FERNANDO RUEDA
Este martes de celebra el IV Foro de industrias culturales organizado por la Fundación Santillana y por la Fundación Alternativas. Una treintena de profesionales del sector, académicos, representantes públicos y empresarios participan en esta cita anual, con el objetivo de buscar opciones y alternativas para encontrar modelos eficaces de financiación de la actividad de una industria que genera entre el 3% y el 4% del PIB en España y que ocupa a más de 600.000 trabajadores. A la cita acuden centenares de agentes y empresarios culturales.
Cuatro temas nos han interesado particularmente este año: i) las cuestiones fiscales, ii) los recursos económicos como el mecenazgo, el patrocinio y las subvenciones, iii) los derechos de autor como fuente de ingresos y iv) la exportación de productos y servicios culturales.
i) Fiscalidad: España es el país de la Eurozona con el IVA cultural más alto. Frente a una media del 8%, nuestros productos soportan un IVA del 21%. Los recortes en los presupuestos del Estado y de las administraciones autonómicas y locales han sufrido drásticos ajustes en los últimos años, en algunos casos hasta el 80% y muchas partidas se han quedado reducidas a la nada, como por ejemplo la destinada a compras de libros en las bibliotecas públicas. La cultura se ha quedado sin especial protección. Ante esta situación, el sector cultural se plantea varias cuestiones relacionadas con la excepción cultural, como la economía de los intangibles o la necesidad de regular un marco específico que tenga en cuenta la especial cadena de valor de la cultura.
ii) Mecenazgo, patrocinio y subvención: Estamos viviendo en un cambio de modelo de financiación de la cultura. El sistema de subvenciones toca a su fin, y no ha sido sustituido por un modelo alternativo. La prometida ley de mecenazgo no termina de superar el filtro del Ministerio de Hacienda. Los sistemas de mecenazgo de referencia en el mundo están sufriendo graves reveses: en Francia, las contribuciones se han reducido drásticamente, la ley Rouent de Brasil también tiene síntomas de agotamiento y el mecenazgo en Estados Unidos se ha visto afectado. Hace falta un nuevo marco jurídico que ofrezca el debido reconocimiento social a entidades y particulares. Para ello se analizan las relaciones entre el patrocinio de las grandes empresas y los medios de comunicación, el cambio de cultura organizativa de las instituciones culturales públicas para una más eficaz búsqueda de financiación privada o el control, la transparencia y la responsabilidad de las entidades involucradas en el mecenazgo.
iii) Los derechos de autor como tercera fuente de ingresos de la cultura. La propiedad intelectual y el derecho de autor son motor de desarrollo sostenible económico, cultural y social. A causa de la irrupción de lo digital, éstos han sufrido una gran transformación y no se cuenta todavía con marcos legales e institucionales adecuados. Aparecen nuevos modelos, como la gestión colectiva de derechos de autor que pretende encontrar equilibrios entre el derecho de autor y la necesidad de la sociedad de acceder a la información, el conocimiento y la cultura. Cuestiones como el papel de los productores de contenidos y los proveedores de telecomunicaciones en el entorno digital o la distribución de ingresos por propiedad intelectual entre el creador, el productor, el consumidor y el distribuidor. En este contexto, el sector analiza propuestas para la adecuación y actualización de políticas y leyes de modo que nuestras industrias sean más competitivas y el capital humano en cultura sea una inversión fundamental.
iv) La competitividad de la cultura española en el mercado global. Nos encontramos ante un cambio profundo en las relaciones sociales, económicas y culturales en el mundo, motivado por el peso y el crecimiento exponencial del entorno digital. Los nuevos mercados que se mueven por este nuevo entorno digital, se ven afectados por diversos factores entre los que destacan las condiciones de acceso y la persistente brecha digital, la concentración de las redes de distribución de contenidos culturales, los desequilibrios regionales internos y la ausencia de políticas públicas claras. Desde la lógica de la comunicación, la gran mayoría de los conceptos que manejamos hoy en día son generados por el mundo anglosajón. Algo parecido ocurre con el imaginario cultural global, en el que la mayoría de relatos, valores y estéticas proceden de las fábricas de contenidos anglosajones. En el mercado mundial de las industrias culturales, la Unión Europea figura como primer exportador y primer importador de contenidos culturales. Sin embargo, el peso de España es muy inferior al de su potencial económico o de su población. El español, lengua materna de un de cada 15 habitantes del planeta (500 millones) y los crecientes niveles de formación y educación de su población, sobre todo en América Latina y en el mundo hispano de Estados Unidos, abren una gran oportunidad para el sector cultural de España. Se analizan en le foro cuestiones como la presencia y acción cultural exterior de España, los intercambios culturales con otros países en el entorno global, las perspectivas de desarrollo para el sector cultural en el marco de la Unión Europea y las necesarias políticas para incrementar nuestra posición en el comercio internacional.
Las industrias culturales españolas deben formar parte de un grupo de sectores clave, que junto con la ciencia, la tecnología y el I+D necesitan políticas de crecimiento y especial protección. Es una apuesta segura.
Hay 2 Comentarios
Seguramente hay que revisar muchas de estas cosas y después tomar decisiones acertadas ya que no hay lugar para los riesgos en estos tiempos.
Publicado por: Debate - Julio | 24/11/2012 16:03:40
normal, todo el mundo busca financiación las grandes empresas surgen del ahorro!!
Publicado por: ropa surf | 20/11/2012 0:38:55