Trabajo en la tempestad en Puerto Príncipe. / RAMÓN ESPINOSA (AP)
Haití se salió de las noticias y quedó varado donde estaba antes del terremoto de enero, en el olvido. Sin embargo hay buenas noticias: la cancelación de su deuda con el Banco Interamericano de Desarrollo gracias a una aportación de EEUU; y malas: la llegada de lluvias torrenciales. Tras la destrucción de una gran parte de Puerto Príncipe, que dejó a cerca de un millón de personas sin hogar, la población aun sobrevive bajo tiendas de plástico y en las construcciones que levantó la ONU. La necesidad extrema y sus urgencias se acompañan mal con la parsimonia de la burocracia de aquellos que prometieron millones y llenaron titulares con ofertas a las que ahora, sin luz ni taquígrafos, se les caen los ceros.
En la fotografía, el hombre que carga el saco, parece sacado de un cuadro. Si se buscan pinturas de la esclavitud se puede encontrar su rostro multiplicado. Es el mismo sufrimiento, pero existe una diferencia esencial entre aquellos y este: los esclavos tenían conciencia de serlo. Ahora solo tenemos conciencia de la pobreza absoluta, pero se nos olvidan las causas.
Para seguir la evolución de las tormentas que se hallan en el Caribe hay que visitar la página del Centro Nacional de Huracanes de EEUU.
Cuando el talento es grande, sobran las palabras. Basta El Roto:
Hay 1 Comentarios
¡Cómo durante siglos los europeos han esquilmado a sus colonias! Ahora que ellos están en declive, puede ser que lo reconozcan.
Publicado por: Rosa Mayo Marcuzzi | 02/10/2010 15:07:51