Alberto Penadés
Las encuestas electorales son una de las piezas más interesantes y divertidas de la información política, y lo bastante adictivas como para que, al menos en el mundo de lengua inglesa, muchos observadores se confiesen en público como “yonquis” de los sondeos (poll junkie). Además, son necesarias para la ciencia del comportamiento y para diseñar campañas políticas. El observador más ocasional, sin embargo, no siempre está lo bastante avisado sobre los usos y beneficios de las encuestas, y los peligros de las malas interpretaciones.
Las encuestas electorales, como todas las encuestas de opinión pública, miden algo escurridizo. Tanto que, por lo general, aceptamos que tenemos precisión, sobre todo, a la hora de estudiar cómo cambia la distribución de las opiniones, sea el cambio en el tiempo o entre grupos de ciudadanos. Es decir, las encuestas son especialmente fiables si queremos saber cómo ha variado el número de personas que apoyan a cierto partido, o cómo ha cambiado la valoración de cierto líder; o cuál es la diferencia entre hombres y mujeres, o entre ciudadanos con mayor o con menor renta. Lo que es más difícil es que una encuesta nos diga, con una precisión razonable, cuántas personas piensan votar a un partido.
Difícil, pero no imposible. Las encuestas electorales se enfrentan a varios problemas específicos, pero para todos se han encontrado soluciones. Simplificando bastante, pueden resumirse en tres. El mejor conocido es el de las personas que no informan sobre su intención de voto, bien porque no saben qué contestar, bien porque prefieren no contestar. Es común identificar a los primeros (a veces, también a los segundos) como indecisos. El analista debe intentar anticipar lo que harán estas personas si se deciden a ir a votar. El segundo asunto es casi lo contrario: algunas personas informan de su intención de votar a un cierto partido pero tenemos razones para pensar que no lo harán y se abstendrán. Esto es así porque, en general, sucede que hay más gente que dice que va a votar en las encuestas de la que luego realmente vota, sobre todo en elecciones en las que la participación suele ser baja. El tercer asunto es el de identificar lo que los ciudadanos votaron en el pasado, el “recuerdo de voto”. Identificarlo es necesario para inferir los potenciales traspasos entre opciones electorales. Pero, además, al identificarlos, podemos contrastar el resultado real de las elecciones pasadas con el resultado “recordado” por la encuesta. Y aquí viene el “error” que algunos observadores creen detectar, porque nunca encaja. Hay muchos posibles motivos: verdadera mala memoria, adaptación del recuerdo a las intenciones futuras, algún sesgo en la selección de la muestra… Lejos de alarmarnos, lo último sería muy fácil de resolver (los sesgos se corrigen ponderando sin mayor dificultad), pero normalmente es una mezcla de varias cosas.
La solución de estas cuestiones es una decisión técnica de los analistas, y puede hacerse muy bien; pero todo ello implica un margen de error potencial que es mayor que cualquier error teórico como el que rutinariamente reflejan las llamadas “fichas técnicas”. Por eso, al final, las encuestas requieren confianza.
¿Qué encuestas merecen mayor confianza? Algunos dirán que las que más aciertan, otros que las que más claramente observen reglas científicas en la selección y tratamiento de datos. Todo ello es importante, pero hay algo que aún es mejor: la transparencia. Cuanto más públicos y accesibles sean los datos y la información sobre los procedimientos, más razones tendremos para confiar en los resultados. Además, es un criterio compresivo: todo hace pensar que las encuestas más transparentes son las que más vigilan los procedimientos y las que menos miedo tienen a equivocarse. Por algo será.
Alberto Penadés, profesor de Sociología y Comunicación de la Universidad de Salamanca. Autor de 'Zoom Político' de la Fundación Alternativas titulado "Especial encuestas: errores, cocina y predicción".
Hay 2 Comentarios
En un inicio no parecía que esta tendencia se mantendría pero puede que no sean tan novatos estos nuevos partidos ;)
Publicado por: Novato Mur guia | 01/07/2015 17:21:02
La realidad es que algunos partidos vienen pujando fuerte, no se yo hasta que punto son fiables
Publicado por: madbid realidad | 01/07/2015 17:18:38