Alternativas

Sobre el blog

Crisis de la política, la economía, la sociedad y la cultura. Hacen falta alternativas de progreso para superarla. Desde el encuentro y la reflexión en España y en Europa. Para interpretar la realidad y transformarla. Ese es el objetivo de la Fundación Alternativas, desde su independencia, y de este blog que nace en su XV Aniversario.

Sobre los autores

Nicolás SartoriusNicolás Sartorius. Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación Alternativas (FA), abogado y periodista, ha sido diputado al Congreso.

Carlos CarneroCarlos Carnero. Director Gerente de FA, ha sido Embajador de España en Misión Especial para Proyectos en el Marco de la Integración Europea y eurodiputado.

Vicente PalacioVicente Palacio. Director del Observatorio de Política Exterior de la Fundación Alternativas, Doctor en Filosofía, Visiting Fellow y Visiting Researcher en Harvard.

Sandra LeónSandra León. Profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de York (Reino Unido) y responsable de la colección Zoom Político de la Fundación Alternativas.

Carlos MaravallCarlos Maravall. Doctor en Macroeconomía y Finanzas Internacionales por la Universidad de Nueva York. Ha trabajado como asesor en Presidencia del Gobierno en temas financieros.

Erika RodriguezErika Rodriguez Pinzón. Doctora en relaciones internacionales por la Universidad Autónoma de Madrid y coordinadora de América Latina en la Fundación Alternativas.

Ana Belén SánchezAna Belén Sánchez, coordinadora de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Fundación Alternativas.

Jose Luis EscarioJose Luis Escario. Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid y Master de Derecho Internacional y Comunitario por la Universidad de Lovaina. Coordinador del Área Unión Europea de FA.

Kattya CascanteKattya Cascante coordina el área de Cooperación al Desarrollo del Observatorio de Política Exterior de la Fundación.

Enrique BustamanteEnrique Bustamante. Catedrático de Comunicación Audiovisual y Publicidad en la UCM. Es un experto de la economía y sociología de la televisión y de las industrias culturales en España.

Alfons MartinellAlfons Martinell. Director de la Cátedra Unesco en la Universidad de Girona y profesor titular en esa misma institución. Codirige el Laboratorio Iberoamericano de Investigación e Innovación en Cultura y Desarrollo.

Carles ManeraCarles Manera. Catedrático de Historia e Instituciones Económicas en la Universitat de les Illes Balears. Es Premio Catalunya de Economía (Societat Catalana d’Economia, 2003).

Stuart MedinaStuart Medina Miltimore. Economista y MBA por la Darden School de la Universidad de Virginia. Es presidente de la Red MMT y fundador de la consultora MetasBio.

Luis Fernando MedinaLuis Fernando Medina. Profesor de ciencia política en la Universidad Carlos III de Madrid. Es autor de 'A Unified Theory of Collective Action and Social Change' (University of Michigan Press) y de "El Fénix Rojo" (Editorial Catarata).

José María Pérez MedinaJosé María Pérez Medina. Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología y en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid. Funcionario del Estado. Ha sido Asesor en el Gabinete del Presidente del Gobierno entre 2008 y 2011.

José Antonio NogueraJosé Antonio Noguera. Profesor Titular de Sociología en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y director del grupo de investigación GSADI (Grupo de Sociología Analítica y Diseño Institucional).

Antonio QueroAntonio Quero. Experto en instrumentos financieros de la Comisión Europea y coordinador de Factoría Democrática. Es autor de "La reforma progresista del sistema financiero" (Ed. Catarata).

Paloma Román MarugánPaloma Román Marugán. Profesora de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid. Autora y coordinadora de distintos libros, artículos en revistas especializadas, artículos divulgativos y artículos de prensa.

Jesús Prieto de PedroJesús Prieto de Pedro. Doctor en Derecho, Catedrático de Derecho Administrativo en la UNED y titular de la Cátedra Andrés Bello de Derechos Culturales.

Santiago Díaz de Sarralde MiguezSantiago Díaz de Sarralde Miguez. Profesor de la URJC y coordinador de Economía en OPEX de la Fundación Alternativas.

Javier ReyJavier Rey. Doctor en Medicina y Cirugía, especialista en Cardiología. Secretario de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida.

El debate sobre las listas electorales

Por: | 30 de enero de 2013

RUBÉN RUIZ-RUFINO

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Desde hace tiempo, la modificación de las listas electorales ha cobrado fuerza en el debate político. El tipo de papeleta que los votantes usan cuando van a las urnas es un componente importante para entender la relación de los ciudadanos con sus representantes políticos. En líneas generales, el debate gira a si deberíamos o no permitir la apertura de las listas que usamos para elegir a los Diputados del Congreso. Las listas electorales no son tan relevantes para corregir la proporcionalidad como el tamaño de la circunscripción o la fórmula electoral; pero sí resultan determinantes para explicar la legitimidad de quienes resultan elegidos por los ciudadanos. Entendidas así, las listas, cuando son abiertas, pueden ser herramientas útiles a disposición de los ciudadanos en cuanto permiten a éstos seleccionar a los representantes más capaces o con mayor apoyo social. Esto ocurre porque este tipo de listas, frente a las cerradas y bloqueadas que usamos en la actualidad, permite cierta flexibilidad a los votantes, que pueden escoger de entre una lista de candidatos el más próximo, o los más próximos, a sus verdaderas preferencias.

Es cierto que no hay evidencia empírica concluyente a favor o en contra de las listas cerradas o abiertas. A favor de las primeras existen argumentos sólidos que relacionan la sencillez de su funcionamiento con tasas de participación más altas además de destacar su naturaleza más igualitaria. Precisamente porque las listas abiertas permiten a los votantes elegir no solo entre partidos sino también entre candidatos, los costes de información de los ciudadanos que usan listas abiertas son mayores que los costes asociados a las listas cerradas. Ante esta circunstancia, los sectores sociales menos educados pueden sentirse en desventaja con respecto a ciudadanos más educados aumentando así la probabilidad de abstenerse en las elecciones. Otros argumentos, aunque empleando evidencia empírica menos concluyente, relacionan las listas abiertas con una mayor conflictividad dentro de los partidos e incluso con incrementos de prácticas clientelares. Los casos de Brasil, Italia o Japón durante los años 90 del pasado siglo suelen ser los ejemplos más usados para ilustrar la fragilidad de las listas abiertas frente a las cerradas.

En mi opinión, estas críticas no son suficientes para desechar del debate público la posibilidad de dar voz a los ciudadanos que quieran expresar con su voto una preferencia concreta por un candidato en particular. Estudios recientes demuestran que la satisfacción con la democracia es mayor donde las listas son más flexibles. Las listas abiertas también parecen influir en la percepción de los votantes para distinguir candidatos rivales. Usando datos de encuesta en un alto número de democracias occidentales, se observa que allí donde las listas son abiertas los votantes perciben con mayor nitidez una diferencia reseñable entre políticos con programas distintos. Las listas abiertas también se asocian con una mayor tasa en la re-elección de candidatos que, de forma más efectiva, hacen suyas las preferencias de sus votantes. Esta relación entre mantener la reputación personal y profesional por parte del representante político y la capacidad de los ciudadanos para premiarla o castigarla ha demostrado también ser un mecanismo eficaz para prevenir comportamientos corruptos y otras prácticas ilegales.

En un momento en el que los ciudadanos demandan más democracia, considero que el debate sobre el tipo de papeleta electoral es importante. Dar más voz a los ciudadanos que lo deseen para que puedan decidir quién los representa es una forma de acercar la política a los ciudadanos.

No es "crowdfunding" todo lo que reluce

Por: | 28 de enero de 2013

MIGUEL SÁNCHEZ CALLE

Crowdfunding

La semana pasada el Secretario  de Estado de Cultura, José María Lassalle, reflexionaba sobre la situación del sector cultural en el periodo de la actual crisis y diagnosticaba  "un entramado cultural ineficiente, carente de estrategias de inversión, opaco en financiación y sujeto en muchas veces a subvenciones nominativas otorgadas sin control ni transparencia". Con esta reflexión realiza una crítica soterrada a toda la política cultural que se ha realizado anteriormente. Todavía se estan esperando las alternativas y la respuesta por parte del actual Gobierno para cambiar esta situación, que sí ha salido al rescate de otros sectores  que considera más estratégicos para el futuro de  la economía española. Podríamos, al menos, obtener un poco de interés del responsable  de la cartera, que reconoce abiertamente dedicarse a la cultura a partir de las 20:00.

El sector cultural sigue esperando alguna decisión que ayude a mejorar la situación actual, como la Ley de Mecenazgo que no llega, a pesar de las continuas reivindicaciones. Mientras tanto, ante esta situación de desamparo, los pequeños productores culturales, que son los más perjudicados, buscan modelos alternativos de financiación. Una de las herramientas que más éxito y acogida está teniendo es el  crowdfunding o micromecenazgo a través de plataformas online.

Según el estudio  de Crowdfunding.org existen unas 452 plataformas de este tipo a escala mundial en el año 2011. Han conseguido recaudar la cantidad de 1,5 billones de dólares con un crecimiento del 62% en lo últimos tres años, y que ha servido para llevar a cabo  más de un millón de proyectos.

En lo que respecta a España y en el sector cultural,  el laboratorio de innovación audiovisual de RTVE ha realizado un estudio sobre la plataforma Verkami, la más importante de crowdfunding en cultura. Este estudio afirma que el 73 % de los campañas propuestas han finalizado con éxito y han conseguido la cantidad solicitada, destacando Cataluña con más de la mitad de los proyectos. Aunque si nos adentramos un poco más en los datos, observamos que el 96% son proyectos con cantidades inferiores a 10.000 €.

El compromiso de la sociedad civil de apoyo a la cultura es muy loable en los tiempos que corren, y se hace patente con este método de financiación. Permite a su vez, enriquecer el panorama cultural, ya que suelen apoyarse producciones arriesgadas e innovadoras. Pero a pesar de la novedad que supone y la exaltación, en algunas ocasiones interesada,   de este modelo, éste está lejos de ser la solución a los problemas que enfrenta el sector. Los resultados de los proyectos del crowdfunding son en su mayoría muy pequeños, de ámbito  local, con poca visibilidad y  en la mayoría de las ocasiones se llevan a cabo  a costa del esfuerzo de los creadores que renuncian a buena parte de su retribución.

No debemos olvidar acerca de lo que es la verdadera batalla de la dignificación de un sector que día sí y otro también sufre los desplantes de alguno de los miembros del actual Gobierno. Se deben exigir decisiones políticas para crear un marco legislativo y fiscal que apoye el desarrollo de este entramado, antes de  que sea demasiado tarde,  y no sólo con  exenciones fiscales a las  empresas, sino también  hacía un estatus que beneficie la fiscalidad de los creadores,  como se viene solicitando desde los años 90.

Y si esto no sirve, ante el repetitivo discurso de recorte, ajuste presupuestario y reformas del empleo, dejamos dos datos significativos que pueden ayudar a entender al Gobierno la necesidad y urgencia de las reformas. Según el Forum de Davos, sobre la aportación de  cultura a la economía de futuro: Las industrias creativas crecen  más rápido que la media de otros sectores en la economía mundial y la tasa de desempleo en la esfera creativa es la mitad que la media del resto de profesiones.

España, el Eurogrupo y las fracturas de la UE

Por: | 25 de enero de 2013

MANUEL DE LA ROCHA VÁZQUEZ

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El pasado 21 de enero, en su última reunión el Eurogrupo eligió a un nuevo Presidente en el Ministro de Finanzas holandés, Jeron Eijsselblem que sustituye a Jean-Claude Junker el Primer Ministro de Luxemburgo que ha ocupado el cargo durante 8 años.
Hasta el Tratado de Lisboa las reuniones del Eurogrupo no eran mucho más que encuentros informales de los ministros de economía del Euro. Con el Tratado el Eurogrupo ha quedado establecido de manera formal como una institución dentro de la UE. En la práctica, es en este foro donde se toman las grandes decisiones relacionadas con la crisis en la Zona Euro, que luego son ratificadas por el resto de la UE.
España sabe bien de la importancia del Eurogrupo y se abstuvo en la elección de su nuevo presidente holandés, rompiendo el tradicional consenso que caracteriza los acuerdos en el seno de esa institución. La ¨protesta¨ española no hace sino reflejar las diferencias crecientes y profundas entre los países del norte de Europa, liderados por Alemania y la periferia, en torno a la dirección de la política económica europea para salir de la crisis.
La realidad es que España está perdiendo presencia en Europa a gran velocidad. Lejos quedan los tiempos cuando Solana era el influyente Mr. PESC, Almunia era el Comisario de Asuntos Monetarios y Rodrigo Rato dirigía el FMI (institución no europea pero muy influyente en Europa). La pérdida de influencia es particularmente aguda en la Zona Euro, vital para nuestros intereses en esta crisis. Desde hace unos meses ningún español ocupa un asiento en el consejo de gobierno del BCE, y prácticamente todos los puestos importantes de la Eurozona han ido a parar a países del norte: además del holandés Eijsselblem, un alemán al frente del ESM o fondo de rescate, un luxemburgués al Consejo del BCE, un Austriaco como presidente del grupo de trabajo del Euro. La excepción más notable, no menor, es sin duda la de elección el año pasado de Mario Draghi al frente del BCE.
El reparto de puestos mayoritario entre Alemania y sus amigos, muestra el dominio de estos países en la crisis actual.  La fractura Europea va más allá de la tradicional división izquierda –derecha, -recordar que el primer ministro holandés es socialdemócrata, apoyado firmemente por el gobierno conservador de Merkel pero rechazado por el de Rajoy. La división creciente y preocupante es entre los países Triple A, en alusión a su máximo rating crediticio, y el resto de países liderados por los periféricos, con Francia, España e Italia a la cabeza..
Parece evidente que los países Triple A, seguros de su dominio económico no tienen empacho en repartirse los resortes de poder de las instituciones de la zona Euro, que les permite controlar a su gusto los resortes de la política económica europea, marcando la agenda e imponiendo las políticas de austeridad máxima sobre el sur.
El cisma más reciente se centra sobre quién debe pagar y hacerse responsable de la factura de los rescates bancarios, si los gobiernos nacionales o el fondo de rescate europeo, dotado de más de 500 millones de Euros. Las posiciones son claramente divergentes; por un lado Merkel, metida ya en la lógica electoral, está obsesionada con reducir el riesgo de cualquier coste adicional para su país de mayores rescates, tan impopulares entre sus ciudadanos; por otro, Francia quiere asegurarse que el fondo esté bien dotado de recursos e instrumentos ante la eventualidad de tener que acabar utilizándolo para recapitalizar alguno de sus bancos. 
Para España este es un asunto clave, pues afecta a la posibilidad de una recapitalización directa de nuestros bancos por el fondo de rescate, lo cual eliminaría de la carga de la deuda los cerca de 40.000 millones del rescate bancario, y del déficit público los intereses que genere, unos 4 puntos del PIB. No olvidemos que tras el Consejo Europeo de junio se aprobó la recapitalización directa, para que semanas después Alemania y sus aliados más cercanos se desdijeran sin vergüenza y la pusieran en cuarentena. Un caso más de que en Europa de la letra a la acción a menudo no hay un trecho, sino un universo.
Hace pues bien el gobierno Español en quejarse del dominio cada vez mayor de los puestos importantes por los países Triple A, y reclamar un mayor equilibrio de una Zona Euro, que como la propia UE es diversa. El problema es la falta de credibilidad y de coherencia del gobierno ante los zares europeos. Al malestar causado por la arrogancia ibérica de Rajoy en febrero declarando las metas de déficit como un asunto nacional, se sumó la incompetencia manifiesta en la gestión de la crisis de Bankia y el subsecuente rescate financiero. En Europa no se fían. Además, si Rajoy es el adalid de la austeridad por qué le molesta tanto Merkel y los suyos que defienden exactamente eso. Los ciudadanos se preguntan cuál es el verdadero Rajoy, ¿el que reclama en el Financial Times estímulos a Alemania para reactivar el crecimiento?, o ¿el que declara día tras día que la austeridad y los recortes son la solución a todos  los problemas y traerán el crecimiento?. La respuesta es que los dos, o tal vez ninguno, como él mismo diría.
 

El conflicto enquistado de la sanidad madrileña

Por: | 23 de enero de 2013

JAVIER REY

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En Madrid despedimos el año con una serie de manifestaciones y huelgas de los profesionales sanitarios , sostenidas a lo largo del mes de diciembre, unas y otras con gran participación. Las protestas pretendían parar la aprobación de las disposiciones de la ley de presupuestos de la Comunidad y su ley “de acompañamiento” que preveían la privatización de la gestión sanitaria de seis hospitales y 27 centros de salud.
    Las normas que contenían las disposiciones en el sentido señalado se aprobaron sin ninguna modificación sustancial en la Asamblea de Madrid el 29 de diciembre con los solos  votos del PP. Pero esas protestas han conseguido otros efectos nada despreciables:
1) Han dejado al descubierto la ilegitimidad de esas medidas, carentes de referencia alguna en los programas central y autonómico del PP, y adoptadas por el gobierno de un presidente sustituto no elegido en las urnas, cuya renovación como candidato en las próximas elecciones parece menos que probable por sus problemas personales y en el seno de su  propio partido.
2) Han puesto de manifiesto la carencia de cualquier argumento razonable para justificarlas como instrumento para la reducción del gasto sanitario de la Comunidad de Madrid. A casi dos meses del inicio del conflicto, que comenzó tras la publicación de un “Plan de sostenibilidad” que incluía entre otras medidas dirigidas a alcanzar ese objetivo las privatizadoras citadas,   resulta patética la imposibilidad por parte de la Consejería de Sanidad madrileña de concretar siquiera el ahorro que se perseguiría  con las mismas. Por el contrario, los argumentos aportados por numerosos expertos, asociaciones y sindicatos que han planteado el conflicto, permiten deducir, a la vista de los resultados obtenidos por medidas similares en otras CCAA, singularmente en la Comunidad Valenciana, donde se desarrolló la primera experiencia similar en Alzira, extendida después a otros cuatro centros, que el efecto sería probablemente de sentido contrario. Las experiencia comparada de otros países donde se han aplicado medidas similares refuerza ese análisis. El apresuramiento y la falta de debate de medidas de efectos potenciales tan importantes diferencia también el desarrollo de las mismas en el caso madrileño de las normas de similar orientación que se han planteado en otros países.
3) Han servido para comprobar que las medidas  de ese carácter encierran siempre conflictos de intereses manifiestos.
De lo ocurrido en Madrid, como en otras CCAA donde se han adoptado medidas semejantes, en particular Cataluña y Valencia, se puede concluir que medidas “estructurales” en el sentido indicado sólo se producen cuando se da una confluencia de intereses entre los políticos que las proponen  y los de las entidades a las que se quiere ceder la gestión sanitaria; se puede observar también la frecuencia  con la que los mismos políticos que hacen esos planteamientos han mantenido alguna relación previa con esas entidades, o fomentado alguna relación posterior, como el caso del exconsejero Güemes ha permitido advertir.      

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La biblioteca mundial

Por: | 22 de enero de 2013

FERNANDO RUEDA

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La semana pasada se estrenó en el Festival Sundance el documental Google and the World Brain, producido por Polar Star Films, que hace honor a la predicción de HG Wells en 1937 sobre la creación de una gran biblioteca que recogiera todo el conocimiento humano y nos llevara a un nuevo estado de inteligencia colectiva.

El documental que alerta de los peligros  y de las maravillas de Internet, recorre el proceso de digitalización llevado a cabo por Google, de millones de libros durante los últimos diez años, las consecuencias que puede acarrear, las reclamaciones de autores sobre sus derechos,  las prevenciones  de países como Alemania, Francia o Japón y las advertencias de los expertos sobre cuestiones de apropiación y manipulación de los ciudadanos.

La idea de crear una biblioteca mundial no es una ocurrencia ni de las empresas multinacionales de Internet,  ni tampoco una idea original de siglo XXI.  Desde la creación de la Biblioteca de Alejandría en la Grecia Antigua ese cerebro mundial sigue vigente. La diferencia es que hoy día las posibilidades tecnológicas existen.

Desde el sector público también se promueve la idea del cerebro mundial, aglutinador de todo el conocimiento, de todo lo que se ha escrito y creado el hombre en formato digital. La Unión Europea  fomenta desde 2008 el proyecto Europeana, cuya idea es básicamente la misma que la de Google, si bien el argumentario se nutre de conceptos tales como patrimonio común de la humanidad, open source  data o  creative commons.

Pero mientras los grandes proyectos públicos o privados quieren mejorar el acceso al conocimiento,  la realidad que vive el ciudadano es bien distinta. Las bibliotecas de proximidad en muchos de los países de Europa están perdiendo su función  básica. Se transforman en contenedores obsoletos, pero aún vivos gracias a la actitud vocacional de sus profesionales y apoyados con el espíritu voluntarista de unos pocos.  Estos otros centros de salud están llamados a desaparecer en esta época de política neoliberal. Los presupuestos de adquisición de nuevos títulos se reducen a la mínima expresión, los horarios se restringen, y las actividades de fomento de lectura se regulan a la lectura de 30 minutos por usuario.  La biblioteca es la primera línea de defensa y de acceso a la cultura. Está bien que se fomente el acceso a la totalidad del conocimiento humano en la red, pero  los caminos por los que transita esta idea hoy día están equivocados.

Venezuela, oficialismo y oposición en la encrucijada

Por: | 18 de enero de 2013

IRAXIS BELLO

Comunicadora social y periodista, investigadora UAM, colaboradora OPEX

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La consolidación del Estado presidencialista, el descrédito de las instituciones públicas, la exacerbación de la polarización política y la vulnerabilidad del hilo constitucional son algunas de las causas estructurales que explican la situación actual de Venezuela agravada, en las últimas semanas, por la incertidumbre que genera la información (a veces escasa o contradictoria) sobre la salud del presidente, Hugo Chávez, y las interpretaciones de la Ley ante una situación sobrevenida, incluso para el sector oficial. Es importante revisar la cadena de acontecimientos a lo largo de la cual la situación se ha hecho cada vez más compleja tanto para la oposición como para el oficialismo.

Apenas dos meses después de haber ganado las elecciones, el presidente Chávez anunció el pasado 08 de diciembre, que viajaría a Cuba para someterse a una cuarta operación debido a la reaparición de células cancerígenas. Nombró al vicepresidente, Nicolás Maduro, como su “sucesor político”. La Constitución de Venezuela establece que ante la ausencia del primer mandatario, asume el vicepresidente.

Causó cierta conmoción, en la opinión pública, que el presidente llamara a votar por Maduro de producirse su ausencia absoluta. Por primera vez en Venezuela, se comenzó a hablar de un chavismo sin Chávez. Conmoción que se traslada a la arena internacional ante la incertidumbre sobre la continuidad del Socialismo del Siglo XXI en América Latina y del ALBA en ausencia del carismático y personalista líder.

Ante la emergencia médica, la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, concedió el permiso de viaje al presidente pero, y he aquí el mayor problema, no especificó el tipo de ausencia (temporal o absoluta) lo que ha impedido a la clase política (la opositora y la chavista) seguir una línea constitucional de actuación coherente, según hubiese sido el caso.

A más de un mes de ausencia, se presentó otro escollo: La toma de posesión del cargo prevista constitucionalmente para el 10 de enero. El artículo 231 de la Constitución demanda que el candidato elegido tome posesión del cargo de Presidente o Presidenta de la República el diez de enero del primer año de su período constitucional, mediante juramento ante la Asamblea Nacional. Si por cualquier motivo sobrevenido no pudiese tomar posesión ante la Asamblea Nacional, lo hará ante el Tribunal Supremo de Justicia. Ante la ausencia física del presidente, algunos sectores pidieron a la máxima corte que interpretara el espíritu del Constituyente, en cuanto a la ausencia del presidente que en el caso actual aparece indefinida. Tanto el Tribunal como la AN dieron permiso indefinido al primer mandatario para ausentarse del cargo sin que ello constituya falta alguna.

Amparado en esas decisiones, el oficialismo realizó un acto público en el que legitimó al pueblo como garante del poder popular y aseguró la presidencia a Chávez hasta 2019, situación que supone una ruptura del hilo constitucional por parte de la oposición y otros sectores sociales. Y que supone –además. una situación sin parangón en la región latinoamericana.

El oficialismo se  enfrenta al reto de mantener la continuidad de la revolución bolivariana incluso ante la posibilidad de la ausencia de Chávez, en medio de la cuestionada interpretación de la Ley, pero con una base popular significativa, que probablemente le daría de nuevo la victoria en unas elecciones; mientras que la oposición no logra articular un discurso que sea descifrado por los sectores populares comprometidos con el gobierno, luce desarticulada en sus acciones y  agotada.

De concretarse un escenario sin Chávez, el vicepresidente Nicolás Maduro enfrentará varios retos: mantener el imaginario chavista, en la población, a  través de la capitalización de la figura del ausente líder; evitar la fractura de la cohesión política oficialista (Maduro representa el ala civil del gobierno central mientras que el presidente de la Asambla Nacional, Diosdado Cabello, más 90% de los gobernadores, electos en diciembre pasado, son ex militares); fortalecer las redes neopatrimoniales en función de evitar deslealtades al proceso revolucionario y garantizar su continuidad; apaciguar el descontento social ante problemas como la violencia y la inflación e intentar llenar el vacío del Presidente en el escenario internacional, a través de la instrumentalización de la retórica chavista y de mantener las bondades de la diplomacia petrolera.   

Una situación como la acontecida en Venezuela es difícil para cualquier democracia, siempre hay un dilema en la interpretación de la ley ante una casuística compleja. Pero, en el reseñado marco de presidencialismo extremo y polarización política se convierte en una situación en la que es imposible saber que ocurrirá en el futuro más cercano. Lo cierto es que tanto oposición como oficialismo se juegan su futuro, bien la conversión de Chávez en un mito que de larga vida a un oficialismo que consiga mantenerse unido y alejado de tentaciones militaristas; bien para la oposición, la oportunidad de mostrar que hay una alternativa no chavista para Venezuela en un nuevo proyecto en el que los sectores populares se sientan representados. 

Más que nunca, en este caso cabe afirmar: Amanecerá y veremos.

Sobre la privatización de la gestión sanitaria en Madrid

Por: | 16 de enero de 2013

IGNACIO JURADO

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El pasado 27 de diciembre se aprobó en la Asamblea de Madrid la reforma que contempla la externalización de la actividad sanitaria a empresas privadas. Durante muchas semanas de conflicto, los profesionales de la Salud de la Comunidad se han mostrado radicalmente contrarios a esta reforma.

Este es un tipo de conflicto sobre el que suelen existir recelos y confusión en la sociedad. Por un lado, la desacreditación que vienen sufriendo los sindicatos en los últimos años hace que cualquier conflicto sectorial sea percibido por parte de la ciudadanía como una movilización por la defensa de unos intereses personales, muchas veces vistos como privilegiados. Por otro lado, la facilidad y ligereza con que se emplea la palabra “eficiencia” sirve con frecuencia de coartada a cualquier acción gubernamental de externalización o privatización sin que se precise en qué aspectos los servicios públicos se ven mejorados.

La reforma sanitaria de la Comunidad de Madrid es un buen ejemplo de esto. La Consejería de Sanidad ha sido incapaz de realizar un estudio detallado en que se cifren con rigor el ahorro o mejora del servicio sanitario que recibirán los madrileños. Afortunadamente, para entender bien las implicaciones de la externalización de la Sanidad en Madrid, la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM) ha realizado un informe que proporciona mucha de la información que ha faltado la propuesta legislativa. Les recomiendo la lectura del informe a todos los lectores de este blog, pues arroja luz sobre lo que nos costará la nueva Sanidad.

Querría destacar tres cosas del informe:

-    La Comunidad de Madrid cifra en 441 euros el coste por cada paciente en los hospitales. Como explica la AFEM, aun no sabemos cómo ha llegado a esta cifra la Comunidad de Madrid. A falta de datos, ésta es una cifra arbitraria, pero que será el precio que la Comunidad pagará a los hospitales gestionados privadamente por cada paciente
-    Por el contrario, la AFEM estima que en realidad, el coste estaría, según dos tipos de cálculo, entre 347 y 380 euros por paciente. Para llegar a estas cifras, la AFEM realiza una serie de estimaciones accesibles a todo el mundo en el informe.
-    Esto significa que, de llevarse a cabo el plan tal y como está diseñado, la Comunidad de Madrid, va a regalar por cada paciente, y con el dinero de todos, entre 61 y 94 euros a las empresas concesionarias de los servicios sanitarios. Estas cifras suponen entre 71 y 118 millones de euros al año. Genial negocio en tiempos de crisis y ajuste presupuestario.

Por tanto, el informe de AFEM pone de manifiesto que, sencillamente, las cuentas no salen. Si los planes de la Comunidad de Madrid se llevan a cabo, tendremos una Sanidad más cara con beneficios privados.

En segundo lugar, hay un aspecto en el que AFEM no entra, pero que es de crucial importancia. Existen muchas dudas sobre los intereses que personas afines y en la órbita del PP tienen en las empresas que se podrían hacer cargo de la gestión sanitaria. Si la Comunidad de Madrid termina llevando a cabo su reforma, tendrá que dejar muy claro y ser particularmente transparente en quiénes son los beneficiarios. La experiencia catalana, como bien explica este post, muestra que la sanidad puede convertirse en una atractivo negocio para élites empresariales cercanas, o directamente insertadas, en el poder político. A falta de burbuja inmobiliaria, sería escandaloso que los servicios sociales esenciales se convirtieran en una tarta a repartir a costa de los ciudadanos madrileños y de su salud.

La cultura vale

Por: | 14 de enero de 2013

FERNANDO RUEDA

Monica torres

“Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo…” Así comienza Cortazar sus instrucciones para dar cuerda a un reloj: en esto está el sector de la cultura, dando cuerda, a la espera de los nuevos modelos de financiación prometidos por el Gobierno. Sabemos que al final está la muerte, y por el momento lo que tenemos es un gran descalabro en los datos de consumo cultural en España.

Entre tanto -antes del fin-, aparecen opciones que siguen impulsando la actividad en el sector. Traemos a este blog cuatro ejemplos de financiación de la cultura, (dos de Brasil y dos de España) que pueden aportar cuando menos cierta energía y ánimo para continuar dando cuerda al reloj.

i) El apoyo público necesario como política redistributiva. El gobierno de Brasil a puesto en marcha una iniciativa que incentiva el consumo cultural con el “Vale Cultura”. Se trata de una subvención de 20 euros a los trabajadores que ganen menos de 300 euros, para que con ellas compren entradas de teatro, libros, música o cualquier otro producto o servicio cultural. La medida afecta a 17 millones de brasileños. Las empresas que reciben el vale lo desgravan en su declaración de impuestos. A pesar de que la medida despierta algunos temores y críticas, el experimento pretende incentivar el desarrollo de un sector dando libertad al ciudadano a elegir qué cultura desea consumir, a la vez que fortalece el mercado consumidor de bienes y servicios creativos. Pretende reequilibrar el apoyo público hacia el estímulo de una demanda más efectiva, sin abandonar un sistema o mecanismos de apoyo a la producción cultural.

ii) La iniciativa ciudadana permite incrementar los intercambios culturales y el desarrollo de nuevas iniciativas. El Circuito Fora de Eixo es una red brasileña de trabajos concebida por pequeños productores culturales de Brasil, principalmente musicales,  que se han unido en un espacio colaborativo y descentralizado de trabajo basado en los principios de la economía solidaria. La innovación de esta red consiste en haber creado un sistema de trueque ente los profesionales y los colectivos que la integran de manera que cada uno recibe apoyo para sus proyectos y aporta a otros a través de “trocas” sustanciadas en una moneda -la FDE Card-; de valor de trabajo, lo que permite desarrollar iniciativas a pesar de que existan menos recursos económicos. El capital invertido en cada iniciativa es de 1 euro por cada 3 trocas, lo que permite generar proyectos cuatro veces más grandes. El crecimiento de esta red en Brasil desde 2005 es exponencial y su ejemplo comienza a cundor en otros países de América Latina.

iii) La combinación de esfuerzos provenientes de distintas disciplinas para generar riqueza en el ámbito de la llamada economía social. En España, la iniciativa UEIA  es el resultado de la colaboración de profesionales del sector de la cooperación  y el mundo de las ONGs, profesionales de la tecnología y el mundo de las aplicaciones informáticas e inversores y gente proveniente del mundo  la economía,  que han generado un interesante proceso de aceleración de proyectos de  emprendimiento social de base tecnológica. Los elementos clave de esta iniciativa pasan por conjugar los aportes de cada profesional en aspectos formativos, y de generación de recursos a través de un sistema de votación y elección que permite establecer complicidades a muchas personas con ideas innovadoras. Las mejores propuestas elegidas por los propios participantes encuentran el apoyo necesario para su desarrollo. 

iv) La puesta e marcha de procesos innovadores para el emprendimiento de proyectos culturales, que aúnan esfuerzos de profesionales con distintas especialidades creativas y artísticas y socios inversores. En España, tras varios años de experiencia en el ámbito del coworking cultural los responsables de de Utopic_us han convocado a un encuentro de exhibición para las  pequeñas industrias creativas y culturales Zinc Shower, con el objetivo de afianzar un espacio ferial para “start-ups” que promueva nuevas iniciativas al margen de los mecanismos de financiación tradicionales, como las subvenciones o los créditos bancarios. Cien nuevos proyectos verán la luz este año, apoyados en un  inmenso tejido de profesionales.

 Ninguna de estas propuestas tiene que nada que ver con el mecenazgo o la filantropía que nos quieren vender como solución a los males culturales.  La cultura crece con el acertado apoyo público, con el impulso de la sociedad civil y el valor que realmente le otorga el ciudadano y el creador, con la conjugación  de elementos y disciplinas que se dirigen hacia el emprendimiento social con base tecnológica y con la generación de espacios propios para la creatividad y la cultura en  mercados que permitan realizar las mejores inversiones.

 

 

Obama y Europa, bailando con lobos

Por: | 11 de enero de 2013

VICENTE PALACIO

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El próximo 21 de enero Barack Obama tomará oficialmente posesión de su cargo para un segundo mandato, en una efeméride que promete espectáculo. Pero difícilmente veremos a un Obama relajado. Corren malos tiempos, el mundo no está para fiestas. Se necesitan grandes y sufrientes escaladores, capaces de sortear las piedras que se desprenden al subir el camino, y al mismo tiempo capaces de ver muy lejos. Pero también han de ser cazadores sutiles, capaces de encandilar y bailar con los lobos.
 
Si en Europa los europeístas nos quejamos de la “clase política” y de las cortas miras de nuestros líderes, en EEUU no lo tienen mucho mejor, con un Congreso empecinado en poner de los nervios al ciudadano americano, y trifulcas ideológicas de toda laya.
 
Obama tiene sus propios abismos: el más perentorio es el fiscal – apenas superado - ; ahora le quedan el techo de deuda, la reforma migratoria, el modelo energético y el cambio climático, o el de las fatídicas armas. A uno y otro lado, Demócratas o Republicanos, se abren simas por donde cualquiera puede despeñarse. Pero no hay que subestimar a este presidente de talante conciliador: en cuatro años ha aprendido mucho.
 
El binomio déficit-deuda está causando estragos en la política norteamericana. Pero aquí al menos se ven cosas que nos gustaría ver en Europa: una subida a las rentas más altas para compensar el déficit con mayores ingresos. Tras el pacto para sortear el abismo fiscal alcanzado in extremis a principios de 2013 con John Boehner y la bancada republicana, los impuestos subirán este año para las rentas más altas.

Ahora, este Congreso dividido y receloso tiene difícil aprobar una subida del límite de endeudamiento del país por encima de los 16,4 trillones de dólares; algo que en el pasado era habitual, ahora supone una pelea política en toda regla. El techo de deuda se instauró en la primera guerra mundial precisamente para que el gobierno no tuviera que conseguir aprobación del Congreso para cada endeudamiento. Pero hoy se ha convertido en una herramienta de extorsión de unos y otros. La sombra alargada de Standard & Poors, que en 2011 degradó la deuda soberana estadounidense, a resultas de la intransigencia partidista en Washington, planea otra vez por el imperio.
 
Por su parte, la pija de oro, Nancy Pelosy, portavoz de los Demócratas en la Cámara de Representantes, se echó un farol al declarar que el Presidente podría orillar al Congreso acogiéndose a la 14 enmienda de la Constitución norteamericana, que declara incuestionable la capacidad del país de pagar su deuda. Algo que ha sido desmentido por la propia Casa Blanca, pero ¿quién sabe hasta dónde llegarán los republicanos?

A trompicones, ese gran acuerdo se puede producir. Si Obama tiene suerte, los filibusteros y tea-partisanos pueden verse debilitados por las voces mayoritarias a ambos lados que exigen un acuerdo para que el país no caiga en el fango. Pero los republicanos tienen ahora más margen de presión que en las negociaciones sobre el abismo fiscal. En este caso una brutal subida de impuestos se hubiera impuesto de forma automática, mientras que ahora, para subir el techo de la deuda, resulta imprescindible su voto. ¿La fecha límite de todo esto? El 1 de marzo. Seguro que hasta entonces los republicanos presionarán para recortar gastos y de ese modo compensar las subidas de impuestos. Las peleas sobre el presupuesto van a ser continuas en estas semanas: el actual expira en otra fecha para temblar: el 27 de marzo.
 
En esto, ha surgido la graciosa idea de que el tesoro norteamericano ejerza su prerrogativa y emita la ¡moneda de platino del trillón de dólares! (Boehner ha señalado que es una ocurrencia de los Simpsons). ¿A grandes males, grandes soluciones? Puede ser una tontería, pero sólo el hecho de poder imaginarla da mucha envidia a los federalistas europeos, que piden a gritos un Banco Central Europeo como un bazooka para espantar a los lobos especuladores.

Con este panorama, muchos dan por sentado ya que el segundo mandato dará poco que hablar en política exterior.  ¿Es que acaso Obama - confrontado a su propio abismo – va a ser más intervencionista en Europa en este segundo mandato donde tiene que echar el resto? Pues podría ser que sí.  
 
Una señal es que, trifulcas de politiqueo a un lado, EEUU muestra una relativa fortaleza en relación al viejo continente. Roger Altman, antiguo subsecretario del Tesoro con Clinton, los males de EEUU, señala en la revista Foreign Affairs de este mes que la crisis en EEUU está tocando a su fin, en el sector inmobiliario, la producción energética, el sistema bancario, o la industria manufacturera. Está claro que, por ejemplo, el sistema financiero en EEUU no se ha purgado lo suficiente; pero la velocidad en la que el sistema bancario ha reaccionado y con la que se está acercando a los flujos de crédito previos a la crisis, es asombrosa si se la compara con Europa. En contraste, a Europa aún le quedaría unos cuatro o seis años para retomar la senda. Este pronóstico coincide con el de la OCDE o el FMI para el conjunto de la eurozona, que de perseverar en el error no levantaría cabeza hasta el 2017 al menos.
 
Otra señal: esta semana, Philip Gordon, Secretario de Estado para la UE, ha dicho en la Embajada estadounidense en Londres que donde mejor está Reino Unido es en la Unión Europea. Así de claro. Más admoniciones de este tipo podrían sucederse en los próximos meses. Después de todo, Europa está en pleno proceso de aprendizaje: una ventaja de EEUU respecto a Europa es que ya pasó por otra similar en 1929. Para entonces, Europa era una amalgama de alianzas belicosas, y no un gran proyecto político y económico.

Atentos pues a cómo maniobra Obama en los próximos meses ante la austera Merkel. Esta calvinista que vino del Frío, y que está enfriando aún más la economía europea y mundial, tiene mucho que aprender de EEUU para que a Europa no la devoren los lobos.

Un viaje al país de la austeridad

Por: | 09 de enero de 2013

OLGA SALIDO

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Durante los últimos cuatro años, la crisis ha descabalgado de forma abrupta a la economía española del fuerte ritmo de crecimiento que venía sosteniendo desde mediados de los noventa. Ello se ha traducido en un deterioro creciente de la situación financiera de los hogares y de su capacidad de gasto y consumo, lo que a su vez revierte, cual pescadilla que se muerde la cola, en un mayor enfriamiento de la economía. La situación no es ajena a las políticas que a instancias de Bruselas están siguiendo los países europeos, con España, cual alumna aventajada, a la cabeza. La austeridad se ha convertido en la palabra mágica que invocan nuestros dirigentes para conminar a todas las fuerzas en el remedio de la crisis. No obstante, la situación no ha hecho sino empeorar a lo largo de estos años. Las fuertes medidas de ajuste fiscal introducidas no sólo no han conseguido el objetivo de corregir el elevado déficit público y estimular el crecimiento, sino que están sumiendo a nuestra economía en una profunda recesión de la que costará tiempo salir.

Como consecuencia, no sólo la cifra de desempleados se ha multiplicado por tres con respecto a 2007, hasta alcanzar la cifra de 5.778.100, sino que la incorporación al empleo resulta cada vez un reto mayor para los desempleados. Si el estallido de la burbuja inmobiliaria puede ayudarnos a comprender cómo la cifra de parados se multiplicó por dos en los primeros momentos de la crisis, hasta alcanzar la cifra aproximada de 4 millones de parados a finales de 2009, es la contracción de nuestra economía, alimentada por la presión fiscal, la dificultad del flujo de crédito y el deterioro de la capacidad de consumo de los ciudadanos, la que da razón de la creciente dificultad de los desempleados para reincorporarse al empleo. De acuerdo con la EPA, los flujos de personas que van desde el desempleo a la ocupación, habrían pasado del 23,5% en el primer trimestre de 2009 al 15,4% en el tercer trimestre de 2012. La reforma laboral está teniendo, cuando más, un efecto limitado desde el punto de vista de la creación de empleo, pero muy relevante desde el punto de vista de su destrucción selectiva: los trabajadores con contratos temporales -en muchos ocasiones jóvenes e inmigrantes- son los que están protagonizando el "ajuste", dando lugar a una reorganización profunda del panorama del empleo.

Por último, la crisis está teniendo un efecto devastador para la economía real de los hogares, reduciendo de forma importante la capacidad de gasto y de consumo de los ciudadanos. En conjunto, entre 2007 y 2011 la renta de los hogares, ajustando a la inflación, disminuyó un 13,4% en términos reales, mientras que en los cuatro años previos había acumulado un crecimiento del 5,9%. Ninguna otra crisis en la historia reciente de nuestro país ha provocado un deterioro tan profundo de la capacidad económica de los hogares. Los hogares encabezados por jóvenes son los que están sufriendo de manera más cruda el impacto de la crisis. Junto a ellos, los hogares monoparentales y aquellos en los que existen niños, son los que tienen una situación más vulnerable. Sólo los mayores de 65 años han mantenido hasta el momento su poder adquisitivo, una situación que probablemente cambie en el futuro inmediato si continúan las medidas de "racionalización" del sistema sanitario y el ajuste de las pensiones.  Mientras tanto, las grandes fortunas reciben un trato favorable para volver al "redil" de la fiscalidad, eso sí, tras una amnistía fiscal que bordea la ley para premiar a los grandes evasores de capital.

Las políticas de ajuste del gasto se está realizando con escasa sensibilidad social, limitando derechos y deteriorando hasta el extremo las condiciones de vida de los ciudadanos. La gran pregunta es si este viaje a la austeridad nos lleva a un lugar habitable, en el que la lógica social se organice de acuerdo con los principios de justicia y equidad, y donde los ciudadanos disfruten de unos niveles adecuados de bienestar. Tal vez al final del viaje alcancemos el ansiado objetivo de estabilidad presupuestaria y recuperemos la confianza de los mercados y, con ello, el dinamismo de nuestra economía, pero es posible que en el camino nos hayamos dejado algunos elementos clave que garantizan la cohesión y legitimidad de nuestro sistema social y político. Pero esa, claro está, es sólo una posibilidad.

El País

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