ANTONIO ÁVALOS MÉNDEZ (*)
Vladimir Putin, durante una rueda de prensa
La evolución de los acontecimientos en el contexto de la guerra en Siria está teniendo derivaciones globales e incontrolables. En primer lugar, globales por las acciones terroristas del ISIS fuera del territorio que domina en Siria y en Irak y, en segundo lugar, incontrolables porque las acciones de los estados implicados en el combate contra el grupo terrorista en Siria, y algo menos en Irak, carecen de coordinación y no se ha resuelto el horizonte de una solución definitiva que ponga fin a la guerra. Precisamente este desacuerdo está en las raíces de las crecientes tensiones entre Rusia y Turquía, una relación bilateral que ya se había deteriorado de manera notable en el curso del último año[1].
El derribo del avión militar ruso por parte de Turquía el 24 de noviembre de 2015 fue el punto álgido de una escalada que comenzó con la decisión de Rusia de bombardear el territorio sirio controlado por el ISIS y las facciones rebeldes. Esta decisión se tomó tras la petición del gobierno sirio de ayuda ante la eventualidad de un inminente colapso debido al avance de la oposición hacia sus feudos. Los bombardeos comenzaron el 30 de septiembre de 2015. Muy pronto, el 3 de octubre, empezaron las violaciones del espacio aéreo turco. Turquía pidió una reunión urgente de la OTAN tras quejarse ante el embajador ruso por las incursiones. El resultado de la reunión fue una firme condena por parte del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en un comunicado de la organización instando a cesar las violaciones del espacio aéreo. El secretario de Estado de los EE UU, John Kerry, también advirtió de un posible derribo por parte de Turquía de aviones rusos en el caso de que violasen su espacio aéreo[2]. El temor compartido era que una crisis entre Turquía y Rusia acabara arrastrando a la OTAN, algo que se ha evitado por el momento.
Las consecuencias del derribo del avión militar ruso fueron inmediatas. El presidente ruso, Vladimir Putin, se enzarzó en una escalada de recriminaciones hacia Turquía, a la que acusó de ser cómplice del ISIS y de proteger sus vías de transporte clandestino de petróleo. Por su parte, Turquía, acérrima enemiga de Bashar El Assad, acusó a Rusia de bombardear a los grupos rebeldes y no sólo al ISIS. En los días posteriores, mientras que Turquía mantenía su estrategia institucional, apelando a la OTAN, Rusia anunció medidas de represalia.
Las represalias anunciadas por Rusia se han centrado por el momento en la esfera económica y está por ver qué incidencia tendrán en las relaciones bilaterales en el medio plazo. En primer lugar hay que considerar la dependencia energética de Turquía, que importa el 55% del gas y el 30% del petróleo de Rusia. Además, en este sector, existe un acuerdo entre ambos países para la construcción de infraestructuras, como el gaseoducto de TurkStream o la planta nuclear de Akkuyu, que ahora han quedado en suspenso. En segundo lugar, el sector turístico también resultará afectado, ya que cada año visitan Turquía más de tres millones de turistas rusos (en 2014 representaron un 10% del total). También podría afectar a las propiedades adquiridas por rusos, lo cual implicaría un movimiento negativo en el mercado inmobiliario vacacional, muy importante actualmente tras la desestabilización del norte de África y el Mediterráneo oriental. En tercer lugar también afectará al comercio de productos agrícolas, especialmente frutas y verduras, que representan el 25% del total de las exportaciones turcas a Rusia.
La adopción de estas represalias podría notarse rápido y dañar seriamente a las relaciones comerciales entre ambos países. El mayor problema quizás sea la dependencia energética de Turquía, ya que el intento de modificar sus proveedores no parece sencillo de resolver dado que sus relaciones con otros países productores como Arabia Saudí no atraviesan por su mejor momento. La razón principal está en la política exterior desarrollada por Erdogan para situar a Turquía como líder regional. Asimismo, aunque confíe en el apoyo de Occidente, las represalias rusas no han sido aún condenadas de forma rotunda ni por la UE ni por los EE UU. En este contexto, Turquía no parece tener buenas cartas en sus manos para ganar la partida[3].
La principal baza a su favor es la llegada masiva de refugiados sirios a la UE a través del territorio turco. Sin embargo, aunque la reunión del 29 de noviembre de 2015 entre la UE y Turquía dio frutos positivos como la concesión de una ayuda de 3.000 millones de euros para la gestión de los más de dos millones de refugiados residentes en territorio turco, el anuncio de la reapertura de negociaciones para la adhesión todavía parece limitado[4]. Únicamente se acordó la apertura del capítulo 17, relativo a política económica y monetaria, en un momento en el que, como se ha dicho, la situación económica puede empeorar como consecuencia de las sanciones rusas. Lo más importante es que esto significa un cambio de políticas tanto de la UE, que había congelado la negociación para la adhesión, como de Turquía, que era reticente a doblegarse ante las exigencias europeas. Este camino implica, no obstante, un ejercicio delicado de diplomacia en el que las sensibilidades no se vean dañadas por una UE que aún ve con recelo una eventual adhesión de Turquía. Países como España, que tradicionalmente han sido favorables a la negociación, pueden ahora jugar un papel importante a la hora de dar fluidez a las negociaciones y alcanzar acuerdos constructivos
[1] Rodríguez López, Carmen y Ávalos Méndez, Antonio, “Las elecciones legislativas turcas de 2015”, Memorando OPEX nº. 199/2015, http://www.fundacionalternativas.org/public/storage/opex_documentos_archivos/202da3525c2fc46d1cf84c341e37ede6.pdf
[2] “Nato condemns Russia over violations of Turkey's airspace”, The Guardian, 6 de octubre de 2015, http://www.theguardian.com/world/2015/oct/05/turkey-says-russian-warplane-violated-airspace
[3] Halpern, Micah, “Out of Gas: Turkey Is Losing Its Battle With Russia”, Observer, 10 de diciembre de 2015, http://observer.com/2015/12/out-of-gas-turkey-is-losing-its-battle-with-russia/
[4] “EU,Turkey agree on €3 bn aid deal for Syrian refugees in Turkey”, Daily Sabah, 29 de noviembre de 2015, http://www.dailysabah.com/eu-affairs/2015/11/29/euturkey-agree-on-3-bn-aid-deal-for-syrian-refugees-in-turkey
(*)Antonio Ávalos Méndez es Investigador del Taller de Estudios Internacionales Mediterráneos, UAM
Hay 7 Comentarios
Más allá de los intereses políticos, económicos o de lo que sea, veo un esfuerzo de ocupar un lugar y no perderlo, cada quien busca su espacio dominando o buscando proteccion, la diferencia está en que la genta cada vez sabe más de lo que pasa a su alrededor…la época de los grandes líderes ya paso, ahora se necesita consenso e imagino se llegara a eso dolorosamente, propio del ser humano. Ayudaría decir, que lo que pasa actualmente, es responsabilidad del ser humano en conjunto por lo que hace o deja de hacer.
Publicado por: julioc2018 | 07/01/2016 14:48:12
La Fundación Alternativas siempre llenándose de gloria, ahora España tiene que favorecer la entrada de Turquia en la UE, con Erdogan citando el III Reich como ejemplo.
Pero que podemos esperar si prefieren como socios a nazis en este y yihadistas en Oriente Medio
Publicado por: Alfonso Ibañez | 01/01/2016 23:39:00
Rusia y Turquía, frente a frente
Уголовное дело по убийству ОПГ Турции, подполковника ВКС РФ О.Пешкова.
«Око за око. Зуб за зуб».
http://maxpark.com/community/3591/content/4929597#share
Publicado por: Sergey I | 01/01/2016 3:46:11
El mayor error de la UE seria aceptar a Turquia como miembro,despues seria demasiado tarde para lamentaciones.
Publicado por: RAUL CASTRO SOSPEDRA | 30/12/2015 20:46:18
La rivalidad entre Rusia y Turquía viene de siglos pasados.. Una rivalidad alimentada por las ideologías religiosas (los ortodoxos cristianos de Rusia y los islamistas de Turquía) y también por los antiguos imperios europeos de Francia y Reino Unido que propiciaron el control exclusivo de Turquía sobre el estrecho que une el Mar Negro con el Mar Mediterráneo, para cerrarle el paso a la armada rusa. Tal fue el resultado de la guerra de Inglaterra con el sitio de Sebastopol, en Crimea. Ya lo dice el viejo adagio: el que siembra vientos recoge tempestades y la Vieja Europa sabe que los tiempos son otros. Putin, el ruso y Erdogan, el turco otomano, son de la misma especie... simples dictadores que a diferencia de Occidente no usan disfraces democráticos.
Publicado por: RAMÓN | 30/12/2015 14:08:37
Pero vamos a ver, si las relaciones comerciales han ido bien: se han vendido sus verduricas, se les da gas, se van de vacaciones allí, etc... que se intercambian productos y bienes, digo yo que por qué esa manía de pelearse ahora, pues porque en el fondo a les importa muy poco la gente, sino recoger el máximo dinero y sus dirigentes vivir a lo grande; a mi me da la impresión que si Turquía quiere entrar a la UE se debe definir de una vez por todas, y no abrir un corredor para sirios en el que pueden entrar gente del EI hacia Europa.
Publicado por: rosa | 30/12/2015 1:20:03
todo eso es un show de las potencias
Publicado por: jose luna | 29/12/2015 18:56:07