PABLO SIMÓN
La discusión sobre el sistema electoral entre el gran público es algo reciente. En las pocas preguntas que ha hecho el CIS sobre sistemas electorales en años pasados las importantes tasas de “no sabe/ no contesta” (entre el 20 y el 40%) señalan la tardía politización del tema. Solo a partir de los Indignados en 2011 vemos que las quejas de los partidos minoritarios ganan en proyección y que intelectuales (y ex políticos) se apuntan al carro de las reformas.
El clima de opinión pública parece haberse movido en consecuencia y, aunque la reforma a nivel estatal parece improbable en el corto plazo, por primera vez se están realizando o estudiando reformas electorales a nivel autonómico. Esta perspectiva es interesante por el laboratorio para la innovación institucional que permite el Estado de las Autonomías.
Las reformas electorales son raras avis en perspectiva comparada y es lógico que así sea. Los sistemas electorales manufacturan las mayorías políticas con capacidad de cambiarlas y, dado que la statu quo suele beneficiarlas, no tienen incentivos para variarlas. Sin embargo en España podría darse cambios por al menos tres razones.
Primero, porque ante un contexto de incertidumbre electoral y volatilidad creciente, determinados partidos con poder para acometer las reformas pueden cambiar el sistema a uno más restrictivo, que limite la fragmentación política y asegure mejor gobernabilidad. Esto fue lo que ocurrió en muchos países de Europa del Este tras sus elecciones fundacionales.
Segundo, porque en determinados contextos un partido mayoritario puede depender de uno minoritario perjudicado por el sistema electoral, el cual puede presionar para el cambio. Esto es semejante a lo que pasó en Alemania en 1987 cuando la CDU-CSU modificó el sistema por acuerdo con los liberales.
Por último, porque un descontento generalizado con el rendimiento del sistema político (y de calidad en la representación) facilita un clima de opinión proclive a las reformas. Esto es algo semejante a los casos de Italia o Japón, con corrupción rampante, o Nueva Zelanda, con el incumplimiento de programas electorales de los dos grandes partidos.
Si miramos a las Comunidades Autónomas, podemos ver estos tres factores interactuando, aunque no de manera exclusiva.
La reforma electoral que resulta casi imparable es la de Castilla La Mancha, aprobada en solitario por el Partido Popular con reforma estatutaria incluida. Según esta reforma los diputados de la asamblea regional pasarán a ser la mitad, de un promedio de 9.8 escaños por provincia a solo 5. Esto supone una reforma restrictiva ya que perjudica a las terceras y cuartas fuerzas. Con esta jugada estratégica el PP busca, ante un contexto de erosión electoral de los principales partidos, reducir la potencial fragmentación de la cámara y asegurar su preeminencia.
Una segunda reforma mucho más ambiciosa y que está a punto de discusión en Pleno es la del Principado de Asturias. Tras un acuerdo de legislatura, tanto IU como UPyD han condicionado su apoyo al gobierno socialista a una reforma electoral. La propuesta registrada por el “tripartito” es muy amplia y va en la dirección de incrementar la proporcionalidad, desbloquear las listas, hacer debates obligatorios… La FSA ha supeditado su voto afirmativo a incorporar a algún grupo de la oposición, con lo que el destino de la ley queda en manos de la capacidad negociadora del ejecutivo asturiano. De eso, y de la presión que ejerzan sus socios minoritarios.
Finalmente, existen dos reformas en estudio, aún lejos de tramitarse.
La primera es la catalana, única comunidad autónoma que no tiene ley electoral propia y aplica de manera subsidiaria la LOREG. Hasta dos comisiones ha arrancado desde 2007 para crear una ley propia, con informe de expertos incluido. Ahora mismo no está claro el modelo hacia el que se propone avanzar aunque podría ser un sistema “alemán” por acuerdo CiU-PSC. En todo caso, dado que la consulta es ahora el centro de gravedad de la política catalana, está por ver su evolución.
La otra es la reforma de la Asamblea de Madrid, donde el Partido Popular tiene claramente definido que quiere avanzar hacia un sistema mixto, dividiendo Madrid en 43 distritos uninominales pero con una lista proporcional para toda la comunidad. El principio que defienden los promotores es buscar una relación más directa entre los diputados y la ciudadanía, si bien dependerá mucho de si el PP estaría dispuesto a impulsar la reforma en solitario.
La reforma electoral es algo que se ha vuelto popular como remedio a problemas institucionales y de representación política. Aunque no conviene sobre-estimar sus efectos, también es verdad que jamás había habido una ventana de oportunidad semejante en España para su modificación, en especial en las comunidades autónomas.
La pregunta entonces es si ante nuevos escenarios de mayor fragmentación partidista y posibles gobiernos de coalición estamos ante el inicio de una avalancha de reformas electorales. La respuesta a partir de 2015.
Hay 2 Comentarios
Aparte las normativas de los entendidos, la gente ante una votación social, se siente tan impotente.
Que en muchos casos pasa de ella, porque no les sirve de nada al fin y la postre.
Y se va a la playa, o al campo, o al cine.
Impotentes ante un círculo vicioso de normas parciales y provisionales, solo para entendidos.
De hoy, que mañana serán otras.
Que al final no resuelven la necesidad de los ciudadanos, porque el resultado que nos queda siempre es el subir los impuestos.
Los recortes y el paro.
Ahora se propone que se despida a la gente como en la época anterior pre democrática, sin derechos.
Que baste con decir solo.
No vengas mañana.
Y queda claro, que si no hay dinero no hay compras, pero la reacción viene con ello.
Volverán las agrupaciones de gentes en cooperativas, socializando el consumo.
En las compras y en las ventas y dejando fuera todo ese engranaje de intermediarios y patronos caros.
Para sostenerse en las penurias ante el acoso cerril de quienes nos quieren poner a la altura del betún.
Frente a los poderes fácticos, siempre en ganancias allá arriba en el olimpo.
Con los pies en la tierra.
Publicado por: Azpelicueta | 17/10/2013 16:02:54
La elecciones y la Democracia hace tiempo son insignificantes y han sido borradas del mapa por los PLUTOCRATAS
http://ernesto-consultoria.blogspot.com/2013/05/la-plutocracia-en-america.html
http://ernesto-consultoria.blogspot.com/2012/07/mitos-y-verdades-sobre-el-capitalismo.html
http://ernesto-consultoria.blogspot.com/2012/11/la-servidumbre-moderna-sistema.html
Publicado por: Ernesto | 16/10/2013 12:23:16