Sobre el autor

Luis Rodríguez Aizpeolea

es un veterano periodista vasco afincado desde hace 22 años en Madrid. Siguió de cerca la transición política en Euskadi hasta finales de los 80, y las vicisitudes políticas de La Moncloa desde la última etapa de Felipe González. Tras muchos años de perseverancia, ha tenido la satisfacción de poder firmar la noticia de su vida: el anuncio del cese definitivo de ETA.

Sobre el blog

Una mirada particular de la situación política en general, de los resortes del poder, de La Moncloa y su entorno y, sobre todo, de la cuestión vasca.

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Aguirre se queda sola

Por: Luis R. Aizpeolea | 26 may 2012

Aguirre
Que la pitada al himno nacional con motivo del encuentro Athletic-Barça de la Copa del Rey haya sido superior al precedente de 2009 en Valencia es de libro.

Las instituciones del Estado –Monarquía, Tribunal Supremo, Consejo Superior del Poder Judicial, Tribunal Constitucional, Banco de España…- atraviesan por sus peores momentos. Además, no existía precedente como el de la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, Esperanza Aguirre, que en un ejercicio de pirómana propuso, nada menos, que el cierre del estadio en caso de pitada.

No me ha sorprendido nada lo sucedido como tampoco me ha sorprendido que no haya habido incidentes. Pero lo más importante de esta historia es, sin duda, que la pirómana Aguirre se ha quedado sola en su intento de envolverse en la bandera española para tapar sus miserias sobre la responsabilidad en el déficit de Madrid y en Bankia.

Me parece relevante que políticos muy próximos al presidente del Gobierno como la dirigente del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho; el del PP vasco, Antonio Basagoiti y el ministro del Interior, Jorge Fernández, se hayan desmarcado claramente de Aguirre en su intento instrumentalizador. Y me parece especialmente relevante si se tiene en cuenta que estando el PP en la oposición instrumentalizó los símbolos nacionales como parte de su estrategia. Recuerdo aquella manifestación contra la política antiterrorista de Zapatero que culminó en la plaza de Colón con Rajoy firme, escuchando el himno nacional. O aquel discurso, con motivo de la fiesta nacional del 12 de octubre, en el que el entonces líder de la oposición apelaba a una unidad nacional en riesgo. Esto no está tan lejos. Era en los meses anteriores a las elecciones de 2008.

Afortunadamente, la derecha española parece que se sacude el patrioterismo fácil. Y solo parece quedar como recuerdo nostálgico la pirómana Aguirre, de cuya soledad es todo un símbolo que ni siquiera haya osado acudir al Vicente Calderón y haya dejado comerse el marrón de su actitud irresponsable al Príncipe y a los representantes del Gobierno.

Otra urgencia, además de la crisis

Por: Luis R. Aizpeolea | 23 may 2012

El vicepresidente del Gobierno canario, el socialista José Miguel Pèrez, expresaba hoy su preocupación, en un desayuno restringido con periodistas, por el riesgo de que el fuerte paro en las en las islas, unido a la ruptura de los pactos con el Gobierno central, revierta en una creciente desafección hacia España.
La preocupación del vicepresidente canario me ha recordado a la del Gobierno de la Generalitat catalana, de CiU, que, de modo recurrente, viene amenazando, a través de su presidente, Artur Mas, al Ejecutivo central con un incendio si persiste el desequilibrio financiero que denuncia. El primer aviso se produjo hace dos años, con aquella manifestación multitudinaria, con motivo de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, que marcó un auge inédito del independentismo en esa comunidad.Jose_Miguel_Perez_politico

En el País Vasco tampoco el horizonte es halagüeño. Previsiblamente, en otoño, se celebrarán unas elecciones en la que, según apuntan todas las encuestas, la partida se va a jugar dentro del nacionalismo, entre el independentismo de la izquierda abertzale y la propuesta soberanista del PNV. Una partida que se juega, además, en el proceso de consolidación del final del terrorismo ante el que el Gobierno no está actuando con la agilidad necesaria.


Es evidente que el reto territorial es importante. Pero para el Gobierno no es lo urgente. Lo urgente es la crisis económica. Lo que pasa es que todo está vinculado y lo que ahora es “sólo” importante, mañana mismo puede ser urgente y cogerle al Gobierno con el paso cambiado como pasó con la crisis.
En esas estamos cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en un gesto de sorprendente irresponsabilidad, trata de azuzar el conflicto interterritorial a cuenta del partido Athletic-Barca, para tapar sus mentiras sobre el déficit en su comunidad. Ya es hora de que la derecha, o al menos una parte de ella, deje de utilizar la cuestión territorial para cubrirse con la bandera española en sus momentos de apuro.

El populismo de Aguirre cada vez engaña menos a nadie e incluso irrita a mucha gente en el PP. Lo preocupante de verdad es que el Gobierno no tenga en cuenta que lo importante de hoy puede ser lo urgente mañana mismo.

La historia se repite

Por: Luis R. Aizpeolea | 22 may 2012

Aznar_Rajoy

José María Aznar decidió en su segundo mandato (2000-2004) apostar por George Bush jr. para ocupar un lugar privilegiado en el sol internacional. Pensó que si España apostaba por Estados Unidos obtendría beneficios a largo plazo. Mejor aún si las apuestas eran arriesgadas y, además, se desmarcaban los principales países europeos. Así nos embarcamos en la guerra de Irak y pasó lo que pasó. Ya lo conocemos. Al final, España no obtuvo beneficio alguno, aunque Aznar sí se benefició personalmente con el apoyo personal e internacional de los Bush.

Evidentemente, Mariano Rajoy no es Aznar. Carece del fundamentalismo ideológico del ex presidente. Pero su actitud se asemeja en algo. Como Aznar lo hizo por Bush jr., Rajoy ha decidido apostar por Angela Merkel en la creencia de que, de ese modo, España puede tener un lugar en el sol internacional y resultar más protegida de la crisis.

Para que no hubiera dudas se ha desmarcado, con toda rotundidad, del presidente francés, François Hollande. Aunque las propuestas de este último —eurobonos, políticas de impulso al crecimiento...— benefician a España, Rajoy ha considerado que él no debe pelear por ellas. Piensa que la propia dinámica europea las impondrá.

El presidente del Gobierno español quiere aparecer, en todo momento, sin reservas de ningún tipo, de la mano de la canciller alemana. Está convencido de que ahí radica el poder de Europa y de que España saldrá beneficiada de esa apuesta sin fisuras por la austeridad.

En realidad, se ve que Rajoy, desde que estaba en la oposición, no tenía otro proyecto que seguir los pasos que marcara Merkel. De ahí su perplejidad cuando vio que, pese a haber hecho todos los deberes, continuaba la inestabilidad financiera. Ahora confía en que si es más papista que el Papa, Merkel acabará premiando su gestión. Del mismo modo que Aznar confió ciegamente en Bush jr. Todo esto ha quedado meridianamente claro este fin de semana.

ETA da la batalla de la opinión

Por: Luis R. Aizpeolea | 16 may 2012

Ministro
El ministro del Interior, Jorge Fernández, esta mañana en el Congreso. / CLAUDIO ÁLVAREZ

Visto desde Madrid, el último comunicado de ETA en el que anuncia la constitución de una delegación para abrir el diálogo con el Gobierno puede parecer pura propaganda de la banda terrorista. Así se lo ha tomado el ministro del Interior, Jorge Fernández, cuando ha respondido esta mañana lo previsible: que ETA se disuelva.

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Iñaki García Arrizabalaga

Por: Luis R. Aizpeolea | 14 may 2012

El 23 de octubre de 1980 me quedé consternado cuando me enteré del asesinato de Juan Manuel García Cordero, tras ser secuestrado por los Comandos Autónomos Anticapitalistas. Nunca había cruzado una palabra con él. Pero le conocía porque estaba casado con Conchi Arrizabalaga, una chica de mi barrio donostiarra, Jai Alai. Conchi, con la que tampoco había cruzado una palabra, por la diferencia de edad (cuando Juan Manuel y Conchi eran novios yo era un crío), era la hija de Margari, que había regentado  una carbonería en mi barrio y su padre era taxista. El “delito” de García Cordero era ser el delegado de Telefónica en Gipuzkoa. Y su asesinato pasó como uno de tantos  en una época en que ETA o escisiones de ella —como los autónomos— asesinaban a una media de dos personas a la semana.

Este lune me vino todo esto a la memoria cuando leí el texto que acababa de pronunciar Iñaki García Arrizabalaga, el hijo de Juan Manuel y de Conchi, en el Congreso de Víctimas del Terrorismo, inaugurado en Bilbao.  Pero hubo más. El texto me produjo una gran emoción por el potencial que tiene para generar un clima de convivencia entre los vascos.

Iñaki se distancia en el texto tanto de quienes “reclaman una paz con vencedores y vencidos” —élites de algunas asociaciones de víctimas del terrorismo—  como de quienes “precisan una paz sin vencedores ni vencidos” —ETA y aledaños—. Señala que “los vencidos tienen que ser los que pensaron y practicaron el principio perverso de que el fin justificaba los medios”.

La denuncia de Iñaki no solo se refiere a ETA: “El principio perverso de que el fin justificaba los medios ha funcionado en ocasiones entre quienes tenía el loable fin de acabar con el terrorismo” (GAL, BVE, actuaciones desproporcionadas de las Fuerzas de Orden Público..). Y reclama el derecho de todas los familiares de las víctimas a conocer lo que sucedió en cada caso. También aclara que “en este país no han existido dos violencias equivalentes que haya que extirpar; quiero decir claramente también que entre víctima y asesino la verdad no está precisamente en el medio”.

Y lamenta que “con demasiada frecuencia nos hemos dedicado a llorar exclusivamente a nuestros propios muertos”. Un alto cargo del Gobierno vasco del lehendakari Ardanza (1985-1998) dijo en aquella época que el día que las víctimas del terrorismo de ETA reclamen llorar por las víctimas de los GAL y del BVE o viceversa, habremos alcanzado la paz en Euskadi. Es lo que ayer hizo Iñaki García Arrizabalaga. 

Sánchez Cuenca y Zapatero

Por: Luis R. Aizpeolea | 11 may 2012

Zapatero
El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en la rueda de prensa del pasado 21 de noviembre, tras conocerse el cese de la violencia de ETA. / BERNARDO PÉREZ

El profesor Ignacio Sánchez Cuenca, colaborador habitual de EL PAIS y uno de los analistas políticos más importantes de España, acaba de publicar Años de cambios, años de crisis, el primer libro sobre los ocho años del mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. El libro empieza por reconocer la deformación informativa sobre esta etapa, de la que no hay precedentes en la democracia española, sobre todo, por el ataque sistemático de la derecha política y mediática, desde su inicio, embarcada en una estrategia de la crispación ante la inesperada derrota del PP en marzo de 2004.

Sánchez Cuenca hace un esfuerzo pedagógico para desmontar los tópicos y la crítica fácil a esta etapa y ofrece un análisis equilibrado con el que trata de poner las cosas en su sitio. El libro reconoce las aportaciones de la etapa Zapatero, pero, también, señala carencias y críticas de fondo.

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