Ramón Lobo

Sobre el autor

Nací en otro siglo, en Venezuela, mitad español, mitad inglés. Siempre me gustaron las noticias internacionales. Con El País he viajado a guerras en medio mundo. He aprendido mucho, sobre todo a escuchar.

Eskup

Canciones para después de una guerra

Por: | 17 de julio de 2011

Mañana es el día: el hachazo, las dos Españas de Antonio Machado, una brutalidad que se duplica. Mal asunto, pasen 75 años o diez siglos. Muerto el dictador en la cama, en noviembre de 1975, arrancó la Transición, un periodo apasionante, hermoso. Se habló de reconciliación, pero se hizo con fórceps, sin justicia ni memoria histórica. Setenta y cinco años después miles de personas siguen olvidadas en fosas prohibidas, sin nombre, sin voz. La España de hoy es una España que no nace de las palabras, de los reconocimientos, sino de la frialdad de la mudez obligada.

 

En el cine Madrid, en la plaza del Carmen, viví en aquellos años una noche de esperanza. Acababan de estrenar 'Canciones para después de una guerra' de Basilio Martín Patiño. En la planta baja, los fachas; en la de arriba, los rojos. Cuando sonaba una canción facha, los rojos pateaban el suelo mientras que los de abajo cantaban. Cuando sonaba una canción de la República, los nostálgicos del franquismo pateaban, mientras los rojos cantaban. Al terminar, todos, cada uno emocionado con su memoria, con su España machadiana, se mezclaron en el vestíbulo. En ese lugar de confluencia no hubo lucha ni insultos, solo miradas, algún tipo de complicidad perdida entre tanta guerra y tanto odio.

Homenajes a Hemingway

Por: | 16 de julio de 2011

El autor de 'Por quién doblan las campanas' está íntimamente ligado a España, a su lucha por la libertad; no sé si la España democrática, ahora que anda de conmemoraciones siniestras, debería recordarle y homenajearle. No solo eran los toros, a Hemingway le interesaban las personas, la lucha, los valores.

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Amor en la esquina de la Estafeta, durante San Fermín. / VINCENT WEST (REUTERS).

Pamplona se llena cada año de estadounidenses atraídos por los San Fermines; otra herencia de Ernest Hemingway. No me gustan los toros, la supuesta lucha en igualdad de un torero y toro fuera de su hábitat que exige una gran cantidad de sufrimiento y sangre. De niño veía a personas sentadas en los bancos de los bulevares, pegados a los transistores de radio escuchando la corrida de la Prensa, o cualquier otra de postín. Recuerdo los comentarios, los maletillas que saltaban al ruedo en busca de una oportunidad en la España franquista, el juego con la muerte, la poética del riesgo. Recuerdo que me estremecía. Esa poética de la muerte me atrae, los toros, no.

La foto que ilustra el post no es de una corrida de toros empitonando, de banderillas y tortura, es solo una foto que recoge el día después de la batalla; no la de la vida con la muerte, sino de la juerga, el desenfreno. En medio de los restos de la diversión, dos jóvenes se besan. Puede ser amor, puede ser solo un beso, el último de una noche prolongada. Un joven mira con las manos en los bolsillos. El no besa. Ha amanecido, falta poco para un nuevo encierro, noche y día que se amontonan en la misma esquina. A la izquierda, las piernas de los que esperan sentados, que callan o conversan.

Si Hemingway estuviese aquí sería el personaje del joven que besa. Hay escritores que escriben desde la imaginación, alejados, de pensarse desde fuera en situaciones extremas o no; otros, escriben de lo vivido, de sí mismos, desde la memoria de lo real.

La foxificación de la realidad

Por: | 15 de julio de 2011

Existen artistas que crean al servicio de quien manda; incluso aunque no mande nadie, obedecen. Hay otros que viajan a contracorriente; no por provocar, sino porque su viaje es así: libre.

Los periodistas no somos artistas, pero necesitamos ser libres para resultar útiles a la sociedad. Murdoch, el emperador del periodismo basura, del todo vale, el de la ley soy yo, el de pongo y quito presidentes y primeros ministros, el que parecía intocable, está en serias dificultades. Tras años de desmanes, alguien ha dicho: 'Está desnudo".

El semanario británico 'The Economist', ejemplo de excelencia, publica un texto sobre la foxificación de las noticias. Se refiere al canal estadounidense Fox News, controlado por la extrema derecha americana y cuyo propietario es Rupert Murdoch. Su función no es informar, sino opinar; peor: insultar, ladrarle a los hechos para que no parezcan lo que son. Sus campañas contra Obama tienen un tinte racista que conecta con el racismo ambiental de sus feligreses, porque Fox News no es un canal, es una creencia.

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Guerra de ideas en el café de Rick

Por: | 14 de julio de 2011

Actualizado con la versión original /

La idea dominante aquí es que Napoleón invadió España y que una revuelta popular inició la guerra por la independencia. Se expulsó a las luces, a la igualdad, fraternidad y libertad de la revolución francesa y se optó por un rey absolutista, incapaz y corrupto, Fernando VII, al grito: "¡Vivan las cadenas!". Una pena.

Nos quedamos sin las luces y sin esos valores para enfrentar un siglo XIX repleto de asonadas militares, de pronunciamientos, guerras, asesinatos y desigualdades sociales, gobernado casi siempre por una España negra inmisericorde hasta desembocar en la gran catastrofe de 1936.

Esta emocionante escena de 'Casablanca' resume bien lo escrito antes, la lucha entre una concepción del mundo uniformada y armada y otra, la de Victor Laszl; quizá por eso 'La Marsellesa' es un himno nacional que no es solo de un país, que sobrepasa su copyright francés, su frontera, que gusta porque es universal.

34 segundos antes Haití ya era un país pobre y olvidado

Por: | 13 de julio de 2011

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EMILIO MORENATTI (ASSOCIATED PRESS).

Cuenta Vicente Romero, veterano periodista de TVE, que las hambrunas son una bendición en el Cuerno de África y en el Sahel porque provocan la llegada de ayuda humanitaria. El hambre crónica, la de todos los días, es invisible: nadie mira, nadie socorre. Los problemas estructurales -la pobreza extrema lo es-, exigen algo más que cuatro semanas de foco mediático y humanitario. Haití lo tuvo hace un año y medio. Llegaron cientos de periodistas y con ellos, delante o detrás, decenas de organizaciones de la ONU y decenas de ONG. Gracias a unos y otros, la crisis estuvo en el 'mapa' unos meses.

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Haití, por razones complejas de explicar, movilizó una ingente ayuda; decenas de miles de personas se apresuraron a donar dinero para las víctimas del terremoto. No todo fue solidaridad, algunos trataron de cobrarle intereses a la tragedia. No hubo la misma reacción mundial con las inundaciones de Pakistán, también en 2010, ni con el terremoto que sufrió ese mismo país en 2005: más de 70.000 muertos.

No es racismo, se llama geografía y política.

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Verdi derrota a Berlusconi pero los mercados no se enteran

Por: | 12 de julio de 2011

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La cara alemana del castillo asediado: Wolfgang Schaeuble. / OLIVIER HOSLET (EFE).

Los llamados mercados siguen alterados, nerviosos: huelen sangre en la deuda de España e Italia, como antes la olieron con Grecia, Irlanda y Portugal. Algunos analistas rechazan la tesis de todo es obra de los especuladores y consideran justificados los ataques. La ofensiva sea de quien sea no termina por provocar una respuesta convincente de los países de la UE, sus dirigentes y de la Comisión. Al lunes negro le sigue un martes negro que empieza a agrisarse.

La  UE es una institución sin rumbo claro, en manos de personas que no dan muestras de visión, capacidad y liderazgo. Zapatero, que tiene un pie y medio en la jubilación anticipada, expresa en público lo que muchos afirman en privado: la culpa es de Alemania.

El juego de la asfixia económica tiene un precio; no un precio imaginario, sino real que afecta y afectará a cada bolsillo. Dos muestras de la crónica de Luis Doncel tuiteadas por Ignacio Torreblanca:

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Si no consumes no existes

Por: | 11 de julio de 2011

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REBECCA BLACKWELL (REUTERS).

Aden Salaad tiene dos años y está sumergido en un recipiente de plástico. Por las gotas que quedan sobre su cuerpo se trata de un baño. La parte delantera del recipiente está rota; parece que no permite retener el agua mucho tiempo. Sobrevive en Dagahaley, donde Médicos Sin Fronteras dirige un centro para combatir la malnutrición. Dagahaley es uno de los tres campos que forman Dabaab, en Kenia, la mayor concentración de refugiados del mundo.

Muchos son somalíes. Esta vez no es la guerra la causa de la huida, sino la hambruna. Llegan también refugiados de otras zonas del cuerno de África en las que la sequía es especialmente dura; la peor en 60 años. 

Es una hambruna que afecta a 10 millones de personas irrelevantes económicamente en un mundo en el que la relevancia la establece la capacidad de consumo, la capacidad de pagar tus cuentas.

La malnutrición es responsable de la muerte de la mitad de los 13 millones de niños que fallecen al año. Son cifras brutales, invisibles: 5,6 millones de menores de cinco años mueren cada año por falta de una alimentación adecuada. Ante tal desmesura, Occidente prefiere no mirar.

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Facundo nos dejó entre pendejos

Por: | 10 de julio de 2011

Hay días en los que habría que despedir al guionista que escribió un final tan triste; al menos este sirve para arrancar la careta a los que afirman que en Guatemala hay democracia, que nunca hubo una dictadura, ni matanzas, ni genocidio, ni fosas comunes, ni Gerardi, y que los asesinos de antes (y los de ahora) no están libres. Y no lo están: solo obedecen a sus amos.

Hasta siempre Facundo

Obama dentro del espejo

Por: | 09 de julio de 2011

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En campaña; Filadelfia, 11 de octubre 2008. / JIM YOUNG (REUTERS).

El 'yes we can' de otoño de 2008 a la realidad de julio de 2011. Dos Obamas: el gigante, que llenaba plazas, calles y avenidas, despertando la esperanza de todos; y el reducido, el Obama pragmático, el personaje encantado de un cuento encerrado en un espejo.

Un Obama espejismo, 'no, we can not; sorry', que perdió la oportunidad del impulso inicial, de la ceguera que produce la ilusión colectiva desmesurada.

Atravesamos un desierto sin fin en el que los mercados cambiaron los letreros para que la poda social sea mayor. Atravesamos una crisis de números, de beneficios y pérdidas, de corrupción y saqueo. En los desiertos de arena surgen los espejismos, fantasías de la mente, del calor, derrotas que confunden o victorias que agarran de la mano y tiran. Son los espejismos-faros, señales: aquí un oasis; allá, el mar. Los espejismo son pájaros que ayudan a cruzar.

Las personas que caben dentro de un espejo que mira son muy pocas. Desde su reducción siguen arrastrando a personas que escuchan. Su dedo no exige, no amonesta, solo señala un camino, como el de la Capilla Sixtina. Los contornos de este espejo-atril están delimitados, la imagen encaja, es un cuadro.

Los políticos crecen en campaña, se inventan, son marketing, venta solucionalotodo. Después, pasadas las urnas, la decepción, la realidad gris.

Esta foto de Barack Obama es sorprendente: no lo agitanta, lo reduce, lo convierte en un sello. No lo vende ni lo exagera. Lo muestra como es hoy, casi tres años después: un hombre solo que ha fallado a mucha gente que no se ha cansado de empujar. 'Yes, we can with out you'.

Nace un nuevo país pobre

Por: | 08 de julio de 2011

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Referéndum para la independencia. PETE MULLE (ASSOCIATED PRESS).

Narra Ryszard Kapuscinski en su libro 'Ébano' (Anagrama) el nacimiento del África moderna. Fue en 1958, durante la independencia de la Ghana de Kwame Nkruhmah, uno de los grandes líderes continentales junto a Nelson Mandela y Julius Nyerere. Describe el escritor polaco la euforia de la calle, el orgullo de pertenencia, la esperanza de que el cambio, de colonia a independencia, iba a borrar la pobreza, el hambre, la injusticia.

El fracaso comenzó en la ilusión desmedida y en la ausencia de medios y cuadros para construir un país. No existen fórmulas mágicas para mover varias montañas simultáneamente. Ni siquiera en Ghana donde las palabras poseen una fuerza liberadora. Habla Kapuscinski de una tribu del norte que tiene por costumbre marcarse la cara, no como un rito, sino con el objetivo concreto de afearse. Esa tradición procede de los años de la esclavitud, cuando descubrieron que los cazadores de esclavos y el hombre blanco descartaban a los más feos y endebles. En el idioma de esta tribu, feo y libre tienen el mismo significado.

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