RUBÉN RUIZ-RUFINO
Protesta pacífica frente al Congreso de los Diputados, en octubre de 2012, para expresar el descontento de los ciudadanos con sus representantes. / Samuel Sánchez (EL PAÍS)
Según los últimos datos de opinión del CIS, el descrédito de la política por los ciudadanos comienza a ser una pauta normal. Las causas que explican esta desconfianza son complejas. Sin embargo, no es aventurado afirmar que una posible razón para entender este fenómeno se encuentre en la creciente distancia que se ha abierto entre los políticos y los ciudadanos tras el estallido de la profunda crisis económica que azota el país desde 2008. Dada la importancia que tiene la política para nuestras vidas, desde este blog he defendido, de forma casi monotemática, que la única forma de afrontar la apatía de los ciudadanos es, precisamente, abriéndoles canales hacia la política. En esta ocasión, intentaré mostrar algunas reflexiones sobre la relación entre los tipos de listas electorales y la proximidad ideológica de los representantes políticos. Uno podría pensar que allí donde la distancia ideológica entre ciudadanos y políticos es pequeña, el nivel de empatía entre representantes y representado es mayor. O sea, sin tener en cuenta otros factores como la capacidad de los gobernantes, al menos podríamos afirmar que es posible concebir una mayor compenetración entre votantes y políticos si la distancia entre ellos sobre cómo conciben el mundo es menor.
El gráfico que acompaña esta entrada muestra, de forma muy simplificada, la relación entre distintos tipos de listas electorales y la distancia ideológica entre los votantes y sus representantes políticos. Las barras indican si los votantes solo pueden votar a un partido (España, Reino Unido), si pueden votar a uno o varios candidatos (Australia, Irlanda), o, por el contrario, los votantes tienen cierta flexibilidad para elegir un candidato aunque son los partidos los que siguen controlando el diseño de las papeletas (Dinamarca, Holanda). El eje vertical muestra la diferencia ideológica del votante mediano con respecto a la del principal partido en el parlamento si el gobierno es de coalición o con respecto a la ideología del gobierno en caso contrario. Se aprecian dos pautas interesantes. En primer lugar, ofrecer un amplio menú de opciones a los votantes en las papeletas genera la misma distancia ideológica que cuando solamente se vota a un partido. En segundo lugar, y más interesante, esa distancia es significativamente mayor si se compara con papeletas donde los votantes tienen cierta flexibilidad pero los partidos siguen controlando el acceso a las listas.
Gráfico
Esta evidencia empírica no es, en absoluto, concluyente pero sí puede ser indicativa para entender mejor la relación entre ciudadanos y representantes. En España, las papeletas electorales son excesivamente rígidas y aunque esta característica puede ofrecer ciertas ventajas, lo cierto es que no permiten que los ciudadanos expresen con su voto algo más que su adhesión a un partido concreto. Cuando los ciudadanos demandan más democracia entiendo que piden, al menos, dos cosas. En primer lugar, que los políticos sean más permeables a las demandas y preferencias de la ciudadanía. En segundo lugar, instrumentos que faciliten la rendición de cuentas para castigar a los malos políticos. Flexibilizar las listas electorales puede ayudar a conseguir estos objetivos. Como muestra la última barra del gráfico, la distancia ideológica entre representantes políticos y ciudadanos es menor en aquellos países donde se emplea este tipo de lista. O dicho con otras palabras, reconocer el papel fundamental de los partidos como principales actores políticos y, al mismo, tiempo permitir cierta flexibilidad a los votantes acerca la política a los ciudadanos. Si el funcionamiento de la democracia mejora cuando los ciudadanos se sienten partícipes del proceso de toma de decisión política, una forma de conseguir esto puede ser mediante reformas que aproximen la ideología de ciudadanos y partidos. Cambiar el tipo de listas, podría ir en esta dirección.
Hay 1 Comentarios
Y qué le parece si hubiese listas abiertas , con la posibilidad de votar a personas en lugar de a partidos cerrados ? Cada diputado debería de ganarse su asiento en su propia circunscripción y ser responsable ante sus votantes
Publicado por: Kineas | 21/12/2013 16:10:51