Cellou Diallo es emprendedor, experto en cartografía, informático y miembro activo de algunas comunidades de software libre, como OpenStreetMap y Drupal. También es guineano y vive actualmente y desde hace casi siete años en Francia. Concretamente en la ciudad de Montpellier, al sur del país, en el borde del Mediterráneo.
Allí cumplió 36 años el pasado 26 de mayo, tras las rejas del centro de retención administrativa de Sète. Le detuvieron poco antes de celebrar su onomástica y le liberaron el pasado 28 de mayo, aunque permanece confinado en su domicilio y pendiente de una orden de expulsión del país, emitida la última semana de mayo por el tribunal administrativo de Montpellier.
"Cellou llegó a Francia en 2009 para unas prácticas en el IFREMER de Sète", explican sus colegas de Montpel'libre, movilizados desde que fuera detenido para evitar su repatriación. "Cuando ya estaba en Francia, la epidemia de ébola que tocó la República de Guinea diezmó su familia. Opositor del régimen actual, fue perseguido y forzado a abandonar su país. Al no tener más lazos con su tierra, pidió asilo en nuestro territorio. Es un miembro muy activo de Montpel'libre y de la comunidad del software libre desde hace años".
Diallo es voluntario en Emmaüs a través de la iniciativa Emmabuntüs y apoya el acceso a lo numérico de personas con discapacidad. También contribuye como mentor en iniciativas de sensibilización y formación en la cultura libre. Lo declaran, además, implicado en la obtención del sello French Tech para Montpellier.
Se ha formado un comité ciudadano de apoyo a su causa para encontrar una solución para que pueda quedarse en Francia. También se acaba de acuñar un hashtag en su honor: #pourcellou. Y, por supuesto, hay una petición en Change.org para evitar su repatriación y movilización en redes sociales.
Sus colegas afirman que Cellou Diallo pertenece a una minoría de origen peul perseguida por el gobierno guineano y que, además, es miembro de la oposición. Según una de ellas, Marie-Laure Vie, Diallo se marchó de Guinea tras unas masacres entre policías y militares en septiembre de 2009. "Las personas en el poder en aquel momento todavía ocupan altos cargos en el gobierno", precisa y por tanto, concluye que las amenazas contra su seguridad no han desaparecido.
Marie-Laure explica que, entre el final de 2014 y la mitad del año pasado, el equipo humanitario de Open Street Map lanzó una campaña en la que Cellou Diallo tomó parte para trabajar en la cartografía numérica de la República de Guinea, siguiendo el patrón de propagación del ébola e identificando los puntos de acceso a recursos, como carreteras, escuelas o pozos. "En esta ocasión, Cellou recibió amenazas de nuevo, a través de los medios sociales, de compatriotas próximos al poder, que vieron una ocasión propicia para ejercer una fuerte presión sobre él. Los comentarios fueron insultantes y extremadamente amenazadores. Cuando nos encontramos en una situación como la suya, con la pérdida de gente próxima a él precisamente por esta epidemia, hay que entender las dificultades que esto supone". Cellou también trabajó en el mismo tipo de proyecto en Nigeria por la misma causa.
Marie-Laure Vie nos escribe un correo electrónico tras la última reunión de coordinación del comité de apoyo a Cellou Diallo. "Está confinado en su residencia durante 15 días a partir de su salida del centro de detención administrativa", explica. "Siempre con la orden de expulsión vigente (Obligación de Abandonar el Territorio Francés) que puede obligarle a ser llevado hasta la frontera, sin demora, y ser devuelto a Guinea, donde no tiene familia ni lazos". Marie-Laure precisa que hay un segundo proceso, de solicitud de asilo, en estudio actualmente y que depende de la Oficina Francesa de Protección a los Refugiados Apátridas. "La suerte de Cellou descansa por completo entre las manos del prefecto de Hérault. Es la razón por la que continuamos pidiendo masivamente apoyos a través de la petición para su regularización", termina.
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