Ramón Lobo

Sobre el autor

Nací en otro siglo, en Venezuela, mitad español, mitad inglés. Siempre me gustaron las noticias internacionales. Con El País he viajado a guerras en medio mundo. He aprendido mucho, sobre todo a escuchar.

Eskup

Civiles que no salen en televisión

Por: | 31 de marzo de 2011

África necesita desgracias grandes para lograr titulares pequeños. Si el ataque de la guerrilla de Sierra Leona -en enero de 1999 contra Freetown; más de 7.000 muertos en tres semanas- no pudo desbancar al vestido manchado de una becaria del presidente Bill Clinton, pocas posibilidades tiene hoy Costa de Marfil, más de cinco meses en el alambre, cientos de muertos y decenas de miles de desplazados.

No han servido de mucho las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU -la última del 30 de marzo- ni el envío de cascos azules (africanos, eso sí) ni los embargos ni las amenazas. Nada sirve cuando no existe una voluntad política creíble de aplicar lo decidido. Son las fake decision, de las que tanto abundan.

El presidente que perdió la segunda vuelta de las elecciones del 28 de noviembre, Laurent Gbagbo, se ha negado a traspasar el poder al ganador reconocido, Alassane Ouattara, y en ese bloqueo se encuentra el país, coqueteando con la guerra civil, si es que no cayó en ella de nuevo. Costa de Marfil se ha visto desplazada informativamente por tres catástrofes simultáneas: el terremoto-tsunami-accidente nuclear de Japón, la guerra civil en Libia y el habitual desinterés occidental hacia África. Hay silencios que podrían ser crímenes de guerra.

Costa de marfil
Sin periodistas de la CNN no hay noticia. / AFP.

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Dibujos animados que informan

Por: | 30 de marzo de 2011

Actualizado a las 15.30 /

Así explican en Japón a los niños el accidente nuclear de Fukushina. El asunto elegido es desternillante. A algunos les puede parecer estúpido, como leo en algunos feedbakcs en Twitter (@ramonlobo), pero muestra muy bien la idiosincrasia del país.

 

Y el cuento de los tres cerditos, algo actualizado. Un videojuego al que le faltan piezas.

 

Obama no tiene memoria

Por: | 30 de marzo de 2011

 

Actualizado a las 14.12 /

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no descarta armar a los rebeldes libios. Le apoya el primer ministro británico David Cameron. Hay un problema: lo prohíben las resoluciones de Naciones Unidas que ellos mismos han aprobado este año, la que permite bombardear a las fuerzas de GadafI y la anterior que decreta un embargo de armas.

Las resoluciones de la ONU son piezas de ingeniería político-diplomática que después, una vez aprobadas, se retuercen a conveniencia. Si se revisan las vetadas por alguno de los cinco países con derecho a veto se comproborá en qué asuntos no quieren correr riesgos. Retorcer la 1973 para armar a los rebeldes, si es que no se les está armando ya a través de terceros, sería retorcer mucho. Haría falta una nueva resolución o dejar de decir que se actúa conforme a la legalidad internacional.

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Buscando salidas al laberinto libio

Por: | 29 de marzo de 2011

La situación en Libia es tan compleja que ni los líderes que lideran el mundo son capaces de mantener el discurso. Cada día, un matiz, un sinónimo, pero siempre el mismo runrún de fondo: los eufemismos. La zona de exclusión aérea se concentra, de momento, en la destrucción de las piezas de guerra que no vuelan: carros de combate, artillería, morteros, cuarteles, centros de mano... Diga lo que diga Barack Obama parece que el objetivo real es derrocar a Muamar el Gadafi, un tipo con un largo historial delictivo.

La sensación de caos que proyectan ambos bandos presagia más caos para el día después, gane quien gane. Es de esperar que los lideres reunidos en Londres alumbrarán un plan para la paz y que este no se parecerá en nada al desastroso de Irak.

Para salir del laberinto de contradicciones, unos cuantos enlaces cargados de inteligencia:

  • FRENTE POLÍTICO:

-EEUU no puede esperar y se reunirá con los rebeldes.

-Walter Oppenheimer  escribe sobre el tandem Sakozy-Cameron.

-Juan José Téllez, sobre los límites de la resolución 1973.

-Analisis de dicha resolución, que en teoría implica un embargo de armas para ambos bandos.

-El blog The Arabist postea sobre las contradicciones de los líderes occidentales.

-Ross Douthat escribe sobre sus dudas sobre la operación militar.

ROSS DOUTHAT
  • EL HUMOR QUE DESNUDA:

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Las armas de Gadafi son nuestras

Por: | 28 de marzo de 2011

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Un rebelde escribe en Ras Lanuf: Revolución 17 de febrero. / KHALED ELFIQI (EFE).

Los bombardeos de la OTAN destinados a evitar la muerte de civiles coinciden con los avances rebeldes. No debería ser una sorpresa porque este es el objetivo real: cambiar el régimen. Es el objetivo que no se expresa, que se disimula por temor a la opinión publica y las encuestas. Quien se acomoda mucho al qué dirán, lo paga caro, como Angela Merkel.

La estrategia en Libia es una copia de la seguida en Afganistán en 2001. EE UU aportó los aviones y la Alianza del Norte, la infantería. En Afganistán, un país muy diferente a Libia, funcionó mal. La Alianza estaba y está vinculada a graves crímenes de guerra, narcotráfico y corrupción. Los buenos de entonces frente a los talibanes y la incompetencia occidental han ayudado a empantanar la guerra afgana y dar ventaja a los talibanes nueve años después.

El caso de Eman al Obaidi, la mujer que este fin de semana acudió al hotel de los periodistas acreditados en Trípoli para denunciar que 15 policías de Gadafi la habían violado durante una detención, retrata al régimen, su brutalidad cotidiana. El régimen atacó la credibilidad de la denunciante: "Es una prostituta con problemas psiquiátricos". Al Gobierno de Gadafi lo desnuda esta excusa, tan vil como otras empleadas en el caso la periodista Lara Logan; también lo desnuda la escenificación de lo que es una dictadura: Eman al Obaidi apenas pudo hablar porque los mamporreros gadafistas se le echaron encima, la golpearon y se la llevaron presa. Hoy dicen que la han liberado. Solo palabras, no hay pruebas.

 

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Músicas del mundo

Por: | 27 de marzo de 2011

El calendario europeo dice: primavera, pero en Madrid hace frío y llueve a cántaros, como quería Pablo Guerrero. La lluvia limpia, regenera, da vida. En primavera brota cada año Praga y una esperanza marchitada. Cuando crece la distancia el mundo se lee al revés, se ven los caminos equivocados. Fabio Biondi y Europa Galante son de los mejores intérpretes de Vivaldi, y de sus estaciones. La música no necesita del calendario ni del clima. Primavera es París y la arena de la playa. La primavera es un joven árabe que grita libertad.

La visión del foco de una linterna

Por: | 26 de marzo de 2011

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MATT ROBINSON (REUTERS).

La luz. Una foto-cuadro es luz y su ausencia, opuestos que permiten la aparición de figuras, objetos, casas, paisajes... De vida y muerte. Hay fotografías que solo muestran lo fotografiado, son mayoría, las de todos, las de cada día. Muy pocas son capaces de narrar una historia sin palabras, son las periodísticas, las literarias.

En esta imagen se ve a dos personas que no sonríen, que se esconden, cada uno detrás de su muralla. El soldado estadounidense, protegido por la tecnología, introduce los datos biométricos de un sospechoso en la aldea de Yahya Khel, en la provincia de Paktika. El afgano, cubierto por la manta tradicional de su país, la que sirve de cama y abrigo simultáno, observa desde ningún sitio con la esperanza de que no le encuentren. Les alumbra la luz de una linterna. Así es Afganistán, un mundo en sombra que a veces alumbramos con linternas. La linterna muestra la visión de unos metros, el resto permanece oscuro. Hablamos, creamos estrategias, decidimos el futuro de millones informados por el foco de una linterna.

La fotografía es la representación de un duelo. Cada uno con sus armas: yo, los satélites; yo, las montañas y sus rugosidades. No vemos sus ojos. Los del afgano parecen mirar hacia dentro. No destilan miedo, ni resignación, quizá hartura. Observa desde su promontorio al soldado extranjero armado con aparatos de un mundo ajeno. Su cuerpo le dice: paciencia, disimulo. Es la historia de Afganistán: millones de civiles disimulando ante los británicos, ante los soviéticos, ante los muyaidín, ante los talibán, ante los norteamericanos, ante sí mismos. Todos reducidos a personajes secundarios de su vida.

De qué se ríe señor ministro

Por: | 25 de marzo de 2011

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Sin novedad en el frente de Bruselas. / LIONEL BONAVENTURE /AFP).

Joris Voorhoeve, ministro de Defensa de Holanda durante la matanza de Srebrenica, en julio de 1995, me explicó el sistema. "Cuando estalla una crisis y la prensa presiona, nos reunimos y emitimos un comunicado. Por lo general es suficiente. Si se agrava o los medios de comunicación presionan mucho nos volvemos a reunir y un tomamos una decisión falsa".

Una fake decision es aquella que se adopta para satisfacer a la opinión pública y simular que se hace algo. Una decisión falsa para ser realmente falsa debe carecer de los medios necesarios y de la voluntad política para aplicarla. Bosnia-Herzegovina es el gran ejemplo: se enviaron tropas de paz a una guerra con un mandato que les impedía evitar las matanzas; 44 meses después se aprobaron tropas de combate tras la firma de la paz.

26 de marzo de 1998. El grupo de contado para los Balcanes (EEUU, Rusia, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia) se disponía a enviar al ex presidente español Felipe González como medidor en la crisis serbia. Slobodan Milosevic había robado la victoria en las elecciones municipales a la oposición encabezada por Zoran Djindjic, Vuk Draskovic y Vesna Pesic. La cumbre de Bonn fue un fracaso. Duró un día. Por la mañana entró la prensa acreditada, visitó la sala de la reunión, fotografió buenos ánimos y sonrisas y se fue. No estuvo presente en los pasillos durante las deliberaciones. El Grupo de Contacto prefirió preservar su unidad antes de lanzar órdagos a Belgrado. Gran parte de la cita de Bonn estuvo destinada a ponerse de acuerdo en cómo presentar el fracaso en la rueda de prensa de la tarde. Cuando la venta se hace bien el fracaso parece un éxito.

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Internet desnuda la represión de Basar el Asad

Por: | 24 de marzo de 2011

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Raúl Barbolla.

Actualizado a las 20.25 /

Parece el juego de las sillas informativas: cuando todos miramos a Libia, estalla Japón; cuando todos miramos a Japón con sus catástrofes múltiples, aviones occidentales atacan a Libia; cuando todos miramos a Libia otra vez, el régimen sirio, uno de los más implacables en una zona de regímenes implacables, reprime a sangre fuego a sus civiles en Deraa.

Las imágenes resucitan el fantasma de la matanza de Hama, en febrero de 1982, más de 20.000 muertos en una revuelta de los Hermanos Musulmanes. Pero esta vez la impunidad sin testigos no es posible. Las nuevas teconolgías, Internet, las redes sociales y las televisiones árabes por satélite Al Jazeera y Al Arabiya miran por todos, rompen el silencio.

Deraa y Hama fueron las dos ciudades más castigadas por la represión de Hafez el Asad, padre de Basar el Asad. Se levantó Deraa. Falta Hama.

Los incidentes, que empezaron el 18 de este mes, han sorprendido al régimen vigilando Facebook y capturando blogueros, confiado en su aparato represivo. No hay una cifra oficial de muertos, más allá de los cuatro reconocidos el miércoles en el asalto a una mezquita omarí. Fuentes hospitalarias informan hoy de 25; otras, de más de 150. Las imágenes que circulan por Internet son brutales. Su autenticidad no es posible comprobar debido a la ausencia de periodistas en la zona. El segundo vídeo es especialmente duro. Muy duro. Está grabado con teléfonos móviles. El Ejército ha desplegado soldados armados con fusiles de asalto que disparan contra la población. En la represión participaron las fuerzas especiales. La tensión es extrema.

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No amanece aún en la odisea

Por: | 23 de marzo de 2011

Bombing
Un Tornado británico aterrizando en base italiana de Gioia Dell Colle. / NEIL CHAPMAN (EFE).

Actualizado a las 17.00 /

Ni objetivos claros ni mando unificado. Demasiados líderes políticos con ideas propias, ansias de notoriedad y falta de coraje para llegar hasta donde están deseando llegar: el derrocamiento de Muamar el Gadafi y su régimen. Ni siquiera han sido capaces de ponerse de acuerdo en el nombre de la operación. Para los estadounidenses se llama Amanecer de la Odisea. Los franceses la bautizaron con un viento del desierto: Harmattan. Los británicos, Ellamy. Los canadienses ni se molestaron en cambiarle el suyo tras la evacuación de sus nacionales: Operación Móvil. Es un síntoma de la precipitación con la que Occidente se ha lanzado a bombardear Libia. El primero, Odyssey Dawn en inglés, es tan poco periodísitico que carece de resonancia publicitaria, algo esencial en estos tiempos. Además de plano, es pretencioso: proyecta desdén hacia el enemigo y un cierto complejo de superioridad cultural que está por demostrar. Los únicos que tienen una buena excusa son los británicos: el suyo lo eligió un ordenador.

Guerra libia
Turismo bélico: una mujer fotografía a sus hijos entre Ajdabiya y Bengasi. / KHALED ELFIQI (EFE).

Al carecer el objetivos públicos definidos se evitan los fracasos militares. Si no sabemos adónde vamos, nadie nos increparará por no llegar. En esta fase lo más importante, además de destruir los radares y las defensas antiaréreas de Gadafi, es simular que se hace algo para proteger civiles.

Simular. Esa es la ideología reinante. Los últimos 50 años están repletos de decisiones falsas para las que no hubo ni hay medios y voluntad de aplicarlas. Bosnia-Herzegovina es el ejemplo más sobresaliente. Nadie intervino en marzo de 1992, en la víspera. Cuando el peligro de guerra era evidente. Nadie intervino durante 44 meses para salvar civiles. Murieron más de 100.000 personas y más de dos millones fueron expulsadas de sus casas. El Consejo de Seguridad adoptó una resolución en 1993 en la que creaba cinco zonas seguras. Todas fueron atacadas repetidamente; una de ellas, Srebrenica, sufrió un genocidio: 8.000 varones asesinados en tres días de julio de 1995. No es el único caso de política desastrosa, casi criminal.

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El País

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