Un cartel en Freetown, Sierra Leona, dice: “Los supervivientes del ébola son nuestros héroes y heroínas. Pon fin al estigma” / Foto Michael Duff/Getty Images
Unos 2.500 sobrevivientes de ébola en Sierra Leona, en su mayoría mujeres y niños, van a recibir un salario mensual y formación profesional como parte de un nuevo proyecto del Plan de recuperación del ébola del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que también cuenta con la colaboración de ONU Mujeres.
El pasado 21 de junio, el Ministerio de Asuntos Sociales, Igualdad y Menores sierraleonés y el PNUD firmaban este proyecto que cuenta con un presupuesto de 1.436 millones de dólares que serán financiados por el Fondo Fiduciario de respuesta al ébola (MPTF). En el comité de supervisión del mismo, además de los organismos firmantes estará también representada la Asociación Sierraleonesa de Supervivientes del Ébola (SLAES)
El objetivo general de programa es la prevención de conflictos y el fomento de la resilencia dando respuesta a la vulnerabilidad y la marginación social de los supervivientes de esta epidemia. En principio, se implementará entre la población de las zonas más afectadas por la enfermedad.
El proyecto quiere ofrecer habilidades para la vida y un estipendio mensual a los beneficiarios durante un periodo de tiempo fijo y al final de la formación profesional cada uno de ellos recibirá un kit que le permita poner en práctica lo aprendido según seña el PNUD en el comunicado emitido tras la firma del acuerdo.
Durante la epidemia que afectó también a Guinea Conakry y Liberia, Sierra Leona registró 14.124 casos de ébola, de los cuales 3.956 resultaron en muerte. Todavía quedan alrededor de 4.000, de los más de 10.000 supervivientes que no han podido regresar a sus antiguos puestos de trabajo después de que el 17 de marzo de 2016 el país fuera declarado libre de la enfermedad, por segunda vez.
Según el comunicado del PNUD, la ministra de Asuntos Sociales, Igualdad y Menores, la doctora Sylvia O. Blyden, anunció durante la ceremonia que su departamento creará una oficina especifica para los supervivientes del ébola que tendrá com objetivo principal mejorar las condiciones de vida y el bienestar de estas personas.
Por su parte, el director del PNUD en el país, Sudipto Mukerjee, dijo que el éxito del proyecto dependerá del nivel de implicación de las comunidades locales.
Esta noticia llega después de que durante los últimos meses los supervivientes del ébola en Sierra Leona hayan protestado en diversas ocasiones por lo que han denominado como falta de atención, o abandono, por parte del gobierno.
En noviembre de 2015, cuando el país fue declarado libre de la enfermedad por primera vez, el presidente Ernest Bai Koroma prometió un amplio programa de medidas para ayudar a los supervivientes que incluiría servicios médicos y apoyo psicológico gratuitos.
Durante meses, los supervivientes han acusando al gobierno de incumplir sus promesas y su frustración ha ido aumentando a medida que pasaba el tiempo. El pasado 4 de abril, por ejemplo, se manifestaron en diversas partes del país alegando que algunos de los supervivientes han muerto por no haber recibido los cuidados médicos necesarios, especialmente por falta de medicación.
Algunas mujeres cuyos maridos murieron de este enfermedad protestaban porque el gobierno no les había pagado las ayudas prometidas, lo que tenía como resultado que sus hijos no podían ser escolarizados.
En aquella ocasión, el presidente de SLAES, Yusuf Kabbah, declaró a la BBC que los supervivientes del ébola habían sido abandonados por el gobierno el cual no tenía ningún plan claro de recuperación ni para el país ni para ellos.
Tras las protestas, el gobierno aseguró que el Ministerio de Sanidad se había dirigido a los directores médicos de todos los distritos del país para garantizar que se ofreciera asistencia sanitaria gratuita a todos los sobrevivientes, incluyendo el tratamiento de la uveítis, una inflamación de la capa media del ojo que es una secuela común entre estas personas.
Sin embargo, los supervivientes que trataban de acceder a estos medicamentos gratuitos en las farmacias se encontraban con que se les exigía pagar. En algunos casos las medicinas que necesita una de estas personas pueden llegar a costar alrededor de los 300.000 leones (unos 44 euros), una cantidad desorbitada para la inmensa mayoría del país.
La ayuda ofrecida por UNDP y sus socios no resuelve las demandas de este grupo, solo se centra en un pequeño núcleo, principalmente mujeres y niños, pero no habla de medicinas ni de otros aspectos de los que se queja la SLAES.
El tema de la formación profesional también levanta algunas cuestiones. Algunos supervivientes critican que este tipo de programa de formación profesional, como los que ofrece el proyecto del PNUD, es el mismos que se llevan implementando en el país con jóvenes y mujeres desde el final de la guerra que asoló Sierra Leona entre 1991 y 2002 y que no han producido ni empleo ni riqueza en el país, solo ha creado expectativas entre los beneficiarios que nunca han sido cumplidas. Pero también dicen que en este caso hay que esperar a que el plan se concrete y se vea cuales son las posibilidades que se ofrecen para poder evaluarlo correctamente.
Mientras siguen reclamando al gobierno que cumpla sus promesas de asistencia médica y psicológica gratuita y buscar soluciones para todas las personas que perdieron sus empleos por causa de la enfermedad y no han sido capaces de recuperarlos hasta el momento.
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