ENRIQUE BUSTAMANTE (*)
La crisis de la cultura española no sólo no se ha cerrado, como aseguran lo está haciendo la económica-financiera, sino que sangra todavía por todas sus heridas. Así lo revela con abundantes datos el cuarto Informe sobre el estado de la Cultura en España (ICE 17), organizado y editado por el Observatorio de Cultura y Comunicación (Fundación Alternativas/ Lúa Ediciones), que supone un nuevo y perentorio aldabonazo sobre los gobiernos, los partidos y la sociedad civil. Una visión panorámica en sus cuatro ediciones que compone conjuntamente todo un manual sobre las desgracias y las malas prácticas sobre la cultura en tiempos de crisis.
El ICE17 se centra especialmente en su primera parte en las relaciones entre igualdad y diversidad, cuando se cumple el décimo aniversario de la entrada en vigor de la Convención de la UNESCO, e igual onomástica de la firma española de este tratado internacional.
Y es en ese terreno en donde se muestran desnudas las peores consecuencias de la crisis y de las omisiones públicas: agravamiento de la desigualdad de género en la creación cultural, en el empleo pero también en su visibilidad social, en paralelo a la cuasi desaparición de las políticas y las medidas que habían apenas comenzado a apoyar a las mujeres; exclusión en el consumo cultural de casi la mitad de la población adulta, incluyendo capas enteras de jóvenes activos; abandono de los planes de apoyo a la integración cultural de los inmigrantes; desigualdades crecientes entre regiones y ciudades en la creación y el acceso…
En segundo lugar, está la evolución de las cifras globales elocuentes entre 2009 y 2014-2015: 80.000 empleos perdidos pese a la aparente recuperación del número de empresas, 5.000 millones de euros menos en la facturación del mercado cultural, tres décimas de retroceso en el peso de la cultura en el PIB, cuatro décimas menos en la relación entre actividades sujetas a propiedad intelectual y riqueza nacional.
Gasto público
La caída persistente del gasto público cultural resalta por su (i)responsabilidad ante la crisis en ese contexto: retroceso del 38 % en los presupuestos del Estado central, del 48,8 % de las Comunidades Autónomas, del 36 % en la Administración Local. Y crisis verificada a pesar de algunas parciales mejoras en los estudios monográficos por sectores abordados en la segunda parte del ICE17: en las artes escénicas, en la edición del libro pese a las promesas digitales, en la música, en el video on line pese al hipnotismo de los grandes portales digitales, e incluso en la precariedad de la industria española del videojuego, más allá de sus importantes mercados. Todo un estancamiento que la encuesta a un centenar de agentes culturales evidencia claramente.
El Informe desgrana además propuestas de actuación generales y en cada campo, destacando la reivindicación de un Ministerio de Cultura potente, de una recuperación de los presupuestos públicos, de una vuelta general al IVA cultural reducido, de un estatuto específico para el artista o creador. Reivindicaciones vitales para nuestro espacio público democrático que las recientes medidas gubernamentales están muy lejos de colmar, con la reducción discriminatoria de nuevo del IVA, con un catálogo interminable de promesas como el que contiene el proclamado Plan Cultura 2020 cuyo rosario de objetivos (5), de estrategias (12) y de proyectos (48) carece absolutamente de memoria económica. Una nueva carta de los reyes magos lanzada sin botella al mar.
(*) Enrique Bustamante es catedrático en la UCM y coordinador del Informe sobre el Estado de la Cultura en España 2017
Hay 1 Comentarios
El resumen es realmente sencillo y puede parecer ser muy simple. No interese a los políticos y las nuevas generaciones solamente les interesa jugar a Fortnite todo el día.
Publicado por: Juan Fortnite | 20/11/2018 18:55:04