Este es un blog internacional no siempre madrugador; una revista de prensa de medios tradicionales y no tan tradicionales que circulan por Internet, incluyendo las redes sociales. El objetivo es guiar al lector de lunes a viernes entre las informaciones relevantes del día sin descuidar el contexto.
Sobre el autor
Nací en otro siglo, en Venezuela, mitad español, mitad inglés. Siempre me gustaron las noticias internacionales. Con El País he viajado a guerras en medio mundo. He aprendido mucho, sobre todo a escuchar.
Sandhya Kishani sostiene la cabeza de un hombre ingresado en el hospital de Diamond Harbour, en Parganas, en Bengala Occidental. Es una de las víctimas del envenenamiento masivo con alcohol adulterado, que ya ha matado a 169 personas y provocado la hospitalización de otras 195. Tiene suerte de estar vivo, de momento, porque 45 de los ingresados permanecen en estado crítico.
Según los criterios occidentales, que a menudo nos parecen universales, únicos, el hombre que sostiene Sandhya no debería estar entre los más graves: no se halla en la UVI ni en una habitación individual o colectiva, sino en el suelo de un pasillo arropado por un par de mantas y algún cojín. Una lógica que no funciona en la India o en África, donde abunda la pobreza y faltan medios para combatirla. El Diamond Harbour está colapsado de intoxicados, desbordado de dolor y rabia. El hombre de la foto tiene oxígeno: un tubo conectado a una máquina que no se ve.
La mujer sostiene una cabeza con los ojos idos, fijos en algún punto, más dentro que fuera: ojos de derrota, de frontera entre los vivos y los muertos. La barba blanca del hombre le sitúa entre los 50 y los 60. ¿Otro occidentalismo? Podría ser marido o padre. No vemos el rostro de Sandhya. No hay arrugas ni rastro de su edad en los brazos, en la muñeca izquierda ni en el dedo pulgar derecho. Las manos están escondidas, sujetando una vida. Las manos que sujetan nunca tienen arrugas, son los pilares de una vida. Buen fin de semana.
The Christian Science Monitor ofrece un reportaje, "Después de Irak", en el que explora en la rabia que siente la población; también en las razones de un cierto optimismo.
El hombre que hace cuatro años era uno de los mayores críticos de la invasión escogió un cuartel para marcar la efeméride de la retirada y declaraciones patrióticas, como asegurar que el Ejército de Estados Unidos es la mayor fuerza de combate jamás conocida y resaltar el "extraordinario éxito" conseguido en Irak.
Miles de personas se manifestaron ayer en Faluya, cuna de todas las resistencias y que fue asaltada por las tropas aliadas a finales de 2004, para celebrar la marcha de los norteamericanos. Faluyano ha perdido la memoria, recuerda hoy The New York Times. En esa ciudad próxima a Bagdad, capital de la provincia de An Anbar,comenzó en 2003 la resistencia tras la represión de una manifestación. Los faluyíes protestaban contra EEUU, encendidos por el rumor de que las gafas de visión nocturna de los marines permitían ver desnudas a las mujeres. Los muertos de aquella manifestación quebraron la ilusión de que el derrocamiento de Sadam Huseinera una liberación, y no una conquista.
The Economist encuentra el titular exacto -"Higgs en el horizonte"- mientras que BBCexplica el significado de este hallazgo para la Física. Der Spiegel se pregunta con humor si la foto que encabeza este post es Dios.
No se conocen los motivos de Nordine Amrani, de 33 años, el asesino de Lieja, que ayer mató a seis personas e hirió a 123, pero lo ocurrido recordó a Noruega. Se trata de un hombre con historial delictivo y que estaba en posesión de armas. Parece que la policía, como en casos similares, no tomó en serio su amenaza potencial. También hubo un ataque en Florencia, en este caso xenófobo y de extrema derecha, contra vendedores senegaleses, que ha tenido mucho menos atención mediática.
En política internacional es útil tener a mano a un malo (hay sinónimos certeros) a quien bombardear o señalar. Sadam Husein desempeñó el papel con brillantez desde agosto de 1990 hasta primavera de 2003. Ahora, muertos él y Muamar el Gadafi, el elegido es Bachar el Asad, el mandamás de Siria. A un malo se le pueden colgar también todos los muertos. Lo acaba de hacer Francia.
Putin se intercambia los cargos más importantes del Estado con el exprimer ministro y casi expresidente Dmitri Medvédev. No tienen el éxito de Merkozy, o del efímero y ya innecesario de Papalusconi, en referencia a Yorgos Papandreu y Silvio Berlusconi, pero llegará uno si prosiguen las protestas por el resultado de las elecciones legislativas del 4 de diciembre. ¿Putédev? ¿Medvin?
Tras los titulares del viernes, llegan las reflexiones y la búsqueda de culpables y los detalles de una cumbre en la que debieron volar cuchillos; eso sí, a puerta cerrada. Benedict Brogan del Telegraph escribe sobre la pésima relación entre el primer ministro británico y el presidente francés, ambos conservadores: "Qué piensa realmente David Cameron de Nicolas Sarkozy" y culpa al segundo de tensar la cuerda que se rompió.
En este tercer grupo está el peligro. David Cameron regresa a Londres investido como un héroe, pero ha abierto las puertas de otra guerra; quizá en su mismo Gobierno, con los liberaldemócratas, y en su partido, donde los antieuropeístas van a exigir un referéndeum de salida de la UE.
En este tercer grupo está el peligro. David Cameron regresa a Londres investido como un héroe, pero ha abierto las puertas de otra guerra; quizá en su mismo Gobierno, con los liberaldemócratas, y en su partido, donde los antieuropeístas van a exigir un referéndeum de salida de la UE.