Alternativas

Sobre el blog

Crisis de la política, la economía, la sociedad y la cultura. Hacen falta alternativas de progreso para superarla. Desde el encuentro y la reflexión en España y en Europa. Para interpretar la realidad y transformarla. Ese es el objetivo de la Fundación Alternativas, desde su independencia, y de este blog que nace en su XV Aniversario.

Sobre los autores

Nicolás SartoriusNicolás Sartorius. Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación Alternativas (FA), abogado y periodista, ha sido diputado al Congreso.

Carlos CarneroCarlos Carnero. Director Gerente de FA, ha sido Embajador de España en Misión Especial para Proyectos en el Marco de la Integración Europea y eurodiputado.

Vicente PalacioVicente Palacio. Director del Observatorio de Política Exterior de la Fundación Alternativas, Doctor en Filosofía, Visiting Fellow y Visiting Researcher en Harvard.

Sandra LeónSandra León. Profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de York (Reino Unido) y responsable de la colección Zoom Político de la Fundación Alternativas.

Carlos MaravallCarlos Maravall. Doctor en Macroeconomía y Finanzas Internacionales por la Universidad de Nueva York. Ha trabajado como asesor en Presidencia del Gobierno en temas financieros.

Erika RodriguezErika Rodriguez Pinzón. Doctora en relaciones internacionales por la Universidad Autónoma de Madrid y coordinadora de América Latina en la Fundación Alternativas.

Ana Belén SánchezAna Belén Sánchez, coordinadora de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Fundación Alternativas.

Jose Luis EscarioJose Luis Escario. Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid y Master de Derecho Internacional y Comunitario por la Universidad de Lovaina. Coordinador del Área Unión Europea de FA.

Kattya CascanteKattya Cascante coordina el área de Cooperación al Desarrollo del Observatorio de Política Exterior de la Fundación.

Enrique BustamanteEnrique Bustamante. Catedrático de Comunicación Audiovisual y Publicidad en la UCM. Es un experto de la economía y sociología de la televisión y de las industrias culturales en España.

Alfons MartinellAlfons Martinell. Director de la Cátedra Unesco en la Universidad de Girona y profesor titular en esa misma institución. Codirige el Laboratorio Iberoamericano de Investigación e Innovación en Cultura y Desarrollo.

Carles ManeraCarles Manera. Catedrático de Historia e Instituciones Económicas en la Universitat de les Illes Balears. Es Premio Catalunya de Economía (Societat Catalana d’Economia, 2003).

Stuart MedinaStuart Medina Miltimore. Economista y MBA por la Darden School de la Universidad de Virginia. Es presidente de la Red MMT y fundador de la consultora MetasBio.

Luis Fernando MedinaLuis Fernando Medina. Profesor de ciencia política en la Universidad Carlos III de Madrid. Es autor de 'A Unified Theory of Collective Action and Social Change' (University of Michigan Press) y de "El Fénix Rojo" (Editorial Catarata).

José María Pérez MedinaJosé María Pérez Medina. Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología y en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid. Funcionario del Estado. Ha sido Asesor en el Gabinete del Presidente del Gobierno entre 2008 y 2011.

José Antonio NogueraJosé Antonio Noguera. Profesor Titular de Sociología en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y director del grupo de investigación GSADI (Grupo de Sociología Analítica y Diseño Institucional).

Antonio QueroAntonio Quero. Experto en instrumentos financieros de la Comisión Europea y coordinador de Factoría Democrática. Es autor de "La reforma progresista del sistema financiero" (Ed. Catarata).

Paloma Román MarugánPaloma Román Marugán. Profesora de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid. Autora y coordinadora de distintos libros, artículos en revistas especializadas, artículos divulgativos y artículos de prensa.

Jesús Prieto de PedroJesús Prieto de Pedro. Doctor en Derecho, Catedrático de Derecho Administrativo en la UNED y titular de la Cátedra Andrés Bello de Derechos Culturales.

Santiago Díaz de Sarralde MiguezSantiago Díaz de Sarralde Miguez. Profesor de la URJC y coordinador de Economía en OPEX de la Fundación Alternativas.

Javier ReyJavier Rey. Doctor en Medicina y Cirugía, especialista en Cardiología. Secretario de la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida.

CARLOS CARNERO (*)

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Imagen del Seminario sobre la relevancia de los Think Tanks celebrado en la Fundación Alternativas

Para salir de la crisis política, económica, social y cultural que vive el conjunto del Planeta (en cada continente y en cada país con características específicas, desde luego, pero con grandes tendencias de fondo compartidas por todos) es preciso gobernar la globalización.

Sin embargo, esa afirmación, casi un lugar común a principios de siglo, cuando la tormenta financiera de 2008 –con sus consecuencias posteriores de ausencia de crecimiento, desempleo y desigualdad- ni siquiera se imaginaba, se ha ido olvidando poco a poco, precisamente cuando los acontecimientos han hecho patente su acierto.

Puede que a ello haya contribuido la escasa voluntad política para crear instancias de gobierno mundial o fortalecer y mejorar las estructuras existentes para que actuaran como un remedo del mismo. O quizás la sensación de que es casi imposible conseguir el objetivo no ya de gobernar, sino al menos de orientar la globalización.

Pero la necesidad sigue existiendo y éxitos –aunque sean relativos, como la Cumbre de París sobre el Cambio Climático- ponen de manifiesto que, cuando hay ideas y determinación suficientes, pueden alcanzarse resultados positivos.

Las medidas para conseguirlo dependerán de los decisores públicos (gobiernos, parlamentos, incluyendo nuevos sujetos políticos como la Unión Europea, las organizaciones internacionales)  y privados (multinacionales, agentes sociales). Pero no se adoptarán si no hay presión social y propuestas basadas en análisis rigurosos y formuladas en tiempo real que demuestren que es posible hacerlo.

Esa es una de las principales razones de ser del trabajo de los Think Tanks (TT) o centros de pensamiento, dicho en castellano.

De ahí la importancia de conseguir que las alternativas elaboradas por los TT estén conectadas con la realidad, enmarcadas en la vida colectiva de la ciudadanía y orientadas a facilitar e influir en la toma de decisiones de quienes están al frente de lo público y de lo privado.

Miles de TT pueblan hoy el Mundo entero y han comenzado a compartir experiencias y propuestas, gracias a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y al esfuerzo de la Universidad de Pensilvania a través de un programa tan ambicioso como visionario que dirige el Profesor James McGann.

Un año más, Pensilvania ha hecho público el Índice Global de Think Tanks en su edición de 2015, que analiza y mide el impacto de los TT en todo el Planeta a través de un proceso de nominación y selección complejo y representativo en el que participan activamente 4.750 expertos independientes (decisores, periodistas, profesores, analistas, donantes).

Lo menos importante del Índice es si se gana el oro, la plata o el bronce –aunque siempre sea ilusionante salir bien parado, como es el caso en España de la Fundación Alternativas (que solo en tres años ha pasado de figurar como el 74 mejor TT de Europa a situarse como el 40, avanzando 34 puestos entre los 1.800 centros de pensamiento analizados en el continente, figurando además entre los primeros del mundo, entre los casi 7.000 monitorizados en todos los continentes, en cuatro categorías: mejor idea o paradigma, mejor gestión, mejor uso de redes sociales y mejor  relación con otros TT), CIDOB y el Real Instituto Elcano-.

Porque lo más relevante del Índice ha sido la capacidad de organizar en torno al mismo una red de TT que se reúne anualmente en los niveles mundiales y regionales, conformando una fuerza de empuje que multiplica la de cada centro por separado.

Es decir, los TT han entendido la necesidad de pensar en términos globales para demandar que se gobierne la globalización. Y eso, sin duda, es una buena noticia.

 

(*)Carlos Carnero es Director Gerente de la Fundación Alternativas.

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No se atisba recuperación económica

Por: | 27 de enero de 2016

CARLES MANERA (*)

 

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David Cameron, durante su discurso en el Foro Económico Mundial este jueves en Davos (Suiza).

El crecimiento económico en 2016 no será tan elevado como se esperaba. El FMI, de hecho, ha vaticinado que el PIB mundial podría situarse entorno al 3,5% en el mejor de los escenarios. De hecho, el año ha empezado con gran estrépito en los indicadores económicos, con protagonismo central de las Bolsas chinas: las caídas han sido aquí muy relevantes, entre el 10% y el 14% (Shanghai y Shenzen, respectivamente), lo cual ha impactado al conjunto de los parqués mundiales. China patentiza un grave problema en su encaje económico, que siempre se había considerado robusto y sostenido. El control del gigante asiático en los mercados exteriores y en parcelas significativas de la deuda pública de países ricos –como Estados Unidos, por ejemplo– hacían presagiar un camino imparable hacia un liderazgo casi incuestionado. Pero los movimientos sísmicos que se están produciendo en la economía china sitúan el problema en un ámbito más certero del análisis económico: las contradicciones de un crecimiento sustentado, de manera esencial, en las exportaciones, con peso muy limitado del propio y amplio mercado para el desarrollo. Crecer a partir de la divisa exportadora es positivo… siempre que no se descuide la demanda nacional, el mercado propio. Es aquí donde China va a tener los retos más determinantes, no exentos de otras contradicciones.

Una de las reformas cruciales –me atrevo a decir que extensible a otras economías– es la subida salarial. Sin ésta, va a resultar difícil activar el consumo y la capacidad de gasto en amplios segmentos de población. Algunos gobiernos –como el conservador de Cameron, en Reino Unido– lo están empezando a entender. En países emergentes, tocar esa evolución salarial baja, con costes laborales unitarios ínfimos, puede suponer respuestas contundentes por parte de empresas occidentales que han deslocalizado su producción buscando, precisamente, esa baratura del factor trabajo. ¿Permanecerían en China o buscarían nuevos “refugios” productivos? Pero otras reformas deberán dirigirse a reorientar la pauta de crecimiento, de manera que el sector industrial, potentísimo, sea coincidente con el incremento del consumo urbano y el despliegue de los servicios. Aquí nos hallamos ante un edición de la cuadratura del círculo.

En efecto, resulta curiosa la dicotomía que se refleja en las economías actuales: las que antaño eran industriales y ahora más terciarias, quieren recuperar la ya transitada senda industrial para generar ocupación estable y moldear un mercado de trabajo más sólido. De alguna forma, se habla en Europa y Estados Unidos de posibilidades de reindustrialización como fórmula para acceder a un nuevo crecimiento más robusto. La industria es observada, entonces, como solución. Pero en el caso de aquellos nuevos países industriales, con liderazgos emergentes asumidos a partir de intensos procesos industriales relacionados con demandas externas, como es el caso de China, las salidas que se dibujan se centran en la importancia del sector servicios: aquél que, en las sociedades más desarrolladas, se pretende relevar por actividades de carácter industrial. Una de las causas que puede explicar esto es el déficit en muchas de las empresas industriales chinas; a ello debe añadirse otra dificultad nada despreciable: el proceso de endeudamiento de dichas empresas –una petición constante de financiación– en el marco de algunas actividades productivas –como el carbón y el acero– con serios problemas de mantenimiento. Esos consorcios siguen funcionando para evitar dramas sociales; pero la rentabilidad no parece ser aceptable. La sobreproducción puede aparecer en la economía china tras esas situaciones, a la par que firmas de escasa eficiencia siguen devorando créditos y capitales cuya utilidad sería mucho más razonable en otros campos.

Estos factores que condicionan el crecimiento de China van a afectar el resto de la economía mundial, a pesar de que Paul Krugman ha matizado esta idea en un artículo reciente (“Cuando China tropieza”, El País Negocios del 10 de enero de 2016), hasta el punto de que aventura tan sólo “pequeñas turbulencias” en el conjunto de la economía planetaria. Pero hay datos que, sin pretender catastrofismos gratuitos, invitan a la preocupación: caída de las materias primas, falta de inversiones productivas, previsible pérdida de beneficios empresariales –sobre todo en las empresas no financieras–, bajas productividades en las economías más desarrolladas y, no se olvide tampoco, la reedición de ciclos económicos (un aspecto que parecía olvidado por los economistas). Japón, Canadá, Suiza, Finlandia, Rusia, Brasil, naciones que nadie puede negar su potencia y capacidad, se encuentran, en este momento, en fases más o menos acentuadas de crisis. El contexto, por tanto, no ayuda: llueve sobre mojado cuando se advierten los resultados de la economía china, y se colocan al lado de otros datos igualmente conocidos para otras economías. El año empieza, pues, con grandes incertidumbres.

(*) Cales Manera es historiador y economista

Construyendo democracia cultural en Madrid

Por: | 25 de enero de 2016

RUBÉN CARAVACA (*)

Carmena

Manuela Carmena, junto a los concejales electos de Ahora Madrid

 

En círculos cercanos se plantea con cierta frecuencia ¿qué cambios se están produciendo en los nuevos ayuntamientos? Hablemos de Madrid, mi ciudad, y de un ámbito concreto, la acción cultural. Partimos de inercias, dos décadas y media, complejas de alterar por perezas, compromisos que hipotecan y/o motivos legales.

Pero hay cambios más que evidentes. Apuesta electoral clarísima de Ahora Madrid por la democracia cultural. Posicionamiento que traza unas líneas de intervención totalmente diferentes. Si durante décadas se ha apostado por que todas tengan acceso a la cultura –democratización cultural- el equipo de Carmena apuesta para que todas, además de acceder, podamos crear cultura -democracia cultural-.

No es un cambio baladí, es transformar la prioridad centrándola en las personas, no en los equipamientos, ni en el ladrillo. Las actividades organizadas por el ayuntamiento central pasan de realizarse, casi exclusivamente, en los distritos centrales a los barrios. Cuando la Dirección de Actividades Culturales apuesta por trasladar los carnavales del centro a Tetuán o el Año Nuevo Chino a Usera, es una apuesta política, no geográfica, ni populista, así hay que entenderla. Postura que no es exclusivamente vertical-geográfica, también horizontal-económica. Los recursos destinados son decididos por todos los implicados (administración, asociaciones, colectivos, personas…).

Todo ello implica una nueva política económica de la cultura. Los recursos existen y políticamente se decide como gestionarlos con medidas como que en las contrataciones públicas primen los contendidos y no sólo la cuestión económica, como hasta ahora. Cambio imprescindible para que todas puedan acceder a los recursos públicos, y no solamente grandes empresas que entienden la cultura como algo residual para complementar sus otros negocios, normalmente relacionados con el ladrillo y la restauración o para hacer favores delictivos, Operación Púnica. Con medidas como las anteriores se pretende reducir la precariedad de buena parte del sector cultural independiente.

Pero es mucho más. La administración municipal cree en sus vecinas. Cuando Jorge García Castaño –concejal del distrito Centro- impulsa un proyecto ciudadano como Construyendo Cultura, es otra apuesta política, pero también de confianza. La posibilidad de que la ciudadanía cogestione contenidos y recursos culturales es fruto de una confianza ganada, no regalada. Si en el distrito se han desarrollado espacios durante años, de manera voluntaria y autogestionada, como Patio Maravillas, Campo de Cebada, Esta es una Plaza o La Cornisa es una prueba de que la ciudadanía sabe y puede gestionar directamente. El ayuntamiento sólo da los pasos para que sea posible.

La falta de democracia en la cultura gestionada desde los municipios solo se podrá transformar desde las periferias. En la época de las multitudes hay que volver a la animación cultural, la gestión es el pasado.

 

(*) Rubén Caravaca es dinamizador y comunicador cultural

¿Qué es una mayoría suficiente para gobernar?

Por: | 20 de enero de 2016

JOSÉ MARÍA PÉREZ MEDINA (*)

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Imagen de un Pleno del Congreso de la pasada legislatura

 

Los recientes resultados electorales han supuesto una significativa novedad en la historia democrática de España. Desde 1977 los españoles nos habíamos habituado a un sistema bipartidista imperfecto en el que la suma de los votos de los dos primeros partidos oscilaba entre el 65,39% obtenido en 1989 y el 83,81% en 2008. En 2015 esta suma es ahora de sólo el 50,73%, 23 puntos menos que hace cuatro años. Estos resultados producen un nuevo escenario parlamentario, más fragmentado y ajustado, que plantea algunas cuestiones sobre la amplitud y suficiencia de la mayoría y que, llegado el caso, podría incluso alertar sobre la legitimidad de la actuación del Gobierno.

La novedad de la situación ha dado pie a diferentes preguntas aún no resueltas claramente y que se van abriendo paso en la opinión pública según se va asimilando la nueva realidad: ¿Qué es ganar unas elecciones?, ¿Quién debe presidir el Gobierno?, ¿Cuál es la mayoría suficiente que permite gobernar?, ¿Cuánta inestabilidad o incertidumbre puede soportar un régimen parlamentario?. Para aportar datos que ayuden a atender estas cuestiones, proponemos una rápida aproximación a la forma cómo se ha respondido en diversos países de Europa a estas preguntas y en situaciones parecidas.

Para ello, hemos considerado 23 países de Europa, descartando sólo los 13 que cuentan con menos de 4 millones de habitantes, así como Serbia, Turquía y Ucrania, países con una cultura o una práctica política especial y menos comparable a la española.

¿Qué es ganar unas elecciones y quién debe presidir el Gobierno?

El resultado medio del partido que obtuvo más apoyo electoral en estos 23 países es en la actualidad del 34,3%. A su vez, la media del segundo partido más votado es del 23,5%, lo que arroja una diferencia media entre los dos primeros partidos más votados del 10,8%.

En España los datos de las pasadas elecciones arrojan un 28,79% de votos para el Partido Popular, un porcentaje claramente por debajo de la medida obtenida. Esto plantea serias dudas sobre la legitimidad y representatividad de un Gobierno monocolor con tan escaso apoyo popular. Además, estas dudas se intensifican si se tiene en cuenta que en la segunda Comunidad en población, Cataluña, este apoyo supone únicamente el 11,2%, un escenario de especial fragilidad del primer partido en esta Comunidad y que se asemeja sorprendentemente con la del Partido Conservador en Escocia, lo que en uno y otro lugar se usa para avalar aspiraciones secesionistas en ambas regiones.

El segundo partido obtuvo el 22% de los votos, por lo que la diferencia con el primer partido tampoco es mayor que en otros países europeos y debilita indirectamente las aspiraciones del primer partido. Esta doble debilidad no puede despreciarse, y la solución apuntada en España en los últimos días de petición de abstención y dejar gobernar en solitario a la lista más votada resulta muy cuestionable e incluso excepcional en Europa.

Más bien al contrario, la coalición de gobierno es la solución mayoritaria en los sistemas políticos europeos. En concreto, en la actualidad existen coaliciones en 18 países, y solamente en 5 países de los considerados en este estudio existe un Gobierno monocolor: en Dinamarca, Eslovaquia, España, Portugal y Reino Unido. A mayor abundamiento, en 10 casos la coalición de gobierno agrupa a partidos ideológicamente alejados, socialdemócratas y conservadores o liberales.

A la hora de designar un nombre para encabezar el Gobierno, en 17 casos la jefatura del Gobierno corresponde a un miembro propuesto por el partido ganador; pero en otros 5 casos el Primer Ministro no ha sido propuesto por el partido o coalición ganadora en las elecciones: en Bélgica, Croacia, Dinamarca, Noruega y Portugal. El caso de Suiza es especial debido al régimen de presidencia colegiada. En Bélgica y Dinamarca la solución encontrada busca impedir que la derecha nacionalista acceda a la jefatura del gobierno a la derecha nacionalista. Números expresivos que advierten que las denominadas “mayorías de perdedores” no son extrañas en la Europa actual.

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¿Cuál es la mayoría suficiente que permite gobernar y proporcionar estabilidad parlamentaria a un país?

La respuesta a esta pregunta depende del sistema electoral y de las previsiones constitucionales, y sobre todo de las relaciones entre el Gobierno y el Legislativo. En especial, la estabilidad del Gobierno exige excluir posibles derrotas en votaciones de relevancia y que puedan cuestionar la legitimidad gubernamental y la única forma de afrontar estos riesgos con garantías de éxito es disponer de un apoyo parlamentario suficiente

Por eso en los 23 Estados europeos analizados, el partido o la coalición gobernante supera el 50% de los escaños en 18 casos, con una media holgada de apoyo parlamentario del 56%. Las excepciones son Bulgaria, Dinamarca, Noruega y Portugal.

Desde el punto de vista de la eficacia política, la escasez de apoyo puede invalidar la capacidad del Gobierno para formular iniciativas legislativas. Desde una perspectiva social, supone un argumento sólido para la actual crítica a la representatividad del Estado y de sus gobernantes

En España el Partido Popular cuenta de inicio con un apoyo del 35% del Congreso de los Diputados, es decir que sólo el Gobierno de Dinamarca contaría con un apoyo parlamentario menor. Se trata de un porcentaje de apoyo excepcionalmente escaso en Europa para desarrollar la acción de gobierno.

En la práctica española la viabilidad del proyecto del Gobierno se asocia a la aprobación de los presupuestos anuales, pero en la actualidad la estabilidad también requiere de la aprobación del techo de gasto y, muy en especial del Programa de Estabilidad y del Programa Nacional de Reformas anuales que el Gobierno ha de remitir a la Comisión europea en primavera de cada año. Ciertamente el año 2016 se inicia con un presupuesto aprobado únicamente por el 28,7% de los electores, lo que obviamente es anómalo. Por este motivo, ya antes del inicio del ejercicio presupuestario se aprecian serias dificultades para su cumplimiento en los mismos términos en que fue aprobado. El cambio de mayoría parlamentaria tiene que cuestionar automáticamente la ley más significativa que los representantes populares aprueban cada año.

Especial dificultad plantea la viabilidad de los Reales Decretos-Ley, muy frecuentes desde el inicio de la crisis en 2009 y que de hecho se ha convertido en la respuesta urgente del Gobierno a las exigencias comunitarias e internacionales demandadas por las crisis económicas. Las leyes sectoriales también se ven afectadas. La debilidad del contrato ciudadanos-gobernantes puede inhabilitar al Gobierno para impulsar leyes de tanto impacto social como las que regulan la educación, las prestaciones sanitarias, las prestaciones por dependencia, las relaciones laborales, los servicios de las Administraciones locales, el empleo, la ordenación del suelo y urbanismo o la protección de las costas. De hecho, puede anticiparse una Legislatura con menor actividad legislativa, pues la nueva composición parlamentaria supondrá una seria limitación a la hora de proponer leyes sectoriales, y ello ante la duda por su posterior aprobación parlamentaria.

Los resultados electorales del 20 de diciembre suponen una llamada de atención sobre la capacidad del Gobierno para atender las necesidades que los ciudadanos les plantean. La recuperación de la confianza en la acción política necesita que el nuevo Gobierno se dote de un programa de gobierno y de unos instrumentos que logren dar respuesta, aunque sea en la medida de lo posible, a las necesidades que los ciudadanos han expresado en los últimos años.

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(*) José María Pérez Medina es Politólogo e Historiador

Pactos, programas y mentiras

Por: | 18 de enero de 2016

SANTIAGO DÍAZ DE SARRALDE (*)

 

 

Debate

Imagen del debate entre los candidatos de Ciudadanos, Podemos y PSOE organizado por El País

 

Ya hay demasiadas sesudas reflexiones sobre la posibilidad de pactos, la responsabilidad, la nueva y la vieja política y las líneas rojas. Sólo les propongo un inocente juego. A continuación encontrarán varias frases literales de los programas electorales de Podemos, Ciudadanos y PSOE (199 diputados, solo un gobierno –en 1982- ha superado esta cifra en toda la historia de la democracia) sobre distintos aspectos de la fiscalidad en España y su reforma –un tema no precisamente trivial-. Intenten responder a estas tres ingenuas preguntas: ¿Quién dijo –se comprometió a- qué? ¿Es posible ponerse de acuerdo, al menos en algún tema, para dar sentido a una legislatura? Y, en caso negativo, ¿volverán a escuchar, leer o votar a estos políticos si no lo intentan?

El diagnóstico: el nivel de presión fiscal

“El relativamente reducido peso del sector público en el PIB comparado con otros países europeos (la proporción de ingresos sobre el PIB es de las más bajas de la UE), implica que el problema no es una excesiva fiscalidad, sino un ineficiente e injusto reparto de la carga fiscal.”

“España no tiene una elevada presión fiscal agregada. De hecho, nuestros ingresos públicos en relación al PIB se sitúan en el 37,8% frente al 45,2% del promedio de los países de la Unión Europea y no superaron el 41%, ni en plena burbuja inmobiliaria. Nuestro problema es que esa presión fiscal se concentra mucho sobre pocos contribuyentes y pocas bases imponibles.”

“El PP prevé un incremento de los ingresos en el Programa de Estabilidad derivado únicamente del cambio de ciclo económico. No abordará, por tanto, el problema de la falta de recaudación del sector público español en comparación con la media europea.”

La Agencia Tributaria

“Devolver su independencia, profesionalidad, y calidad a la agencia tributaria, incrementando sustancialmente sus recursos y duplicando el número de funcionarios.”

“Aprobar un Estatuto de la Agencia Tributaria que refuerce su independencia y profesionalidad, evitando las injerencias políticas. Incrementar en 5.000 empleados públicos los efectivos de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria destinados a la lucha contra el fraude en los próximos cuatro años.”

“Desarrollo de un estatuto básico en la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) para garantizar su autonomía. Incremento gradual del personal de la AEAT, acorde con sus posibilidades logísticas y las necesidades de cualificación profesional.”

La fiscalidad fraudulenta: SICAV, ETVE, etc.

“España está pésimamente considerada por la existencia del régimen de Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros (ETVE). Este régimen debería eliminarse.” “Devolver el control fiscal de las SICAV a la Inspección de Hacienda.”

“Endurecer el régimen de exención tributaria de los beneficios y dividendos de las figura de la Entidad de Tenencia de Valores Extranjeros (ETVES), que se ha convertido en una fuente de elusión fiscal importante.” “Establecer un mayor control de las SICAV mediante: (i) Establecimiento de un porcentaje de participación máximo para cada inversor; (ii) Se estudiará la fijación de un período de permanencia máximo de las plusvalías acumuladas sin que tributen; (iii) Dotar legalmente a la AEAT de competencias para supervisar e inspeccionar a las SICAV.”

“Eliminación de pantallas tributarias. Se revisará la fiscalidad de las sicav, las socimi, las sociedades de capital riesgo y las Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros (ETVE) para velar por la inversión productiva y la equidad fiscal.”

El Impuesto de Sociedades.

“Nuestra propuesta parte de eliminar la práctica totalidad de los beneficios fiscales así como reforzar los límites de deducibilidad de los intereses y bajar los tipos a la media de la OCDE. El nuevo tipo de sociedades, que será único y se aplicará también a las pymes, estará en el 20%.”

“Reformar en profundidad el Impuesto de Sociedades, con el objetivo de ensanchar las bases imponibles y elevar la recaudación. Para ello, revisaremos las múltiples exenciones y bonificaciones del Impuesto, muchas de ellas de escasa justificación.”

“Reformaremos en profundidad el impuesto de sociedades, e impulsaremos su armonización internacional para hacerlo muy sencillo, transparente y con unos tipos efectivos realmente próximos a los tipos nominales. Eliminaremos los privilegios fiscales y la mayoría de las deducciones.”

Los impuestos de Sucesiones y Patrimonio.

“Estos dos impuestos actualmente cedidos a las Comunidades Autónoma, están produciendo diferencias contributivas muy grandes entre los ciudadanos españoles según sea su lugar de residencia, por lo que resulta imprescindible una armonización que acabe con la inconexa, incoherente e injusta situación actual.”

“Establecer, mediante legislación básica, un mínimo común en todo el territorio nacional tanto en el Impuesto de Sucesiones como en el de Patrimonio, para evitar en la práctica su vaciamiento.”

“Armonizaremos con las comunidades autónomas las normas que regulan ambos tributos, que habrán de ser aplicados en todo el Estado, por motivos de equidad y de lucha contra el fraude.”

La fiscalidad verde.

“Introduciremos una fiscalidad más progresiva sobre los hidrocarburos, consistente por otro lado con nuestro compromiso con la lucha contra el calentamiento global.”

“Poner en marcha una fiscalidad ambiental adecuada que nos acerque a los estándares europeos.”

“Estableceremos una fiscalidad verde que desincentive el uso de fuentes de energía contaminantes e incentive el uso de las renovables y la eficiencia energética, e impulsaremos la convergencia de la presión fiscal medioambiental española hacia la media de la Unión Europea.”

La fiscalidad de los “ricos”

“En España, muchos ciudadanos muy ricos pagan pocos impuestos: no pagan renta, porque los titulares de sus bienes son personas jurídicas, no pagan patrimonio porque lo tienen afectado a actividades productivas y no pagan sucesiones por la misma razón. Lo único que tributa en España es el flujo monetario entre la persona jurídica y la persona física.”

“Reformar de manera integral la tributación de la riqueza para acabar con la actual descoordinación entre el IRPF, IS, Impuesto de Patrimonio e Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que impide gravar adecuadamente la riqueza, dando lugar a una doble no tributación que permite que determinadas grandes fortunas y patrimonios no contribuyan de forma justa al sostenimiento de los gastos públicos.”

“El programa en materia fiscal contempla una reforma tributaria que no solo incremente la suficiencia de nuestro sistema fiscal, sino también su progresividad. Esto quiere decir que el peso fundamental de las medidas de impuestos que se contemplan a continuación recaería sobre las rentas más acomodadas y sobre los sectores de población de mayor patrimonio.”

Por último, la solución al juego: quién dijo qué es lo que menos importa, en este caso el orden es siempre Ciudadanos, PSOE, Podemos, pero es prácticamente intercambiable. Lo malo es que quizá tampoco importe lo que dicen.

 

(*) Santiago Díaz de Sarralde es profesor de Economía Aplicada en la URJC y coordinador de Economía en OPEX-Fundación Alternativas

Obama o el caos

Por: | 15 de enero de 2016

 

VICENTE PALACIO (*)

 

Obama

El presidente Obama segundos antes de empezar su discurso sobre el estado de la Unión en enero de 2015


Obama pronto nos dirá adiós, pero se quedará. Su último Discurso sobre el Estado de la Unión del pasado miércoles ante los Senadores, los Representantes de la Cámara Baja, e ilustres invitados, dejó, junto al listado de tareas para este año, un aroma melancólico a tiempo pasado y oportunidades perdidas. Es lo habitual, ya que en estas grandes ocasiones la clase política de EEUU se pone muy sentimental. En el Capitolio no se escucharon apenas murmullos de hostilidad hacia la tribuna, hubo más aplausos; pero poco triunfalismo. Una especie de calma contenida antes de la tempestad. Muchos estarían pensando qué pronto pasan ocho años, y cuántas cosas han cambiado en EEUU y en el mundo: la crisis financiera ayer, hoy Ucrania, Siria, o el ISIS. 

El fragor de la batalla de los caucuses y de las primarias empieza en ya, en febrero, para elegir al candidato a la Casa Blanca, con el primer pistoletazo de la indómita Iowa seguida de New Hampshire. Un dato: en los ránkings y las encuestas, Obama generalmente se sitúa entre los primeros veinte mejores Presidentes de la Historia de EEUU. Inevitablemente, ha ido cayendo en puestos desde 2009, a medida que le iban saliendo algunas canas en el pelo. Por ejemplo, en 2012 la revista Newsweek le otorgaba el puesto 10. Ahora, un exhaustiva muestra dirigida por Brookings Institution entre los miembros de la American Political Science Association -supuestamente conocedores del tema - (http://www.brookings.edu/blogs/fixgov/posts/2015/02/13-obama-measuring-presidential-greatness-vaughn-rottinghaussitúa a Obama en el puesto número 18  - de entre los 43 Presidentes hasta la fecha -,  si bien sale un poco mejor parado en dotes diplomáticas y militares. Es un consuelo: George W Bush ocupa el puesto 32 (por supuesto, el ganador del ranking es George Washington) . 
 
A los Republicanos les quedan unos meses para tratar de revertir u obstaculizar en ambas Cámaras algunas iniciativas del Presidente: la orden ejecutiva para el mejor control de las armas de fuego, que causaron el año pasado más de 30.000 muertos en el país; la reforma migratoria para los 12 millones de indocumentados; el Obamacare; y en política exterior, el acuerdo con Irán, la apertura con Cuba, el Acuerdo Climático de París, o los grandes mega-acuerdos comerciales como el TPP (Asociación Trans-Pacífica) y el empantanado TTIP (Asociación de Inversión y Comercio EEUU-Europa).

Bueno, puede que los Republicanos consigan de aquí a las elecciones de Noviembre, y aún después,  descafeinar o posponer estas iniciativas, o entorpecerlas sin proponer realmente alternativas. Pero lo que resulta indudable es que esas iniciativas configuran un proyecto de país de largo alcance, y responden a unas necesidades profundas, tanto dentro como fuera, y por ello tienen sentido. Por eso esta Presidencia ha marcado un antes y un después. No importa que el segundo mandato de Obama esté en su recta final, porque su sombra no va a desaparecer en décadas. No se trata de que se haya conseguido plenamente esto o aquello , no es tanto los detalles. Este Presidente ha inaugurado una narrativa nueva, un proyecto económico y energético , un modo diferente de hacer las cosas dentro y fuera de EEUU. Su mayor error es haber soñado, como proclamó incansablemente cuando era candidato en 2008, que ya no había dos Américas, que eso era cosa del pasado, que la Guerra Civil había terminado en 1865 con Abraham Lincoln . 

¿Es asi?  En los debates Republicanos celebrados hasta ahora, el que parecía favorito a priori, Jeff Bush, ahora está  a más de veinte puntos por debajo del Gran Payaso de turno, Donald Trump. Impotente, mira como su pertenencia a la célebre dinastía no le sirve de mucho. Lo único sólido que ha dicho hasta ahora es que Trump es la personificación del caos. No hay mucho más: segundo está Ted Cruz, Senador por Texas, algo iluminado y tremendista, creyente en una Tercera Guerra Mundial contra el yihadismo que dé sentido a América. (http://www.realclearpolitics.com)  Tan solo el cubano- americano Marco Rubio, Senador por Florida, tiene un poco más de empaque y de juventud, aún conserva opciones, y es quizá el único de todos ellos que al final podría ser lo suficientemente flexible como para renunciar a la cortedad de miras en la que está enfangada su partido y acabar representando a todo el país.

De los Demócratas no hay mucho que contar. Está el morbo de cómo van a manejar el fantasma obamita, y la respuesta hasta ahora es: más a la izquierda que Barack. Al fin y al cabo, un gran logro de Obama en todo este tiempo fue cerrar el paso por la izquierda a ningún candidato “alternativo”, mediante su estrategia personal de abarcarlo todo. Pero la desigualdad ha crecido y alguien tiene que rematar la faena. Resulta divertido (y esperanzador) ver a Hillary Clinton, representante de la vieja política,  tratando de ganarse a los jóvenes, y prometiendo mano dura contra los hedge funds y Wall Street. Más vale que se reconvierta rápido en una Nueva Hillary, porque el bueno de Bernie Sanders, su contrincante Demócrata, es como una caricatura de Obama: gastado y viejo, y más a la izquierda, la clase de tipo incapaz de ganar las elecciones en EEUU. Incluso frente a un impresentable como Trump, perdería casi con toda seguridad. 

A ambos lados de Obama, no hay color. Dios bendiga a América, y nos bendiga a todos nosotros.
 
 
 
(*) Vicente Palacio es director del Observatorio de Política Exterior (OPEX) en la Fundación Alternativas

 

WARREN MOSLER, SKENDER FANI Y STUART MEDINA (*)

 

 

Corralito

Atenienses hacen cola frente a un cajero.

 

En julio de 2015, una semana antes del referéndum convocado por el Gobierno griego sobre el paquete de rescate ofrecido por la troika, se estableció un corralito bancario en el país.

Fue una decisión sorprendente que examinamos en este artículo porque nos ilustra acerca del desconocimiento generalizado entre la clase política de cómo funciona el sistema bancario.

¿Por qué cerraron los bancos? Podríamos pensar que se daba una situación de falta de capitalización bancaria, pero ésta no es una explicación plausible porque los bancos griegos ya estaban supervisados por el Sistema de Bancos Centrales Europeos. El Sistema envía a sus inspectores, quienes examinan todos los préstamos de los bancos y sus carteras y se cercioran de que tienen calidad suficiente para que puedan considerarse activos y no deban ser provisionados. También miran el ratio de capital de los bancos griegos, y con base en esos criterios, deciden si esos bancos pueden operar en el sistema. Los reguladores del Sistema ya habían entrado y determinado si los bancos eran solventes o no. De lo contrario, les habrían exigido conseguir más patrimonio y ampliar capital. Pero eso los bancos lo habían hecho, un año antes. Todos los bancos que había en Grecia cumplían los requisitos.

Tampoco parece una explicación una posible falta de liquidez. El BCE suministraba liquidez de emergencia al Banco de Grecia, que es el órgano de compensación de pagos para todos los bancos ubicados en Grecia. Una de las razones de la crisis bancaria fue que los bancos extranjeros no querían volver a prestar fondos a Grecia. Así pues los bancos griegos mantenían saldos negativos, es decir, tenían un descubierto frente al BCE, un préstamo. En cambio los bancos extranjeros tenían saldos positivos en el Banco Central Europeo. Por tanto el saldo total en el Eurosistema seguía siendo cero.

La pregunta es cuán grande habría sido el descubierto que el Banco de Grecia habría permitido disponer a los bancos griegos. Concretamente en esas fechas lo habían limitado a 89 mil millones, o algo así, y había miedo de que los bancos griegos necesitarían más y que eso desencadenaría algún problema indefinido.

Por eso limitaron la cantidad de dinero que los clientes podían sacar de los bancos griegos. A los bancos les estaba costando mucho reemplazar el dinero que sacaba la gente con nuevos depósitos. No podían reemplazar todos esos depósitos y acabaron con un saldo deudor aún mayor en el Banco de Grecia que tenían que respaldar con una garantía. Además, estaban experimentando dificultades para reemplazar esos depósitos con préstamos de otros bancos.

¿Por qué limitó el BCE la liquidez de emergencia a 89 mil millones? Nadie sabía si esos 89 mil millones iban a ser suficientes para ese día o no. Supusieron que los bancos estaban en buenas condiciones y que se prestarían unos a otros y que, por tanto, no habrían necesitado disponer de descubiertos en el BCE. En situaciones de emergencia disponen del suministro de liquidez de emergencia que te permite incurrir en esos descubiertos. No quieren que recurras a esos descubiertos en el curso ordinario de los negocios. Prefieren que pidas prestado a otros bancos. Si alguien mueve su dinero del banco A al banco B, el BCE prefiere que el banco A recupere el dinero pidiéndoselo al banco B antes que tomarlo prestado del BCE.

Sin embargo el límite en la línea de liquidez de emergencia (ELA) no compromete al sistema de bancos centrales ni pone a nadie en riesgo. Es una simple cuestión contable. El problema es que fue una decisión altamente politizada y decidieron no aumentar el límite en esa fecha. En respuesta a esa acción, que no tiene un especial interés de todos modos, el gobierno griego decidió cerrar los bancos.

¿Qué habría pasado si los bancos griegos no hubiesen cerrado? Lo que habría significado, en el peor escenario, es que un depositante en un banco griego hubiese querido transferir su dinero a otro banco y el banco le hubiese dicho «Ahora no podemos hacerlo. Normalmente nos permitirían incurrir en un descubierto en el Banco de Grecia pero hemos agotado nuestro límite así que tenemos que esperar a que amplíen el límite o a que entre un nuevo depósito». Ese era el peor escenario, poco más habría pasado.

Así pues ¿por qué decidió el gobierno griego cerrar los bancos? Las razones explícitas, tal como se transmitieron en los medios, no son en absoluto claras pero suena a que tenían miedo de que el dinero hubiera dejado el país y de que a Grecia se le hubiese acabado el dinero y no se hubiese podido operar ni recaudar impuestos porque el dinero se habría ido.

Sin embargo, el temor a la fuga de capitales es absurdo porque, que sepamos, no existe tal cosa. Es un equívoco absoluto, un completo malentendido sobre lo que podría pasar. Cuando le sigues la huella y profundizas en los detalles operativos, no existe tal cosa como la fuga de capitales. Cuando se mueve el dinero entre unos bancos y otros, todos los euros siguen en la cuenta del BCE y los bancos miembros. Si vendes euros por dólares, cuando vendes los euros, quienquiera que los compre tiene una cuenta en euros en un banco y, cuando le vendes los euros, estos van de tu cuenta en el Eurosistema a su cuenta en el Eurosistema. Los euros no levantan el vuelo, los dólares no salen volando. Ambos quedan en su hoja de cálculo. Ambos bancos son miembros de un sistema de compensación de pagos común. En este caso es el BCE.

Si los fondos se transfieren de un banco griego a otro alemán eso significa que la cuenta del banco griego en el sistema de bancos centrales se adeuda y se abona la del banco alemán en el Banco Central. Pero el banco griego operará a través de la delegación del BCE, que es el Banco de Grecia. Este Banco de Grecia es una institución europea; no es una institución griega actualmente. El Banco de Grecia adeudará la cuenta del banco griego y el Bundesbank abonará la cuenta del Deutsche Bank en el que se ingresa ese dinero. Eso es todo. La única pregunta es si se le permite al Banco de Grecia adeudar al banco griego local o si hay un límite a los préstamos de descubierto, una situación que es extraordinaria.

No hubo fuga de capitales según la definición estándar de fuga de capitales a no ser que estén redefiniendo fuga de capitales como el traslado de dinero de un banco a otro. Pero entonces, todo es fuga de capitales, incluso emitir un cheque para pagar tu factura de la luz sería considerado fuga de capitales según esa definición.

¿Qué es lo que temía todo el mundo? Tenían miedo de que el dinero abandonase el país y de que la gente no tendría dinero para pagar sus impuestos y hacer compras y de que la economía se paralizaría. Pero, si has trasladado tu cuenta corriente a un banco americano o alemán en vez de uno griego ¿implica eso que no pagarás tu hipoteca o no irás de compras? No, la economía consiste en que la gente compra y vende cosas. Sigues haciendo los mismos pagos.

 No sabemos en qué estarían pensando. Por todas sus acciones durante el año entero transcurrido desde febrero es difícil interpretar sus pensamientos. En ningún momento nada de lo dijeron o hicieron tenía una conexión lógica. A nuestro juicio fue una locura total. Todo lo que llevó al cierre de los bancos y todo lo que vino después siguió las mismas líneas de lógica defectuosa. Observen lo que hicieron: rechazaron el paquete inicial, lo sometieron a votación, consiguieron el “No” y regresaron para aprobar un paquete aun peor. No tiene ningún sentido. No se distancia mucho de las cosas de Alicia en el País de las Maravillas.

Si su intención última era crear un pánico para conseguir que ganara el “No”, quizás hicieron lo correcto. Pero desde un punto de vista operativo no tenían ningún motivo para cerrar los bancos. Quizás hubiese motivos políticos, pero desde luego no había ningún imperativo operativo para hacerlo.

No sabemos qué clase de efecto habría tenido la limitación de la ELA si no hubiesen cerrado los bancos. . Quizás ninguno. Quizás no se hubiesen producido muchos reintegros así que no habrían necesitado el ELA. Quizás habrían conseguido depósitos de otros bancos. No se habría desencadenado una pérdida de confianza. No es que importe mucho, pero ¿cómo puede preocuparles la pérdida de confianza cuando en ese punto ya no la había? Se había perdido meses antes. Cualquiera que hubiese estado expuesto a perder su dinero en un banco griego ya lo había sacado.

En descargo del gobierno griego hay que reconocer que dudamos de que otro país hubiese actuado de otro modo porque hay una carencia de comprensión del sistema bancario. El hecho es que nadie les dijo «no hacía falta que el gobierno hiciese eso». Nadie del banco central lo dijo; tampoco nadie de la Unión Europea o del Parlamento Europeo.

En nuestra opinión el liderazgo europeo recuerda al comportamiento de los lemmings precipitándose al abismo. Por ninguna parte aparece un proceso de toma de decisiones informadas; son ciegos guiando a otros ciegos.

(*) Warren Mosler es Investigador Asociado Distinguido del Centro para el Pleno Empleo y Estabilidad de Precios de la Universidad de Missouri en Kansas City

ENRIQUE BUSTAMANTE (*)

 

Rtve

Sede de RTVE en Torrespaña, en Madrid

Los programas electorales se constituyen en un auténtico escaparate de las concepciones de los partidos políticos sobre nuestra sociedad y sus modelos de futuro. Pero, especialmente, los capítulos de cultura y comunicación social, siempre marginales al núcleo duro económico y político, adquieren un alto grado de valor simbólico sobre cómo cada partido concibe nuestro modelo de sociedad y de democracia.

En términos siempre relativos, los programas para el 20-D en lo que respecta a la comunicación social en general y a los medios públicos en particular, han alcanzado un cierto grado de amplitud y profundidad como no se veía desde los comicios generales de 2004. Así se comprueba al menos en los partidos de la oposición, en contraste frontal con el programa del Partido Popular (“Seguimos avanzando”, “España en serio”) en cuyas 223 páginas no ha habido un hueco para la comunicación ni para RTVE ni para las RTV.AA., ni entre los principios iniciales, ni en el “impulso permanente de regeneración de la vida pública”, ni en el capítulo sobre “La España que queremos”, y ni siquiera en el apartado de “impulsar el talento”.

En los documentos de los restantes partidos, los que se alinean con el cambio, pueden destacarse denominadores comunes, especialmente en cuanto a la reforma de RTVE : desgubernamentalización, elección de sus órganos por mayorías parlamentarias de dos tercios, financiación suficiente y estable, mayor participación social, reforzamiento del derecho de acceso…También podría considerarse generalizada la aspiración a reformar la Ley General Audiovisual y la de crear una autoridad audiovisual realmente independiente (frente al modelo de la CNMC). Pero ahí acaban las coincidencias, porque cada partido evidencia después sus obsesiones peculiares.

De esta forma, el programa del PSOE (“El cambio que une”) revela claramente el deseo de retorno a su supuesta edad de oro, la reforma de RTVE de 2006 y la ley del audiovisual de 2010. Más ostentoso en sus carencias es el programa de Ciudadanos, “El nuevo proyecto común para España”, en cuya regulación propuesta para el servicio público se mezcla el control y la gestión: presidente de RTVE presentado a concurso público, elegido en terna por un “comité de profesionales solventes”, y aprobado finalmente por el parlamento por 2/3.

Sin duda, los programas más novedosos y arriesgados, son los de Podemos y de Unidad Popular, que apuestan por cambios democráticos y tecnológicos en profundidad. Las propuestas de Podemos (“Queremos, sabemos, podemos”), inciden en crear en RTVE unos Consejos Sociales con peso en el control de la gestión, Consejos de Informativos potentes, y un servicio público plenamente interactivo; Además, se propugna el reequilibrio del espectro radioeléctrico y se reivindica la potenciación de los medios comunitarios. En alta coincidencia, las propuestas de IU-Unidad Popular (“Programa participativo”) avanzan para RTVE un Consejo Social y una Plataforma de ciudadanos por el servicio público, además de mandatos marco, una carrera profesional objetiva, el fomento del derecho de acceso y la transformación digital.

En fin, a veces las omisiones son más interesantes que las menciones explícitas. Y resulta llamativo que ni directa ni indirectamente, ningún programa partidista, con la sola excepción de Unidad Popular, mencione siquiera el peligroso grado de monopolio de los medios radiotelevisivos en el campo privado, y sus amenazas al pluralismo y la diversidad democrática española, Imposible evitar la reflexión sobre el papel estelar que las cadenas privadas han tenido en esta campaña en la visibilidad de los candidatos, clásicos o emergentes, hacia el 20-D.

 

(*) Enrique Bustamante es catedrático de Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid

Los incendios forestales en invierno no son ninguna novedad

Por: | 08 de enero de 2016

FRANCIS CABEZOS (*)

 

Incendio

Un brigadista en el incendio forestal de Rairiz de Veiga (Ourense)

 Numerosos medios de comunicación se hacían eco el pasado mes de diciembre, de los incendios que han quemado más de 3000 hectáreas de terrenos forestales a lo largo de la cornisa cantábrica y Navarra.

Es cierto que ha sido un episodio muy llamativo por el número de fuegos y también trágico, pues en uno de ellos falleció el piloto de un helicóptero mientras participaba en las labores de extinción. Ha habido pérdidas económicas y por supuesto pérdidas en la biodiversidad que atesora esa zona geográfica del país lo que hasta este año pasado no ha sido noticia.

Las redes sociales echaban humo y muchas personas pensaban que detrás de esa oleada de fuego estaba la intención de recalificar los terrenos quemados, atendiendo a la puerta que dejó abierta la reforma de la ley de montes que llevó a cabo el Partido Popular antes del fin de la legislatura, dejar sin efecto la prohibición de cambio de uso durante 30 años de un monte o terreno forestal que haya sido pasto de las llamas, medida ésta que ciertamente supone un paso atrás de muy difícil justificación social y ambiental.

Pero los incendios que se han producido no guardan relación con esa reforma, es decir, no se puede afirmar que sus autores buscaran que lo quemado se recalifique y se le dé un impulso a la maltrecha economía del ladrillo de tan infausto recuerdo. No se ha llevado a cabo la investigación del 100% de los incendios, es muy pronto para empezar a aplicar lo recogido en la reforma legal y no ha entrado en ninguno de los parlamentos autonómicos, al menos hasta este momento, proposiciones de recalificación para su debate y aprobación por mayoría en las asambleas. Esto no quiere decir que no se esté atento a ello en un futuro no lejano, por si acaso.

Todos los años, sin excepción, el norte de España sufre incendios. Todos los años, más o menos a lo largo del primer trimestre, el norte tiene unas particularidades climatológicas, ligero aumento de las temperaturas, cierta disminución de las precipitaciones y llegada de viento sur que seca la vegetación. Estas condiciones climáticas son las que se han dado en diciembre y es por ello que ha sido en ese momento cuando se le ha metido cerilla, quema del matorral, a los montes en esa zona, si bien se han concentrado en un solo mes un número muy elevado de focos y la propagación de las llamas ha sido mucho mayor. Veremos si a lo largo de febrero y marzo no se producen de nuevo incendios.

El matorral, en una sucesión natural de la vegetación, va apropiándose de las zonas de pasto, invade caminos y sendas y “ensucia” el paisaje. El fuego es un método rápido, sencillo y barato para “limpiar” los terrenos. La combustión de la vegetación libera nutrientes y alguno se justificará para las quemas, diciendo que por eso es bueno meter fuego de vez en cuando. Si los pastos se pierden por la regeneración natural del monte a través de especies leñosas, esto resulta difícilmente compatible con alimentar la cabaña ganadera. De manera continuada a lo largo de los años se ha quemado el monte para tener pasto y con ello alimentar el ganado, “tradición” le llaman algunos. Se elige el momento más oportuno y se prende, lo malo de ello es que el fuego es caprichoso y responde a reacciones químicas propias y al no ser algo controlado el resultado es que también se quema lo que no se quería quemar. Desastre.    

La falta de gestión, de cuidado y el abandono de los montes, por los propietarios, no es sencillo ni barato mantener fincas forestales sin sacar ningún rédito económico, y por parte de las administraciones competentes, Comunidades Autónomas y Estado, las cuales tienen un alto grado de responsabilidad, y ello unido a los efectos del cambio climático, no hace más que contribuir a que los incendios forestales sean cada vez más graves e incontrolables, lo que acarrea una pérdida doble: por no aprovechar sosteniblemente lo que nos brindan nuestros montes y por los daños y costes que suponen, año tras año, los incendios forestales.

Los montes, entre otras, tienen una marcada función social directa, la creación de riqueza a través de los productos forestales y la generación de empleo.

España es el segundo país con mayor superficie forestal total de Europa -con 27,5 millones de hectáreas- y el tercero en superficie forestal arbolada -más de 18 millones de hectáreas. Además, es el Estado europeo con mayor incremento de superficie de bosque (290.000 hectáreas al año) y, a su vez, cuenta con una productividad forestal, por nuestro clima y suelo, de la que no disponen los países tradicionalmente forestales europeos. Los espacios forestales van acumulando biomasa en forma de hojarasca, leñas, cortezas, maderas y otros restos que bien se pudren (un proceso muy lento en nuestro ecosistema mediterráneo) o bien se queman en incendios naturales, el 4% (rayos) o en los incendios de origen humano, el 96% restante. En definitiva, nuestro país tiene, y no aprovecha, una superficie forestal de las mayores de Europa.

Se puede, respetando el círculo de los nutrientes, utilizar una gran parte de esos restos para la obtención de diversas materias primas, incluida la biomasa forestal residual para aprovechamiento energético. Las AAPP, que son responsables del 18% del consumo de los productos de madera y papel en España, podrían fomentar más sus políticas de compra responsable de productos forestales. Crear riqueza a través de los productos forestales obtenidos, desde madera hasta resina, pasando por el corcho, etc, productos que en muchos casos importamos y que de hacerlo mejoraría, pues, nuestro balance comercial exterior, muy supeditado a las materias primas energéticas, petróleo y derivados.

Los incendios forestales son el síntoma de una enfermedad cuya causa es la política de abandono sistemático de la gestión forestal, apenas se aprovecha el 38 % de los productos del monte, sólo un 15 % de los espacios forestales tienen un plan de ordenación o gestión, principalmente los montes públicos, siendo un 70% de los terrenos forestales de titularidad privada, la ganadería extensiva casi ha desaparecido, el apego de la gente rural a sus montes se desvanece poco a poco, etc.

Miles de pueblos continúan condenados al despoblamiento por falta de actividad económica y de servicios públicos, pese a existir una gran riqueza forestal en sus entornos. La inversión para generar un empleo en el sector forestal es mucho más barata que en otros sectores, como la construcción o las infraestructuras: sólo se necesitan 45.000 euros para generar un empleo forestal, frente a los 326.000 euros/empleo del fallido proyecto de Eurovegas o los 368.760 euros/empleo de la autopista del Pirineo. La Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO calculó que se podrían crear hasta 50.000 nuevos empleos si se implantara una política forestal sostenible[1].

El sector forestal necesita de una vez por todas de políticas decididas, de diálogo y puesta en común, de acuerdos, de mejora sustancial en las condiciones laborales de las personas que se dedican a ello; los convenios agrarios no son de los mejores, y para que no todo en España cuando se hable de los montes sea referido a apagar los incendios que se producen en ellos.

[1] Informe de la Federación de Servicios a la ciudadanía de CCOO que compila propuestas de mejora de la gestión forestal en España ‘Sector forestal: propuestas de cambio para la creación de 50.000 empleos”

http://www.fsc.ccoo.es/comunes/recursos/99922/1486323-Informe_sector_forestal_2012..pdf

(*) Francis Cabezos es secretario de medio ambiente y salud laboral de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras (FSC-CCOO)

El País

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