FERNANDO RUEDA
Cada cierto tiempo nos amanecemos con noticias sobre ocupaciones y desalojos de espacios de autogestión ciudadana. La más reciente ha sido la del desalojo del local de Patio Maravillas
En España y en muchos países europeos, en los que Alemania con Berlin a la cabeza, ha sido precursora, existen cientos de iniciativas que generan nuevos modelos de gestión en lo económico y en lo social, basados en la cooperación horizontal. Las noticias de ocupación y desalojo suelen ser portada en los medios. Las informaciones sobre sus otros impactos quedan generalmente escondidos en la comunicación pública.
Muchas de estas iniciativas son vistas con desprecio y con temor por los sectores más conservadores -y no tan conservadores- de la sociedad, cargados sin duda de razón en lo que a usurpación de una propiedad privada se refiere. No tanto en los adjetivos proferidos hacia sus promotores, generalmente tachados de radicales, perroflautas, violentos o adjetivos similares.
Pero una mirada más profunda sobre los perfiles de los promotores y agentes que intervienen en estos procesos rompe los lugares comunes. Las barreras para la difusión pública de estos proyectos culturales, con propuestas escénicas o musicales alternativas, actividades de formación social, crowdfunding a proyectos , ecología urbana, cybercultura, trueque, bancos de tiempo etc. se construyen a partir del trabajo en red de académicos, activistas, artistas, y vencinos.
No es mal momento para introducir en el debate público y en las políticas de ciudad estas otras realidades que aglutinan a un conjunto de ciudadanos, gestores y promotores cuya finalidad es la innovación ciudadana y la gestión de lo común, desde una óptica no mercantilista, vinculada a las redes y a la co-producción y co-creación.
Conocer a fondo estas experiencias, relacionarlas y analizar las formas de organización y de gestión puede ayudar reivindicar mejor estas nuevas maneras de intervenir en lo cultural y a proponer formas de actuación comunes entre agentes, gestores culturales y ciudadanía.
Esta tarea ya se hace en Alemania desde hace años, en Kruezberg. Y también en Dinamarca, en la Ciudad libre de Christiania. No se trata de una nueva estrategia para una política de la izquierda radical de la periferia del sur.
Fernando Rueda es director del Observatorio de la Cultura y Comunicación de la Fundación Alternativas
Hay 3 Comentarios
Amigo por qué no escribes algo sobre el CM San Juan Evangelista. Te parece bien el destrozo y la venta de lo que servía y como han dejado ahora el Johnny. Estos son los okupas? Verdaderamenta a sus movimientos los desprestigian y no sé como las autoridades Municipales y de la Comunidad siguen permitiéndolo, con verdadero peligro hasta para los propios ocupantes.¿Cuando ocurra una desgracia quién serán los responsables?
Publicado por: Alejandro Reyes | 29/07/2015 15:20:03
Amigo por qué no escribes algo sobre el CM San Juan Evangelista. Te parece bien el destrozo y la venta de lo que servía y como han dejado ahora el Johnny. Estos son los okupas? Verdaderamenta a sus movimientos los desprestigian y no sé como las autoridades Municipales y de la Comunidad siguen permitiéndolo, con verdadero peligro hasta para los propios ocupantes.¿Cuando ocurra una desgracia quién serán los responsables?
Publicado por: Alejandro Reyes | 29/07/2015 15:20:03
Amigo por qué no escribes algo sobre el CM San Juan Evangelista. Te parece bien el destrozo y la venta de lo que servía y como han dejado ahora el Johnny. Estos son los okupas? Verdaderamenta a sus movimientos los desprestigian y no sé como las autoridades Municipales y de la Comunidad siguen permitiéndolo, con verdadero peligro hasta para los propios ocupantes.¿Cuando ocurra una desgracia quién serán los responsables?
Publicado por: Alejandro Reyes | 29/07/2015 15:19:54