FERNANDO RUEDA
La propiedad intelectual, los derechos de autor, el acceso a la red, la protección de datos (Cloud Computing, Big Data), el consumo cultural (e-comercio, streaming, suscripciones digitales), o nuevas formas de financiación (crowdfunding), son algunos de los términos que nos han invadido y debaten aspectos cruciales que afectan de manera radical a las formas de operar del sector cultural en el entorno digital. En la última década, debido a esta transformación tecnológica, la mayoría de los países de nuestro entorno han emprendido reformas legislativas que de momento van muy por detrás de los nuevos tiempos.
La Agenda digital Europea de 2010, aborda entre otros asuntos, algunos de estos temas cruciales, como el de acceso en línea legal a los contenidos, la gestión de derechos de autor o el avance hacia el mercado interior digital con la concesión de licencias europeas y el establecimiento de un marco común para los servicios, la producción y la distribución de contenidos culturales y de comunicación audiovisual.
En España estamos viviendo un intenso proceso de adaptación y modernización de leyes en muy poco tiempo pero que quedan obsoletas incluso antes de su aprobación, como la ley de Telecomunicaciones, la ley de Propiedad intelectual, o la famosa ley de Mecenazgo a buen recaudo en algún cajón del Ministerio de Hacienda.
De todos modos y a pesar de lo dicho parece que el número de causas incoadas por delitos contra la propiedad intelectual descendió en 2012 un 25 % con respecto al año anterior, según los datos incluidos en la Memoria anual de la Fiscalía. Aunque los portales que ofrecen servicios de contenido legal, no acaban de despegar en España, y las plataformas que ofrecen servicios ilegales siguen campando a sus anchas por la red, y quedándose exclusivamente con los beneficios.
Kevin Spacey, nada sospechoso de ir contra la industria audiovisual, en la presentación del Festival Internacional de Televisión de Edimburgo reflejaba la situación: "Los estudios y las cadenas que ignoren cualquiera de estos cambios —ya sea el incremento de una narrativa elegante o el constante cambio ante los avances tecnológicos— se quedarán atrás" alegando que ya no vivimos en un mundo de vista impuesta".
A todo esto los grupos de interés están jugando un papel fundamental y ejercen toda la presión posible. Lobbies como REDTEL, AMETIC, ADEPI o asociaciones de consumidores como los Internautas o FACUA dedican muchos esfuerzos para lograr que la ley favorezca al máximo sus legítimos intereses.
Pero si hacemos una lectura transversal de estas propuestas de leyes, desde la perspectiva del acceso a la cultura a través de la red, observamos que siguen caminos separados, sin atisbo de convergencia. En este conflicto no se exige posicionamiento sino militancia. Los creadores se debaten entre el respeto al valor de la obra y por otro lado las ventajas de la difusión de su obra, sobre todo en sectores como la música.
En la ley de telecomunicaciones no se regula ni se aborda la participación o contribución de los operadores a los derechos de autor. El consumidor paga dos veces por un mismo acto: una vez por el tráfico de datos, y una segunda vez por el tipo de datos con los que trafica, las operadoras de telecomunicaciones miran hacia otro lado mientras ofrecen 100mb y tecnología 4g para los terminales móviles eximiendo cualquier tipo de responsabilidad en dicha operación, discriminado el tipo de contenido y en su propia guerra contra los proveedores de contenidos. En la ley de propiedad intelectual, el objetivo se centra en combatir las descargas ilegales, y no regula en profundidad las nuevas formas de propiedad intelectual y derechos de autor como al creative commons. El consumidor, vuelve a pagar varias veces, por traficar con datos, incluidos aquellos cuyos autores determinan que su obra es de acceso libre. Y para la ley de mecenazgo no parece que exista ningún grupo con suficiente entidad como para forzar la aceleración del proceso, si en algún momento decidieran apostar por ello algo que parece francamente difícil .
Hay 1 Comentarios
La Ley de Propiedad Intelectual debe ser más eficiente contra los delitos que la infrigen en internet, con todas las empresas que campan a sus anchas saltándose la ley y lucrándose de formas que no son ni normales.
Publicado por: Ana Capdevila | 13/06/2018 12:49:39