortura por parte de la policía.
El último incidente tuvo lugar el 15 de enero pasado sobre las 22:00 horas, cuando los dos trabajadores de Socfin regresaban de comprobar los daños que un fuego había ocasionado en una zona de la plantación y fueron atacados por una multitud que tiró piedras a su vehículo y les disparó. Uno de ellos recibió varios impactos de bala en el brazo y otro sufrió cortes de cristales. Los dos hombres han recibido cuidados médicos y sus vidas no están en peligro.
El jefe de policía de la zona ha confirmado que 11 personas han sido arrestadas, entre ellas el consejero que representa a la zona en el Consejo de Distrito y que se ha lanzado una operación para capturar al resto de los sospechosos, especialmente a la persona que se piensa disparó contra los trabajadores de la multinacional.
La Asociación de Propietarios y beneficiarios de tierras en Malen (MALOA, por sus siglas en inglés) ha condenado el ataque y cualquier violencia que envuelva a las protestas. Pero recuerda que su lucha sigue viva y que los 5 dólares anuales que reciben por cada acre de tierra expropiado por la compañía es insuficiente para que una familia pueda vivir dignamente.
En un comunicado de prensa, Socfin SL afirma que una vez más quiere dejar claro su sincero interés en el desarrollo de la zona y que con su trabajo añade valor a la tierra a través de la producción de aceite de palma. Después de pedir la intervención del gobierno y las fuerzas del orden para detener y castigar a los culpables de acuerdo a las leyes de Sierra Leona, hacer un llamamiento a “todos los amantes de la paz en Sierra Leona” para seguir trabajando juntos para el beneficio de todos.
La compañía también recuerda su colaboración y contribución a la lucha contra el ébola junto a las autoridades regionales y nacionales.
Uno de los líderes locales, Frank Williams, afirma, en una entrevista a GRAIN, que los miembros de la comunidad están decididos a poner fin a las actividades de la empresa, a pesar de la violencia e intimidación a la que están sometidos. Y cuenta la historia de Safiya Vandi, una mujer que no quiso vender su tierra y cuando las maquinas entraron para limpiar la tierra, ella se plantó delante de ellas y el trabajo tuvo que interrumpirse. Comenta Williams que son muchas las acciones pacíficas como estas y que en el futuro se verán más porque no se está escuchando la voz de la comunidad.
El aceite de palma es más importante aceite vegetal y se usa, principalmente, para hacer margarinas y jabones. Supone un gran negocio y las plantaciones de palmeras aceiteras no dejan de crecer y están detrás de muchas de las apropiaciones de tierras en África.
En el mapa se muestra el distrito de Pujenhun.
Hay 1 Comentarios
Pues con estos bodrios me parece que lo tienen bien duro los campesinos.
Publicado por: kenia | 18/02/2015 1:07:33