Ramón Lobo

La crisis seca la ayuda humanitaria

Por: | 13 de julio de 2012

 

El campamento de Dadaab tiene una ventaja: en él nunca se habla de la prima de riesgo, ni del humor de los mercados, ni de las predicciones pesimistas, ni de Paul Krugman y Nouriel Roubini, ni de la cotización del euro. En Dadaab, donde malvive un millón de refugiados junto a la frontera de Somalia, solo se habla de hambre y muerte, o de nada.

Son las ONG las que tienen que levantar la voz en nombre de quienes no la tienen. Ocho de ellas, las que trabajan entre pobreza extrema -Care; Catholic Relief Services; Danish Refugee Council; International Rescue Committee; Lutheran World Federation; Oxfam y Terre des Hommes, han lanzado un dramático llamamiento internacional.

Con los recortes del Norte -poco celebrados por The Economist en el caso español- se recortó también la solidaridad, la ayuda humanitaria. En Dadaab quedan reservas de emergencia para dos meses. Las ONG necesitan urgentemente 25 millones de dólares para socorrer a 200.000 personas. Es verano, tiempo de otras prioridades; no para Forges

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The Guardian publica una galería de fotos de los 20 años de historia del campamento, con los antes y los después, los cambios.

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Un muerto en Dungu, en 2009, junto a la mano que trató de salvarlo. / Finbarr O'Reilly /REUTERS)
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Kivu Norte vuelve a estar en el centro de una guerra constante. A veces abierta, ruidosa; las más, intermitente, invisible, impune. Desde 1998 han muerto en el este de la República Democrática de Congo (RDC) 5,4 millones de personas. Es un genocidio. Unas murieron a machetazos o a tiros, otras por las violaciones, las enfermedades, el hambre.

Esa guerra entró de mano de Win Wenders en el documental Invisibles de Médicos Sin Fronteras y Javier Bardem (la segunda de cinco conflictos olvidados).

Tras años de aparente tranquilidad, el conflicto regresa a los titulares. Un nuevo grupo rebelde, esta vez llamado M23, amenaza con tomar Goma, la capital de Kivu Norte. En realidad es el mismo grupo con las mismas caras (solo cambian los mandos supremos) y diferentes nombres que patrocina Ruanda desde 1996, cuando apoyó a Laurent Kabila en su guerra contra Mobutu Sese Seko.

El presidente ruandés, Paul Kagame, y su amigo de Uganda, el presidente Ioweri Museveni, se pusieron de acuerdo para colocar a su patrocinado en el trono de Kinshasa. También fue una partida de ajedrez post Guerra Fría, con EEUU disputándole a (Francia), la potencia colonial histórica en África, el territorio de caza (los minerales). Ganó Washington.

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Los mineros de Kilomoto, al norte de Ituti. Finbarr O'Reilly /REUTERS)
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Meses después, decepcionados con Kabila, el Gobierno tutsi de Kigali le organizó un golpe de Estado. Su fracaso fue el inicio de lo que Madeleine Albright llamó la Primera Guerra Mundial Africana.

En ella participaron Uganda, Ruanda, Burundi, Zimbabue, Angola, Namibia, Chad y Sudán. Estuvieron implicados Tanzania y Congo Brazzaville. El Congo de Kabila puso el campo de batalla, los minerales y los muertos. La guerra se desarrolló en varias etapas con sus consiguientes altos el fuego fracasados hasta 2003 y costó amistades y valores.

Global Seciuriy publica varios mapas de la guerra. Le Monde Diplomatique se centra en el mapa de los minerales.

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El apetito por los diamantes enfrentó a Ruanda y Uganda en Kisangani y corrompió ambos regímenes. Naciones Unidas publicó un informe contundente en octubre de 2002: La ONU denuncia el saqueo de Congo por los países vecinos y 29 empresas y multinacionales

La ONU desplegó sus primeros cascos azules en noviembre de 1999. El conflicto prosiguió con guerrillas interpuestas, como esta del M23, con el protagonismo casi en solitario de Ruanda y, en menor medida, de Uganda. Y así sigue.

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El orfanato de Kizito, en Bunia. / Finbarr O'Reilly /REUTERS).

Los Kivus son importantes para Kigali; los dos tienen frontera con Ruanda. Desde ellos pueden atacar (y atacan) los antiguos interhamwe y miembros del derrotado Ejército hutu, los que causaron el genocidio de 1994.

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Pero los Kivus también tienen trigo y minerales estratégicos, sobre todo coltan, esencial para la telefonía móvil. Los Kivus están lejos de Kinshasa, como la provincia de Ituri, más norte, rica en oro, donde Rider Haggard situó Las minas del Rey Salomón. Quien controla el Este de Congo tiene dinero para hacer la guerra.

 

Mitt Romney, candidato republicano a la presidencia de EEUU -falta su nominación formal en la convención del partido-, debería cambiar de asesores. ¿Nadie le advirtió que decir ante una audiencia de afroamericanos que eliminará el Obamacare no es inteligente? Los abucheos demuestran que el público, en contra de lo que se cree, piensa.

Max Fisher escribe en The Atlantic sobre las partes de Jacob Zuma: ¿Cómo el pene del presidente se vio en el centro del espinoso debate racial en Sudáfrica?

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Viñeta de Jonathan Shapiro en el diario sudafricano Mail & Guardian.

Para terminar este post africano, una referencia musical y ética: Vusi Mahlasela. "When You Come Back". Mañana, la foto del sábado. Buen fin de semana.

 

Hay 3 Comentarios

Y para cuándo una flotilla humanitaria para Siria ?

Bravo por su artículo señor Lobo, con crisis o sin crisis no es que podamos ayudarles, es que debemos hacerlo como contraprestación al saqueo de sus riquezas naturales que nos permiten tener móviles o viajar en transportes propulsados por gasolina (por ejemplo) o comprar artículos a bajo coste. Antes, por lo menos, compartíamos una parte de los réditos generados por el saqueo, ahora ya ni eso. Si el gobierno se ve obligado a reducir la AOD y no alcanzar el 0,7 (caso de Dinamarca, Suecia, etc.) debería poner los medios (leyes) para que las aportaciones públicas a la AOD fueran sustituidas por las privadas (caso de UK) como contraprestación a los grandes beneficios que sacan de su incursión en países en desarrollo (Inditex, Repsol, Santander, AOL, etc.). Pero nuestros políticos miran para otro lado porque, tras su paso por la Cerrera de San Gerónimo, acabarán en alguno de los muchos consejos de administración de dichas entidades (cual cementerio de elefantes), como premio a los servicios prestados (caso de Aznar, González, Tocino, Matutes, etc.)

Se puede ayudar cuando se tiene, pero con la que esta callendo en occidente, no creo que sea lo mas logico ayudar fuera, los paises del golfo tienen mucho dinero, pues ahora que ayuden ellos, en vez de gastarselo en mansiones y griferia de oro, ademas son en su mayoria de su misma religion, y un buen musulman debe ayudar a otro musulman, por lo menos es eso lo que ellos dicen.

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Sobre el autor

Nací en otro siglo, en Venezuela, mitad español, mitad inglés. Siempre me gustaron las noticias internacionales. Con El País he viajado a guerras en medio mundo. He aprendido mucho, sobre todo a escuchar.

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