(*) NICOLÁS SARTORIUS
El presidente estadounidense, Donald Trump.
I.- Las decisiones tomadas por el presidente Trump en materia de refugiados e inmigrantes no tiene precedentes. Reúnen las tres violaciones más graves contra el derecho de las personas. El muro en la frontera mejicana es una agresión contra América Latina, pues por esa frontera no se mueven sólo, ni principalmente, mejicanos, sino ciudadanos de toda Sudamérica, primordialmente de Centroamérica. De otra parte, la orden ejecutiva por la que se prohíbe la entrada en EE.UU. a todos los ciudadanos de determinados países, soberanos y con representación en la ONU, supone una agresión discriminatoria y xenófoba por motivos religiosos o de raza que equivale al apartheid practicado en Sudáfrica en otro tiempo. Por último, si la decisión tomada por EE.UU. con los refugiados e inmigrantes se generalizase, estaríamos ante una situación equivalente a la de los años 30 contra los judíos, es decir, se encerraría en guetos a poblaciones enteras, como ya ocurre con los palestinos en la franja de Gaza.
II.- La reacción contra estas medidas por una parte de la población norteamericana es ejemplar y debería extenderse a toda América Latina y a Europa. Hasta ahora la reacción es tímida y nos estamos jugando el futuro de nuestras libertades. Suponen un ataque contra el derecho internacional, contra las libertades individuales y contra la propia Constitución de EE.UU., como ya han denunciado algunos políticos y juristas americanos.
III.- El Gobierno español no debería guardar silencio. Una cosa es llevarse bien con EE.UU. –que hay que procurarlo- y otra muy diferente aceptar estas agresiones contra naciones y pueblos enteros. Por ahí se empieza y pueden generalizarse estas prácticas, por este u otros motivos, en una espiral de ‘matonismo’ político inaceptable. La Unión Europea en su conjunto debería manifestar abiertamente su repulsa y dejar claro que su posición no es esa. Las medidas de Trump sólo traerán más terrorismo en varias direcciones, como ha empezado a suceder en Canadá.
(*) Nicolás Sartorius es vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas
Hay 1 Comentarios
¿No ha hecho lo mismo la Unión Europea con los que huyen de la guerra y del hambre )hambre creado por los países desarrollados)?
Un saludo
Publicado por: Juliana Luisa | 03/02/2017 23:08:17