ELISA DÍAZ (*)
Colas de parados ante la oficina de empleo
La última Encuesta de Población Activa (EPA) ha puesto de manifiesto que el paro de larga duración sigue siendo un problema de primera magnitud para nuestra economía. La crisis económica ha generado un incremento sin precedentes en el desempleo de larga duración en España y lo ha hecho muy por encima de otros países de nuestro entorno. En el primer trimestre de 2008 la cantidad de personas que había estado buscando empleo durante más de un año estaba por debajo de medio millón mientras que en el primer trimestre de 2016, el número de personas en esta situación estaba en torno a los 2,7 millones.
Que el paro de larga duración tiene consecuencias muy negativas en la depreciación de la capacitación profesional de los que lo sufren, es algo que resulta intuitivo y que se ha demostrado en varias ocasiones. En cambio, menos conocidos resultan los efectos dañinos del desempleo sobre la salud aunque son de una apreciable magnitud que debemos conocer bien para que las distintas administraciones diseñen programas y actuaciones específicas a este problema.
En general, es conocido que la falta de recursos y el estrés asociado al paro son causa de una pérdida de bienestar y un empeoramiento de la salud de las personas y hogares directamente afectados. En esta línea es destacable que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud 2011/2012 (última disponible), la probabilidad de que una persona desempleada declare que su estado de salud percibido es “regular, malo o muy malo” es un 28% superior al de las personas con empleo. Sin embargo, se encuentra menos presente en el debate público lo que hay detrás de esta peor percepción de su salud por parte de los desempleados. ¿En qué se traduce concretamente? ¿Por qué los desempleados consideran que su salud es mala en mayor medida que los que tienen un empleo? Según se ha podido establecer, esta discrepancia en las percepciones corresponde a una discrepancia objetiva: efectivamente, la salud tanto física como mental de los desempleados es peor. En este post nos centramos en los efectos del desempleo de larga duración en la salud mental. Más adelante, en otro post, nos centraremos en los efectos del desempleo sobre la salud física a través de enfermedades crónicas como la obesidad.
Hay una creciente evidencia internacional que muestra que las personas en situación de desempleo tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades mentales. En España también observamos que el desempleo está asociado a una peor salud mental. Este sentido, el Gráfico 1 muestra como la probabilidad de sufrir enfermedades crónicas mentales de las personas desempleadas está en torno al doble de la de las personas con empleo.
Gráfico 1 - Relación entre la probabilidad de sufrir una enfermedad crónica mental en personas desempleadasrespecto de la misma variable para personas empleadas, 2012
Fuente: Encuesta Nacional de Salud 2011-2012, Instituto Nacional de Estadística y Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad
Por otra parte, a partir de datos del Ministerio de Sanidad Servicios Sociales y Desigualdad en los periodos 2006-07 y 2011-12, un estudio encuentra evidencia de un empeoramiento en el nivel de la salud mental de los hombres como resultado de situaciones de desempleo. El estudio halla evidencia de un incremento en las desigualdades en términos de salud mental como resultado de la crisis – en particular, se identifica un empeoramiento entre ambos periodos en el nivel de salud mental de determinados grupos sociales más afectados por el riesgo de desempleo (por ejemplo, hombres que son cabeza de familia, con edad comprendida entre 35 y 54 años, educación primaria o secundaria, y un nivel profesional de supervisor semicualificado). Asimismo comparando datos de pacientes de centros de atención primaria en España para los períodos 2006-07 y 2010-11, un trabajo muestra un incremento significativo en la frecuencia de problemas relacionados con el estado de ánimo, ansiedad, trastornos somatomorfos, y uso de bebidas alcohólicas en los datos de 2010-11 y una relación significativa entre el riesgo de padecer estos problemas y situaciones de desempleo (o pertenecer a hogares con desempleados) o de dificultad en el pago de hipotecas y desahucios. Por último, en estas breves pinceladas de evidencia que relaciona la situación de desempleo con la mayor frecuencia de enfermedades mentales, también hay trabajos que a partir de un análisis de la información sobre intentos de suicidio en Andalucía para los periodos 2003-2007 y 2008-2012 determinan que el incremento de probabilidad en el intento de suicidio está asociado a que los individuos estén desempleados. En este sentido, casi la mitad de los intentos de suicidio de hombres identificados en el estudio estaban relacionados con la situación de desempleo. El estudio también incluye una estimación de la reducción en el número de intentos de suicidio (alrededor de 2.000 para los hombres y 3.000 para las mujeres) si la crisis no hubiese tenido lugar – ver Gráfico 2.
Gráfico 2 - Relación entre la probabilidad de sufrir una enfermedad crónica mental en personas desempleadasrespecto de la misma variable para personas empleadas, 2012
Fuente: JA Cordoba-Doña, M. San Sebastian, A. Escolar-Pujolar, JE Martinez-Faure, P. Gustafsson, 2014. “Economic crisis and suicidal behavior: the role of unemployment, sex and age in Andalusia, Southern Spain”. International Journal for Equity in Health, 13-55.
El mantenimiento probable en el medio plazo del desempleo de larga duración por encima del nivel pre-crisis y el probable incremento de los problemas de salud mental en los grupos más afectados por el desempleo de larga duración (por ejemplo, los menores de 25 años con bajo nivel educativo y los mayores de 45 años) van a suponer una presión adicional sobre los recursos del sistema sanitario. Este hecho, junto con la drástica reducción del gasto público de los últimos años, refuerza la necesidad de evaluar los resultados de los sistemas sanitarios y de establecer programas y medidas basados en la evidencia. Estos programas deben ligarse al desempeño de los sistemas sanitarios y a los factores que van a tener una influencia sobre la demanda de atención sanitaria (p.ej. el envejecimiento de la población, aumento de factores de riesgo como la obesidad y de las enfermedades crónicas, etc). Si queremos que España siga disfrutando de una atención sanitaria con unos buenos resultados en términos de su funcionamiento y sus resultados en salud y que los colectivos más vulnerables a la crisis económica no se queden atrás en términos de su salud y oportunidades de vida, este debería ser uno de los grandes temas a tratar por el gobierno que salga de las urnas el próximo 26 de Junio.
(*) Elisa Díaz es la directora del Laboratorio de Ideas de la Fundación Alternativas
Hay 3 Comentarios
Helix Jump 2 offers addictive gameplay, guiding a ball through twisting helix towers and avoiding obstacles for high scores.
Publicado por: helix jump 2 | 03/06/2024 7:20:35
La Salud es algo que tenemos que cuidar y tener muy en cuenta, sobre todo algo que es muy importante la salud mental. Yo leo mucho este blog https://www.ccsalud.com y la verdad que me ayuda mucho.
Publicado por: Mario | 16/07/2018 13:56:22
En tres minutos... es lo que puedo decir:
Con más de 40 y en paro https://dametresminutos.wordpress.com/2016/05/08/con-mas-de-40-y-en-paro/
vía @jiribas
Publicado por: José Iribas | 01/06/2016 15:53:00