FERNANDO RUEDA
Muchas de las razones que se esgrimen estos días para explicar la no elección de Madrid como ciudad organizadora de los Juegos Olímpicos, en su tercera presentación como candidata, están relacionadas con cuestiones que no dependen de la capacidad de influencia, convocatoria u organización de la ciudad y de España, como por ejemplo la opacidad en el sistema de votos de los miembros del COI, los intereses de terceros países en que Madrid no sea la elegida para tener opciones en 2024, o -la más sencilla -, la geográfica. Efectivamente, desde la segunda guerra mundial las Olimpiadas se han celebrado con cierta distribución geográfica entre ciudades de Europa, Asia/Oceanía y América, y según esta explicación, hasta 2024 no le correspondería por este motivo organizar los Juegos en una ciudad europea.
Madrid presenta su derrota con el argumento de que los factores que influyen en la decisión no se corresponden con nada de los que se haya podido hacer, pues técnicamente no se puede hacer más, ni mejor. Recordemos que la candidatura ha obtenido en los informes y diferentes cortes previos a la votación en Buenos Aires las mejoras calificaciones. No cabe duda de que la candidatura era técnicamente buena por tener una propuesta económica razonable, las infraestructuras necesarias, un gran apoyo popular, político y experiencia en organización de grandes eventos.
El caso es que los miembros del COI no han debido encontrar argumentos en positivo de la candidatura. Madrid se presentó con el lema de los juegos de la austeridad. Pero los JJOO son un acontecimiento extraordinario y una gran fiesta, y Madrid ha invitado a una fiesta austera, de canapés y refrescos pagados y contratados en un 80% y con gente simpática y divertida. Es decir se ha presentado una imagen low cost.
Lo cierto es que España hoy día presenta una imagen hacia el exterior muy negativa en muchos aspectos y con muchos flancos abiertos. Según el último barómetro sobre Marca España del Instituto Elcano España proyecta una imagen muy debilitada en lo social y en lo político. En el último análisis del barómetro destaca el peso en la prensa internacional de los casos de corrupción que han ido apareciendo y que se han deteriorado la imagen de políticos y altos cargos españoles. Los casos de dopaje en el deporte también han calado en esa imagen exterior. En ambos casos (el político y deportivo) esta imagen negativa no lo es tanto por que existan, que ocurre en muchos lugares, sino por la sensación de impunidad que, en definitiva, la crisis de nuestra economía, transformada en una crisis moral, política y social, nos convierte en unos socios poco fiables para la organización de tales eventos.
Corresponde revisar esta imagen que tenemos de nosotros mismos, transformarla en otra que también tenemos y proyectarla al exterior: Esta imagen es la de las conquistas sociales y el desarrollo de las políticas de igualdad, la de nuestra diversidad y riqueza cultural, la de la cooperación y el multilateralismo, como socio de peso en la UE y socio prioritario en América Latina, la de la innovación, el I+D, y el alto nivel educativo de la población, La de un sistema sanitario pública y universal de calidad.
Esta imagen que también tenemos se puede conseguir, evidentemente, aplicando políticas basadas en ideologías diferentes de las que venimos aplicando en los últimos años.
Hay 2 Comentarios
EL NUEVO FRACASO DEL MADRID OLÍMPICO (O EL ETERNO CUENTO DE LA LECHERA)
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…Los españoles hemos tenido un mal perder en esto de conseguir las Olimpiadas para Madrid en 2020. Caer en 1ª ronda nos ha escocido mucho, sobre todo porque ha significado un retroceso respecto a nuestras candidaturas anteriores. Esta vez lo hemos hecho, si cabe, todavía peor. Y eso se debe a 3 causas fundamentales: a la falta de realidad española, a lo excesivamente modesto de nuestro proyecto y al egoísmo europeo.
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…Es verdad que ”España is diferent”, como hace más de un cuarto de siglo afirmara don Fernando Díaz-Plaja en uno de sus libros. Pero España es diferente tanto para lo bueno como para lo malo. Y si no nos han faltado ilusión, ganas, energías, para acometer el Proyecto, sí hemos pecado de ilusos pensando que ya lo teníamos todo ganado, incluso antes de que la señora Botella chapurrease el inglés, delante de los miembros del COI, con su traje floreado y su cabello a lo Julie Garland. Y ni la vida es tan simple, ni España es ese jardín florido donde todo es color de rosa. La crisis, el escándalo del dopaje y los casos de corrupción han pesado como una losa en la ejemplaridad que hay que dar a este tipo de eventos. Hablar a diario de los pedos de Bárcenas ha traído consecuencias nefastas para la Marca España.
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…Por otra parte, no se puede pretender solucionar la crisis económica española y acabar con nuestro paro a costa del COI y los JJOO. El proyecto de Madrid era una especie de “Bueno, Bonito y Barato”, de tienda de los chinos, que se pretendía rentabilizar al 200%. Es decir, de entrada de divisas rápida para reactivar nuestra economía y no de gran evento planetario. Y por ahí no han querido tragar los miembros del jurado. Y es que España afirmaba tener hechas ya el 80% de las infraestructuras, pero se trataba simplemente de reutilizar las ya existentes como el Parque de El Retiro, el Palacio de los Deportes o la plaza de toros de Las Ventas.
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…También ofrecía la regeneración de espacios verdes, la mejora del transporte y el desarrollo de energías renovables, cuestiones todas que se consideran intrínsecas de una ciudad candidata a albergar unos Juegos Olímpicos en el futuro. Es, pues, normal que nos haya superado la opulencia, el gigantismo y la novedad de Tokio, pese a su pasado radiactivo. Los JJOO siguen sin ser una ONG.
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…Y, finalmente, a todo esto hay que unir, como siempre, la insolidaridad de nuestros socios europeos, siempre pendientes de cazar la presa de otros socios, cual ave carroñera. Seguramente a ninguno de nuestros vecinos europeos le convenía ver una Madrid olímpica por cuestiones puramente crematísticas. Había que evitar la aglomeración de eventos en Europa, a fin de ser ellos quienes los albergasen en un futuro. Y ¡qué casualidad!Ahora son Roma y París quienes desean presentar candidatura en 2024. Munich pretende acoger los Juegos de Invierno de 2022. Así es muy lógico que también hayan proliferado las manos negras dentro del COI.
Publicado por: Trigolimpio | 10/09/2013 1:09:05
Es dificl, por no decir imposible, dar una imagen de lo que no somos actualmente: no somos un modelo de cooperacion al desarrollo, ni de justicia rapida y paritaria para todos, ni de respeto por las minorias e inmigrantes, ni de valoracion de la sanidad publica, la seguridad social o la educacion publica, no somos un modelo de democracia, ni de tolerancia cero con chorizos, corruptos o drogadictos del deporte, somos el hazmerreir de la innovacion y damos pena en I+D, ninguna universidad entre las 200 mejores del mundo, y sin cargos importantes (salvo Joan Clos) en Naciones Unidas, OCDE, OTAN o OMC. Al menos, no somos fantasiosos ni vendedores de aire: exportamos la imagen real de lo que somos, un pais en crisis estructural, que se esta buscando y todavia no se encuentra. Y muchos menos se identifica con los lideres que tenemos. Nuestra imagen Low Cost es fiel reflejo sistema social y politico "low cost".
Publicado por: Jose Luis Vivero Pol | 09/09/2013 21:03:14