Ramón Lobo

La foto, en busca de la buena suerte

Por: | 22 de enero de 2011

Amuletos

DAVID LONGSTREATH (ASSOCIATED PRESS).

Conozco a gente muy racionalista y atea que cree en los amuletos, en la buena, mala suerte y en el gato negro. Viajo cargado de estampitas, pins, un billete de un dólar firmado por un amigo y una cadena con medallitas de la infancia. Las personas de fe suelen depositar en un objeto relacionado con sus creencias una porción, no siempre apropiada, de su seguridad emocional. La imagen de un santo o una santa, un rosario bendecido por no sé quién, un trozo de lo que aseguran fue un hueso, una tela del vestido, o un trozo de una cruz pueden alcanzar alguna de las propiedades curativas que el creyente les otorga, al menos en enfermedades no graves. Sucede también con el vudú: el poder de la sugestión mueve montañas.

Los amuletos reciben sus supuestas propiedades mágicas de las personas con las que están relacionados. Es como si a través de una imagen de un santón sufí, o budista como en este caso (la foto está tomada en Tailandia), pudiéramos compartir parte de su sabiduría para ser mejores y alcanzar nuestros deseos más importantes. La gente que cree en los asuntos celestiales suele pedir cosas terrenales bastante alejadas de una mejora espiritual: un piso, trabajo, lotería, un aprobado en tal o cuál examen, salud. El objeto es un intermediario entre lo anhelado y la voluntad de conseguirlo.

Los objetos de la fotografía son, a simple vista, baratijas viejas, inservibles, olvidadas. La magia no está en el objeto sino en la mano que los convierte en la lámpara de Aladino.

Hay 4 Comentarios

CUIDEN Y PROTEGAN diganle adios a yuzuke06

No vean mensajes subliminales ya no a los mensajes subliminales,uno quiere paz

Los objetos cuentan con su propia energía así como las personas o los lugares. Es esta una energía que no es perceptible por todos sino por aquellos que mas aya de esperar nada a cambio se benefician de ella. Para esto es fundamental saber que a menudo las casas suceden en función de nuestra predisposición. Al menos en lo que a lo material se refiere...

A veces, más que por superstición, se hace por recuerdo.
Hay cosas en la vida que es mejor no olvidar, y algunos objetos nos ayudan a mantener nuestros recuerdos, y a no olvidar nuestras motivaciones, no olvidar lo que nos incentiva a seguir adelante.
Seré todo lo ñoño que se quiera, pero ver una foto de algún ser querido me llena de energía y fuerzas para afrontar el día a día.

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Sobre el autor

Nací en otro siglo, en Venezuela, mitad español, mitad inglés. Siempre me gustaron las noticias internacionales. Con El País he viajado a guerras en medio mundo. He aprendido mucho, sobre todo a escuchar.

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