Manuel de la Rocha Vázquez
La semana pasada el PSOE presentó dos proposiciones no de ley en el Congreso en relación a la política tributaria que tienen bastante interés. Por un lado: la reforma del Impuesto de Sociedades (IS) con el establecimiento de un suelo mínimo de pago; por otro, la creación de un impuesto sobre las grandes fortunas, como se había ya propuesto en la campaña electoral.
En España los ingresos públicos se han desplomado en los últimos años debido a la crisis. La presión fiscal ha caído sustancialmente hasta el 33%, muy alejada del 40% de media de la UE. También el gasto público en nuestro país, al 45,5% del PIB, queda lejos de los niveles europeos (50,6%), y ni qué decir de los países con los estados de bienestar más asentados. Obviamente, el ajuste fiscal que viene, nos alejará aún más de esos niveles.
Existe bastante literatura que muestra que los ajustes fiscales funcionan mejor cuando implican una combinación de recortes de gasto y subidas de impuestos. Obviamente, no todas las subidas son igual de eficientes, ni mantiene el mismo nivel de equidad. El anterior gobierno de Zapatero se vio forzado a subir los impuestos, pero acabó tocando básicamente el IVA, que como impuesto indirecto es bastante regresivo. En cambio el PP, a las dos semanas de llegar al poder aprobó una subida sustancial del IRPF. Aunque con esta decisión la hipocresía del PP quedó bien expuesta, la realidad es que la subida impositiva de Rajoy, bien que le pese a los socialistas y aún siendo temporal, es la más progresiva que se ha hecho en varias décadas. Cierto que afecta a las clases medias, pero también lo es que subió 7 puntos el tramo más alto de la tarifa del IRPF y sobre todo, aumentó sustancialmente, del 21 al 27 por ciento, la imposición a las ganancias de capital.
El PP, en cambio, no se ha atrevido a tocar el IS, a pesar de que su capacidad recaudatoria se ha ido erosionando paulatinamente en los últimos años por el efecto de los ajustes extracontables y de consolidación y por la compensación de bases negativas de otros ejercicios. De ahí la relevancia de las medidas planteadas por el PSOE para acercar los tipos efectivos a los nominales. En la actualidad siguen existiendo varias deducciones y bonificaciones al IS, que hacen que el tipo efectivo se reduzca mucho con respecto al tipo nominal. En general, son las empresas grandes las que tienen más facilidades para aplicarse deducciones, emplear estrategias fiscales, aprovechar las filiales en el exterior, etc., de ahí que su tipo efectivo sea menor. Como muestra, la reciente noticia de que BBVA había conseguido después de las "rebajas fiscales" un tipo efectivo en el Impuesto de Sociedades del entorno del 7,5%. Algo verdaderamente preocupante.
La propuesta del PSOE consistiría en establecer un tipo efectivo mínimo del 15% sobre el resultado contable, lo cual según algunas estimaciones podría recaudar más de 7 mil millones de Euros, provenientes fundamentalmente de las grandes empresas, que son las que tienen los tipos efectivos por debajo del 15. Sin duda, ésta sí que es una medida que mejora la progresividad del sistema, al igual que la instauración de un impuesto a las grandes fortunas en línea con Francia y Reino Unido. Son medidas que desde la Fundación Alternativas venimos defendiendo hace tiempo, como muestran nuestros trabajos en materia de fiscalidad europea. Es probable que el PP ignore las propuestas, aunque está por ver cómo van a lograr los objetivos de déficit sin subidas adicionales impositivas. Pero al menos observamos un giro sustantivo y progresista respecto a la política fiscal y tributaria defendida por los socialistas hasta fechas recientes. Aunque tarde, bienvenido sea.
Hay 3 Comentarios
Intentar predecir hacia donde van a ir las modificaciones fiscales que el PP va a plantear en la próxima aprobación de presupuestos es ciencia ficción, pero tranquilos que ya sólo quedan 4 días para averiguarlo. Si el objetivo es incrementar la recaudación de forma significativa sólo tenemos tres posibilidades: IRPF, IVA e IS que son los impuestos que más recaudan. Los dos primeros se han incrementado recientemente, con lo que parece que la única alternativa sería el IS. La mejor opción y más justa, sin duda, eliminar deducciones. Pero no se pueden eliminar deducciones de un plumazo, atentaría contra la seguridad jurídica, principio garantizado por nuestra constitución. Eliminar deducciones paulatinamente tendría un efecto recaudatorio demasiado prolongado en el tiempo y lo que se necesita son ingresos para ahora mismo, para 2012 y 2013. La única solución posible es el establecimiento de un tipo impositivo mínimo en el IS, que se aplicaría sobre el resultado contable de lasentidades. Y para que su efecto fuese todavía más inmediato aplicándolo en los pagos fraccionados. Si queremos recaudar 9 o 10 mil millones sin no hay otra opción a corto plazo.
Y cuidado con alguna amnistía fiscal encubierta por repatriación de capitales, que produciría ingresos de forma inmediata. No sería la primera vez que el PP hace algo así.
Publicado por: jarr | 26/03/2012 19:57:11
Montoro sabe que no le queda otra que subir el IS, vía eliminación de deducciones, sin tocar el tipo. El IRPF lo ha aumentado hace escasamente dos meses y el IVA es intocable para no herir el consumo interno. Blanco y en botella.
http://casaquerida.com/2012/03/25/andalucia-y-asturias-analisis-post-electoral/
Publicado por: Tinejo | 26/03/2012 15:55:12
Muy razonables estas propuestas. Efectivamante hay que dejar de seguir pegando hachazos sobre las clases medias. también hay que cobrar el IBI por los numerosos inmuebles de la Iglesia.
Publicado por: Mirusté | 26/03/2012 14:53:30